Partida Rol por web

Tras la llamada de Ainhoa, te preparas. Lista para partir, te encaminas hacia la Universidad.

Tus nervios están a flor de piel.  Intentas evitar todo tipo de pensamientos, pero no puedes. La situación era, cuanto menos tensa. Ibas de camino a robar un examen. Si todo salía bien, os podríais quedar estudiando. En caso contrario... Era mejor no pensarlo.

El camino se hizo muy corto, quizá demasiado corto. Algo en tu interior esperaba que hubiese algún problema que te impidiera llegar, pero no fue así. Así que aparcaste. Allí estabas.

Estaba claro que habías llegado antes que los demás. En el móvil no tenías ningún whatsapp de Ainhoa. Así que esperaste caminando nerviosamente. De pronto, escuchaste unos pasos. Te detuviste y miraste en esa dirección. Un grupo de personas se acercaban a tu posición. Era obvio que eran los otros.

Sabina, aunque estaba nerviosa no lo demostraba. Habían ido apretados en el coche hasta llegar a la universidad y ella procuraba hacer bromas respecto a la situación. Con su aspecto risueño incluso bromeó con el hecho de que les pillasen (Siempre podemos decir que nos quedamos dormidos en el baño. Friker Jiménez nos entrevistaría )aunque aquello la preocupaba más que a nadie, pues estaba segura de poder aprobar el examen de López, con lo cual para ella el riesgo era innecesario. Se había metido en un lío de tres pares de narices.

En aquel momento vio la sombra e, intuyendo que sus compañeros se pondrían nerviosos salió sin hablar del coche tambaleándose como si estuviese borracha. Decidida a espantar a quien fuese fingiendo que estaban de fiesta. Incluso saco una lata de cerveza y comenzó a canturrear. Pero esto está lejos de mi casa, cabrones...¿donde me habéis traído? A la uniiiiiiiiiiii ¡Cantemos el himno! ¡Uni-ver-sidad...conoci-mientos nos daaaas ♪ ♫

Ainhoa estaba más relajada que el resto de sus compañeros que parecía algo nerviosos. Ainhoa sentía, que a pesar de que lo que iban a hacer estaba mal, sabía que era por una buena causa, lo que hacía que lograse contener su estado de nervios. Después miró la figura que paseba por allí, miró a sus compañeros y les dijo:

¡Esa es Beatriz! Dijo señalando la figura que estaba allí. Así que salió del coche y la dio un grito por si aún no se había terminado de percatar de que era ella. Deja de hacer el bobo, Sabina, no hay por qué preocuparse. Ella está con nosotros.

¡Hola, Bea! ¡Estamos aquí! ¿Qué haces por aquí?

Veo la figura merodeando por ahí y le cojo la mano a Ricardo, apretándosela muy fuerte.

"Cálmate Helena, será alguien paseando a estas horas de la noche"

Entonces veo a Sabina haciendo la panoli y me río, haciendo que se me quitara el mal cuerpo que se me había puesto. Sin pensarlo dos veces, le sigo el rollo.

- ¡UEEE! ¡Nos vamos a la uniiii de fiestaaa! ¡Lolololololooo! ¡Todo el mundo a saltaaaaaaaaar! ¡Lololololoooolooooo! - Exclamo, saliendo del coche, saltando y agitando los brazos a risas.

Entonces, veo que Ainhoa va a saludar a aquella figura en la oscuridad y me doy cuenta de que es Beatriz.

"Pfff... Pobrecilla, seguro que esta noche reza miles de rosarios por tener que juntarse con nosotros y por pecar robando un examen."

- Hola Beatriz.

Le digo cambiando completamente el tono y lo más seria posible.

Tras la pregunta acusadora de Sabina, me veo obligada a intervenir.

- A mi se me ocurrió que Beatriz nos podría ir muy bien para este plan... ¿No? Le dije a Ainhoa que podía avisarla pero no os he mencionado nada porque no tenía ni idea de que al final la había avisado.

Sabina se giró ¿Beatriz? ¿Quien? ¿Habían llamado a mas gente? ¿Y sin avisar a nadie? Estaba claro que esa niñata iba a lo suyo. Encima de tratar de ridiculizarla iba todo el día tratando de ocultar lo que hacía. Primero con la pizza y ahora con esto. Incluso era posible que hubiese hablado con los profesores...¡¡con lo pelota que era!! Además...ella misma había admitido que era una "despachera" y que los profesores le hacían la ola.

¿A cuantos mas has llamado, guapa? la increpó notablemente enfadada. El que Helena y Ricardo estuviesen de la mano no ayudó a mejorar el estado mental de la muchacha.

¡¡De puta madre vosotros también!! ¡Encima de no avisar ala, a meter en líos a mas gente-cuando dejamos claro que el examen era para compartir con todos- y aumentar las posibilidades de que nos pillen! 

Fijo que alguna de las beatas se chivan para librarse.

Ainhoa se quedó mirando a Sabina, no entendía por qué siempre se mostraba tan hostil con ella. Ni tampoco entendía por qué la culpaba de todo. ¿Perdona? Dijo mostrando un tono de piel sonrosado que comenzaba a tomar matices de color rojo. Empezaba a estar furiosa con aquella idiota que no hacía más que tomárselo todo como le daba la gana, y tomarse todo a la tremenda. ¿Quién te ha dicho que la he llamado yo? ¿Eh? Además, Beatriz era una chica que se conocía bien los despachos y que además sabía muchos datos de interés, por eso sabía que debía estar ahí, exactamente por la misma razón que los demás.

Luego miró a los demás, a ver si alguno era capaz de salir en su defensa para hacer entender a Sabina que no había por qué preocuparse.

Tras el viaje en coche que resulto ser bastante tranquilo, Martin habia mantenido el temple.
a pesar de que la tension se podia cortar con un cuchillo.

Poco tardaron los cinco chicos en llegar al campus y una vez aparcado el coche, lo que mas sorprendió
a Martin (y tambien le dio un poco de mal rollo) fue la figura de una persona en el campus a esas horas.

"Vaya, y creia que eramos los unicos"

Cuando la gor... Ahinoa dijo que era Beatriz y que habian quedado con ella Martin cayo en un pozo de dudas
que le hizo estar en la inopia durante unos diez minutos sin mediar palabra.

Que es esto de los renganches de ultima hora. Iban a robar un examen, no a una maldita excusrion. Y esa chica...
Martin la conocia. No era mala chavala pero era una mojigata, la persona idonea para no traer a este tipo de sitios.
Maldita sea. Capaz seria de chivarse si asi lograra aprobar el examen.

Lo que le llevo a evaluar de nuevo a sus compañeros de grupo:

Sabina sabia que necesitaba aprobar pero no le parecio una razón suficientemente fuerte, es mas le sono a excusa. Ya que la chica parecia una buena estudiante. Si has tenido los cojones de llegar a hacer Medicina... algo mas habria detrás, y no se lo había dicho.

Y Ahinoa... buena pregunta shelock.

Desgraciadamente las unicas dos personas que le daban a Martin el perfil de estar ahi ahora mismo eran Helena y Ricardo

Martin miro a Ricardo con una mirada de complicidad inclinando rápidamente un par de veces (trato que fuera imperceptible para los demas o sin mas que no se dieran mucha cuenta) la cabeza hacia Beatriz con un claro mensaje de "pero que coño hace esta aqui" al fin y al cabo los dos eran tios, pensarian de manera parecida, y no se pondrian a armar un show como el que estaba teniendo lugar.

Y ahora que lo pensaba y mirando como se agarraban Ricardo y Helena, y en el estado paranoico en el que se encontraba llegó hasta a pensar que hasta el mismo Ricardo se encontrara en esta situacion por calzonazos.

Aunque lo hecho hecho estaba y no habia tiempo. Si la mojigata se chivaba robaran o no el examen, una alta nota seria una clara manera de acusarse asi que lo hecho hecho estaba.Si esto salia bien Martin haria el examen para ir a por el notable, solo para asegurar.

El examen... Casi se le olvidaba por que estaban alli.

Volviendo a la realidad lanzando un suspiro imperceptible y se situo entre Ahinoa y Sabina enseñandoles las palmas de las manosen actitud sosegadora:

-Vamos vamos chicas tranquilidad, somos un equipo y no debeis olvidar el objetivo.- Y cambiando el tono a uno mas reprimente añadió- Pero creo que nos debeis una explicacion a Sabina y a mi.

Beatriz se había bajado del coche casi por instinto, pero en realidad no sabía muy bien que estaba haciendo. Volvió a entrar y rebuscó nerviosa, debajo del asiento había una caja con pañuelos, los sacó todos de forma casi compulsiva y sin preocuparse mucho porque todo el coche se llenase de pañuelos despedazados.Cuando salió el último pañuelo al fin pudo ver lo que buscaba con tanto ahínco, una cajetilla de tabaco.

Ella no fumaba de forma habitual, pero en determinadas ocasiones, cuando estaba muy nerviosa necesitaba algo con que ocupar sus manos, y el tabaco le gustaba. Jamás se habría atrevido a decirle a su novio o su madre que fumaba y por eso lo escondía en el coche.
Cerró la puerta, se apoyó sobre ella y encendió el pitillo.Primera calada y ¡ZAS!,¿Porque había sacado todos los pañuelos si podía abrir la caja por detras como hacía siempre?Se asomó por la ventana y vió con desdén el desastre que había organizado. Pero no podía ponerse a recogerlo ahora, no estaba allí por eso. No, estaba allí porque pretendían robar un exámen... dió una larga calada, ¿en que estaba pensando?¿robar un exámen? cerró el coche y comenzó a caminar por el campus. De pronto vió como un coche se acercaba a ella, tiró rapidamente el cigarrillo, como si la hubiesen pillado in fraganti. El coche paró y empezó a salir gente, al principio no sabía muy bien quienes eran, pero después de unos pasos más en su dirección pudo ver a Ainhoa haciñendole un saludo con la mano.
Era real, estaba allí con un montón de desconocidos que seguramente tendrían muchos prejuicios hacia ella para robar un exámen en la universidad. Aquello era subrealista, más de lo que podía soportar. Dios te salve María llena eres de gracia, el señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las muejres y Bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Comenzó a recitar un montón de oraciones de memoria mientras se encendía otro pitillo, total, ya saben que quiero robar un exámen, que más da que sepan esto. Continuó acercándose en silencio y una vez que estuvo a su altura dijo de forma nerviosa, -hola.
 

La situación como siempre había cambiado, después del viaje en coche, en un momento nos damos cuenta de la existencia de otra persona fuera, y que se le ocurre a Sabina hacer, salir imitando a los borrachos (jamás me imaginé que esta chica hubiera estado alguna vez en ese estado) y para terminar de rematar la faena, Hellin la sigue, después de agarrarme la mano a mí. 

Con la presencia de la sombra, que no era más que Beatriz, otra chica del instituto, se empiezan a levantar las voces de las chicas y se convierte en un salvame deluxe. Le devuelvo la mirada a Martín e intento que esto se calme un poco. Me acerco a Hellin y la cojo un poco de la cintura para dar distancia con las demás. Venga, calma para todas y no gritéis por favor que esto es un misión de espionaje. Dije intentando quitar hierro al asunto.  

Miro a Beatriz con cara de lástima, pero intento que no se me note mucho.

Acaricio las manos de Ricardo, que rodeaban mi cintura. Pero entonces me empiezo a sentir incómoda y me aparto de él, yendo hacia Beatriz, para disimular.

- Me llamo Helena, pero me puedes llamar Hellin. Aunque igual ya sabías mi nombre...- Me presento.

- ¿Estáis todos preparados para el gran "Festín"?- Pregunto en general, sin crear sospecha alguna por si había cámaras por al rededor o alguien nos espiaba. No era raro que los policías me siguieran de vez en cuando.

Miro a Ricardo y le pongo cara de pena. Él me conoce, sabrá que por mucho que guarde las apariencias, yo estaba muy nerviosa. Pero lo llevaba bastante bien. Le hago un gesto con los ojos señalando a Sabina, la cual parecía bastante nerviosa. Seguro que le gustaría que Ricardo le fuera a consolar... No sé cuán de cómoda se debería sentir al ver que el chico me cogía por la cintura de esa manera, pero yo prefería que no se pusiera celosa de mi o algo así, y por eso me había apartado. Aunque, en verdad, nunca me gustaba expresar nada "más cariñoso de lo normal" en público.

Sabina notó una grieta en la cabeza. Ricardo líado con Helena. Ella sola. El plan mandado a la mierda después de que les diese por hacer el gilipollas...No, aquello era demasiado. Pues no. No tengo nada en tu contra, Beatriz pero yo me piro. No me gusta que me vayan ocultando cosas, y para que esto salga bien había que tener las cosas bien claras. Suerte. 

Sabina se giró y pasó por delante de la parejita feliz, aparentemente en dirección al coche de Martin. Sin rencores, mucha suerte. Cuando llegó al lado del coche continuó el camino por el parking de la universidad y salió por la puerta que había para empleados, caminando con brío y sin mirar atrás. No quería montar una escena, pero desde luego no continuaría en ese plan.

Martin confirmo sus sospechas despues de toda la escenita. Sabina no tenia interes alguno en robar el examen, asi que se habia comportado como una cria, probablemente interesada por Ricardo. Con todo la necesitaban y Martin sabía perfectamente lo que tenia que hacer. Además ni se habían dignado a darle explicaciones asi que eso tambien le enfado sobremanera, y necesitando un momento de intimidad simplemente masculló:

-Voy a intentar arreglar esto, gracias chicos...

Y salio tras Sabina.

Cuando atraviesas la puerta del parking oyes unos pasos que van tras de ti, raudos. No sabes quien puede ser a esa hora, quizas uno de los chicos, quizas un misterioso violador asesino que pulula por el campus... pero al girarte a ver quien es escuchas una voz que reconoces.

-Sabina espera!

Me da igual lo que digas. No pienso ir. No me gusta que me utilicen.

Sabina se había parado  al oir la voz de Martin, pero no se giró inmediatamente sino que se quedó de espaldas tiesa. En tensión... 

Pero que cojones estaba pasando aquí. Es lo único que se me pasó por la cabeza. No había hecho nada malo, simplemente tener un poco de contacto con Hellin y apartarla de una posible bronca, pero Sabina parecía que tenía otros interés y se cogió un rebote en menos de un segundo. 

Me quedo con los brazos y las manos abiertas, como signo de mi sorpresa. No entiendo la reacción de Sa.bina, me parece exagerada. Espero que Martín consiga convencerla. 

Mirando a Hellín le digo. ¿Hemos hecho algo malo para estar condenados al infierno o que?

La noche avanzaba cada vez más. Sabíais que la Universidad no tenía mucha vigilancia, pero sí la suficiente para que os pillaran si os quedabais allí hablando alto y sin esconderos.
 

-Estará enfadada por lo de Beatriz y ya está.- Contesto para intentar excusarla sin saber muy bien el porqué.

"Aparte, le gustas y estas cariñoso conmigo." Le intento decir a Ricardo con la mirada, cosa que no sabía si daría resultado.

-Bueno, Ainhoa, Beatriz... Creo que no sería muy sensato quedarnos aquí en medio. Vamos a ver por dónde entramos o ya lo sabéis?

-Yo no tengo ni idea de por donde entrar, pero tienes razón Hellín, deberíamos quitarnos de enmedio. dijo, -¿Creéis que va a volver? -añadió mirando en la dirección en que se había marchado la airada Sabina.

Martin se acerco hasta ella hasta estar practicamente a su espalda y la puso una mano en el hombro, de manera reconfortante.

-Mira... entiendo como te sientes vale. Esto no me gusta a mi tampoco, pero te necesitamos Sabi, no puedes dejarnos ahora.

Y acto seguido se preparo para escuchar su respuesta ¿romperia a llorar o no?. ¿Cuan fuerte sera esta chica?

Solo esperemos que la cosa no se desmorone.