Partida Rol por web

Sin prisa, y no te preocupes tanto. —dijo al ver la cara seria del muchacho— Todo va a salirnos bien, además pareces un tipo de los que atraen la buena suerte. 

Sabina hizo un gesto disculpando a Martin y comenzó a tararear una vieja canción de los años de los Ramones mientras esperaba al chico. La chica se aseguró de que Martin no estaba cerca antes de sacar un pañuelo  y disimular secandose los ojos las lágrimas que hacía un buen rato pugnaban para salir. Un rato llorando después sacó un colirio de la mochila y se lo echo a los ojos para eliminar el rojo del blanco de los ojos. La chica se miró al espejo para asegurarse de que no estaban enramados y se recostó en el asiento para esperar al resto.

- Ok, a un zumo de arandanos, no te preocupes. Le dije para cerrar el tema mientras miraba de nuevo los ojos de Hellin, por el día los llevaba ocultos con las gafas de sol, pero por la noche se las quitaba y se veía el brillo que tenía.

- Claro vayamos a preparar la fascinante aventura de esta noche. Le agarro un poco de la cintura y la acompaño dentro del salón.

¿Beatriz? Las palabras de Ainhoa eran bajas. No murmuraba, pero estaba claro que tampoco quería llamar la atención.

Mira, ya está todo preparado y vamos a ir a la Universidad ya. Ha salido tu nombre. Han pensado que quizá, si el examen no está en el despacho del señor López, tú podías saber dónde lo guardaban. Como vas a muchas tutorías, bueno... la voz de Ainhoa se apagó, como si pensase que sus palabras podían haber molestado a Beatriz.

El tema es que te estoy llamando para que vayas allí. Me inventaré algo, como que te escuché decir que harías lo posible por aprobar o algo así, para que no quede tan raro. ¿Te parece bien?

Era cierto que tu paso por las tutorías y tu buena educación habían conseguido que supieras varios detalles ocultos que para el resto de estudiantes eran totalmente desconocidos.

Sabías que cada profesor ocultaba los exámenes en sus ordenadores, pero que siempre había una copia en una especie de nube o intranet de la universidad. Cada uno tenía su propia clave. Además, sabías que para temas muy importantes, la clave del decano era fundamental. Eran necesarios meter dos claves. La del decano y, seguramente, la del señor López.

-Eso estará bien. Salgo para allá. Su tono sonó algo seco pero dada la situación era casi normal.Tenía la boca pastosa y sentía que a veces le faltaba el aliento, no estaba segura de si era por el terrible y vergonzoso episodio que había vivido de camino a casa o por estar si quiera planteándose entrar en la universidad por la noche para robar el exámen. -ufffff. Suspiró profundamente, no sabía si estaba actuando de forma correcta, pero tenía claro que no quería suspender por nada del mundo.-Ah, dijo como si se le hubiese ocurrido de repente,-Por si te vuelven a preguntar... sí que sé algunas cosas.

No tenía muy claro que fuese la única en saber lo que sabía, pero si esa era la forma de asegurarse formar parte del plan así sería. Después de todo no podía haber nada más humillante que lo que había pasado en el despacho del profesor.
 

Dejo que Ricardo me agarre de la cintura y ambos entramos en la habitación. Cojo todo lo que me han pedido y lo ponemos en una maleta.

- Solo faltan los pasamontañas. - Digo subiendome a una silla y cogiendo la bolsa de lo alto del armario.

Cuando bajo de la silla cojo un pasamontañas y me lo pongo. Eran de estos que tenían agujeros en la bocay en los ojos. Luego cojo otro y se lo pongo a Ricardo.

- Eres un delincuente! Vamos a hacer maldades!-Digo con toda inocencia y le sonrío. Estábamos muy cerca porque le acababa de poner el pasamontañas...

Entonces, de repente, suena el timbre de abajo.

Vaya... Qué hora será? Bajo la mirada que antes estaba clavada en los ojos de Ricardo y voy a contestar.

Quién?

Pregunto por el telefonillo, sabiendo que seguramente sería Martin

Después de todo, me encanta Hellin siempre tiene alguna gracia que hacer, y verla subirse a la silla y luego ponerme el pasamontañas me hace sacar una de mis mejores sonrisas.

La tengo a menos de dos centímetros de mí, y me hierve la sangre, pero como en la serie de televisión, pero a peor, suena la campana y se rompe el momento que estábamos teniendo.

- Serán estos no? que ya han ido a coger las cosas que faltaban. No se si han tardado poco o simplemente el tiempo con buena compañía se me ha pasado volando.

La veo alejarse y contestar el telefonillo. Como siempre me fijo en su figura

Y efectivamente, era Martin

-Estamos abajo ya. Que hacemos os esperamos o subimos?

- Pues no sé, Ainhoa lleva un buen rato en el lavabo... Como quieras, si quieres sube y si no, espera abajo. Supongo que no tardaremos mucho. - Le contesto a Martin.

Ainhoa no conocía demasiado a Beatriz como para notarle nada excesivamente raro en la voz, pero lo que sí que notaba es que algo le pasaba. Tampoco tenía mucha confianza para preguntar por ello, así que simplemente se limitó a escuchar la respuesta que le ofrecía.

¿Y qué es lo que sabes exactamente? ¡Cuanta más información tenga sobre ti, más fácil me será introducirte en todo esto...!

Ainhoa tal vez tuviera razón, pero Beatriz no iba a decírselo todo para que después la dejasen fuera del plan.-Se donde debería estar guardado el exámen y que necesitamos para conseguirlo. dijo contundente mientras se miraba en el espejo de su dormitorio analizando mentalmente el aspecto que tenía...

-Creo que os esperamos abajo, pero no tardeis eh!

Martin se volvio al coche acercandose a la ventana a la que dio un par de toquecitos como señal para que la bajaras para hablar contigo.

- Martin nos espera abajo... Le digo a Ricardo en tono insinuante, sin saber muy bien el porqué.

Sabina bajo la ventanilla del coche y levantó una ceja al más puro estilo "Carlos Sobera" mientras levantaba la visera de una gorra imaginaria.Esperaba que no se notase lo que había pasado minutos antes. ¿Desea que le lleve a algún lado, caballero? 

Con una escueta frase de Hellin, me indica que ya están empezando a llegar los compañeros a baja, empieza la acción.

- Pues nada tu primera por favor. Le dije haciendo el gesto de la mano y abriéndole la puerta de su piso para salir abajo a la calle.

- Ah... ¿Que quieres bajar?- Digo, cambiando completamente el tono. - Vale, yo espero a Ainhoa aquí, a ver si sale. Paso por su lado y voy hacia el baño.

- Oye Ainhoa... ¿Te queda mucho?- Le pregunto a la chica después de picar a la puerta.

-Jaja, pero acaso tienes carnet?- Dijo Martin sonriendo para darle caña al asunto.- Estos siguen arriba, al parecer Ahinoa sigue en el baño y se niega a salir hasta que le traigan un bollo de chocolate.- Y como siempre que soltaba una burrada Martin reculaba con un...

-Es broma. Pero ahora en serio, me ha dicho Helena que o les esperamos o que subamos y yo aqui ahora estoy muy agusto.- "Ademas la casa huele un poco raro, estos perroflautas..."

Y dicho esto se apoyo en el lateral del coche mirando hacia el portal, pensando en que demonios estarian haciendo ahora, Martin era de esos a los que le gustaba ir cagado y meado a las citas pero...

Alzo su muñeca para mirar el reloj. Se estaba haciendo un poco tarde, en fin daba igual lo que tenga que ser sera, al menos estaba en buena compañia, Sabina tenia conversacion y era una tia graciosa.

-Si lo llego a saber me bajo unas cartas.

Sabina alzó la otra ceja en clara expresión de desconcierto ¿Hellin y Ricardo en una habitación y Ainoha encerrada en el baño? Aquello tenía que ser surrealista de narices. Pero lo último que quería era pensar en la parejita. Desde luego, las cosas habían salido muy mal...

Bueno, cartas no hay pero seguimos teniendo—Sabina levantó su mochila donde había llevado sus trastos—la radiografía. Mira, te enseñaré a abrir puertas, aunque las de portales son un poco mas jodidas

Sabina miró a un lado y otro para asegurarse de que no había nadie antes de introducir con cuidado la hoja plástica dentro de la puerta del portal y obligarla, poco a poco y con cuidado a doblarse. Tienes que encontrar el punto donde está el pestillo, lo empujas poco a poco... et voila! dijo abriendo la puerta con una sonrisa.