Partida Rol por web

¿Loco por ti? Ni lo sueñes preciosa. Le digo a Kelly guiñándole un ojo. Me encanta el escalofrío que siento cuando me muerde el labio. Nuevamente la beso, dejándome llevar y sin darme cuenta empujo hasta que su espalda choca contra la pared. Una vez que la tengo acorralada coloco mis manos a ambos lados de su cabeza, apoyándolas en la pared.
La beso con fuerza, mordiendo de vez en cuando sus labios y metiendo mi lengua húmeda dentro de su boca. Siento como me empiezo a excitar...

Por todo el centro se escucha el timbre estridente que indica a los jóvenes presos que es hora de volver a sus respectivos dormitorios.

Los que todavía se encontraban en la sala común se levantan y salen al pasillo. Todos os despedís con la intención de encontraros después, cuando todo el mundo se encuentre durmiendo.
Los guardias aparecen dando prisa a los jóvenes... No les gusta perder tiempo...

Kelly sonríe cuando es tratada con esa brusquedad. Le corresponde y sus manos empiezan a deslizarse por debajo de la camiseta del chico, pero en el punto álgido suena el timbre.

Salvados por la campana... Murmura separándole de ella y guiñándole un ojo. Oye a lo lejos la voz de los guardias.

Luego nos vemos... le susurra una última vez, con un beso fugaz y desaparece por la esquina, dirigiéndose a su dormitorio.

Mierda... El sonido del timbre rompe el momento que estaba disfrutando con Kelly. Me separo poniendo cara de corderito.

Venga preciosa, hasta luego. Le digo sonriendo. Por un momento me quedo en el mismo lugar, viendo como se va, y una vez desaparece por la esquina me dirijo hacia mi dormitorio.

Por un lado, Leo salió de la zona de los chicos. Caminaba con cuidado, intentando pasar desapercibido. Cuando escuchó unos pasos más adelante. Azorado miró a ambos lados, no había mucho sitio donde poder esconderse. A ambos lados del pasillo habían varias puertas cerradas. Las probó, con los nervios a flor de piel, hasta que finalmente encontró una que se abría. Se escondió unos largos minutos. Escuchó aquellos pasos acercarse cada vez más. Se detuvieron cerca de donde se encontraba. 

Leo aguantó la respiración, temía que los latidos de su corazón pudieran delatar su posición. Escuchó el delicioso chasquido de un mechero y pudo apreciar el olor de un cigarrillo. Ya hacía unas cuantas semanas que estaba sin fumar, y ese olor le trajo dolorosas ansias. 

El guardia apuró su cigarrillo, cogió el walkie y tras informar que la zona estaba tranquila, continuó con su paseo...

Leo esperó un par de minutos más, y finalmente salió de su escondite. Primero asomó la cabeza y comprobó que no hubieran "moros en la costa". Tras ver que no había nadie más continuó su camino hasta la sala común.

Cuando estaba a punto de llegar, escuchó unas voces que provenían de la entrada de la sala. Eran voces secas, aunque desde donde se encontraba no llegaba a entender de qué hablaban...

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Kelly y Erika salieron de la zona de las chicas. Caminaban con cuidado, intentando pasar desapercibidas. Finalmente Diana había preferido quedarse en su dormitorio. No veía nada claro aquella excursión nocturna y con la excusa de quedarse por si había algún problema decidió no acompañarlas.

Las dos jóvenes caminaban en silencio. Iban de hueco en hueco, asomaban la cabeza y si veían el camino despejado corrían hasta el siguiente hueco. 

De repente, escucharon unas voces que provenían de la esquina. Quienes fueran parecían haberse detenido delante de la puerta de la sala común. Desde donde se encontraban no llegaban a escuchar lo que hablaban, pero sí llegaron a reconocer la voz firme de la jefa de guardia, Julia.

Kelly se había quedado demasiado callada cuando estábamos hablando y eso, sabía lo que significaba pues yo acostumbraba a hacer lo mismo, que venía a ser escuchar lo que me decían mientras pensaba " tú habla que yo voy a hacer lo que me salga de la punta del botijo ".

De todas formas y sabiendo que seguro que tendríamos problemas por eso mismo, salí con ella de la habitación para dirigirnos de la forma más sigilosa que podíamos hasta aquella sala común en la que habíamos quedado, aunque cuando escuchamos aquellas voces, que no se entendían pero que revelaban quién estaba allí ambas nos quedamos quietas como una vela.

Aquella mujer era como la peor pesadilla de cualquiera.

- Puta sargento! Encima parece un robot que nunca duerme! Seguro que también en lesbiana y tiene un gato con el que duerme todas las noches!

Allí me quedé, quieta junto a Kelly y sin hacer nada de ruido, a ver si la bruja desaparecía de escena o lograba escuchar algo de lo que decía... aunque seguro que estaba hablando de eso de follarse a su gato.

A Kelly se le subieron los ovarios a la garganta. Estaba claro que no podía ser tan fácil y si las pillaban, que se les cayese el pelo sería lo mínimo que podría pasarles.

Se queda junto a Erika, en silencio, compartiendo su impaciencia e inquietud por la situación, pero sin poder hacer nada más. ¿Estarían los chicos dentro? ¿O no habrían conseguido salir? Lo único que podían hacer ahora era permanecer escondidas hasta que hubiese vía libre.

Cuando el camino de Leo se vio despejado no pudo mas que seguir adelante con el ceño fruncido y aquel olor indiscutible en sus fosas nasales. Tabaco...como lo echaba de menos.

Pero cuando estaba a punto de llegar al lugar pactado, escuchó voces. Se escondió en el primer recobeco que pudo encontrar y así poner atención a lo que estuvieran hablando. Parecía que su excursión podría ser truncada, pero tenían que llevarla a cabo. Tenia que saber mas.

Puso bien atento su oido, en busca de reconocer alguna voz.

Las chicas a un lado y Leo al otro, se quedaron escondidos, intentando escuchar algo de la conversación mantenida ante la sala común. Les llegaron tan sólo palabras sueltas, ninguna que pudiera indicarles de qué podían estar hablando. Pero la prudencia y el temor a lo que podría ocurrirles si eran descubiertos hizo que se mantuvieran en silencio y sin mover ni un solo músculo.

Finalmente, transcurrido unos minutos, que a los jóvenes les parecieron horas, Julia y su extraño acompañante se alejaron de aquella zona. Pasó cerca de donde se encontraban Erika y Kelly, pero el pasillo en penumbras no permitió que llegaran a ver quién la acompañaba...

Finalmente el camino había quedado despejado. El silencio era la única compañía de aquellos jóvenes que se mantenían en la más absoluta oscuridad...

Leo agudizó sus oidos, fijando la mirada en el suelo como si no tuviera vista y se concentró en sus oidos, apra ver si se escuchaba algo mas en la lejanía pero parecía que todo estaba despejado. por lo que decidió salir en busca de las chicas.

Intentaba no hacer ruido con sus botas. Le parecía extraño que ya los demás chicos no llegaran tras de él. Pues tras tanta parada seguro le habían pillado el paso, pero quizá habían tardado más por algun encontronazo. Esperaba que no, sino todo se iria a la mierda. Bueno debía confiar.

Cuando llegó ala zona indicada esperó tambien escondido entre las sombras en busca de quien llegaría antes.

A mí me parecía que había pasado una vida desde que habíamos llegado hasta que se marcharon de allí, porque si algo tenía claro, es que lo que menos quería era tener que enfrentarme cara a cara con la puta sargento de hierro aquella, a la que sin duda hubiera sido capaz de dar patadas hasta que me dieran calambres en la pierna de hacer el mismo movimiento.

- Me pasaría dos meses en una enfermería sin poder andar si pudiera matarla a golpes!

Normalmente mis pensamientos no solían ser tan homicidas, pero aquella mujer era como un grano en el culo de esos que siempre salen allí donde te roza la ropa interior, o quizás, si me apuraban, como un dolor de ovarios de esos que no se quitan ni en dos días.

- Maldita zorra...

Cuando me encerraron en aquel lugar no era una sicópata pero estaba viendo que si pasaba mucho tiempo más allí, el día que pudiera salir, si es que lo hacía, sería una sicópata con todas las de la ley. Estaba claro que pensar en pegar a tanta gente no debía de ser bueno.

Al ver que todo se quedaba de nuevo calmo hice una seña para que Kelly supiera que iba a volver a ponerme en marcha, pues tampoco quería perder más tiempo del necesario y arriesgarnos a ser descubiertas.

Kelly suspiró interiormente al ver que la tormenta había pasado temporalmente. O eso parecía. No se oía ningun ruido en el pasillo y Erika parecía convencida a avanzar. Ella no sería menos.

Le asiente confirmeza y se dispone a seguirla tan pegada a ella que parecerían una sola persona. No estaba dispuesta a abandonar así como así. Su primera misión era hablar con los chicos y ponerse de acuerdo, ya que por lo visto, todos tenían la misma finalidad y eso, ya era mucho.

Sebastian e Iván salieron del dormitorio. Ya hacía un tiempo prudencial que Leo y Alex habían salido. Caminaron por los pasillos con cuidado, escondiéndose varias veces al escuchar alguna voz o pasos que se encaminaban por la zona. La noche era fría, y más en aquel lugar de piedra donde la humedad parecía entrar en los huesos de los jóvenes. 

Durante unos largos minutos tuvieron que permanecer escondidos. Parecía que allí nadie dormía. Ya era pasada la medianoche y habían estado a punto de cruzarse con tres guardias. 

Finalmente llegaron a la zona donde se encontraba la sala común...

Ambas muchachas, al ver que el lugar por fin parecía libre, se encaminaron finalmente hacia la sala común. Allí se encontraron con Leo que acababa de llegar. 

La sala estaba oscura, todavía flotaba en el aire el olor de algún cigarrillo que alguien había fumado. No tuvieron que esperar mucho. Primero fueron Sebastian e Iván quienes llegaron casi sin hacer ruido. Tras ellos, entró por la puerta Alex...

Al llegar a la sala el olor a tabaco me mató... no me había acordado mucho del cigarro, pero en aquel momento sería capaz de matar por fumarme uno... o varios, porque mi mono ya había pasado a una escala superior y ahora era todo un señor gorila.

- Es una zorra hasta cuando no sabe ni que estamos... - Le dije a Kelly molesta con lo bien que me olía el humo del tabaco.

La puerta no tardó en abrirse, para dar paso a dos de los chicos, y al poco, vi a aparecer a Alex por lo que salí corriendo hacia él para abrazarle. Había estado con él no hacía mucho tiempo, pero... para mí ya era como una eternidad. 

- Hola cielo... ¿ estás bien? - No iba a ponerme demasiado empalagosa pero si no le abrazaba reventaría.

Tras eso me giré a mirar a las otras tres personas que había allí.

- A ver chicos, sólo quedamos nosotros de todos los que vinimos y digo quedar porque estos hijos de puta secuestran gente y la hacen desaparecer. Tenemos que ayudar a esa gente, pero claro, necesitamos un plan, si vamos ahora todos al mogollón nos van a pillar y aún aumentaremos más la lista de desaparecidos.

Tras pasar por el pabellón de las chicas voy a la sala común, nada más entrar veo a Erika, y ésta corre hacia mi para abrazarme, cosa que acojo con anhelo...

-Si, cariño. Roberto nos liberó....- La digo besando sus labios en un pequeño beso, pues no es plan de ponernos demasiado tiernos aqui y ahora.

Luego se gira y comenta algo que ya me parecía raro, faltaba bastante gente....

-Joder, lo mejor es permanecer unidos.- Comento, pero más como pensamiento en alto que como otra cosa....

Kelly rió por el comentario de Erika. Tampoco había que perder el buen humor en esos momentos. Observó el reencuentro de Erika y Alex, y hasta pensó que eran adorables.

Ella sólo cruzó una mirada con Iván, y le sonrió, desde su sitio, apoyado en la pared más cercana con los brazos cruzados.

Lo de la cautela y eso está bien, pero está claro que algo hay que hacer. ¿Alguna idea? Susurró desde su sitio.

Al llegar a la sala veo a Kelly apoyada en una pared. Cuando me sonrie le guiño un ojo y sonrio a mi vez. Deseo volver a probar aquellos labios sugerentes, pero me contengo y pongo los ojos en blanco al ver el encuentro entre Alex y Erika. Parece salir fuego entre ambos.

Ehm... Pero, ¿estáis seguros de que esta desapareciendo esa gente? No se... Quizas los han trasladado a algun sitio. La verdad, todo eso me parece raro... Estoooo ¿donde están Kayla y Xènia? Pregunto al no ver a las dos chicas. Cuando nos separamos hace unas horas ellas habían dicho que también vendrían.

Ahora imaginaba que era cuando tenía que contar de nuevo la película y que me mirarían como si fuera un perro verde o algo peor, pero... lo que estaba claro era que o se enteraban de lo que sucedía o los siguientes en desaparecer podríamos ser nosotros.

- No sabemos dónde están... ellas no han vuelto... - Respondí a Iván mirándole con cara de preocupación.

Miré un poco a Alex y cogí su mano, necesitando un poco de apoyo para lo que iba a decir, porque no me molaba un pelo la ironía y el sarcasmo que seguramente vendrían después de mis palabras.

- Lo que os voy a contar no me es cómodo, así que al primero que me diga que estoy loca le pienso dar una patada en el culo... - Avisé porque me ponía un poco nerviosa el tema. - En este lugar desaparece gente y a nuestra compañera de cuarto que no ha venido ahora, pues le desapareció una prima aquí dentro. Un día intentó mirar lo que hacían en algún sótano, pero no pudo acercarse... - Se lo iba a contar todo enrevesado, pero era lo mismo. - La cosa es que yo he visto a su prima, porque la he visto con una foto de ella ahora en la habitación, aunque cuando yo la vi era un fantasma que pedía ayuda. La cosa es que me hizo ver que estaba en una habitación entubada, como si estuvieran haciendo un experimento chungo, muy chungo con ella.

Miré las caras de los demás unos segundos. 

- Yo tampoco creía en fantasmas así que no me pongáis caras raras que aquí dentro como comprenderéis no he tenido acceso alguno a nada que coloque.

Hice un alto en mi defensa para volver a centrarme.

- No sé, pero de alguna forma tenemos que llegar a esos sótanos y encontrar a todos los que se han llevado si queda alguno vivo, pero claro, necesitamos un plan... si vamos así sin más no se volverá ni a saber de nosotros..

Erika empieza a relatar lo que esta pasando, y coge mi mano, cosa que la apreto para hacerla saber que incondicionalmente estoy con ella. Escucho atento sus palabras, y miro mal a la peña que la mira raro, pues se por experiencia que tiene razón, yo lo he vivido con ella.

-Hay que ver como ayudarlos, ver como bajar y ver como protegernos de ellos...- Razono siguiendo las palabras de mi chica.

-Cielo, sabes que iré contigo hasta el mismo infierno si me lo pidieras....- Afirmo a Erika sincero.