Partida Rol por web

Cuando aquel hombre nos dejó solas y escuché la pregunta de Kayla volví a abrir los ojos y la miré directamente a ella, volviéndome a sentar en la cama, y mirándola con cara un poco extrañada.

- La pregunta sería dónde estabas tú que hemos salido todas a buscarte..

La verdad es que había sido así y no teníamos ni idea de dónde había estado. Además que la experiencia había dejado bastante que desear, aunque al menos, había visto a Alex.

Al final todas os fuisteis quedando dormidas... Sueños intranquilos poblaron vuestras mentes. Imágenes horribles, ecos de unas vidas dejadas atrás, retazos de recuerdos deformados...

Una luz potente os hace abrir los ojos una a una. Os duelen las pupilas, que se empequeñecen tras el haz directo que os colocan delante del rostro.

- Venga, dormilonas... Levantaos y vestiros ya... Vamos a hacer algo de ejercicio. Me han informado que os gusta recorrer las instalaciones por la noche, ¿verdad? Pues adelante, vayamos a conocer el patio... - La voz de Julia os trae recuerdos a vuestras todavía adormecidas mentes... La noche ha sido larga... Pero la mañana no tiene pinta de ser mejor. Mirais hacia la ventana y veis que todavía está oscuro en el exterior.

Abrí tan sólo un ojo, pues aquella voz de zorra rancia no se me olvidaría ni aunque me hubiera metido dos valium juntos antes de acostarme. Aún era de noche y fijo que no estaban puestas ni las calles..

- Pero jodida loca.. que ni ha amanecido.. - Murmuré intentando que no se me oyera demasiado. Sabía que aquella mujer me rompería los dientes si me escuchaba insultarla.

Me levanté apenas sin abrir los ojos, como un zombie, totalmente despeinada y con los ojos hinchados aún, de esa forma que se te quedan como que te duelen y te arden a la vez.

- Sólo queríamos mear.. tampoco nos fuimos de paseo.. - Dije con tono indiferente para luego soltar un bostezo muy sonoro y estirar los brazos sobre mi cabeza.

¡Me cago en...! Exclama de mala leche al despertarse y resentirse de los ojos.

Se da media vuelta y se tapa los ojos con la almohada.

Pero qué coño se ha creído esta tía... Piensa. Pero ya se había despertado. Con todo el jaleo no volvería a dormir, y sabiendo que se trataba de un castigo, tampoco pensarían dejarla en paz.

Se levanta también, con la ropa descolocada y algo despeinada. Y no dice nada, tan solo fulmina a la mujer con la mirada.

Xènia no miró enfadada a la mujer, miró mosca a sus compañeras, por su culpa ahora le tocaba pringar también a ella, que ni había salido de la puta cama en toda la noche. 

Se levantó y empezó a vestirse con la ropa de deporte, obviamente sin decir nada... A ver si las petaban a todas y al menos podría dormir hasta el jodido amanecer. 

Se notaba lo adormilada que estaba debido a todos los tacos que podían pasar por su mente de forma desordenada. 

Laia abrió los ojos asustada, el dolor que sintió en sus pupilas al notar el potente haz de luz, le hizo volver a cerrarlos repentinamente. Giró la cara y poco a poco volvió a abrirlos.

Se levantó de la cama, no entendía por qué las castigaban a todas, ella no había hecho nada... Cogió el chandal y se lo colocó, una vez estuvo preparada se quedó de pie, mirando a Julia y esperando que les dijera algo.

 Abre los ojos en silencio, aguardando unos momentos antes de hacer nada. Mira al techo, fijamente, preguntándose qué hora sería. 

Tras algunos segundos de "reflexión" y de "acostumbrar al cuerpo a estar despierto", la chica se levanta, vistiéndose a su ritmo. 

La perra guardiana se había molestado en ir a castigarlas, por lo que no pudo evitar una media sonrisa: a ella también se le había jodido el sueño, aunque no lo demostrase, claro... 

Pensándolo bien, debía de ser un agobio constante trabajar en un sitio así durante tanto tiempo... 

"Pobrecilla..." pensó burlonamente. 

En cuanto estuvo preparada, la chica se apoyó en la pared, aguardando a que se les dijese qué hacer a continuación. 

Tras despedirse de Iván, Kelly se dirigió hacia el dormitorio de las chicas. Cuando sonaba el timbre lo mejor era dirigirse lo más rápidamente posible hacia los cuartos, o eso es lo que se oía decir por allí.

La joven abrió la puerta y vio que dentro se encontraban Alex y Erika hablando. Erika sostenía en la mano un corazón rojo hecho con un papel. Ambos muchachos se miraban a los ojos, enamorados...

Mientras hablabais y Alex hacía aquel hermoso corazón de papel, el tiempo había ido pasando sin daros ni cuenta...
La puerta del dormitorio nuevamente se abrió. Era Kelly la que entraba en aquel momento.

Kelly se detiene en la puerta, aguantándola aún.

Siento interrumpir... Dice sinceramente. Ella tampoco estaba ahí por gusto, había sitios mejores en los que estar y en mejor compañía. Pero ha sonado el timbre y... Dice sin entrar aún, dispuesta a cerrar la puerta y esperar fuera si tenían algo más que decirse o hacer.

-N..No, no te preocupes Kelly, ya me iba...- La digo con una sonrisa, luego miro a Erika. -Te quiero. Nos vemos mañana.-

Y salgo de la habitación de las chicas para ir a la sala de castigo...

Alex salió por la puerta, dejando a Erika y a Kelly solas en el dormitorio. Las luces parpadearon un par de veces. El sonido de un pequeño insecto chocando contra el fluorescente, golpeándolo insistentemente, buscando aquella calidez y moviendo las pequeñas alas. Era lo único que rompía el silencio que había entre ambas muchachas.

Pasó un rato, ninguna de las otras chicas había regresado todavía. Kelly cada vez estaba más nerviosa, ¿dónde se habría metido Xiana? Las dudas corroían su mente, haciendo que se levantara continuamente para dirigirse hacia la puerta cerrada. Pero una vez allí, sin saber a dónde ir, daba media vuelta para volver a sentarse sobre su cama. 

Erika temía por Alex. El joven se había ido convencido de poder engañar nuevamente a los guardias. Pero no podía evitar pensar que podían haberle pillado. Y si por haberla socorrido en las duchas le habían llevado a la celda de castigo, ¿qué serían capaces de hacer por haberse escapado de dicha celda? La joven empezó a morderse las uñas de los nervios. No podía evitar pensar que Alex tendría problemas...

El tiempo pasaba, ya hacía un buen rato que había sonado la alarma, y las otras chicas no regresaban...

Diez minutos más tarde se abrió la puerta y entró Diana. Os miró de soslayo, sin decir ninguna palabra se dirigió hacia su cama...

Diana Vélez. Compañera de dormitorio con la que no os habéis llevado muy bien. Es una chica bastante problemática. Siente un gran impulso a meterse con vosotras. Parece que desee mantenerse distante. 

Mini Resumen:

Han pasado dos semanas desde que llegasteis a Blacks Tears. Os ha costado un poco adaptaros. Han pasado varias cosas sobrenaturales para los que no tenéis explicación. Sueños extraños, risas, voces, huellas sangrientas... Erika tuvo un encuentro en las duchas con lo que en un principio le pareció el espíritu de una chica. Erika perdió el conocimiento, y entonces pudo entrar mejor en contacto con esa chica, la que le mostró una sala donde pudo verla estirada sobre una camilla y con muchos tubos. 

Es jueves; la tarde ha sido lluviosa. Hubo una discusión en la sala común con dos chicas por un asunto de la tele. Tras la discusión, Xiana salió de la sala y no la habéis vuelto a ver.

Os reunisteis en la sala común. Allí estuvisteis planeando una escapada nocturna. En un principio con la intención de averiguar algo sobre lo que había visto Erika. Pero cuando Kelly fue consciente de la desaparición de Xiana su mayor prioridad se convirtió en encontrarla. 

Ahora habéis vuelto a los dormitorios. Pero no han aparecido ni Xiana, ni Xènia ni Kayla. La última vez que visteis a las dos últimas fue en la sala común. La cual abandonasteis antes, tanto Kelly para hablar con Iván, como Erika para estar con Alex. 

Xiana         Xènia         Kayla

Kelly, que no había podido dormir muy bien esa noche, debido a su preocupación por Xiana, vió como Diana entraba al cuerto. La observó mientras caminaba, siguiéndola con la mirada. Pensaba en si debía preguntarle algo o no, porque seguro que le soltaba alguna bordería y se vería en la obligación de soltarle un guantazo. Pero su preocupación por Xiana era mayor que su preocupación por el posible castigo por crear una pelea, así que no se lo pensó mucho.

¿Dónde has estado? Preguntó con el tono menos borde que pudo encontrar en su interior. Era raro que la hubiesen tenido en algun sitio después de sonar la alarma. Quizá había visto a Xiana.

No era que hubiera entablado demasiada amistad con aquellas chicas, y menos aún, con la que tenía ganas de meterla una boca en la boca hasta que dejara de patalear, por lo que el ver que no habían vuelto no me supuso mucho problema.

- La próxima vez quizás se lleven a la bruja esta y por fin me libre de ella...

En aquel momento el que más me preocupaba era Alex, pues seguro que se había metido en un buen lío por venir a verme, aunque todo había que decirlo, yo estaba contentísima de que lo hubiera hecho.

Desde luego, tenía que reconocer que me había encoñado con él de la forma más tonta del mundo.

Escuché como la Rubia preguntaba a otra de las chicas y puse un poco la antena, sólo por si hablaban de la fantasma que me pedía ayuda y a la que aún no sabía cómo podía ayudar.

Diana había vuelto tras haber estado todo aquel rato discutiendo con otra compañera. Miró a Kelly cuando ésta se dirigió hacia ella. 

- No te importa donde haya estado - . Le respondió con su habitual deje cínico en la voz. Miró de soslayo a Erika, pero no le dijo nada. tras haberla pillado con Alex hacía un rato, la joven había ido a buscar a Silvia. La conocía y sabía que no tardaría en ir a los guardias. Le había costado pero finalmente había conseguido que pasara del tema. Pero de todas formas, aunque hubiera hecho eso por Erika no iba a decírselo...

Haría unos veinte minutos que había sonado el timbre. Ella había conseguido regresar al dormitorio sin ser descubierta, pero... ¿Dónde estaban las otras chicas? En aquel momento se dio cuenta que en el dormitorio sólo estaban Erika y Kelly.

- ¿Y las demás? - Les preguntó con la voz algo tensa.

Kelly tuvo que agarrarse a la cama para no darle un buen puñetado en toda su cara de amargada. Cuando fue ella la que preguntó la miró con odio.

Ah, ¿eso sí te importa no, borde de mierda? Dijo con mucho asco. Pues por eso te preguntaba que dónde habías estado, imbécil. No era porque me importases tú. Casi escupió. Si no, por saber si habías visto a Xiana. Dijo girándole la cara.

Ya me parecía raro que estuviéramos tardando en montarla, sobretodo con las compañías que nos gastábamos en aquella habitación, pero yo no quería meterme demasiado porque me conocía y sabía que mi paciencia podía ser algo tan inexistente que no tardaría en pasar a los golpes y de ahí a que me aislaran en ese lugar de mierda, en cuando apareciera la sargento de hierro.

- Está claro que esto no va a acabar bien.

Me giré hacia Kelly, suspirando, ignorando a la otra petarda que me tenía hasta " la seta " o más allá.

- Ahora no podemos salir... después del circo seguro que nos crecen los enanos si lo hacemos, así que tendremos que esperar aquí. Nos guste o no la compañía.

Con eso último estaba segura de que me habría entendido de sobra.