Partida Rol por web

Al entrar en la consulta, viste a una doctora bastante atractiva sentada tras una mesa. Parecía estar leyendo algún informe. La puerta se cerró tras de ti. Al mirar hacia atrás viste al guardia apoyado con los brazos cruzados. La consulta parecía bastante completa. Había una camilla y varios aparatos. Además de vitrinas con varias clases de productos. Al fondo se veía una puerta.

- Buenas noches, Alex. Soy la doctora Estévez. - Dijo levantando la mirada de los papeles que estaba observando. - Cualquier cosa que tengas metálica quítatela y déjala sobre esa bandeja, ya sean cadenas, pulseras, piercings... - Al decir ésto la doctora señaló una bandeja de aluminio. - Después quítate la ropa y túmbate sobre la camilla. -

Grandioso... dudo que esta quiera violarme, esta muy vieja para mi. Aunque que tetas...

Me quede en silencio, y sin decir palabra me quite la ropa, no tenia nada metalico, no acostumbraba a usar anillos, y me quite el pantalón, pero no sabia si tenia que estar completamente desnudo.

¿quiere que me quite todo?

La doctora te miró alzando una ceja. Una sonrisa asomó a sus labios mientras bajaba la mirada hasta tus calzoncillos... - De momento te los puedes dejar puestos. Después ya te los quitarás. - Te dijo de forma directa. Se acercó a una máquina, cogiendo unos cables terminados en ventosas. La acercó a la camilla y empezó a colocarte las ventosas por tu pecho, habiendo limpiado la zona previamente con alcohol.

- Bueno, vamos a hacerte un electrocardiograma, a ver como te funciona el corazón. - Te dijo tocando algo de la máquina, la cual empezó a dibujar unas líneas discontinuas en un papel...

 No puede evitar sonrojarme. Debe ser una depravada. Me siento como un tonto, mientras me revisan el corazón, no pude pensar en mi madre cuando me hacian el examen. Tengo miedo.

-Asi? en frio?.... Sin nisiquiera haber tomado nada?...- Bromeo, pero ante la mirada del guardia me encojo de hombros con una sonrisa traviesa... -Ok, tú, no mires mientras me despeloto....- Le digo al guardia tras quitarme el pendiente y varios abalorios y dejarlos en la bandeja metalica.

Luego paso al biombo y me desnudo completamente y me tumbo en la camilla...

 
Cuando quedó satisfecha te quitó las ventosas y recogió la máquina.

La doctora continuó con la revisión. Primero te colocó la almohadilla en el brazo para tomarte la tensión y medir el pulso. Después te miró los oídos, la boca y los ojos con una especie de linterna.

- Ahora levántate de la camilla y quitáte los calzoncillos. -

Te dijo corriendo un poco la cortina para que tuvieras algo de intimidad ante el guardia.

La doctora empezó a hacerte la revisión. Sin hacer ningún comentario a lo que habías dicho. Primero te colocó la almohadilla en el brazo para tomarte la tensión y medir el pulso. Después te miró los oídos, la boca y los ojos con una especie de linterna.

Una vez hechos estos procedimientos típicos de cualquier revisión, se acercó a una máquina que disponía de varios cables.

- Bueno, ahora te haré un electro. - Te dijo mientras te ponía por el pecho, tras haber limpiado un poco la zona con alcohol, unas ventosas. Dolía un poco por la presión ejercida, pero era un dolor pasajero. Ella se situó en la máquina, y fue mirando un papel que salía con líneas dibujadas. Cuando quedó satisfecha te quitó las ventosas y recogió la máquina.

- Ahora levántate de la camilla y quitáte los calzoncillos. -

Te dijo corriendo un poco la cortina para que tuvieras algo de intimidad ante el guardia.

Los dos jóvenes continuaban aburridos, a la espera de que les tocara entrar en la consulta.

Se volvió a abrir la puerta y salió nuevamente el guardia.

- Tú... - Fue lo único que dijo señalando a Sebastian.

Lo me gustaba eso, me intimidaba, si fuera un medico varón... pero es una mujer, es cómo si me desnudara al frente de mi madre.

Me baje los pantalones haciendo un gesto de disgusto, podría haber tenido una erección pero el susto me gana. No me gustan los medicos.

 Leo empieza a vestirse, sabia que la Doc no querria un poco de marcha aquel dia. asique se viste poniendo sus calzoncillos y luego sus pantalones, dejandolos algo bajo y su camiseta negra marcandose cada musculo de su cuerpo bien definido.

-Algo mas? o ya debo irme? la verdad seria una pena....

La mira de arriba a abajo

Sebastian se alzo en sus pies y simplemente acompaño al guardia de seguridad. No habia dicho una palabra y no parecia ser alguien en condiciones como para entablar una conversacion. Entro a la sala de manera tranquila y no se resistio.

La doctora se colocó detrás tuyo, y tocó tus genitales, comprobando que todo estuviera correcto. Fue un poco brusca, lo que causó que ni sintieras placer ni te empalmaras. Pasó su dedo experto por tu verga, buscando la posibilidad de que hubiese algún bulto o cualquier cosa. Al terminar, se apartó de ti y acercándose a la mesa escribió algo en el informe.

- Bien, recoge tus cosas, que hay que hacerte una radiografía. - Dijo señalando con la cabeza la puerta del fondo. Se acercó abriéndola y esperando que obedecieras sus órdenes.

La doctora te miró con una sonrisa pícara en sus labios...

- Cielo... Crece un poco. - Te dijo enarcando una de sus perfiladas cejas. Mientras terminabas de vestirte cogió el teléfono marcando algún número interno...

- ¿Roberto? Sí, hola, ya puedes venir... - Escuchaste que hablaba con alguien que se encontraba al otro lado de la línea. Seguidamente te volvió a mirar.

- Ahora, cuando hayas terminado de vestirte, esperarás en la otra sala, que vendrán a recogerte. - Te dijo señalando con la cabeza hacia la puerta del fondo.

Al entrar en la consulta, viste a una doctora bastante atractiva sentada tras una mesa. Parecía estar leyendo algún informe. La puerta se cerró tras de ti. Al mirar hacia atrás viste al guardia apoyado con los brazos cruzados. La consulta parecía bastante completa. Había una camilla y varios aparatos. Además de vitrinas con varias clases de productos. Al fondo se veía una puerta.

- Buenas noches, Sebastian. Soy la doctora Estévez. - Dijo levantando la mirada de los papeles que estaba observando. - Cualquier cosa que tengas metálica quítatela y déjala sobre esa bandeja. - Al decir ésto la doctora señaló una bandeja de aluminio. - Después quítate la ropa y túmbate sobre la camilla. -

 -Como usted diga Doc.

Joder, ...ahora venderia mi alma porque estuviera Jessie aqui, joder como la pillaria ....

Luego se dirige a la puerta indicada para esperar a quien tuviera que recogerle. Pero no tenia ni puñetera gracia, no era un niño pequeño, tenia ya cierta edad, y aunque se comportara como un crio, era mas serio de lo que todos pensaban...no habia sido un ladron de coches profesional siendo un niño impulsivo...y aquello le encantaba. La determinacion y la adrenalina descargada en un coche...era mejor que un buen polvo.

Te quedaste en una sala muy pequeña, mediría 2x2 y tenía un par de sillas de plástico. El frío se te había metido hasta los huesos, y aunque ahora agradecieras la calidez de tus prendas, pequeños escalofríos todavía subían por tu espalda.

Pasó bastante rato. Ya no sabías cuánto, habías perdido la noción del tiempo, cuando finalmente la puerta se abrió y apareció un guardia, el mismo que estuvo ante la puerta cuando llegastéis.

- Hola Leo, si me acompañas te llevaré a tus dormitorios. - Te dijo con bastante amabilidad.

 Leo asiente al hombre que le esperaba.

-Como quiera, le acompaño, ¿mis cosas estarán alli?

Esperaba poder tener el movil y llamar a Jessie al llegar.

Sebastian observo a la doctora con caracter indesiso. No tenia nada de metal. Asi que comenzo a sacarse la remera. Y las zapatillas sin cordones luego se desabrocho el pantalon. Y prosigui sacandose la ropa hasta que estuvo en boxer..
Luego se sento sobre la camilla.

Toda?..

Exclamo un poco retraido a la idea de la doctora. Estaba como a punto de estallar no queria que le viera desnudo. Le daba mucho pudor desnudarse frente a una mujer. El hombrecillo era un chico de bases bien fundadas. Pero la verdad no le habia gustado mucho la idea..

Roberto asintió ante tu pregunta...

- Sí, han llevado tu mochila a la habitación. - Te dijo como respuesta. Estuvisteis caminando por varios pasillos, hasta que finalmente llegasteis a uno que tenía varias puertas. El hombre se acercó a una y te la abrió franqueándote el paso. En el interior del dormitorio habían varias camas en filas. Estaban cubiertas con unas colchas horribles. En la pared del fondo se podía ver una ventana con rejas gordas. Y a un lado del dormitorio, entre un amasijo de cosas, viste tu mochila. 

En total había seis camas, y sobre una de ellas había un joven estirado, que al escuchar la puerta había mirado hacia ella.

- Bueno, Leo... Tendrás que esperar aquí a que lleguen los demás. Él es Edu, cualquier pregunta, se la haces a él... Venga, nos vemos luego. - Dijo y tras de ti cerró la puerta.

Leo asiente y saluda con ua ligero movimiento de mano a Edu. Luego se dirige a sus cosas y saca el movil, o al menos lo busca esperanzado de que estuviera y si es asi, llamar a Jessie. La echaba de menos ya, no sabia porque...pero....ella habia profundizado demasiado en su corazon.