Partida Rol por web

Ahora sí que hay algo que nos ataca, la alarma anterior seguramente sería un tanteo de la fuerza que ahora nos ataca. Corro abajo de la muralla hasta ir hasta donde parece que está el combate.

Esperaba que no fuesen muchos los enemigos que nos atacan, pero si tanteas, luego haces un tanteo de fuerzas y posteriormente un ataque en condiciones si es viable. Esperaba que pudiésemos llegar a eliminar a lo que nos viniese en este momento y que se pensasen lo de un ataque mayor.

Al escuchar ruidos y gritos de combate, salto rápidamente de la cama, con mis guantes puestos, no me los solía quitar para dormir, recojo mi escudo y mi maza pesada, antes de salir, miro mi armadura con algo de nostalgia, odiaba estar en combate sin la armadura que me había acompañado en tantas batallas, pero si algo grabe estaba pasando no tendría tiempo de ponérmela. Luego de una ínfima divagación corro rápidamente a un lugar que me permita ver lo que está pasando fuera.

La imagen me resulta muy molesta. ¿Cómo pudo pasar esto?, ¿Cómo podíamos estar en semejante encrucijada?, al parecer había fallado en liderar una buena estrategia para la seguridad de mis hombres, esta situación nunca se debió presentar. Después de que saliéramos de este problema tendría que repasar todas mis estrategias e implementar una mejor para que esto no pasara nuevamente. Pero no era momento de pensar en eso.

-¡malditos engendros¡

Musito al ver con la iluminación que proporcionaba ese curioso cuervo, al ogro que había capturado al mercenario que hacía un mes había contratado, pero que ya consideraba compañero.

Rápidamente me planteo varias posibilidades para rescatarlo de su captor, ¿debo saltar para lograr acercarme?, no, eso me haría perder mucho tiempo y la altura no me permitirá atacarle, ¿debería intentar dispararle un proyectil? no muy probablemente la distancia lograra que falle.

Después de que  varias opciones cruzaran por mi cabeza, decido que la mejor opción será subir para tratar de acercarme a la infame criatura.

Conociendo bien la atalaya donde he pasado largas temporadas de mi vida, me dirijo rápidamente a la escalera de madera más cercana que me permita subir hasta lo más alto de la torre, aunque me sentía muy incomodo si mi armadura, esto habia logrado que mis movimientos fueran mucho mas fluidos y que mis  movimientos fueran mucho mas rápidos

Se acababa el tiempo y las posibilidades de rescatarlo por medio de la fuerza eran escasas. Al parecer ya todos estaban despiertos pero ese monstruo ya estaba bastante lejos, si por medio de la fuerza no podremos liberarlo habrá que recurrir a otros medios la vida del mercenario no le importaba de a mucho pero si la información que podrían sacarle y no lo creía capaz de quitarse la vida por sus propios medios así que era hora de jugar un poco con la mente del bruto ese ojala se crea el cuento la masa de músculos

Gritando le dice que te hace pensar que el puede darte información?! No le ves la cara de idiota que tiene? El solo es solo un lambe botas que solo sigue órdenes. Pensé que eras más inteligente jajajaja. Si quieres informacion podría dártela al precio justo después de decir esto enpieza a retroceder, guarda su arma y va en búsqueda de un caballo sin perder de vista a su enemigo para saber si se había mordido la carnada. Rápidamente busco la mirada de Fulgur para picarle un ojo y sonreírle.

Harold llegó por fin a bajo el punto donde estaba volando Ashrac, y comprobó que la situación no era nada halagüeña. Todos disparaban, pero pocos acertaban, y el ogro seguía elevándose más y más. Harold resopló ante la frustración: poco era lo que podía hacer en esa situación, salvo rezar por que pudiera curar a Ashrac si caía. 

Asciendo 20 pies, mientras aprieto con mis brazos y me río siniestramente, divertido por la situación de impotencia de mis enemigos. De repente mi risa se congela, algo se abalanza sobre mí, es un virote del enemigo, sin embargo esa pequeña distracción me atonta, así que suelto mi presa....

De golpe parece que la bestia suelta a Ashrac, rápidamente Smirnof intenta acercarse lo máximo posible. -Aguanta Ashrac, ¡te ayudare!- En ese mismo instante Smirnof lanza su hechizo caída de pluma, intentando evitar el máximo daño posible a Ashrac.

En el asalto anterior el extraño ser suelta de repente a su presa, este cae hacia el suelo ( a no ser que intente agarrarse al enemigo para no caer, que postee o lo resuelvo yo ), en ese momento todo lo que cada guardián, cada mercenario había pensado hacer, se esfuma, ahora un compañero cae, así que hay que pensar en otra cosa....

Debido a que en el asalto anterior El enemigo tardó en postear, todos los que tenéis iniciativas posteriores podéis cambiar vuestro post.

Asalto 8

Smirnoff 22

Dark 18 ( a 110 pies horizontal 85 pies en vertical )

Kharig Odrock 15 ( a 130 pies del suelo )

Damrod 14 ( a 118 pies en horizontal )

Gerald 13 ( a 70 pies en horizontal y 113 en vertical )

Gardian 13 ( a 170 pies en horizontal y 125 en horizontal )

Cassius 12

Atrus 11 ( a 90 pies en horizontal y 85 en vertical )

Ashrac 10 ( a 130 pies del suelo )

Fulgur 10 ( a 90 pies en horizontal y 85 en vertical )

Fonkin 4 ( a 70 pies en horizontal y 113 en vertical )

Truskaros ( a 118 pies en vertical )

Harold 4 ( a 130 en vertical )

Bráedam ( a 50 pies en horizontal y 130 en vertical )

Alfonso ( 170 pies en horizontal y 130 en vertical )

Irk ( 170 pies en horizontal y 130 en vertical )

 Doflar

Por fin, el enemigo soltó a Ashrac, cuando la situación parecía ya desesperada. Harold invocó al hilo que le mantenía unido con su deidad, y buscó en él los conjuros de curación que le quedaban. Su compañero lo iba a necesitar. 

Y ahora su compañero caía en picado hacia el vacío... sólo esperaba que los demás pudieran hacer algo. Por su parte, intentaría hacer lo único que podía: atacar. Ahora sin el obstáculo de su compañero, podía llegar a golpear, aunque el clima no estaba ayudando.

De todas formas, el disparo pasó por debajo de la criatura y se perdió en el vacío. Cargó rápidamente para así estar listo para disparar si no se alejaba aún más.

Toda esta situación parecía mostrar que debían hacer guardias de por lo menos dos personas. Este era el primer turno, Atrus aún no había dormido, y ya habían tenido que despertar a todos dos veces. Claro que la primera parecía haber sido un intento fallido del ogro, y ahora le había salido bien, o casi bien...

en el capitulo anterior  (interpretación pifia)

La elfa se concentró en acertar al monstruo que tenía capturado a el mercenario, concentro todos sus sentidos, cuando de repente una fuerte briza levanta algo de arena y ensucia sus ojos, se ve obligada a soltar la flecha para cubrirse el rostro.

Asalto 8 

Bráedam luego de lograr limpiar su rostro logra ver como el mercenario empieza a caer en picada, esperando que sobreviva aprovecha la oportunidad para atacar a la bestia que lo capturo

toma la flecha que dejo caer antes y la dispara contra el enemigo, la flecha le roza, pero no parece haberle causado ningún daño

La anterior saeta que había disparado había dado en Ashrac, o al menos había pasado muy cerca; desde aquella distancia no podía comprobarlo, pero tenía la suficiente experiencia para saber la trayectoria de sus flechas. Había esperado por tanto un grito por parte del mercenario, un alarido de dolor, o simplemente el rugido de frustración del ogro al ver que acababan con la vida de su presa, de su fuente de información. Lo que no se habría imaginado es que aquél malvado ser pareciera tener problemas con su presa, y al final le soltara. El hombre empezó a caer al vacío mientras, asombrados, todos a su alrededor se movían con frenético paso, unos dispuestos a aprovechar el momento para acabar con el monstruo y otros corriendo para evitar la más que segura muerte de su compañero si acababa estampándose contra la pared. 

Los virotes volaban, las oraciones y ensalmos inundaban el ambiente, confundiéndose con la música del bardo, y todos parecían nerviosos ante la situación... Pero él no hizo nada. Simplemente bajó el arco - aunque mantuvo una mano en el carcaj por si debía coger más munición -, y observó como se desarrollaban las cosas. Aquél sería el final del peligro por aquella noche, estaba seguro, pero hubiera o no conseguido lo que quería aquél captor, como poco había logrado que ninguno pegara ojo aquella noche.

El clérigo iba a intentar librarse una vez mas de la presa, pero justo cuando estaba por hacer su movimiento se percata de que empieza a descender  a una velocidad cada vez mayor, por lo que en unos estaría golpeando el suelo si no realiza una rápida estrategia.
Al menos, ya no era presa de esa criatura y si moría le iba a importar. Sin muchos recursos solo deja que la gravedad haga su efecto y que alguno de sus compañeros lo pueda ayudar en el último minuto. Sin resentimiento a ninguno, ya que todos estuvieron e intentaron ayudarlo en su distracción cuando fue capturado.

Sigo corriendo para lograr lanzar caida de pluma si no lo lanza alguien antes que yo. Lo que espero, porque no creo llegar a tiempo...

Corro lo mas rapido hacia la zona que se encuentra debajo de ashrac mientras saco el pergamino que tiene el hechizo caida de pluma para prepararlo mientras observo como este es soltado por el monstruo al cual atacaban mis companeros si exito alguno.

Prepararia el hechizo para evotar que Ashrac cayera mortalmente.

Gerald y Fonkin, estáis en lo alto de la muralla interior, para poder llegar hasta Ashrac deberíais tirar saltar para caer bien al otro lado ( 15 pies de altura de la muralla más 5 del desnivel: total 20 pies ) , después avanzar mínimo 30 pies y si os quedan acciones entonces lanzar el hechizo.

Dark tu bajaste de la muralla en el asalto anterior escogiendo 10 y dedicándo el asalto solo a bajar, así que ahora puedes avanzar 30 pies y llegar hasta Ashrac, tu mismo.

Kharig Odrok está el asalto 7 pífia y suelta a Asharc y aasalto 8-9 atontado

Atontado : una criatura atontada no puede emprender acciones (aunque puede defenderse normalmente).

Imbécil, tú pensando en lo tranquila que estaba la guardia y en otro lado todos combatiendo contra un ataque de criaturas del caos. ¿Qué tropas habrían mandado, más gatos, soldados, algún otro ogro?. Pronto la averiguaría ya que continúo la carrera por el recinto exterior hasta la posición por la que parece que se encuentra el jaleo. Esperaba que el resto de compañeros de guardia en el exterior se hubiesen dado cuenta también y acudiesen desde sus puestos, ahora la muralla exterior estaba muy expuesta y seguramente sería más razonable poder refugiarnos en la interior. 

No valía la pena continuar desperdiciando munición. Esa criatura, a esa distancia, se estaba volviendo muy difícil de golpear desde allí. Al menos para él. Y había que saber cuándo retirarse y cuando continuar.

Dejó cargada la ballesta, por cualquier imprevisto, y dio otro vistazo a su alrededor. No quería que los fueran a tomar por sorpresa ahora que toda la atención estaba puesta en Ashrac y su caída libre. Él no podía hacer nada, sólo encomendarlo a su Dios para que lo salve.