Partida Rol por web

Cuando quedó sobre la cesta, hizo una caricia al pequeño Mertel que dormia placidamente, y volvio a centrar su atencion sobre Alex. Era cierto que le complementaba, junto a Jener era en la persona que mas podia confiar. Incluso mas que en su mejor amigo, pues a ella le podia confiar miedos y temores, que a su amigo por ser también su rival, no podia ni debia decirle. Desde la boda hasta hoy, Alex parecia ser capaz de leerlo como si fuera un libro abierto.

-Disfruto cada dia con ambos, eso no lo dudes.

Como solia hacer, la tomo suavemente por la barbilla y acerco su rostro hasta darle un calido beso en los labios.

-Pero si que hay algo que me preocupa, se escuchan mas rumores. Dicen que si los aires de guerra continuan, Kar desafiara a mi padre para ser el lider de lideres. Pueden que sean guerreros de gran braveza pero solo entienden de lucha y nada mas.

Escuche lo que decia y suspire meditando mis palabras mientras gateaba hasta el para sentarme en su regazo - Kar y tu padre por lo que me habeis contado, tienen la misma relacion que tu y Jener, asi que eso no deberia ser una preocupacion para ti, un duelo entre iguales que dejara todo honor bien alto, morir en un duelo real con tu hermano de armas tiene que ser una muerte honorable, al igual que morir defendiendoa  tu pueblo.

Cogi un poco de queso y lo lleve a mi boca y despues a la de mi esposo - Deberia preocuparte mas que mis ojos se posen en otro hombre, desde que nacio el pequeño pones toda tu atencion en el - comente bromeando esperando relajar su mente.

El sabor del queso era estupendo, estaba bien curado, como debia ser. Acarició los cabellos de Alex, mientras al oirla se iba dibujando una sonrisa en su rostro.

-¿Es que debería preocuparme? -Se quedo un instante pensativo.- Ahora que lo pienso... Cuando nos conocimos, me preguntaste si me gustaba alguna otra mujer pero... ¿Que hay de ti? Se que no habias estados con otros hombres, pero seguro que alguno habia llamado tu atención.

Era cierto que no se lo había preguntado, y es que en aquel momento, no le importaba lo mas minimo que hubiera otros hombres, era suya y punto. Ahora que la había llegado a conocerla mejor y a amarla. La pregunta se le disparo en la mente como de un resorte.

Su pregunta me hizo reir mientras daba un trago a la otra bota con agua - ¿Y me lo preguntas ahora? - le pregunte pues me resultaba curioso que lo preguntara ahora que ya habia nacido Mertel y sabia que era suya en todos los sentidos posibles.

- Mmmm... ya te dije que no salia mucho de casa y la verdad es que los hombres me daba algo de miedo... pero no negare que siempre que se oian rumores de que vendriais Jener y tu al mercado me las apañaba para que mi madre y yo fueramos a comprar nuevas telas... - Confese mordiendome el labio y sonrojandome un poco de forma estupida pues ahora ya era su mujer y no solo una fantasia de una cria...

Morded también rió ante la respuesta.

-Supongo que eso de que las mujeres se preparaban para nuestra llegada, ha pasado tiempo pero sigue siendo agradable de escuchar. 

Realmente le gusto escuchar que ya se había fijado en el, antes de estar comprometidos, trataba de recordar si habían hablado antes del día en que su padre les comprometió.

-Yo también te había echado el ojo, pero eras casi como un fantasma, apenas se te veía por el pueblo, al final siempre terminaba con las chicas que les dejaban ir a la taberna... ejem... charlando.

Le acarició la mejilla con suavidad.

-Pero esos tiempos ya pasaron, no te cambiaria por ninguna de ellas... Ni por todas tampoco.

- Si hablamos... - Le dije sonriendo de medio lado - Bueno hablo Jener conmigo y despues el desaparecio y tu me ayudaste con unas compras - Le dije sabiendo que ni se acordaria, pero yo si, habia sido la primera vez que trataba con alguien importante como el.

Cuando dijo lo de charlar me eche a reir - Puedes decirlo sin miedo, te lo pregunte el primer dia y fue una de las cosas que mas miedo me dio... la primera noche juntos en la misma cama pense que me moria de la vergüenza y nervios, pues no sabia como complacerte - Le dije ahora ya sin ningun reparo tras estos años.

Se quedo unos instates pensativo, tratando de llevar a la mente ese momento.

-Te recuerdo a ti... Pero no recuerdo muy bien la situación, seguro que tu belleza me eclipso, por ese entonces ya eras la mujer mas hermosa que habia visto. 

Con la mano libre, tomo la bota de vino y le dio un trago generoso, seguido de otro bocado de queso.

-No era dificil darse cuenta de tu temor, te ponias como un tomate cada dos por tres. -bromeo.- Por suerte un hombre no es demasiado dificil de complacer... Se puede hacer peor o mejor, pero al final siempre termina complacido. Ademas, tu aprendias muy rapido.

Sonrei con todo lo que dijo pues siempre encontraba las palabras que necesitaba oir y me hacian feliz - ¿Sabes que era lo que mas miedo me daba? O no poder complacerte y que lo buscaras en otra mujer, o... al ser un matrimonio por obligacion no llegaras a sentir nada por mi y ser un simple cuerpo que llenara tu cama y necesidades - Le dije encogiendome de hombros mientras me recostaba en su torso terminandome mi pieza de queso.

- ¿Tu no tenias ningun miedo? - Pregunte de forma bastante estupida pues al menos no aparento tenerlo nunca.

Lo cierto es que en aquel entonces, las preocupaciones de Morded eran minimas, tan solo tenia que procurar que no se le olvidara respirar. Pero a partir de la boda, paso de niño a hombre y su padre comenzo a educarlo para el liderazgo. No es que hasta entonces lo hubiese malcriado todo lo contrario, pero desde ese momento la disciplina fue mas ferrea.

Era curioso, gracias al matrimonio y el paso del tiempo ella habia ido perdiendo todos los miedos que tenia, pero el en cambio de no tener preocupación alguna, ahora temia perder lo que habia conseguido. Pero si el resultado del matrimonio habia sido obtener miedos a cambio de que su amada los perdiese, lo aceptaria mil veces mas.

Finalmente habló.

-Los lobos no tememos nada, excepto a perder a nuestra manada.

Beso los labios de Alex, para sellar esa frase. Sin duda era un buen resumen de lo que sentia.

Años atras...

Hacia tiempo que la frase "eres la mas bella de las siete tribus" habia dejado de ser un alago y pasado a ser una maldicion, las mujeres me miraban con recelo y los hombres... bueno los hombres habian intentando ams que solo mirarme, por suerte mi padre siempre aparecio a tiempo, y en mas de una ocasion los lideres de la tribu tuvieron que tomar la fuerza por algunos actos de ellos...

Habia cogido miedo a salir sola a la calle pero aquella mañana queria ir al mercado, las mujeres estaba revueltas, decian que el hijo del Manfred vendria con el hijo de los Bearwar... Y queria verlos en persona, se que no me atreveria hablarles pero... con verlos me llegaba.

Convenci a mi madre para ir a comprar nuevas telas y ya en el mercado recuerdo que me senti la mas honrada cuando el joven Jener vino hablarnos pidiendo un regalo para su hermana que queria que le hicieramos nosotras, pase roja oda la conversacion y cuando mi madre fue con el a elegir las telas me quede comprando lo que necesitabamos sin poder mirar de reojo a Morded mientras hablaba con una de las mujeres del puesto de frutas.

Ese dia Jener y el habian ido a la tribu de los Highthunder. Morded habia insistido en visitar la taberna primero que nada, pero Jener estaba empeñado en que debia conseguir un regalo para su hermana. Tras unas indagaciones, les mandaron al mercado donde estaba la mejor costurera de la tribu y su hija. Morded conocia al menos de vista a casi todas las chicas de la tribu, por lo que cuando vio a la hija de la costurera, no pudo evitar sorprenderse. No podia creer que no se hubiese percatado de ella jamas.

Por lo que cuando Jener le dijo que iria a elegir las telas vio la oportunidad perfecta para quedarse a solas.

-Ni sueñes que voy a ir a elegir telas como si fuera una mujer. Eso te lo dejo a ti.

Cuando Jener y la costurera se alejaron, Morded se acerco con calma a la joven chica, Morded era observador, a la chica se la veia timida, sabia por donde atacar.

-¿Es seguro que una chica como tu se quede sola en el mercado? -Dijo con una sonrisa en el rostro, no era amenazadora para nada, mas bien algo burlona.

En una de las miradas de reojo que dejaba sobre el hijo del gran lider lo perdi de vista y chasquee la lengua pero de golpe di un respingo algo comico seguramente visto desde fuera y se me calleron un par de naranjas al suelo del cesto - Yo... eh... lo siento mi señor... - dije completamente roja por la situacion agachandome a coger las frutas.

- Bu...bueno... no suelo salir sola pero mi madre... bueno ha ido con su compañero... y yo aun tengo que comprar unas telas y... - Y parezco completamente idiota... Era como si notara de golpe todas las miradas sobre mi.

No pudo evitar reir un poco, la situación era bastante comica. Pero luego se agacho a ayudar a recoger las naranjas. Enarco una ceja escuchando el intento de explicación, buscaba el contacto visual, pero cada dos por tres la muchacha apartaba la mirada así que era muy complicado.

-Por lo que entiendo, no soleis salir sola, si vais a sentiros mas comoda yo puedo haceros compañia. De esta manera no estareis sola.

Apartaba la mirada todo el tiempo avergonzada pero cuando dijo lo de acompañarme lo mire con los ojos como platos - ¿Acompañarme? ¿Vos a mi? seria un honor mi señor... solo tengo que ir a un par de puestos y mi casa esta cerca - ¡¡¿¿Acabo de invitarlo a mi casa!!?? Dioses... tierra tragame... Me dije a mi misma volviendo a ponerme colorada como un tomate. - Quiero decir... que tampoco estare mucho sola...

No sabia ni que decir por lo que comence andar hacia el penultimo puesto que tenia que visitar, casi mirandome los pies de lo avergonzada que me sentia.

Morded se sorprendio bastante, eso si que no se lo esperaba.

¿Acaba de invitarme a su casa? Quizas no sea tan timida despues de todo...

Termino de recoger las naranjas y se volvio a colocar en pie, tendiendole despues la mano a ella para ayudarla a incorporarse.

-Insisto en acompañaros, despues de todo algun dia sere yo el lider de lideres y cualquier ayuda que pueda dar a cualquier habitante de las tribus, es algo que debo hacer.

Realmente no es que le preocupase ayudar a nadie de las tribus en esos momentos mas que a el mismo, pero ya sabia por experiencia que ese rollo a la mayoria de chicas les encantaba y les hacia suspirar.

- No deberiais malgastar vuestro tiempo ayudando a una simple costurera mi señor... - Le dije sabiendo que yo no era nadie y que habia mas gente que si podia necesitar su tiempo de verdad. - ¿Que os trae a nuestra aldea? - Pregunte intentando tener conversacion con el mientras elegia cosas del puesto y las colgaba del cesto que comenzaba a estar mas que lleno.

Por un momento volvi a fijarme en la gente que nos rodeaba, las mujeres no hacian mas que cuchichear y por primera vez los hombre ni posaban sus miradas sobre mi. Por un segundo me quede absorta en esa imagen y mire un segundo con curiosidad al hombre que me acompañaba ¿Solo por estar en su compañia ni me miran...? por primera vez en mucho tiempo note como un peso enorme fuera de mi cuerpo.

-Si me lo permitis... -Pidio permiso, pero no espero a recibirlo casi antes de terminar la frase, tomo el cesto que ya estaba muy cargado, y decidio llevarlo el, sin el menor de los esfuerzos.- Permitidme que sea yo el que decida lo que merece mi tiempo, cualquier ayuda por poca que sea puede ser de utilidad.

Cuando Alex le pregunto por lo que hacia alli, arrugo un poco el rostro, saliendose por un momento de su papel de galan, aunque no por mucho.

-Bueno, Jener quiere comprar un regalo para su hermana y me pidio si podia acompañarle, me temo que no soy de utilidad seleccionando telas, aunque... Si no os molesta que os lo diga el largo viaje a valido la pena ya que ahora puedo acompañaros a vos.

Cuando cogio mi cesto sali de mis pensamientos y le sonrei aun quieta ante aquel puesto donde ya habia comprado - ¿Podeis venir una vez al mes a perder vuestro tiempo conmigo? - Pregunte de forma bastante comica - Creo que es la primera vez que los hombre bajan la mirada cuando paso... - Comente de una manera que seguramente el no entenderia, las mujeres solian querer que los hombre las miraran pero en mi caso parecia feliz de todo lo contrario.

- Vos en cambio seguiis teniendo la atencio de todas las mujeres del lugar - Sonrei de forma amable y meti la mano dentro de la cesta sacando pequeño racimo de uvas - ¿Quereis? - Pregunte cogiendo una y llevandomela a la boca antes de caminar mas tranquila hacia el siguiente puesto.

Puede que Morded abusara un poco de la linea de la verdad, y estirase sus verdades. Pero tenia la norma de no mentir, ni siquiera para llevarse al huerto a una belleza como la que tenia delante.

-Jaja, me temo que no puedo prometeros eso -Aunque la idea de yacer con esa mujer al menos una vez al mes era tentadora, no queria comprometerse a nada.- hay asuntos que me llevan de aqui para alla. Pero puedo daros todo mi tiempo ahora, eso tenedlo seguro.

Le dedico una encantadora sonrisa y se llevo la uva que le ofrecia a la boca.

-Seguro que tanto hombres como mujeres piensan que hacemos una pareja fantastica y por eso miran o dejan de mirar. ¿No os parece?

Pare ante el siguiente puesto y sonrei sonrojandome de nuevo con sus palabras - Las mujeres murmuran que no soy suficiente para el hijo del lider de los lideres, y llevan razon en ello - Dije con una sincera humildad - Y los hombres temen que vos hayais posado mas que vuestra mirada en mi y ofenderos si osan acercarse, cosa que a mi me hace sentir mas tranquila mi señor - Dije con la misma sinceridad que antes mientras lo miraba como intentado analizar porque estaba alli conmigo y no con cualquier otra mujer que seguro lo atenderia con mayor destreza que yo que casi no era capaz de hablarle.