Partida Rol por web

Al sentir que los gemidos pasaban a gritos, y sentir como los movimientos de su mujer se hacian mas intensos, comprendio que estaba llegando a un punto de extasis por lo que el mismo también aumento el ritmo sintiendo los dos cuerpos chocar cada vez con mas fuerza.

-Tu.. Relajate.. ah.. y.. disfruta.

Morded tambien jadeaba ya de placer, ahora agarrandola por la cintura para imprimir mas fuerza con cada nueva embestida. Despues de tanto tiempo, pensaba descargar todas sus energias hasta quedarse bien agusto.

El placer tras aquello que me invadio volvio a bajar  aun ritmo suave y relajante, pero el... el no gemia como yo... apenas le escuchaba, era capaz de hablar cosa que a mi me resultaba muy dificil... Lo estaba haciendo mal, estaba claro que no estaba haciendolo disfrutar y tenia que solucionarlo... ahora era mi esposo...

- mi... mi se....ñor... mmmmf... aaaaah... no... os.. contengaaais... - Le pedi pues seguro que estaba conteniendose por que fuera mi primera vez - Ense... ñadme... hacero... disfrutaaar... - Le pedi mientras comenzaba a mover de nuevo mi trasero sin saber muy bien com.

Si bien era cierto que habia mujeres mucho mas habilidosas, despues de 6 meses el criterio de Morded no estaba demasiado alto, con el tiempo ella aprenderia, pero ahora lo ultimo que deseaba era ponerse a dar consejos. 

-Ya os.. dis..fruto... ¿o.. no lo... umm...ve..is?

Morded comenzaba a sentir que dentro de poco llegaria a su propio placer, le supo un poco mal lo que le dijo, ella intentaba esforzarse, pero no era facil pensar en algo que decir en esos momentos. Era la primera vez, era normal que no supiera como comportarse. Aun asi trato de decirle algo mas amable.

-Lo hareis.. mejor... En el.. futuro.

Comenzaron a temblarme en exceso las piernas sobretodo por la tension de la posicion, asi que me aproxime un minimo mas a la cama y deje mis antebrazos y rodillas sobre esta, dejando mi cuerpo sujeto sobre las pieles a cuatro potas, sin dejar que el saliera de mi...

Notaba como cada vez chocaba mas rapido contra mi, mas fuerte, mas intenso, cosa que me hacia gemir muchisimo, sus manos en mis pechos eran una delicia, y no sabia por que pero queria sentirme suya, como el me dominaba... En cambio apesar de sus palabras no pude evitar sentirme un poco mal por no poder darle todo lo que el deseara...

Pero no dije nada mas, simplemente cerre mis ojos y me deje llevar por el placer moviendome como mi cuerpo me pedia, jadeando y gimiendo por lo que el me hacia sentir.

Tras un rato, Morded la agarro de nuevo por la cintura, para golpear en su trasero con mas energia aun, sentia que el momento ya llegaba y como prueba de ello eran que los golpes eran aun mas violentos y profundos, mas ritmicos. Tras las embestidas mas intensas, la semilla del barbaro se derramo en el interior de su esposa.

Extasiado y entre jadeos, se dejo caer a un lado de la cama, pero con una amplia sonrisa en el rostro.

¿Y bien? ... ¿que te ha parecido... la expericia? -Dijo con la respiración aun entrecortada, aunque por sus gemidos bien conocia ya la respuesta.

Note como subio el ritmo con fuerza y su respiracion se aquitaba de sobremanera, como su mano se anclo en mi cadera, seguro que con la sensibilidad de mi piel marcando sus dedos en ella. Finalmente note una sensacion de cosquilleo en mi interior y como paraba, se dejo caer en la cama y yo aun pase unos segundos en esa postura entes de soltar los brazos y tumbarme de lado miranzo hacia el.

Mis mejillas estaban rojisimas, mi respiracion enrecortada. Obserbe su cuerpo sin reparos ahora mismo pues la curiosidad me podia, nunca habia visto a un hombre desnudo...

- ¿Siempre es asi...? - Pregunte aun sin responder su pregunta - ¿Puedo...? - Pregunte mientras alargaba la mano hacia su cuerpo en gesto de si podia tocarlo. - Yo... siempre habia imaginado algo... horrible... y...- baje la mirada avergonzada - me ha.. gustado... mucho...

Morded se quedo completamente estirado, su perlado de sudor tenia cierto brillo. Observo sin perder la sonrisa la curiosidad de Alexandra, era natural el tambien la habia sentido al ver una mujer desnuda la primera vez.

-Claro que puedes, pero con cuidado. No, no siempre es asi.. Cada vez es mejor que la anterior, supngo que a las chicas os hacen que le tengais mas miedo.. Por que si os engendrais un bastardo, luego es complicado encontraros marido, pero en realidad es un gran placer.

Acaricio su rostro, para quitarle la vergüenza y que le volviese a mirar.

-No tienes que sentirte incomoda, lo hemos pasado bien y yo soy tu marido. No es nada malo.

Movi un poco mi cuerpo para acercarme a el, cuando dijo que si podia tocarlo pero con cuidado pare el recorrido de mi mano un segundo pero despues finalmente alcanzo su piel ¿Cuidado? Llevo meses curandole heridas de entrenamiento, no creo que yo le haga mas daño...

Mis dedos recorrieron cada musculo de su torso con suavidad - Se... se que no es malo... pero... siempre tuve miedo a que me tocaran... - Dije mientras observaba el recorrido de mi mano que llegaba su pelvis - Yo... enseñame... quiero saber como tocarte, como te gusta que me ponga que me mueva... - Si, claramente su placer era lo que mas me preocupaba.

Cerro un instante los ojos, pensando sobre sus palabras, mientras dejaba que la chica calmara su curiosidad. Lo cierto es que era bueno que mostrara interes.

-Bueno, hiciste bien en obedecer a tus padres y no dejar que nadie te tocara, mi padre no me hubiese casado con ninguna mujer usada por otro y yo tampoco lo habria aceptado, lo mio es solo mio.

Añadio con seriedad, despues con un tono mas calmado continuo hablando.

-Y respecto a lo otro.. Hay cosas que no te puedo enseñar o al menos no se como, supongo que la forma de moverse y demas es cuestión de experiencia. Pero si que puedes hacer cosas para darme placer.. Me gusta sentir los labios de una mujer por mi cuerpo, por todo mi cuerpo y la caricia de unos buenos pechos por la piel puede hacer perder la cabeza a cualquiera...

- A mi tampoco me gusta que hayais estado con otras... - Salio sin mas de mis labios cuando dijo lo de que no hubiera querido una mujer usada, no me referia a que le no me gustara por ello si no a que no me gustaba que otra mujer lo hubiera tocado, que pudiera recordad a otras y ver que eran mejores que yo dandole placer.

No, venga! No te comas la cabeza, disimula! M e dije a mi misma buscando una manera de evadir lo que habia dicho, y con sus palabras la encontre.

Escuche lo que dijo y me puse de nuevo de rodillas, pero esta vez con una pierna a cada lado de su cuerpo, bajando primero mis labios a su cuello, besandolo despacio, disfrutando de su olor a hombre, Poco a poco mis pechos tambien bajaron rozandose con su torso. - ¿Asi..? - Susurre un segundo antes de morder su clavicula... ese hueso, siempre me habia encantado tanto en hombres como mujeres..

La miro con cierta sorpresa por ese arranque, al decir lo de las mujeres. Pero estaba bien que dijera lo que pensaba.

-No es lo mismo, los hombres necesitamos de esas atenciones, en cierta ocasion escuche decir a un estudioso de los Veifog que si los hombres no vaciasemos nuestra semilla, se nos hincharia y terminaria por explotar.. Y puestos a vaciarla es mejor hacerlo bien... Pero ahora eres la unica para mi.

Cuando Alex comenzo a moverse, fue el quien se sintio curioso por ver lo que hacia, y cuando le mordio la clavicula sintio como si una punzada le recorriera hasta el craneo, un cosquilleo placentero que tambien provocaban sus pezones al acariciar el torso.

-No hace falta que lo preguntes señora... es facil de saber cuando se esta haciendo bien ¿lo ves?.

Tomo una de sus manos y la llevo a su hombria, que volvia a estar dura y erecta.

Con sus primeras palabras eleve mi rostro con algo de miedo - Y si no soy capaz de satisfaceros como otras lo harian... ¿Seguire siendo la unica? - Pregunte notando como mi calor volvia con el roce de mis pechos contra su piel.

Mis labios bordearon su cuello y besaron aquella cicatriz que le quedo de la herida que le cure el primer dia, cuando cogio mi mano y la puso en su miembro di un pequeño respingo nervioso ¿Y si le hacia daño? No! Valor! Venga! insinuate las mujeres lo hacen!

cogi aire y segui bajando mis labios por sus pecatorales, lamiendo alguna vez, perfilando su contorno con mi boca. - ¿Y que mas os gusta mi señor? - Le dije intentando parecer sexy para el, como siguiendo las indicaciones de que habia echo las dos primeras cosas que dijo, intentando jugar con el para relajarme y aprender que era lo que le gustaba. La mano que puso en su pene lo agarro con suavidad y comenzo a tocarlo curiosa, era muy duro, no me cabia en mi pequeña y fina mano, y estaba caliente... mucho...

-Eres mi esposa, deshonrarte con otra seria lo mismo que deshonrarme a mi mismo. Confia un poco mas en tu marido.

Cerro los ojos, para concentrarse en el deleite de sus labios y el roce de sus pechos y su piel. Sus manos acariciaban su espalda, recorriendola una y otra vez. Cuando pregunto que mas podia hacer abrio los ojos para mirarla, con una mirada maliciosa. 

-Seguid bajando con vuestros labios, hasta mi miembro, envolvedlo con ellos y acariciarlo. Yo os explicare los movimientos.

Su afirmacion a la dehonra me relajo completamente, pues sabia de muchos hombres que dormian con sus mujeres pero antes pasaban el dia acompañados de otras, y eso era algo que seguramente no soportaria.

Con su peticion mis ojos bajaron hacia su virilidad con curiosidad de lo que me decia Es muy grande... ¿Podre meterla en mi boca bien? Pense mientras mis labios seguian bajando por su abdomen, no pude evitar morder uno de los huesos de su cadera, pues esas parte sobresalientes como la clavicula y la cadera me atraian...

La mano que inspeccionaba aquel miembro masculino bajo a la parte mas pegada a su pelvis teniendolo rodeado mientras mi otra mano acariciaba su torso. Trague un segundo y finalmente tras mirarlo a los ojos humedeci mis labios y comence a besar la punta de este, pero habia dicho envolver asi que tras unos segundos abri la boca internandolo en esta, notando el propio sabor de mi sexo en el...

Mis ojos no se separaban de los de mi marido esta vez, pues buscaba sus reacciones a lo que hacia...

Disfruto de nuevo de esos instantes a medida que bajada, ese cosquilleo al sentir el mordisco en la cadera, y sobretodo al notar sus labios en su pene, eso también lo habia echado de menos durante estos ultimos meses, pero desde luego que su esposa tenia unos buenos labios.

Cuando estaba dentro de su boca, su mano se deslizo entre sus cabellos, guiando los movimientos de su cabeza y el ritmo.

-Oh si..Poco a poco con mas ritmo... Y sobretodo cuidado con los dientes.

Morded podia sentir como la placentera sensación se iba adueñando de su cuerpo, un calor que ascendia y lo llenaba todo.

Mi mano sujeto con firmeza la base de su pene cuando comenzo a mover mi cabeza a su antojo, mi lengua rozaba su miembro mientras notaba hasta donde podia llegar sorprendiendome yo misma con la profundidad de mi boca. Mis ojos no se separaban de los suyos, y note como algo extraño comenzaba a invadirme, pues hacerle aquello estaba haciendo que mi entrepierna se calentara de nuevo muchisimo.

Segui el ritmo que el me marcaba elevando un poco mi lengua para queno llegara al final de mi garganta y no me dieran arcadas, mi boca empapaba su virilidad mientras comenzaba a escuchar su placer.

Ahora era el, quien jadeaba por el placer, con el aumento de intensidad, sus dedos en su cabeza se agarraron a sus cabellos con fuerza para seguir moviendola, su mente se iba nublando dejando unicamente el placer. Sentia su miembro completamente tieso y una sensación se apodero de el, deseaba volver a tomarla. Pero aun tenia mas que enseñarle.

-Quieta. -Dijo como si de una orden se tratara.

Se levanto y se sento en el borde de la cama, con una facilidad asombrosa la levanto a ella, y la puso encima suya, con cada una de sus piernas rodeando su cuerpo, sus sexos no se habian unido pero estaban en contacto, se rozaban con cada movimiento.

Con uno de sus brazos la envolvio por la espalda apretandola contra si, mientras hundia su cabeza entre sus pechos, ahora era su lengua la que paseaba. Mientras su otra mano, se agarraba a una de sus nalgas manoseandola con ansia y la apretaba aun mas contra el haciendo que sus sexos se encontraran mas el uno con el otro. Una vez parecia poseido por esa hambre de carne, mas propia de un animal.

Segui el tiempo que el me dejo con aquello, sintiendome extremadamente bien al ver sus reacciones, sin duda seria algo que le haria mucho pues parecia encantarle...

Cuando me movio y me puso sobre el rozando mi humedo sexo contra el suyo comence a jadear, buscando aun mas su contacto, siendo yo ahora la que perdia una mano en su pelo y la otra apretaba su espalda, su boca en mis pechos fue demasiado y me eleve buscando que su miembro entrara en mi, cuando finalmente lo consegui me deje caer sobre su cuerpo, antes se habia limitado a entrar y salir de mi asi que suponia que ahora seria igual, por lo cual empece a moverme sobre el arriba y abajo - ¿Asi...? - Pregunte ya gimiendo..

-Asi.. muy bien.

Dijo satisfecho, ella misma habia buscado que la penetrara esta vez, sin duda aprendia rapido. Ahora sus pechos se movian arriba y abajo y eso le gustaba mas.

Sus manos fueron a su trasero, el cuerpo de Alex era pequeño en comparción con el de su esposo y cada una de sus manos podia agarrar perfectamente los gluteos y la cintura, una vez mas con las manos la guiaba en sus movimientos pelvicos, arriba y abajo, pero tambien hacia que se moviese adelante y atras. Mientras disfrutaba como ahora eran sus otros labios los que envolvian su hombria.

La respiración de Morded se iba entrecortando.

-Muevete... busca tu... umm.. propio placer... y.. om... encontraras el mio también.

Y dicho esto se dejo caer de espaldas sobre el lecho, dejandola a ella encima, a ver que tal cabalgaba.

Segui lo movimientos de su mano viendo que tambien me hacia moverme adelante y atras, cuando se dejo caer contemple su musculado cuerpo poniendo las piernas comodamente a cada lado, llevaba toda mi vida cabalgando por lo cual aquella postura tan parecida me era mas que comoda.

Comence a jugar primero por lo que me dijo, moviendome circularmente, alante y atras, buscando als mejores sensaciones, mirandolo como una loba apunto de cazar, mis manos se apoyaron en su fuerte abdomen y cuando encontre los movimientos que me encantaban comence a gemir con fuerza y moverme intensamente.

- Mmmmm... aaaaah... dioses.... mi... señor....