Partida Rol por web

Kar acaba su argumentación con algo que le interesa a Mick pero con lo que no esta de acuerdo. Morgana entra en escena dandole la sensación de que se hubiera pasado con alguna bebida alcoholica. Mert como siempre conciliador. Y Mordred le echa el valor de rectificar.

Se dirige hacia los que estan más cerca de el .-Vuelvo con mi hijo-. Hace un saludo hacia Alexandra dandose cuenta de que ha tenido la groseria de no responderle y cuando pasa junto a Kar solo dice .-Es un chaman...-. Y sigue caminando hacia Trayus con la esperanza de no tener que intervenir más en lo que reste de funeral en ninguna discusión.

Mick vuelve con Trayus esperando que no lo haya pasado demasiado mal con todo lo sucedido, pero a sabiendas de que la experiencia hara que con el tiempo dejen de impresionarle las discusiones de los mayores. Se acerca y le rodea con un brazo mientras ocupa un sitio junto a el a la espera de más sucesos

- Bien - dijo el Gran Chamán, tras haber leído la misiva con gesto impertérrito - Ya he leído el mensaje, y debo decir que la carta iba dirigida a Manfred. No sólo como líder de líderes, sino por su relación con el Emperador.

Era bastante evidente que había evitado mencionar su nombre, al contrario que cuando trataba al resto de líderes bárbaros, que los llamaba por su nombre en vez de por su posición. El líder de los Veilfog nunca decía nada a la ligera.

- Hay un asunto que requiere que tengamos un líder entre nosotros, alguien que ocupe el lugar de Manfred. Sin embargo, para proceder a una elección, tendríamos que detener los funerales, y eso haría que el difunto no pasara del reino de Eadai. Vosotros decidís.

-¡NO! -Gritó Morded, sin ni siquiera darse cuenta que lo habia echo, pero pronto bajo la voz.- No, por favor... Mi padre fue un gran hombre, todos estamos de acuerdo en eso, merece descansar junto a nuestro amado Eidolon.ha sido asesinado, por los 7 dioses, lo mínimo que merece es el descanso que durante todos estos años se ha ganado.

Rabia, tristeza y suplica se mezclaban en lo amargo de sus palabras. Todo esto ocurría demasiado rápido para el, pero las cosas debian hacerse correctamente.

Me pegue mas a Morded y mi rostro dulce y suave cambio por completo por uno de decepcion y tristeza cuando comenzaron las discusiones y aun mas cuando Hiam siquiera penso en el echo de parar el funeral, lo que tuviera que hacerse ya se haria ahora lo importante era dar un buen descanso al hombre que nos habia liderado tantos años y se lo habia ganado con creces.

- No te alteres, por favor... - Pedi a Morded y mi mirada fue directamente a Jener y a Kar que sabia que eran ahora con Mick los reyes de la disputa, pero con este ultimo no tenia relacion, con los Bearmaw si. - Si las palabras que me dijisteis antes son ciertas, dejad que termine el funeral... por favor.

Al escuchar las palabras de Mick, asiento para responderle:

- Lo se, pero tal vez en estos momentos convulsos necesitemos su experiencia y su posición como chaman, en vez de un líder guerrero.

Tras eso aparece Hiam, sus palabras hacen que todo cambie radicalmente, lo que sospechaba se ha transformado en realidad. Necesitamos un líder, pero el precio para poder elegirlo es demasiado elevado, y no estoy dispuesto a pagarlo.

Antes de que pueda contestarle, el grito y las palabras de Morded rompen el silencio. El joven señor de los Silverfang cae presa de esos sentimientos que lleva guardados durante tanto tiempo, es algo lógico y su petición es justa. Su esposa Alexandra se acerca a el, apoyando a su marido, nuestras miradas se cruzan justo antes de que formule una leve suplica. Tampoco era necesaria, ya había decidido que camino iba a seguir.

- Morded, Alexandra, los Bearmaw no pediremos elegir un nuevo líder hasta que se celebre por completo los oficios fúnebres por Manfred, y dudo mucho que ninguno de los lideres de las tribus lo haga – empecé a decir recorriendo con la mirada a cada uno de los lideres de tribu - Fue nuestro líder, mi compañero de armas y mi amigo, jamás le dejaría vagando sin alcanzar la gloria y el descanso que se merece – continúe con mi mano cerca de la empuñadura del hacha. Si era necesario usaría la fuerza para reforzar mis palabras, aunque esperaba no tener que hacerlo - Pero es cierto que necesitamos temporalmente a alguien que nos guie, y tal como he dicho antes, la opción mas sensata es Hiam al menos hasta que finalicen los oficios de Manfred, después si es necesario se escogerá a un nuevo líder. Creo que es la mejor decisión siempre que Hiam y el resto de los señores de las tribus acepteis.

Wulfrick que al principio estaba en medio de los contendientes verbales, dió un paso atrás cuando primero se acercó su esposa y habló y luego cuando encontró el respaldo de su hermano a su lado. Su hermano, su mano derecha. Si bien él era sensato, tolerante y calculador, su hermano lo era mil veces más, sobre todo esto último. Al llegar a su lado le miró y asintió agradeciendole que estuviera a su lado.

Al final la llegada de Morgana al lado del joven lider Silverfang templó sus ánimos, consiguiendo que éste se realjara y se diera cuenta de sus errores. Cuánto había tenido que aprender él desde que cogió el mando de los Highthunder. Aun así esto eran minucias para lo que tendría que venir.

Es curioso lo que una mujer con caracter puede lograr en un joven guerrero. Aun así sabía que a Morgana le importaba un pimiento todos, nosotros, el imperio y sus misivas. Pero entrar en escena... ahhh en eso era toda una experta. Pensó Wulfrick mientras miraba como la mujer se alejaba.

Cuando Hiam por fin habló de la carta, Wulfrick se giró hacia él. Y cuando su suegro terminó de hablar, los puños del lider Highthunder estan blanquecinos de tanto apretarlos. Mordred y su mujer se aresuraron a pedir que el funeral siguiera. Era el funeral de un lider de lideres, de su lider, de su familia, de un Silverfang, un gran lider a su parecer. Pero esta decisión involucraba a todas las tribus. ¿Qué era más importante el funeral de un gran hombre o las vidas de cientos de personas de siete tribus? Si hubiera sido mi funeral y los dioses me dejaran hablar os diría que movieseis el culo para proteger a las tribus... y seguramente Manfred opinaría como yo.

Wulfrick miró a Hiam sin exresión en su rostro. Sabía que era un gran chaman, justo y sabío. Pero si él hubiera tomado antes su decisión respecto a Manfred y a Kar esto no estaría sucediendo en este momento.

Aguantó la mirada de Kar Bearmaw cuando éste se adelantó y propuso su parecer. Asintió levemente y luego habló.

- Antes de hacer algo que atañe no solo a los líderes de las siete tribus sino a todas las personas de las tribus, debemos deliberarlo- dijo mirando a Kar sobre todo-. Debemos reunirnos los líderes para saber qué es lo que la misiva dice y decidir cuan rápido hemos de actuar.

Wulfrick miró a todos los líderes allí reunidos y tras hacer el repaso de sus caras dijo.- Y me refiero a reunirnos ahora, no en siete días- terminó Wulfrick duramente.

Ariadna se aclara la voz.

- Padre, marido, Karl y amigos todos: si las noticias son urgentes, el difunto rey, que en vida antepuso el bienestar de las tribus al propio, entendería un retraso en la ceremonias. No es un gesto de desprecio, si no de agradecimiento. El ultimo favor de un amigo en el que podiamos confiar.

.-Creo que no hay palabra del Emperador que sea tan de temer como para que no pueda esperar siete dias una respuesta-. Dice con cierta maldad.-No tenemos lider, pero en el peor de los casos tampoco estamos indefensos. Coincido con Wulfrick en que debemos saber de que se trata y deliberar antes de tomar una decisión. Algo precipitado no haria sino exhibir una debilidad que no tenemos. ¿Desde cuando el Emperador decide como velamos a nuestros muertos?-.

- El emperador se muere - dijo, tajante - Y es necesario un líder para reforzar la alianza que mantiene nuestra tierras en paz con el imperio. Si su hijo asciende al trono, nadie sabe de lo que es capaz. Manfred se merece llegar hasta el Reino de Eidolon, pero tampoco es sabio dejar que la paz que tanto nos ha costado mantener desaparezca...

Luego miró alrededor.

- Son siete las tribus aquí reunidas, pero apenas oigo voces al respecto. 

 ¿El emperador se moría?. Esto podría ser un problema si su heredero demostraba no ser de fiar y romper la alianza... Con lo que podía desembocar en una guerra...

 Observé a los demás, esperando ver su reacción a la noticia...

- Mick, tienes razón en que el emperador no puede ni debe forzarnos a tomar una decisión rauda e inapropiada, pero coincido con mi esposa en que el bienestar de las tribus está por encima de cualquiera de nosotros. De hecho nosotros somos, como líderes de nuestras respectivas tribus, los que debemos velar por ellas- Wulfrick miró a su mujer y le dedicó una sonrisa rápida llena de cariño.

- No debemos dejar a un lado el funeral, ni acabar con él. Pero tampoco debemos tomar a la ligera los acontecimientos que nos rodean. Por eso debemos reunirnos los líderes y hablar. Y si es esta noche mejor que mañana.

Los acontecimientos parecían precipitarse uno tras otro como si de un alud se tratara. Las cosas se enredaban y parecía que dentro de esa maraña estaba el destino de las siete tribus del norte. No, a Wulfrick no le gustaba nada como pintaban las cosas.

Morded respiro profundamente tratando de ver las cosas con perspectiva, era cierto que habia asuntos prioritarios, pero ¿que es lo que estaba ocurriendo alli? ¿Un foro publico para decidir si el alma de su padre continuaba o no el viaje? Aqui si que podia quejarse quien quisiera, pero eso no solo era un asunto Silverfang, era un asunto familiar.

-No es que desprecie a quienes sus almas se quedan en otros reinos de dioses, se que no todo el mundo puede permitirse llevar el rito funeral hasta el final. Pero mi padre ha esperado una semana antes de comenzar su viaje y tiene una familia que puede permitirle llegar al reino de Eidolon, en donde un hombre como el merece estar. Cualquiera de los aqui presentes puede decirme en que reino prefiere ser abandonado y procurare recordarlo.

Abarco con la mano a los presentes, e intercambio una mirada con su esposa, como si tratara de ganar fuerzas de alli.

-Entiendo que los lideres tengan que tomar decisiones, pero no me parece que la de si continuar con el funeral sea una, Hiam se que eres el maestro espiritual de las tribus y lider de los Veilfog, si tu obligacion es atender a otros asuntos lo comprendo, estoy seguro de que habra otros chamanes capaces de continuar con el rito funerario... No pido que nadie deje de lado sus obligaciones con su tribu, pero el funeral debe continuar.

Tan concentrados estaban en su discusión mis compañeros líderes que parecía que mis palabras se las lleva el viento. Hiam no hizo más que avivar las brazas con sus palabras.

- No pienso escuchar más palabras sobre detener el funeral. Por lo demás si quieren hablar o discutir sobre este tema o algún otro, sugiero que continuemos en otro lado y no en medio de la ceremonia donde incordiamos. –

Parecía que el dolor, los malos entendidos y el imperio hacia que mis compañeros olvidaran el respeto que se debe tener a los siete y sus rituales.

- Y podrían enviar a alguien para que escolte al chacal imperial fuera del círculo, si es que necesita esperar una repuesta, si no que se marche de una vez. –

Ya que no tenia nada mas que decir me retiro a un rincón.

- Las palabras de Morded y las de mi marido permiten honrar al difunto y encargarnos de los vivos. Que continue la ceremonia, con otro chamán, uno escogido por tí padre, y resolvamos los asuntos pendientes con el Imperio. Estoy segura de que aun así padre, tendras tiempo de realizar las ofrendas a los dioses aunque no puedas llevar toda la ceremonia como sería tu deseo.

Ya estábamos a punto de irnos cuando el mensajero imperial se presentó en medio del funeral con una misiva. Su presencia y la carta consiguieron prender la chispa que hasta el momento se había mantenido inactiva, y en cuestión de segundo las duras palabras brotaron de la boca de los líderes.

Me mantuve alejada, a la expectativa, pendiente de lo que sucedía y dispuesta a saltar para defender a mi padre. Pero cuando por fin se calmaron un tanto los ánimos para decidir quién se quedaría la carta y Hiam reveló su contenido, la disputa comenzó de nuevo.

Nuestro líder está muerto y el emperador se muere. Esto sólo puede traer malas consecuencias, se avecinan nubes de guerra para las tribus. Ese fue el primer pensamiento que cruzó mi cabeza. Intenté elejar los malos pensamientos y mantenerme atenta a la decisión que se tomara, al fin y al cabo nuestro futuro dependía de lo que se decidiera ahora.

- La Ceremonia debo realizarla yo, Ariadna - dijo, seco - El espíritu de Manfred no puede ser guiado por otro que por mí, ya que fue el Líder de Líderes. No confiaría su viaje a nadie más.

Incorporándose, miró a todos y asintió.

- Bien, ya que habéis decidido que continuemos con los funerales, seguiré con los preparativos.

Y diciendo esto, se dirigió hacia la cabaña para reposar y prepararse para el siguiente día, y rogó a los espíritus que aquella decisión fuera la correcta.

- Si debes ser tu, el que prosiga con los oficios fúnebres así sea, Hiam – respondo al líder de la tribu de los Veilfog justo antes de que abandone la reunión para irse a descansar.

- Hasta que sea elegido un nuevo líder de las siete tribus, habrá que intentar seguir manteniéndonos unidos. Se que es complicado porque cada uno de nosotros tiene asuntos pendientes con algún líder de otra tribu, pero Manfred no dedico su vida para lograr ser una nación fuerte y unida para que nosotros acabemos con todo eso de un maldito plumazo. No creo ser el único que piensa, que los tiempos de paz con el imperio se han acabado con la muerte de Manfred y con la futura defunción del emperador, y es mas, me sigue pareciendo sospechoso que los dos únicos hombres que confiaban plenamente en la paz entre nuestros dos naciones, vayan a morir en tan breve lapsus de tiempo – observo a todos antes de seguir, dejando que piensen en mis palabras antes de seguir – Los Bearmaws nos prepararemos para la guerra, prefiero pecar de precavido y estar preparado por si el hijo del emperador, decide que ya es hora de acabar con esa espina que hemos sido para su nación. Creo que todos deberíais de valorar esa posibilidad. Se acercan tiempos de guerra – término diciendo en un murmullo apoyando mis manos sobre los hombros de mis hijos.
 

- Los Highthunder viven cada día con la amenaza de la invasión imperial como una costumbre- dijo Wulfrick al comentario de Kar Bearmaw-. Pero ten por seguro que si deciden atacarnos ni con toda la fuerza de mi pueblo podremos resistir su embate- apostilló.

- Es hora de que hablémos los líderes del clan- dijo alto para que Hiam, que se estaba marchando del grupo hacia su cabaña, lo oyera también-. Eso no quita para que sigamos con el funeral. Pero sería muy tríste y trágico que nos atacaran ahora sin saber qué hacer y como responder.

- Kar, llamas a la unidad cuando muchos estamos en desacuerdo en muchas cosas. Esa unidad de palabra se la llevará el viento a la primera señal de peligro. Aunque estoy contigo, se acercan tiempods de guerra. ¡Po eso nNecesitamos hablar y ahora, no en siete días!

- Wulfrick, los Highthunder no estaréis solos cuando ataque el imperio, los Bearmaws estaremos a vuestro lado como siempre hemos hecho al iniciarse la guerra. Y si debemos de caer, al menos que sea luchando, sin perder nuestra identidad como pueblo – respondo al líder de los Highthunder.

- Espero que la unidad de las siete tribus no queden en palabras sino en hechos, se que yo soy una de las causas de la división que hay entre las siete tribus, pero no voy a abandonar a mi tribu ni al resto cuando se acercan estos tiempos difíciles y convulsos, y mas cuando no fui yo el que asesino a Manfred – miro a Morded a los ojos aguantando la mirada mientras digo estas ultimas palabras – El imperio ha ganado la primera batalla de esta nueva guerra, al sembrar las dudas y la desconfianza entre nosotros. Nos ha dividido y si no nos unimos de nuevo, solo tendrá que ir destruyendo cada tribu una a una para acabar con todos nosotros de una vez – digo mirando a todos los lideres y los hombres de confianza que se encuentran a mi alrededor.

- No tengo ningún inconveniente en permanecer esta noche en el círculo sagrado, y tratar de llegar a algún acuerdo entre nosotros, ya que la ceremonia de llegada al primer reino ya se ha terminado, y hasta mañana no se proseguirán los oficios fúnebres.