Partida Rol por web

Eran unos vehículos y no portaba ningún tipo de arma efectiva contra ellos, pero Grish estaba haciendo su trabajo como debía hacerse. 

Preparándome para lo que ocurriera, saqué una granada de fragmentación y la mantuve en la mano, esperando el instante en el que abriera esa puerta para lanzarla en su interior y causar grandísimos estragos, si es que el Padre Karras no masacraba a todos con el fuego del emperador.

- "¡Están acabados!" -

Mis ojos se posaron sobre la carabina que empuñaba, luego sobre el blindado que quedaba aun activo, y nuevamente sobre la carabina. ¿Que se suponía que debía hacer con ella? Era tan inútil como la polla de un sacerdote. Presté atención a las voces que se oían en el campo de batalla, pero no identifiqué ninguna llamada de auxilio de heridos o similar. Qué raro... Aquello era realmente extraño. Por si acaso alcé la voz y pregunté. ¡¿Hay algún herido? ¿Alguien necesita asistencia médica?! Esperaba que si lo hubiera, alguien contestase. Aprovechando que en ese momento no podía hacer nada contra el blindado, extraje el cargador de la carabina y lo sustituí por uno nuevo, guardando el que estaba a media carga en su correspondiente cartuchera.

Con el brotar de las llamas y unos últimos disparos el vehículo escoró y se hundió en el pantano. Las llamas se apagaron de inmediato pero nadie salió a la superficie del pantano una vez hundido el vehículo. Se hundieron con el cascarón de acero que sería su tumba.

El combate en Ishmael había terminado. Las llamas al otro extremo de la presa seguían muy activas y el Valkiria sobrevoló la zona buscando objetivos, sin encontrarlo. Ganó altura y se situó muy por encima del alcance de las armas.

Le chocó la mano a Sanaia, habían salido victoriosos por el momento y eso era una gran noticia... vivos para luchar otra hora más, no dijo nada a sus compañeros, se quedó mirando el pantano sentada junto a su bolter y el lanzamisiles, ambos listos para abrir fuego a la mínima ocasión...

-A mí no me importaría que me echaras un vistazo -dije al médico que preguntaba por si había algún herido- llevó herido desde que aterrizamos -comenté.

Era cierto, aquel maldito chucho mutante me había hecho polvo y ahora era cuando había tiempo para que me echaran un vistazo.

Guardé la granada en su sitio mientras veía hundirse las embarcaciones. Pobres espíritus-máquina, fueron corrompidos y usados, y ahora serían olvidados.

- "¡Buen trabajo, muchachos!" - Exclamo al ver hundirse al último blindado.

- "Flavion, yo también estoy herido, pero atiende primero a los chicos de Tipo Duro, ellos han recibido un fuerte castigo." - Supongo que la mayoría de los heridos de Tipo Duro no sobrevivirán, visto su estado, pero su ayuda ha sido decisiva, al menos debemos tener un gesto amable para con ellos.

Me vuelvo hacia el lugar donde cayó obús de mortero que acabó con el Capitán. Suspiro, pues no su cadáver cayó al río. Un triste destino para un fiel siervo del Imperio.

- "Padre Karras, necesitaremos una morgue provisional donde reunir a nuestros cadáveres antes de oficiar los ritos correspondientes. Usted y su ayudante pónganse de acuerdo con Flavion y su asistente para encontrar el lugar adecuado.

Grish, Venria. Organicen las guardias, que la mitad de los hombres descansen y la otra mitad sigan vigilantes.

Phi-Rho, ¿podemos instalar más minas en la orilla Este? De no ser así, por favor, ponga a cargar los cargadores láser vacíos." - Saco el cargador semivacío del láser largo y se lo entrego al tecnosacerdote.

Cojo el comunicador de radio:

- "Niñera, aquí Rapaz 2, ahora Rapaz 1. Buen trabajo, hemos detenido a la primera oleada. Les agradecería mucho un reconocimiento aéreo de la orilla Este. Saber a qué distancia está el enemigo y los chicos de Furtivo." -

Había introducido un cargador nuevo en mi arma cuando de pronto... ¿Qué demonios? Aquel tanque se escoró y se fue a pique afectado por la explosión de su gemelo. Wowww. Desde luego no les esperaba una buena muerte a los que se encontraban en si interior, daba fe de ello un experto en el cuerpo humano. Si el vehículo no estaba sellado se inundaría y morirían ahogados con gran sufrimiento, si estaba sellado, morirían por asfixia lentamente cuando se quedaran sin aire. Que les den. Me descubrí sin darme cuenta que la compañía de los hombres de armas había afectado mi vocabulario más de lo que había estimado que sucedería. Torcí el gesto.

Había trabajo que hacer, así que tocaba ponerse en marcha. El combate se había cobrado bastantes bajas que ahora mismo poblaban la presa, y entre las bajas se encontraba el Capitán, que había desaparecido con una explosión. Cuando me acerqué a curar al Sargento le dije en voz baja. Enhorabuena Señor, acaba de ascender por méritos en combate. A la fuerza ahorcan... Pensé. No era el único herido, y entre Drake y yo los atendimos a todos. Un proceso largo desde luego, pero muy necesario, pues una buena salud en la unidad era vital para que esta se mantuviera operativa.

     Grish suspiró. Al fin había podido dar uso a su pesada arma de especialista. Había llegado a creer que solo tendría que acarrearla bajo el fuego enemigo durante toda la misión, pero las burbujas que marcaban el lugar donde el ultimo vehículo se había hundido le reconfortaron. Fue en aquel momento de aparente calma cuando se dio verdadera cuenta de lo cansado que estaba y para colmo el sargento le reclamaba para hacer guardia. - Con el debido respeto, sargento, llevo haciendo operativos especiales todo el día y no he descansado ni diez minutos desde que empezamos la misión. No me vendría mal un receso aunque sea por poco tiempo. Mi tiempo de reacción no es el que debería...

- "Bien Grish. Empiece usted con el primer turno de descanso, nosotros mantendremos la vigilancia." -

Grish fue de los primeros que querían descansar; él y el tecnosacerdote no habían tenido ni un minuto de descanso. No lo iban a tener. Un repentino estruendo, una sucesión de explosiones a sus espaldas les alertó. Vieron las deflagraciones de algo que saltaba por los aires en la carretera 13.

Alguien estaba luchando a sus espaldas, a menos de cinco kilómetros, y estaba claro que uno de los bandos era la misma unidad que les había emboscado. ¿Quién era el otro? La lógica decía que debía ser Gigante; pero con aquella desinformación que tenían tranquilamente podría ser tanto Ultramarines como legiones penales.

Cojo de nuevo el comunicador:

- "Niñera, aquí Rapaz. ¿Puede decirnos qué ha sido eso?" -

La aeronave sobrevolaba el cielo en zigzagueo, como si temiera, con mucha razón, que en cualquier momento un misil le derribara. Por fin, tras una espera informó de lo que había visto.

Rapaz, aquí Niñera. Estáis jodidos. Tenéis tropas al otro lado del río, con blindados pesados y bípodes. El ataque es inminente. A vuestra espalda hay unidades motorizadas combatiendo con infantería pesada. No sé quiénes son los buenos y quién los malos. Cambio.

A este paso van a provocar una cruz negra... Seguía atendiendo gente cuando el mensaje llegó. ¿Que vamos a hacer ahora señor? Había otro asunto que me tenía muy preocupado. Por cierto señor... Me acerqué a el para hablarle en voz baja. Se han agotado los suministros médicos. No queda nada señor...

Pues luchar hasta que quede el ultimo de nosotros - dijo empezando a cargar el bolter pesado para llevarlo hacía donde venía el enemigo - vamos Sanaia, no tendremos munición antitanque, pero algo podremos hacer

- "Niñera, le agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros. Puede retirarse por ahora, aunque le agradeceríamos que estuviese disponible dentro de unas horas, si le volvemos a necesitar. Cambio y corto." -

Cuelgo el comunicador y sonrío a Flavion:

- "Vamos a hacer lo que nos han ordenado, Flavion. Retener Ishmail todo cuanto podamos. Y el último de nosotros en caer, apretará el botón y volará la maldita presa entera por los aires.

Respecto a los suministros, ya sabe lo que tiene que hacer: a la vieja usanza. Aguja, hilo, cuchillos al fuego para cauterizar heridas, y sacra para desinfectar." -

- "Grish, en el improvable caso de que sobrevivamos, pienso recomendarle para el ascenso a Cabo. Hasta entonces, considérese usted Cabo en funciones.

Me preocupa el enemigo a nuestras espaldas. No estamos preparados para luchar en dos frentes. Que los tripulantes del Chimera oculten el blindado entre los matorrales, que al menos cuando lleguen para darnos por detrás se lleven una sorpresita.

Sargento Krot, parece que no vamos a tener ocasión de descansar. Hay enemigos a ambos lados del río. Usted y la mitad de sus hombres sitúense en nuestra retaguardia. Entre ustedes y el Chimera deberán de proteger nuestra posición más vulnerable." -

Negativo. El ataque es inminente y estoy bajo de combustible. Soltaré todo lo que me quede y me largaré. Ese fuego sobre la presa detendrá a la infantería pero...

Dejó la frase sin acabar.

La madre que nos parió a todos. Ahora sí que no salimos de esta. Deberíamos volar la presa y buscar a los amigos de la espalda.

El ruido de la batalla se hacía intenso a medida que el tableteo de las armas automáticas se sumaba al estruendo de los cañones. Al otro lado del río, levemente iluminados por las llamas, se podían ver figuras recorriendo la orilla. El asalto era inminente.

Deberíamos habernos largado cuando pudimos...