Partida Rol por web

- "El lado Oeste no es seguro, de haberse retirado ahora estarían con toda probabilidad todos muertos.

Sargento Krot, nosotros haremos todo lo posible por cumplir la misión y hacer lo que el Imperio espera de nosotros. Pero necesitamos despreocuparnos de cubrir nuestras espaldas, eso lo harán usted y sus hombres. Y el Chimera." -

- "Soldado Flavion, acuda a reforzar la posición de su camarada, el Soldado Drake." -

Uso mi aura de autoridad para recordarles a todos con voz alta y clara:

- "Sólo en la muerte termina el deber." -

Acaricio apreciativamente el láser largo y cargo una batería nueva y completa.

     El especialista escuchó las palabras del sargento sobre su ascenso en funciones. - Gracias por su confianza, señor. Creo... pensó. No servía de nada quejarse cuando la tormenta se acercaba a ellos. Ahora era el cabo Grish, hasta que muriese o el sargente Nihilus encontrase otro mejor. Las vidas de sus compañeros podrían depender de las futuras decisiones que tomase y no sabía si estaba preparado. Una cosa era apostar su propia vida y otra apostar la de los demás. Solo el Emperador podría decidir si aquello salía bien o no. Con la cabeza llena de malos presagios, se afanó en revisar su equipo y colocar la bombona llena en el rifle de fusión. Guardaría la empezada por si la necesitaba mas adelante, pero era mejor tener la máxima cantidad de disparos preparados.

Miré los detonadores en mi mano. Sí, nos habían dado una victoria rápida, pero si los hubiera distribuido de otra forma o no las hubiera usado, tal vez ahora no estaríamos en una situación tan comprometido. Estaba cansado, las partes humanas de mi cuerpo exigían un descando, pero el Enemigo no lo daba.

Me preparé para vender cara mi muerte y dispuse los sistemas de eliminación de memoria y de datos. Si moría, esos tecno-herejes no podrían sacar nada de mí. Mi captura no sería una victoria para la guerra de conocimientos que mantenían las dos facciones del mechanicum enfrentadas.

Ajusté la carabina y me situé en el lugar de antes, pues era un punto alto, cerca de la especialista en armas pesadas por si hacía falta mi toque con sus armas. Una ligera secreción recorría mi cuerpo. Sudor. Estaba sudando de miedo, no quería morir, no quería estar allí, en esa maldita misión que había salido todo mal desde el princpio. Para relajarme comencé a recitar los misterios y peligros del mechanicum como si fueran un mantra.

La vida es dirigida por el movimiento.

El espíritu es la chispa de vida.

El sentimiento es la capacidad para aprender el valor de conocimiento.

El intelecto es el entendimiento del conocimiento.

El sentimiento es la forma de bases del Intelecto.

El entendimiento es el Camino Verdadero a la Comprensión.

La comprensión es la llave a todas las cosas.

El Omnissiah sabe todo, comprende todo.

El mecanismo ajeno es una perversión del camino verdadero.

El alma es la conciencia de sentimiento.

Un alma puede ser concedida sólo por el Omnissiah.

El sentimiento Desalmado es el enemigo de todo.

El conocimiento de los antiguos es incuestionable.

El espíritu de máquina protege el conocimiento de los antiguos.

La carne es falible, pero el ritual honra el espíritu de máquina.

Romper con el ritual debe romper con la fe.

Van hacia vosotros. Blindados e infantería. Muchísima infantería.

- "Bueno, esta vez va a ser infantería. Tal vez nos dé tiempo a recargar los cargadores y preparar las armas pesadas." -

No quedaba mucho tiempo. El Padre Karras recogió un rifle de uno de los caídos con una bendición por el servicio del cadáver e instruyo a Markus para que hiciese lo mismo. Colocó un barril de prometio nuevo en su lanzallamas (el antiguo estaba prácticamente agotado), y empezó a recitar letanías en voz baja, arrancando páginas de su libro de salmos y atándolas a las armas de los soldados que quisieran aceptar la bendición del Emperador.- Markus, arrastra el lanzallamas pesado hasta la primera trinchera de la presa. Los que atraviesen el bautismo de fuego, que reciban después la comunión de las llamas.

- "Bien pensado, Padre Karras. Ese lanzallamas pesado será esencial para contener el avance de la infantería." -

De repente la radio empieza a tronar con una nueva voz pidiendo tiempo.

Aquí Furtivo. Estamos llegando al río. No vuelen la presa. Repito. No vuelen la presa. Tenemos el paquete.

La transmisión queda interrumpida con el repentino restallar de los disparos al otro lado del río. Una poderosa detonación, de una gran arma, invade el valle por un instante

Venria corrió junto con Sanaia hacía la posición que eligió... dejo el lanzamisiles a un lado y afianzó el bolter pesado

Me quedo extrañado ante las palabras de los del 12º de Reconocimiento de Iulius. ¿Qué es eso del paquete?

Tomo el comunicador vox:

- "Aquí Rapaz 1. ¿A qué paquete se refiere, Furtivo? Cambio." -

Cierro el vox de mano un momento y me dirijo a mis tropas:

- "Chicos, echadles una buena visual a los de Furtivo cuando se acerquen. A estas alturas ya no confiamos en nadie. ¿Entendido?" -

Sí señor. La rápida respuesta fue suficiente, no había otra que obedecer las órdenes y esperar salir vivos de ahí. Mi equipo médico se había agotado por completo. Era una lástima. Rápidamente me desplacé hasta donde me habían ordenado que me moviera y esperé con el arma recién recargada.

     Por desgracia Grish compartía los malos presagios del sargento. No podían fiarse de nadie y la tormenta que se avecinaba amenazaba con engullirles a todos. Tomó la misma posición del asalto anterior ya que su rifle de fusión sería vital para contener la acometida de los blindados enemigos, aunque ahora no disponía de la cobertura de "tipo duro" y el peligro que correría sería mucho mayor. Su instinto le decía que debía tomar una posición mas segura, pero no saldrían de allí si no daban el 100% de su esfuerzo. "La suerte favorece a los audaces" había leído en el libro del buen soldado imperial, aunque dudaba que eso fuera el consuelo de tantos y tantos cadáveres diseminados por miles de campos de batalla sin nombre...

     Recibió las bendiciones del padre Karras y fijó al rifle de fusión una de las páginas sagradas que procedían de su libro de salmos. Intentó reconfortar a Mark con el simple hecho de poner una mano sobre su hombro. No había mucho que decir en un momento así. En silencio comenzó a hacer las paces con el Trono, esperando que aquella no fuese la última vez que pudiese rezar por su vida...

Mientras todos los compañeros de la unidad adoptaban sus posiciones, opté por volver a mi posición anterior, pues me había servido muy bien y era una buena posición elevada.

Una vez situado en mi lugar escuché la órdenes del sargento y asentí ligeramente- No soy el único paranoico aquí -pensaba en lo que intentábamos asegurar la posición ante otro ataque mientras me echaba en cara no haber guardado parte de los explosivos para ahora.

Un chirrido de binario comenzó a salir del dispositivo de comunicación. Era una oración hacía las máquinas y los espíritus de todos los aparatos tecnológicos para que nos dieran su fuerza y nos ayudaran a derrotar a los enemigos.

Todo empezó con un temblor en el suelo, como un cosquilleo en la punta de los dedos. Después el cielo se iluminó cuando el Valkiria abrió fuego, los proyectiles trazadores impactaron más allá de la presa, sobre una masa de enemigos que se aproximaba desde el este. Varios mortero despegaron del otro lazo del río, dos de ellos lograron impactos directos en la barricada  y en el almacén de la presa.

Al mismo tiempo los combates desde el oeste se intensifican y oían más próximos.

¡La hostia! - grito ante tal demostración de apoyo artillado del enemigo... por fortuna para ella y su camarada no habían sido heridas ni sufrido daño alguno por la salva, por ello en seguida alzó el lanzamisiles y se preparó para disparar un misil fragmentante sobre la horda de enemigos que se acercaba...

El misil voló raudo y en una buena trayectoria directa hacía los enemigos heréticos que se acercaban...

De algún modo logro aguantar en pie sobre el tejado, aunque siento como si me estuviera quemando vivo... Tal vez eso sea justo lo que está sucediendo.

Grito por el comunicador:

- "¡A por ellos! ¡Sin piedad ni cuartel! ¡No retrocedáis! El enemigo deberá pagar con su impura sangre mancillada por cada centímetro que avance." -

Apunto y disparo al ojeador enemigo. No ha sido un disparo perfecto, pero creo que le he dado, el láser largo todavía configurado en modo sobrecargado.