Partida Rol por web

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

MES DE ABRIL.

COMIENZO DE LA PRIMAVERA.

SUCESOS LOCALES:

- Es época de juicios. Los campesinos locales se disputan tierras y ganado. Algunos viejos del lugar reclaman el derecho a expropiar parte de las propiedades de los recién llegados del norte basándose en una oscura norma del tiempo del Knezi Czerzescu.

SUCESOS LOCALES:

- Es época de juicios. Los campesinos locales se disputan tierras y ganado. Algunos viejos del lugar reclaman el derecho a expropiar parte de las propiedades de los recién llegados del norte basándose en una oscura norma del tiempo del Knezi Czerzescu Bratovich.

RUMORES LOCALES:

- Las ochenta familias eslavo-rusas que llegaron en invierno están haciendo lo posible por establecerse en la región. - Dicen que el Knezi y su Mayordomo están siendo muy comprensivos con ellos. ¿Tal vez demasiado?

- Hay voces de preocupación en Satu Mare. ¡Los dos caballeros Dravescu se han marchado! Si algo pasara... el único que queda para defender Satu Mare es el Knezi... ¡pero el Knezi es cojo! ¡Hay que rezar y confiar en la Divina Providencia!

Sentado en su trono manteniene la mirada de Ruschesku unos instantes mientrs medita hasta que con un asentimiento se decide a hablar.

- Hazlos pasar de uno en uno. - sentencia con un gesto mientras los guardias abren las puertas al salón - Haz lo posible para que mi familia regrese de los quehaceres que les encomende, que Vladimir invite a Sibiu, capataz de Baja Mare a visitarme; Tengo algo que ofrecerle... Vamos a cambiar nuestras prioridades. - sonríe al mayordomo al tiempo que pasa el primero de los ciudadanos del Feudo.

El frío aun perdura en Satu Mare. Aun se cuela entre las rendijas de las habitaciones para recordarnos la crudeza del invierno, para resaltar nuestra fragilidad humana y la mortandad. Pero hoy llueve. Los campesinos han formado una larga cola para entrar en el castillo, en el bastión que ha de protegerles cuando ataquen los magiares. Traen quejas ante la llegada de extraños, protestas a mi señor que no hace otra cosa que administrar las tierras de una forma equilibrada y rentable.

-Pasad de uno en uno y tan solo cuando los guardias os den permiso. Aquellos campesinos sabían poco de modales, hacían poco caso de la etiqueta.

Levanto la visata hacia mi señor cuando este se dirije a mi.

-Mi amo, bajaré hasta la posada para enviar algunos cazadores a buscar a sus hermanos. Hare correr el rumor de que se les espera en Satu Mare. Con un reverencia abandono la sala. Espero que no le den muchos problemas.

- Bien. - asiente apoyando su mano sobre el hombro de su tio invitandole a caminar por la muralla a su lado - Es un pequeño avance; Evidentemente hemos de recuperar la confianza que mi padre minó durante decadas de saqueos. - sonríe condescendiente - Acabas de regresar de tu viaje mi querido tio y me veo en la obligación de pedirte algo nuevamente; - suspira parando en seco y mirando a los ojos al hombre - Hemos comenzado a construir un acuartelamiento... - comenta asintiendo - Pero desgraciadamente, las arcas del Feudo estan en las últimas. - continua alzando una ceja - Voy a necesitar de tu dinero, para concluir la obra. - termina volviendo a caminar.

Zort camina junto a Tiberiu. Realmente disfruta estar con su sobrino. Cuadno escucha su pedido, para y lo mira.
- Sobrino sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Lo mio es tuyo. Lamentablemente no poseo demasiados fondos, pero lo que tengo está a tu dispoción - hace un gesto con la cabeza - Interesante lo del acuartelamiento... Era inminente. Ya me daras detalles.
(...)
Continúan caminando, por las murallas. Zort parece pensativo.
- He estado pensando mientras viajaba hacia aquí en varios temas políticos. El encuentro con Zakov dejó en evidencia muchas cosas. Será muy dificil recuperar la confianza del pueblo, pero es absolutamente imprescindible. Deberemos trabajar mucho en tu imagen pública... Tengo varias ideas muy interesantes. Te parece que cenemos juntos hoy asi las discutimos?

- ¡El CABALLERO ZUYLA DRAVESCU regresa a Satu Mare!

- Llega solo, sin los ocho campesinos que le acompañaban, ni el carro tirado por dos bueyes.

- Su caballo de guerra, Fortaleza, muestra signos extremos de agotamiento.

- Tiene la cota de mallas desgarrada como si se hubiera peleado con un oso.

- El brazo izquierdo lo lleva ensangrentado, y tiene muy mal aspecto.

Llevo días cabalgando, no he podido descansar y apenas he parado, Fortaleza mi caballo esta apunto de desfallecer, pero recuerda el porque huimos. Me he arrancado un trozo de tela para hacerme una venda e intentar cerrar la herida de mi brazo, pero es inútil, esta de un color amarillento y nunca se cierra, no para de supurar.

Cada día estoy mas débil, solo tengo en mente alcanzar Satu Mare, y sentirme medianamente a salvo entre los míos. Cuando cierro los ojos aun puedo verle, a el Sin Pruebas. Mirándome con sus fríos ojos.

Mis parpados se están empezando a cerrar, noto el frió, si sigo así no podre sobrevivir mucho tiempo mas, solo me da esperanza el paisaje, cabalgo sobre tierras que conozco desde hace unos días, pero mi mente no esta lo suficiente mente clara para reconocerlas. Fortaleza me lleva a mi, mas que yo a el. Entonces en la lejanía, mis borrosos ojos pueden distinguir el castillo de Satu Mare, nos acercamos rápidamente, atravesamos sus puertas y quedamos parados en la plaza, miro durante unos segundos a mi alrededor, por fin había llegado.

Acto seguido todo se vuelve oscuro, Zuyla Dravescu pierde el conocimiento, cayendo con estrépito al suelo desde su montura.

Zort desvía los ojos de Tiberiu por un segundo, distraído, hacia el patio del castillo. Ve un caballo entrando, que le parece familiar. Pone su atención en él, tratando de enfocar con su vista. Tiberiu ve como su cara se transforma en preocupación.
- Zuyla!!! - corre escaleras abajo, horrorizado al ver como su hijo se desploma del caballo.

La noticia se había propagado por todo el castillo como la peste.El joven Zuyla Dravescu se encontraba malherido. Maldita sea y ahora aquello, ¿es que no lograrían algo a favor antes de la llegada de los Magiares?. Pensandolo bien al menos sigue vivo.Mis apresurados pasos me llevaron hasta la torre principal de la fortaleza.

-Maldita sea Dhoana, ¿Qué haces mirando por la ventana?. Muevete!, prepara los aposentos para el señor Zuyla, debe estar lo mas cómodo posible para recuperarse de sus heriadas en cuanto lo subamos hasta aqui.Recorriendo con la mirada la habitación Ruchesku repasó mentalmente todo lo necesario para cuidar a un herido.

-Y tu, que haces parado, enciende el fuego, la habitación debe estar caldeada, y poned agua a calentar. Tomando de nuevo aliento mientras mi cabeza sale por la ventana.-¡Muchacho sube aqui arriba!

Lo spasos del joven de cuadras se escucharon resonar en la escalera, su agitada respiración buscando darle un respiro tras su carrera precedían su llegada.

-Baja al pueblo y busca al mejor sanador del pueblo. El muchcho asintió y comenzó de nuevo el descenso. ¡Espera!, Trae también al padre, es un hombre instruido y puede que le necesitemos.

Hacia dos horas que su primo y caballero Zuyla habia entrado en el castillo a horcajadas sobre su caballo, apenas segundos despues, tras verse a salvo; Cayo al suelo inconsciente acompañado del exhausto animal. Su padre Zort, reacciono del modo que debía reaccionar un padre; Corrio escalinata abajo desde la muralla y alzando el rostro de su hijo en sus manos lo apreto contra su pecho entre maldiciones.

Ruschesku acudio en su ayuda con unos cuantos guardias; Mientras Tiberiu, el Knezi permanecia con semblante serio en lo alto de la muralla, inmovil con la mirada clavada en sus familiares. Se condujo a Zuyla a sus aposentos, para descansar al tiempo que se llamaban a los medicos y al cura ortodoxo de la aldea. Ahora descansaba apaciblemente en su lecho, mientras el Knezi meditaba sentado en su trono y Zort; Zort velaba por su hijo sentado frente a él, observandole dormir.

Dos horas antes:

Baja las escaleras de la muralla ayudandose de su bastón tras haber observado la desesperación de su tio unos segundos desde lo alto de la almena. Se acerca al tiempo que los guardias comienzan a trasladarlo a la habitación y los sigue con semblante serio, su cara no muestra una emocion clara; Pero su corazon late con fuerza, con culpa. El le había mandado a las llanuras de Maramunes, sin apenas hombres; El estado en el que se encontraba, era culpa suya.

- Apartaos, - sentencia una vez su primo esta en su cama - Necesitare piñon colorado y verbena para las heridas y reducir su fiebre; - continua mientras mira a la criada - Aprisa. - inquiere con un gesto de la cabeza al tiempo que quita la venda improvisada - Ayudara, mientras llega el galeno. - asiente con tono calmado a Zort. - Presiona en la herida para extraer la pus, - le indica a Ruschesku con otro gesto de la cabeza - esta infectado... - susurra con una mueca - ¿Viene ya ese agua o que? - gruñe con tono displicente alzando la voz.

La cama estaba empapada con el sudor de Zuyla, el ambiente cargado del olor a enfermedad y sangre. La escena era aterradora, recordándonos la mortandad en cada intento que Zuyla hacía en llevar aire a sus pulmones. Las heridas presentaban un aspecto enfermizo, con el característico color amarillento y verdoso de las heridas que han supuesto una gran hemorragia. El pus resbalaba lentamente desde los puntos de cicatrización más tiernos dejando entrever la profundidad de las heridas. Ruchesku había visto heridas similares, como las que se llevaron a la tumba al padre de mi Knezi. Tan solo deseo que no ocurra lo mismo con el joven caballero. Miré los surcos de tristeza y dolor que se dibujaban en el rostro de Tiberiu y puse una mano en su hombro.

-Zuyla, se que estáis muy malherido. Hemos traído a los mejores cirujanos barberos de la región para que se encarguen de tus heridas. ¿Qué ocurrió en el camino? ¿A que os enfrentasteis?

Despierto, abro los ojos lentamente. El cansancio impide que pueda mover ningún musculo, y el dolor de mi brazo no cesa. La habitación esta en penumbra por lo que calculo habrían pasado unas cuantas horas... o días. Poco a poco me voy dando cuenta de las figuras que están a mi alrededor. Mi padre, mi primo y su mayordomo me miran en silencio, cosa que me tranquiliza.

Viendo que he recuperado levemente la consciencia, el mayordomo de mi primo, Ruschesku, me pregunta por lo sucedido.

¿Qué ocurrió en el camino? ¿A que os enfrentasteis?- oigo..., casi ni lo recordaba, pero ya lo volvía a ver, claramente entre los arboles, con sus fríos y apagados ojos. Pero ahora el ya no podría hacerme nada.

Cuando intente explicarle lo sucedido, de mi seca boca casi no salían palabras. Y tras beber un poco de agua comencé a hablar con todas las fuerzas que me permitía mi cuerpo

Demonios, Monstruos, Seres inhumanos, eso habita las colinas de Maramunes- dice con un hilo de voz- Los mataron a todos en cuestión de segundos. Pero no pudieron conmigo, acabe con un de esos engendros y con su seguidor... pero quedan mas, muchos mas, lo se... son fuertes, rápidos, resistentes... son seres del averno.- Concluye entrecerrando los ojos y quedando en reposo en la cama- Pero fui mas fuerte, por muy poderosos que sean...- se puede oír muy en bajo salir de su boca.

Zort, obserba la cama, desde su sillón. Casi dormido, despues de estar mucho tiempo allí sentado, esperando que su hijo despertace. Le pareció ver entrar a Ruschesku y hablerle a Zuyla, pero al estar entre dormido no reaccionaba.
De repente, cree oir un murmullo, una voz mas que familiar. Esa voz... Zuyla!!! Salta del sillón y se avalanza a la cama. Su cara se ilumina al ver que su hijo ha recuperado la conciencia. Le toma la mano fuertemente, pero no puede decir nada por la gran emoción que siente.

Cita:

Pobre hijo mío... Estará delirando por la fiebre? O realmente tenemos que preocuparnos? Observa que se inquieta mucho al contar lo ocurrido, y se asusta un poco.
Tranquilo hijo, tranquilo. Es mejor que descanses un poco. Ahora estás a salvo. Ya tendrás tiempo para contarnos. Al fin logra poder hablar.

- El Knezi atiende a su primo mayor sin necesidad de curanderos o sacerdotes.

- Al quitarle la cota de mallas destrozada y los toscos vendajes ve que el brazo izquierdo de Zuyla está recorrido por cuatro surcos profundos, como los que podría dejar la zarpa de un oso.

- El brazo huele fatal, las heridas están infectadas y rezuman pus amarillo.

- No se le ocurre forma de curar heridas como estas. La única opción que conoce es amputar a la altura del codo y quemar el muñón...