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SUCESOS DE OTOÑO:

ix. Verano de 951: El Sargento Dominik se lleva a los 8 guardias feudales novatos de Gorgo y a los 3 matones con maza de Iakov. Nunca se les vuelve a ver.

SUCESOS DE OTOÑO:

- El Sargento Dominik se lleva a los 8 guardias feudales novatos de Gorgo y a los 3 matones con maza de Iakov.

- Claudiu el Veloz llega a la aldea de Rimnicu Vilcea.

- Garlu Basarab es llevado fuera de la región por dos guardias leales al Voivoda de Transilvania.

Claudiu se adentra en la ciudad montado sobre su caballo, como siempre que llega a un lugar nuevo se limita a observar los alrededores para ver la actitud de los lugareños.

Aunque su prioridad es encontrar un lugar en el que descansar.

Zort asiente a las palabras de Iovanna. Mientras sirven la comida, se queda pensativo. Se pregunta si aceptar formar parte de la cacería o no. Mira a Zuyla a los ojos, tratando de ver que pensaba él. Pero ya lo hablarían mas tarde en privado.

Analizaremos su oferta de participar en la cacería, y tendremos una respuesta para mañana. Personalmente no creo hacerlo, me urge llegar a Slatina. Ademas, con mis años, sería mas un estorbo que otra cosa. Sonríe mientras bebe un sorbo de vino. Pero tal vez Zuyla pueda.

Cuando llegas al pueblo te das cuenta que algo no marcha bien por la región. Después de hablar con algún lugareño te cuenta que hace poco sufrieron un cruento ataque por parte de la banda de la famosa "Ensartacorazones" y que esperan que desde el castillo puedan ofrecerles protección, como es su deber y atrapen a esa bandolera lo antes posible. Te señalan uno de los caminos de salida diciendote que el castillo está a unas horas en esa dirección ya que pareces un hombre que podría ayudar con sus servicios allí.

Como se le hubiesen leido el pensamiento, Claudiu se dirije hacia el castillo. Despues de todo no le vendria nada mal unas cuantas monedas y algo de alimento. Con un poco de suerte pueda sacar algo mas...

Creo que no es momento para una caceria, viendo que Garlu Basarab no se encuentra disponible para dirigirla, sera mejor opcion reanudar nuestro camino lo antes posible.- La extraña desaparicion, de la noche a la mañana desorienta a Zuyla, pero opta por no entrometerse en los asuntos de los Basarab- Cuando digais de partir, mi caballo sera ensillado, padre.

Claudiu el Veloz llega hasta las puertas del castillo. Las encuentra cerradas, algo que no suele ser habitual excepto por las noches o si el castillo se encuentra en peligro. Se pregunta si eso tendrá algo que ver con el ataque de los bandidos en el pueblo.
Golpea con fuerza el portón de madera esperando que alguien le reciba.

CASTILLO DE VALCEA:

- Finalmente los hombres del Voivoda de Transilvania se llevaron al señor Garlu Basarab casi a la fuerza. Nadie se atrevió a intervenir, hacerlo hubiera sido ir contra los deseos del Voivoda, y cuando alguien hace eso, él y toda su familia acaban empalados a un lado de cualquier camino de Transilvania. Nadie puede contradecir la voluntad del Voivoda, nadie, ni siquiera los nobles, pues hacerlo significa la muerte más atroz que imaginarse pueda.

- Iovanna y Sveta Basarab se quedan muy abatidas y silenciosas.

- El Castillo está más vacío ahora que el Sargento Dominik ha salido en persecución de la Ensartacorazones, llevándose a la mitad de las tropas.

- Los dos Dravescu, padre e hijo, saben que están a algo menos de un mes de Slatina, el hogar y cuna de los Dravescu. La tentación de marchar y dejar a los Basarab con sus penas y temores es muy fuerte.

Iovanna se iergue en toda su altivez, tratando de ocultar su abatimiento para dirigirse a sus invitados:

- Como gusten. Lamento que mi esposo se haya tenido que ausentar de este modo, y me ratifico en mi oferta. Pueden pasar la noche aquí, ya es muy tarde y el camino no está en condiciones para nadie, tenga la edad que tenga.

Ordena a dos de los criados que preparen las habitaciones, tratando de zanjar el tema rapidamente para reunirse con su hija.

- También es cierto que me gustaría que nos echasen una mano en la cacería. Pensé que nobles como ustedes se bastarían para ayudar a dos mujeres. Pero no se dejen interrumpir por las tribulaciones femeninas por favor. Si sus asuntos les urgen, pueden irse a la primera luz del alba. Los criados les despertarán al canto del gallo para que retomen su camino.

Busca los ojos de su hija, sin denotar ninguna expresión, pero pensando en cómo organizar ellas dos la cacería.

La irrupción de los guardias del Voivoda, y el "traslado" de Garlu terminaron por coronar aquella situación que ya había comenzado extraña. Zort se quedó perplejo, si bien en sus años había visto varias situciones como aquella, no dejaba de ser un hecho notable.

Escuchó seriamente las palabras de Zuyla, y él tenía razón. Pero al ver a aquellas fuertes mujeres solas, dudó.

Mis señoras, no os preocupeis. Es obvio que ha sido un mal entendido. Pronto tendrán a su Señor nuevamente en el castillo. Se acercó tratando de animarlas con una sonrisa gentil. Lamentablemente apenas amanezca debemos retirarnos. Nos hurge llagar a Slatina. Pero prometo volver lo antes posbile, y tratar de traer ayuda con nosotros.

Su rostro cambió. Repentinamente se puso serio. Le preocupaba tener que partir en aquella situacion, pero debían hacerlo. Mis señoras... Prometedme que os cuidaréis. Atrincheraros aqui en el castillo y esperad la llegada de refuerzos. No os arriesgeis a salir innecesariamente. Ahora sois vosotras las señoras de estas tierras.

Beso sus manos y se retiró a su habitacion con Zuyla, acompañados por los sirvientes.

Las palabras del emisario casi consiguen ofender a Iovanna, que no tarda en recuperarse con una sonrisa. Se dirige a su hija

- ¿De verdad este caballero pensaba que nos hacía falta su recomendación? En fin, estamos al frente Sveeta.

Se dirije hacia un par de criados

- Vigilad el sueño de nuestros invitados. No queremos que nada les perturbe. - Con esa simple advertencia Iovanna deja claro que a pesar de ser sus invitados los criados no deben dejarles deambular libremente por el castillo. Quedarán en sus habitaciones hasta la mañana.

Recibe la información de que Claudiu el Veloz está en la puerta.

- No le hagais esperar más por favor, traedle a mi presencia.

Se abren las puertas del castillo y unos guardias reciben a Claudiu el Veloz pidiendole que les acompañe. Al cruzar el patio Claudiu ve un carro preparado para salir, parece que alguien se marcha del castillo. Le escoltan hasta el interior del castillo donde se encuentran Iovanna y Sveta esperandolo.
Mientras tanto Zort y Zuyla preparan todas sus cosas para partir inmediatamente.

Zort Dravescu el Emisario y su hijo el Caballero Zuyla Dravescu, salen del castillo de Rimnicu Vilcea en dirección Sur hacia Slatina, su destino final.

- ¿Qué noticias traes? Descansa, y toma un vaso con nosotras Claudio. Los Dravescu acaban de partir como te habrás percatado.

Con una palmada de Iovanna, un criado sirve una copa de vino a Claudio.

Tras dejar su corcel en manos de los criados Claudiu fue conducido ante las señoras del castillo.

Toma la copa de vino con de buen agrado, al parecer estaba sediento.

Parece que la suerte me sonrie, el vino viene a mi con frecuencia ultimamente.

Hace una inclinacion de cabeza ante sus interlocutoras y comienza a hablar.

-Aunque como veo ya sois conocedoras de mi nombre, yo me presentare, pues me eneseñaron que era de bien nacidos hacerlo siempre. -comenta con una sonrisa- Mi nombre es Claudiu y explorar es mi oficio. Vengo de tierras lejanas y no tengo señor. Mi unico afan es conocer los misterios del mundo.

El muchacho habla con bastante rapidez, a pesar de ello se toma unos segundos antes de continuar.

-A mis oidos a llegado el rumor de que unos bandidos estan dando problemas a estas tierras, y no puedo permitir tal fechoria. Asi que vine hasta aqui para ofreceros mis servicios y localizar donde se encuentra el lugar de reunion de esos malvados a cambio de la hospitalidad de sus merceces y la voluntad que quieran ofrecerme como pago.

Iovanna alza las cejas sorprendida por el ofrecimiento del joven. Aún estaba fresca en su mente la decepción ocasionada por los Dravescu, que la habían dejado sola en un momento como este después de aceptar su hospitalidad.

Sonrie despacio, mostrándole todo su encanto:

- Sed bienvenido al castillo, Claudiu. Estástotalmente en lo cierto, las cosas no pintan bien ahora mismo, y mi esposo se ha tenido que ausentar por motivos ajenos a su voluntad. Su oferta no puede llegar en mejor momento.

Le ofrece asiento con un gesto.

- Ya sabrá que somos la familia Basarab. Le estaríamos muy reconocidos si nos ayudara en esta situación delicada. No está bien visto, ni bien recibido por el pueblo que las mujeres salgamos a ocuparnos de estas cosas. - Alza las manos tratando de mostrar una vulnerabilidad que no emana. -Y sin los hombres de nuestra casa nos sentiamos algo frustradas. Nuestro castillo está a su disposición y recibirá de nosotras toda la ayuda que como humildes mujeres seamos capaces de proporcionarle.