Partida Rol por web

-Gracias por tu preocupación primo. Ya tengo listo mi caballo y mi armadura, así como mis armas. También todo lo necesario para el viaje y mi estancia con vosotros. Podemos partir cuando deseéis.

En pocos minutos sale de sus estancias ataviado con una armadura y armado con una buena espada. También lleva un pequeño petate, probablemente con algo de ropa extra y dinero. Cuando salís fuera los criados ya tienen preparado un buen caballo para Andrei.

Al levantarse Zort se siente un tanto inquieto. No sabe si partir o no. Aquella historia del Juglar visto cuando murio su hermano lo intriga demasiado.

Ver a Andrei vestido como todo un caballero levanta su animo. La nueva generacion de Dravescus parecen prometedores. Tal vez con el tiempo logren ser grandes señores.

Mi querido sobrino. Obviamente esta en tu corazon la ferocidad de un bravo caballero. Estoy por demas de orgulloso, nuestro linaje se hace enorme con ustedes a la cabeza!

Se acerca a Zuyla y a Andrei para hablarles en privado. Mira al rededor, para estar seguro que nadie los escucha, y hbla en un tono moderado. Tal vez aun no sea tiempo de partir. Hay cosas que tengo todavia en mente. Andrei, esa historia del Juglar me tiene sin dormir. Hay algo raro. Necesito pedirte que recuerdes todos los detalles de aquel dia. Si existio algo extraño, si viste aquel sujeto, si hay algo que no encaje. Necesito estar seguro que es una tonteria antes de partir...

- "Tenía la piel blanca como la leche. La verdad es que no recuerdo más detalles, tío. Excepto que unos meses después llegó el rumor de que un extraño juglar había secuestrado a un niño en Alexandria." -

La mirada de Zort esaba dura la piedra. Su cabeza maquina a mil por hora.

Quiesiera ir hasta ellugar donde lo hallaron muerto. Tal vez encontremos algo... Andrei, conducenos hasta alli.

A petición de su tío Zort, Andrei los lleva al lugar del accidente de su padre. Estais allí un tiempo intentando encontrar algo que os pudiera inspirar desconfianza o alguna pista de que aquello no había sido más que un desgraciado accidente, pero no conseguís ver nada fuera de lo normal. Si alguna vez hubo pruebas de lo contrario han sido borradas con el paso del tiempo.
Decidís volver a Slatina y emprender el viaje de vuelta a Satu Mare.

Bien todavía falta por confirmar la ruta de regreso. Hay varias opciones (en la escena Sombras de tenebrosa maldad está el mapa). La opción más corta sería:
-Slatina, Rimnicu Vilcea/Craiona, Deva, Oradea, Satu Mare. Esta también podría ser un tanto más peligrosa por pasar por territorios más despoblados.

La otra opción sería:
-Slatina, Rimnicu Vilcea, Hermanstadt, Balgrad, Klausenburg, Zalau/Baja Mare, Satu Mare. Esta ruta es mucho más larga pero si no recuerdo mal es la que cogisteis para venir hasta aquí y ya conoceis el terreno.

Hablarlo y cuando tengais decidida una de las dos rutas comenzamos el traslado.

Ya se ha resuelto una escena paralela en esta región y que podría haberos afectado, aunque al final no ha sido así, por lo cual podeis seguir vuestro camino.
Decid hola y despediros de Slatina si es el caso.

Los caminos embarrados que unen las distintas zonas de la fria y temible Transilvania eran aplastados por nuestros pasos y el barro se quedaba con nosotros, como un invitado no deseado. El frio de los paramos y la lluvia despertaban tristes sentimientos entre los miembros de la caravana, que recordaban el hogar de antaño y la ausencia de uno en el ahora.

El Valle de Drava se alzaba ante nosotros y no dejariamos de avanzar hacia el unico camino que teniamos. La busqueda de un nuevo hogar era la mision primordial, el fin ultimo y la razon de que no hayamos vendido nuestra vida al frio eterno de la traicion en el Bosque del Invierno. Bajamos por los cerros y nos encaminamos hacia el camino principal, junto a la poblacion de Slatina. Sin dejar de mirar adelante, olvidando lo que dejabamos atras, nos movimos con pasos de hierro, decididos e implacables a no abandonar y jamas rendirse antes de encontrar un nuevo hogar en el cual vivir en la relativa paz que este oscuro lugar del mundo nos brindase.

La lluvia azotaba mi cabeza. Levante mi rostro y contemple sus gotas. Lo que otrora era una corteza de roble ahora era una piel palida y sucia. La mascara de un mortal me cubria entonces, protegiendome de las miradas indiscretas de los pobladores locales. Mortales ordinarios e insignificantes que no merecen mas que el destino funesto que les espera por naturaleza. El viento frio me obliga a abrigarme con las burdas telas que me cubren, para recordarme que siga avanzando.

Las semanas transcurren sin piedad a medida que avanzamos. Descanzamos de vez en cuando, permitiendo a los mortales y a los animales dormir. Yo me reuno con los arboles cercanos a respirar un poco de la naturaleza mediocre que acompaña las planicies plagadas de hombres. Su falta de respeto hacia lo natural y hermoso de la vida me causa nauseas. Unas nauseas similares a las que me causan las Hadas que tampoco la respetan.

Despues de varias semanas, avistamos los hogares de los hombres que viven en estas regiones. Veo a mi compañia, miran con recelo las casas que se divisan desde esta posicion elevada. Algunos de los que me acompañan, mortales usados como poco mas que mascotas, miran a las casas humanas con cierta melancolia en los ojos. Sin dejarme llevar ni un solo momento por la oleada de emociones que inunda nuestro exilio tanto a Faes como a Hombres, doy mi orden de forma determinante:

 - "Sigan avanzando. No debemos dejar que se nos vea"

De forma furtiva y utilizando nuestras habilidades, logramos atravesar la parte cercana a la poblacion de Slatina y seguimos nuestro avance sobre la tierra mojada. Las semanas pasan rapidamente cuando se arranca de alguien que os sigue. Y aunque a nosotros nadie nos seguia, eso era lo que rondaba en nuestras mentes. Legiones de hombres montados queriendo acabar con nuestro hermoso y eterno legado feerico.

El valle bajaba a nuestras espaldas conforme nuestro paso implacable nos elevaba entre los cerros. Tras de nosotros dejabamos grandes posibilidades, tanto de triunfar como de perecer. Todo eso era insignificante ante la idea de llegar nuevamente a lo que para nosotros es el antiguo hogar prometido.

Avanzais por el Valle de Drava sin ninguna dificultad. Con la precaución de manteneros alejados lo más posible de Slatina, su población principal, no teneis dificultad en burlar a los pocos humanos que os encontrais en vuestro camino.
Todo el grupo avanza hacia el siguiente territorio la Tirsa de Valcea.

Bien entonces nos quedamos con la ruta corta:
-Slatina, Rimnicu Vilcea/Craiona, Deva, Oradea, Satu Mare.
Como veis la primera etapa tiene dos posibilidades: Rimnicu Vilcea o Craiona. Dedidid una y nos ponemos en marcha.

El emisario Zort Dravescu y su hijo el Caballero Zuila Dravescu abandonan Slatina en dirección Suroeste hacia Craiona, acompañados por Andrei Dravescu.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS

TERMINÓ EL OTOÑO Y HA TRANSCURRIDO EL FRIO INVIERNO.

PRIMAVERA

- La región está en alerta. De momento no se han producido amenazas directas, aunque el Boyardo Dravescu está al tanto de los movimientos de tropas bizantinas en el territorio vecino de Craiona.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS.

PRINCIPIOS DEL OTOÑO.

- Finalmente, tras varias semanas de monótono y arduo viaje, la comitiva liderada por Zort Dravescu y su hijo el Caballero Zuyla Dravescu arriba a la población de Slatina, donde son muy bien recibidos.