Partida Rol por web

-Bien, no esperaba menos de tan excelsa compañera.- comenzó Noderoth tras leer el texto -Pero háblame de tus miedos, mi querida hada. Qué es aquello que encoge tu alma feérica en ese mundo más allá de nuestros lindes mágicos y maravillosos? ¿Qué debo guiardar de que no se refleje en tus bellos ojos de gélido azul? Mi corazón se entristecería por enviarte a un destino impropio de tu alma por falta de conocerte.- declara el Señor de los Témpanos a su invitada.

Entonces Malgorzata lo vio con claridad: los iris del Rey de las Sombras Gélidas no tenían iris, sino que titilaban con un eterno atardecer cambiante, muestra de su dominio sobre las estaciones. El otoño hablaba por su mirada.

Sheil queda prendada ante la mirada de su Señor, tanto que tarda unos instantes en reaccionar. Furiosa consigo misma por haber dado muestras tales de debilidad, aparta la mirada.

Agradezco vuestro ofrecimiento, mi Señor, aunque sé que no debería hablar de mis miedos, sino de mis alegrías, al saber que las expectativas con las que había venido a veros han sido superadas. Sin embargo, titubea he de decir que me siento un poco perdida en este lugar. Mis anteriores amos, como he comentado antes a vuestro lugarteniente, no juzgaron conveniente informarme acerca de vuestros dominios, y no sé cómo reaccionar ante la belleza que me rodea, ni sabría decir qué se oculta bajo tal. Por lo tanto, si mi Señor lo estimara oportuno, agradecería que me contárais algo sobre vos a quien sirvo y el entorno al que deberé a partir de ahora llamar hogar.

PACTO DE PIEDRA:

Participantes humanos: Aldea de inmigrantes griegos establecida en la linde sur del Bosque del Invierno.

Participantes Feéricos: Señor de los Témpanos, Shigraat el Portador del Odio.

El Acuerdo del Fae:

- Yo, Marqués Noderoth Sdersath, Señor de los Témpanos, Señor de las Sombras Gélidas del Bosque del Invierno te proporcionaré cobijo, alimento y buen tiempo en la linde sur del Bosque del Invierno.

Obligaciones de los Humanos:

- Si respetas el Bosque y rindes homenaje a su soberano.

Parámetros feéricos:

- Faltaré a mi Juramento si tu familia o herederos alguna vez mueren de hambre o frío.

Parámetros humanos:

- Faltarás a tu juramento y sufrirás la ira de nuestro vínculo si te adentras en el Bosque del Invierno sin permiso o no muestras respeto hacia sus habitantes feéricos.

Consecuencias del incumplimiento para los fae:

- Si rompo el Juramento, mi castigo y vergüenza será no volver a sentirme respetado en mi dominio, ni ser capaz de controlar los elementos en el Bosque del Invierno.

Consecuencias del incumplimiento para los humanos:

- Si rompes tu Juramento, tu castigo y vergüenza será padecer frío y hambre hasta el fin de tus días.

RESULTADOS DE OTOÑO:

- Señor de los Témpanos:
* Completa el Pacto de Piedra con la aldea griega.
* Recluta a Malgorzata como Lugarteniente.
* Desbloquea a Taliesin.
* Entrenamiento libre: Sube Nieblas.

- Shigraat: Suscribe el Pacto de Piedra.
* Entrenamiento Libre: Sube Nieblas y mejora un Rasgo Menor a Mayor.

- Taliesin: Entrena Nieblas.
* Entrenamiento Libre: Mejora Crepúsculo.

- Malgorzata: Es reclutada como Lugarteniente.
Nota: Eso consume toda su acción. El Trasfondo Lugartenientes Leales debe entrenarlo el propio Señor de los Témpanos mediante una Acción Estratégica de Consolidar Poder (Lealtad).

INGRESOS Y GASTOS:

Gastos:

- Debido a la magia del Baluarte, esta Facción genera todos los recursos que necesita para mantenerse por medio de la magia.

Ingresos:

- Nulos.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO.

ESTACION DE INVIERNO.

MESES DE ENERO, FEBRERO Y MARZO.

Las volutas suspendidas en los rayos de sol caracoleaban por entre el entramado de hojas caducas y llenas de escarcha de la cúpula crepuscular del claro. En el centro, un núcleo de 3 altares de piedra antigua, arrancada del corazón del bosque, centraban la atención. Entre las sombras, las hadas del Bosque Invernal observaban ocultas a la congregación de humanos de rasgos egreicos que se extendía ante su señor. Noderoth ocultaba sus rasgos en un velo de supercheria, que apartaba a los humanos de la visión de su auténtica gloria feérica:

-He aquí la piedra que por siempre grabará en la historia dos mundos que se tienden la mano; he aquí la muestra de vuestra pleitesía, que será vuestra gloria futura. Haced de esto el honor que supone, pues los espíritus de la naturaleza vuelven su amor hacia vosotros, hijos del Bosque.- comenzó el sopberano, como maestro de ceremonias.

Entonces se acercó al primer dolmen, a su siniestra, y con un cuchillo de color cobre crepuscular cortó su brazo izquierdo, dejando manar la sangre. Luego, la extraña e intrincada letra de las faes escribió de su mano sobre la roca, mientras él lo decía en alto:

-Yo el Rey Noderoth Sdersath, Señor de los Témpanos, Amo de las Sombras Gélidas del Bosque del Invierno, te proporcionaré cobijo, alimento y buen tiempo en la linde sur del Bosque del Invierno. Faltaré a mi Juramento si tu familia o herederos alguna vez mueren de hambre o frío, y entonces no volveré a sentirme respetado en mi dominio, ni seré capaz de controlar los elementos en el Bosque del Invierno.- terminó dirigiendo su declaración al anciano que esperaba con el tercer menhir a su diestra, listo para realizar el mismo rito.

El viejo avanzó y con solemnidad se cortó la mano, escribiendo también en la roca, tal y como Noderoth le enseñara:

-Respetaré el Bosque y rendiré homenaje a su soberano, agradecido por su cobijo y sus atenciones. Sufriré la ira de nuestro vínculo si me adentro o permito que se adentren en el Bosque del Invierno sin permiso, o no muestro respeto hacia sus habitantes feéricos. Si faltara a mi palabra, yo y los míos padeceríamos hambre hasta el fin de nuestros días- terminó el anciano.

Entonces ambos dieron un paso adelante hacia la piedra central y ambos vertieron su sangre sobre ésta, mientras hablaban al unísono:

-Selle esta sangre hermana el pacto que aquí se ha hablado, pues por nuestras venas corre el peso de nuestras palabras, ahora y para siempre.- terminaron al tiempo.

Hubo un fogonazo de luz cuando la roca central destelló en anaranjado repentinamente. El peculiar fenómeno marcó a fuego toda su superficie, ennegreciéndola y quebrándola verticalemnte casi hasta la mitad, como si un rayo la hubiera golpeado. La energía del corazón de la roca se extendió por las dos aledañas, grabando igualmente a fuego lo que antes se había escrito en sangre. Las runas quedaron indelebles en ellas. Luego unas tupidas zarzas comenzaron a crecer a su alrededor, abrazándolas amorosamente y ocultándolas. El claro sería el punto franco para los habitantes de la aldea; un estrecho sendero llevaba hasta él por el lindero. Allí hombres y hadas tendrían contacto, cuando fuese necesario:

-Recibid pues la primera muestra del amor de vuestro señor, y agradecedla como prometisiteis.- declaró el Señor de los Témpanos abriendo los brazos.

Al morir el brillo con ese último gesto, una decena de humanos de distintas edades y sexos salieron de la espesura, portando viandas y bebida. Eran aquellos que el terrible espíritu del bosque se había llevado cuando los griegos cometieron el error de volverse contra él. El pueblo agradecido y sumiso, se postró de hinojos, rindiendo pleitesía a Noderoth y a los suyos. El resto del atardecer fue una fiesta para todos... cambiados saldrían de aquellas uniones; al antiguo marqués Sdersath no le cabía duda.