Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 20: Alexandria.

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18/01/2008, 00:35
SITUACION

Población muy pequeña y pobre. Apenas subsiste con los huertos locales de repollo y nabos.

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18/01/2008, 00:36
Director
Sólo para el director

Notas de juego

a. FACCION: Teóricamente bajo dominio del Conde de Valcea.
b. Gobernante: Anciano Dravoi.
c. Población: 100.
d. Defensas: Ninguna.
e. Tropas:
i. Milicia campesina: 4.
ii. Levas: 0 (Posibles Levas: 40).
f. Recursos: Huertos de repollos y nabos.
g. Terreno: Llanuras.
h. EDIFICIOS: Ninguno.

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07/03/2008, 22:19
TEMPUS FUGIT

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

MES DE JUNIO.

FINALES DE PRIMAVERA.

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07/03/2008, 22:20
Director
Sólo para el director

ECONOMIA:

- Cosechas francamente malas: -50% de Base de Recaudación con respecto al resto. La Base de Recaudación baja de 100 a 50.

CAUSA DE LAS MALAS COSECHAS: - El clima ha sido muy cruel este invierno, y la primavera también ha sido excepcionalmente fría en la región.

SUCESOS DE INVIERNO:

- Llegada de Artistas: El Circo de Ambrose. Artistas griegos procedentes del Imperio Bizantino. (ENE 950)

SUCESOS DE PRIMAVERA:

- El Circo de Ambrose se marcha hacia Bucarest. (ABR 950).

- Nace un niño de ojos plateados en el seno de una familia campesina (ABR 950). - Los padres no le han bautizado por miedo a una maldición feérica.

- Llega Caravana de saltimbanquis búlgaros de Murvasov. Vienen de Slatina (JUN 950).

- Tiradas (4)

Tirada: 1d100
Motivo: Economía.
Resultado: 95

Tirada: 1d100
Motivo: Causa de malas cosechas.
Resultado: 35

Tirada: 1d100
Motivo: Sucesos de invierno.
Resultado: 55

Tirada: 1d100
Motivo: Sucesos de primavera.
Resultado: 87

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07/03/2008, 22:37
SITUACION

- Taliesin el Portador de la Tristeza se encuentra en la carretera a los Saltimbanquis búlgaros de Murvasov, que en un principio se muestran extremadamente desconfiados hacia él. - El líder de los Saltimbanquis se llama Brennu el Mercader.

- Taliesin: Tira Carisma + Subterfugio, dificultad 7, para hablar con Brennu el Mercader y averiguar por qué se muestran tan suspicaces.

- El grupo llega a la vez a Alexandria.

- Alexandria es el pueblo natal de Taliesin, pero fue raptado siendo un bebé, por lo que no conoce nada del pueblo.

- Enseguida se entera de que el gobernante es el Anciano Dravoi, y que en el pueblo habitan apenas 100 Familias que subsisten precariamente de los huertos, pero este año las cosas pintan mal porque el invierno ha sido especialmente crudo, y la primavera sigue siendo especialmente gélida. Es difícil sembrar campos helados.

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07/03/2008, 22:44
SITUACION

SUCESOS LOCALES:

- En junio nació un niño de ojos plateados en el seno de una familia campesina. Los padres están asustados y aún no han bautizado al niño por miedo a una maldición feérica.

- Hace unos meses, llegaron inmigrantes griegos del sur. El Anciano Dravoi los rechazó porque el clima estaba siendo muy malo y no había alimentos para todos. Marcharon hacia el norte (en dirección al Bosque del Invierno).

- Hace pocos meses estuvo aquí el Circo de Ambrose, un circo de artistas griegos que se vieron atascados en el pueblo a causa de las nieves. Apenas pudieron ganar dinero en este pueblo mísero, en cuanto pudieron marcharon hacia Bucarest.

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17/03/2008, 22:42
Taliesin el Portador de la Tristeza.
- Tiradas (1)

Tirada: 3d10
Motivo: Carisma+Subterfugio
Dificultad: 7+
Resultados: 8, 9, 4
Exitos: 2

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17/03/2008, 22:45
Taliesin el Portador de la Tristeza.
- Tiradas (2)

Tirada: 5d10
Motivo: Carisma+Interpretación
Dificultad: 6+
Resultados: 10, 2, 7, 9, 5
Exitos: 3

Tirada: 1d10
Motivo: Carisma+Interpretación
Dificultad: 6+
Resultado: 6 (Éxito)

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18/03/2008, 12:58
Taliesin el Portador de la Tristeza.

El camino de Slatina hacia Alexandría no fue tan duro como los anteriores. El frío ya estaba mermando considerablemente, no quedaba ni rastro de nieve y grupos nuevos comerciantes y nómadas se unían a los caminos.

Uno de aquellos grupos fueron unos saltimbamquis. La gente pensará que éstos por su condición deberían ser alegres y joviales, sin embargo Taliesín se encontró a la compañía más triste y cabizbaja que jamás se hubiese podido hallar. Aún así, la gente que se mostraba reacia al principio de ver al bardo, aceptó su compañía por un día, sin llegarse a convencer de la naturaleza bondadosa de nuestro viajero. Pensaban que eran un grupo mucho más numeroso y que nada podría pasarles, ya que Taliesín era uno solo y no tenía nada que hacer contra ellos.

El camino fue silencioso, salvo por el sonido de los pies arrastrados sobre el barro y la tierra y algún que otro llanto de un niño pequeño. Según iba cayendo la noche, las bocas se abrían para mugir alguna que otra palabra. Salvo el líder de ellos, Brennu el Mercader, se acercaba a hablar de vez en cuando a Taliesín, haciéndose las preguntas típicas que dos desconocidos se hacen para conocerse, salvo que en este caso, muchas quedaban sin respuesta y la única contestación que recibían era el silencio acompañado de una mirada gacha.

Cuando por fín decidieron el sitio donde acampar, las mujeres hicieron pequeñas hogueras y colocaron calderon encima de ellas para hacer la cena a todo el grupo, los niños correteaban alrededor del fuego, gritando y riéndose y los hombres fueron a buscar grandes troncos donde poder sentarse y remas secas para avivar las hogueras.

Una vez el campamento provisional estuvo montado y todos los viajeros sentados alrededor de los fuegos, Brennu invitó a Taliesín a que cantase una canción. Éste sonrió lleno de gratitud y les dijo:

-Me halaga profundamente que me hagáis esa petición. Les prometo que el repertorio con el que hoy les deleitaré será de sumo agrado y hará cambiar esas caras tan apenadas por unas más alegres.

Taliesín tocó cinco piezas, bonitas historias de amor, en las cuales las mujeres se las notaba que tenían el corazón cogido en un puño hasta que los protagonistas volvían a juntarse para ser felices para siempre, o fantásticas historias de caballeros, que atravesaban el continente, matando a todo tipo de bestias y mostruos, en las cuales los hombres aplaudían a cada espadazo del valiente.

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19/03/2008, 20:46
Director

TALIESIN EL PORTADOR DE LA TRISTEZA: RESULTADOS DE JUNIO:

- Has recabado cuanta información has podido de Alexandría.

- Te intriga lo del bebé de ojos plateados. ¿Será un niño con sangre feérica?

- También es extraña la hosquedad de los saltimbanquis de Brennu el Mercader. Esta gente suele ser más bien alegre y simpática. Es obvio que algo malo les ha pasado y que ya no confían en nadie. Crees deducir que en uno de los pueblos en que estuvieron la gente se volvió contra ellos y mataron a una de las familias que componen el grupo de saltimbanquis búlgaros.

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19/03/2008, 20:48
TEMPUS FUGIT

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

ESTACION DEL VERANO.

MESES DE JULIO, AGOSTO Y SEPTIEMBRE.

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21/03/2008, 03:19
Taliesin el Portador de la Tristeza.

Los que compartían círculo con Taliesín estaban tan embelesados en las caciones de éste que pronto se olvidaron de que la comida hervía sobre el fuego y el resultado fue un puchero quemado que inundó el pequeño campamento de humo y olor a quemado.

Taliesín sufrió su eco, que afortunadamente no fue demasiado fuerte, pero sí lo suficiente como para hacer terminar la velada. Todos se fueron a la cama, algunos con hambre de más y otros con penas de menos.

Aún así Brennu se quedó despierto un rato más junto con Taliesín, haciendo casi de vigía de éste, cuidando que no robase nada. El juglar para quitarle tensión a la situación comenzó a hablarle:

- Veo que los ánimos no están muy altos en el grupo. ¿Es que ha ocurrido alguna desgracia entre su gente?

Ese maldito bosque... ya no podré volverles a ver...- susurró en voz muy baja el mercader, que pronto se dió cuenta del aún desconocido con el que se encontraba -Eso no es problema suyo, así que le ruego no se meta en unos temas tan delicados.

Con un gruñido se arropó con una manta de lana marrón y se recostó contra el suelo dándole la espalda al desconocido. Pocos minutos después Taliesín cayó dormido en un profundo sueño.

A la mañana siguiente el grupo llegó al pequeño poblado de Alexandría. La aldea contaba apenas con unas cien casas, que se veían pobres y al poblado en general fantasmagórico y desierto. De la misma forma se mostraban también los saltimbanquis con Taliesín, recelosos del juglar. Parecía que las canciones no había calado lo suficientemente hondo en sus corazones.

La tierra del lugar que antes había sido fértil hoy se encontraba mermada y muerta, ya que muy pocos brotes nacían del suelo. La gente del poblado se la veía consumida, pocas casa de alta alcurnia allí había, pero el trobador decicidió ir a visitar la primera que encontró. Una vez allí llamó a la puerta y así se presentó:

- Muy buenas señores, soy Taliesín, un juglar que deambula por tierras transilvanas en busca de nuevas canciones y unos pocos florines. Permíntame que ose ofrecer mis servicios a esta casa de tan alto prestigio.- e hizo una pronunciada reverencia, haciéndose notar muy servicial.

-Pase, pase. No es que estemos para celebraciones, pero en esta casa siempre agradecemos un poco de buena música que acompañe nuestras veladas. Puede quedarse por unos días en nuestro salón- el hombre de la casa extendió la mano, mostrando así a Taliesín el lugar donde habitaría por un breve período de tiempo -Sepa que ha tenido suerte, últimamente no es una buena época para Alexandría. A causa de las fuertes heladas no hay tierra que pueda cultivarse ni espiga que pueda ser segada. La gente está pasando mucha hambre...- el hombre se quedó pensativo cortando su discurso y echando la vista hacia el techo, con una mirada que mezclaba nostalgia de unos buenos tiempos anteriores y miedo ante peores tiempos posteriores.- Para serle sincero, esta ciudad está sufriendo una maldición. Primero no paran de llegar forasteros, que antes eran bien recibidos pero ahora ni siquiera hay comida suficiente para todos. El ejemplo usted lo tiene en el circo de Ambrose, quedaron aquí atrapados a causa de las nieves y salieron más flacos y pobres de lo que habían llegado.

Taliesín se quedó muy compungido ante la noticia de las malas cosechas, pero ahora necesitaba descansar por un rato y seguir hablando con el buen hombre más tarde. Así que me empezó a mostrar sus afecciones, su dolor de pies y su cansancio en general. EL hombre pronto se dio cuenta de lo exhausto que estaba el viajero.

-Discúlpeme si hablo demasiado, pero bueno, es mi carácter. Ahora hágame el favor de descansar y esta noche podremos seguir hablando entre canción y canción- con una mano le hizo un gesto a la sirvienta para que trajese un poco de cerveza y pan para el recién llegado.

-Mi señor, es muy triste y duro lo que usted me cuenta, comparto su pena profundamente. Si me disculpa necesito descansar mis pies por un rato y podremos seguir hablando en breves. Muchas gracias por su hospitalidad, crea que durante la primera velada se regocijará de haberme dado cobijo.

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21/03/2008, 13:26
Taliesin el Juglar.

Taliesín se pasó la tarde entera comiendo, durmiendo y descansandos sun enclencuqes piernas.

Cuando llegó la noche y en la casa sirvieron la cena, el señor le invitó a que se uniera a ellos. Se sirvió ensalada de col, pollo asado y de beber un vino tinto muy fuerte que debían mezclar con agua. Durante la cena, los comensales le contaron a Taliesín lo duro que estaba siendo este año, que inmigrantes que vinieron desde Grecia tuvieron que ser expulsados por el anciano Dravoi ya que eran demasiadas bocas que alimentar.

- Era una gente humilde que venía desde el sur, con el típico acento griego tan curioso. Pero se ve que no contaron con demasiada suspicacia y partieron hacia el norte, directos justo a ese Bosque maldito...

Era la segunda vez que oía aquelllas palabras, "bosque maldito" y Taliesín sabia perfectamente que se refería a su lugar de procedencia, a su hogar. Empezaba a sospechar que la gente no estaba tranquila en Alexandría con la presencia del Bosque del Invierno y todas sus criaturas feéricas acechándoles. Cuanto sentía el juglar que su querido hogar crease tanto miedo entre la gente.

Cuanto más estaba en Alexandría más nervioso se encontraba: la gente temía a las hadas enormemente y quizá si descubrieran que él era una de ellas no saldría ileso de aquel poblado. Además en cualquier momento podría cruzarse con sus padres o con algún miembro de la familia, cruzando mismamente una calle.

- Mi querido juglar, de ese bosque nada bueno sale, han llegado hasta a raptar niños, hace ya años que no ocurre, pero vivimos sumergidos en la desconfiaza. Ahora estamos un poco más alerta ya que en la casa de al lado, y escúcheme con atención, ha nacido un niño de ojos plateados. La familia está atemorizada, no saben si bautizarlo, es más aún no han llamado al sacerdote griego. Si lo hiciesen el niño perdería toda su magia, pero lo peor es que la gran venganza de las hadas caería sobre ellos comenzando con el terrible aullido que se escucha a lo lejos.

Taliesín se mostró muy sorprendido ante las nuevas que estaba escuchando, un ser de ojos plateados era probable que fuese una criatura feérica. Además acababan de hablar de niños raptados, niños como él y no puedo evitar tragar saliva y respirar hondo para tranquilizarse.

-Señor, he de decirle que aquí el presente acaba de pasar por esas tierras y lo último que he sentido ha sido miedo. Por lo visto las hadas están protegiendo los caminos, para que los comerciantes puedan vender y comprar con tranquilidad.

De repente todas las cabezas se volvieron hacia Taliesín y las miradas se clavarón en él cuan dagas afiladas.

-Si tú lo dices, así será.

Todos los comensales le quitaron un voto de confianza al juglar, que iba promoviendo las tierras que ellos durante tantas décadas habían temido.

-Las cosas están muy mal, hemos oído que los territotrios del norte han recibido una invasión magiar, que incluso una ciudad sitiada por monstruos.- las personas en general se mostraban bastante alicaídas y cabizbajas -Son tiempos muy difíciles.- terminó sentenciando el señor de la casa.

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21/03/2008, 18:03
Taliesin el Juglar.

La noche acabó con Taliesín cantando algunos romances y los señores de la casa embriagados con el vino.

A la mañana siguiente, ya bien entrado el día, Taliesín se acercó a la casa del niño de los ojos plateados. Quería ver con sus propios ojos las facciones de aquella criatura insólita. Lo único que consiguió fue un portazo en las narices, una mirada acusadora y una despedida muy poco cordial alegando que no habían pedido ningún juglar.

El trobador no quería perder su mañana así que decidió volver a visitar a los saltimbanquis. Cuando se acercó a ellos tenían un par de puesto montados en donde vendían pulseras y avalorios extraños, así como objetos difíciles de encontrar. Vio como Brennu organizaba los puestos y dirigía la situación de todo el grupo, así que Taliesín se acercó a hablar con él.

- Buenos días buen viajante- dijo Taliesín con una sonrisa embelesadora - ¿Qué tal te va el negocio?

En la mirada de el mercader apareció una mueca de desconfianza que le hizo fruncir el ceño.

-¿Qué haces tú por aquí? La verdad, es que el negocio no va muy bien, apenas hemos vendido un par de cosas. Ojalá se acabe la pobreza en las tierras Transilvanas y empecemos una época de prosperidad.

- Vaya... siento mucho tu desgracia noble Brennu- Taliesín puso cara de preocupación compadeciéndose por el líder de los saltimbanquis - He de darte un consejo. Si quieres buenas tierras para comerciar, he oído que en el bosque del Invierno últimamente se están haciendo buenos negocios, que las hadas cuidan los caminos para los comerciantes y que la delicuencia es práticamente nula.

La cara de Brennu cambió inmediatamente. La furio y la ira se mostraban en sus facciones haciendo marcar sus rasgos expresivos enormemente. Con el ceño fruncido y la bica bien cerrada y apretada, levantó una mano y moviendo dos dedos llamó a varios hombres que tenía a sus espaldas. Éstos se acercaron hacia ellos con garrotes y varas en sus manos, Taliesín podía percibir perfectamente en la situación de peligro en la cual se encontraba.

- Discúlpame grande Brennu si te he ofendido, no era mi intención, sólo deseaba proporcionarte sabiduría para que tus negocios fuesen prósperos.

Los hombres del mercader se pararon destrás de éste. Taliesín se marchó haciendo una reverencia, muy asustado y sis darles la espalda pasados unos veinte metros.

Parece que el día no le estaba yendo bien a nuestro desafortunado juglar. Andando por la calles se encontró a una vieja vestida de negro y desdentada a la cual le preguntó quien era el boyardo de la ciudad. La mujer ocntestó que el boyardo hacía años que no aparecía por las tierras y quien realmente gobernaba era el anciano Dravoi, indicándole dónde estaba su casa.

Cuando llegó allí llamó a la puerta y una mujer joven la abrió. Ésta le preguntó quien era y que le hacía caer por esas casa a lo que el juglar contestó que quería pedirle permiso para tocar en alguna fiesta venidera. Pronto la mujer le hizo pasar a la estancia principal de la casa donde estaba esperando el Dravoi con una copa de vino en la mano.

¿Qué os hace care por mi humilde casa extranjero? Lucilda, tráele una jarra de vino, el señor necesitará algo que beber.- la mujer fue directamente a la cocina y trajo un jarro de barro lleno del aquel vino fuerte que la noche anterior había provado en la casa donde se alojaba- Ya ve, que aquí en Alexandría, a pesar de que nos encontrados sumergidos en una profunda pobreza seguimos siendo cordiales con los invitados.- Dravoi empieza a jugar con el vaso que tenñia entre las manos dándole vueltas.

- Muchas gracias mi señor, es un placer pasar unos día en esta pequeña aldea. El asunto que me urge para con usted es pedirle permiso para tocar en las fiestas venideras que hayan de realizarse y poder así ganarme unos cuantos florines.

- He de decirle que en este poblado no celebraremos fiestas hasta dentro de mucho tiempo. No paran de lllegar extranjeros que no hemos podido y no tenemos comida suficiente. Bastate hemos tenido con el circo- y lanza un suspiro que demuestra lo cansado que está de la precaria situación.

- ¿Un circo? Vaya que interesante. Podría usted decirme con que gente contaba la compañía.

El anciano arqueó una ceja mostrando una profunda estupefacción y sorpresa ante la pregunta de Taliesín.

¿Y a qué se debe ese repentino interés?- preguntó

- No se preocupe, simplemente le estoy siguiendo la pista a un amigo que estaba metido en un circo ambulante.

Dravoi relajó la cara y le contestó a Taliesín:

- El circo contaba con malabarista y acóbatas, que parecían conocer bien el Imperio Romano de Oriente, tenían un gran acento griego. Su líder poseís unos conocimiento de prestidigitación asombrosos, escondía frutas y monedas detrás de las orejas de los niños y hacía aparecer y desparacer oañuelos de colores de entre sus manos como la nada.

- Vaya... que interesante. Me parece que mi amigo no se encuentra allí, pero si ve otro juglar por aquí dígale que ha pasado el noble Taliesín por sus tierras.- el trobador hizo una gran pausa bebiendo un gran trago de vino -He de decirle que estoy muy asombrado con el miedo que hay en estas tierras por el bosque del invierno y tambíen por el nacimiento del niño de ojos plateados.

- Da mala suerte hablar de eso. Nosotros nunca hablamos de ese... bosque, ni de la... gente, que allí habita.- contestó muy serio

- En mi opinió creo que ese niño no debría quedar sin bautizarse y vivir en el mismísimo pecado

- Vos que sois ¿un sacerdote o un juglar?- preguntó Dravoi muy agresivamente.

-Un juglar con unas creencias muy acérrimas. En esta vida es Dios el único que nos puede guiar por los caminos tenebrosos - Taliesín termina santiguándose.

El anciano mira con desdén al juglar y acaba despiéndole de su casa:

-Pues seguid esos caminos tenebrosos y dejar de molestar en este pueblo en el que no se os ha perdido nada-

Taliesín partió para su casa, por la noche volvió a agradar a la familia que le hospedaba tocándole unas bellas canciones.

Ya había averiguado suficiente en Alexandría. Era la hora de partir, pero antes debía llevarse una cosa muy especial...

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21/03/2008, 18:06
Taliesin el Juglar.

Esa mima noche Taliesín se preparó para una aventura nocturna. Se levantó en mita de la noche y empezó a empaquetar sus pobres pertencias: su laúd, su ropa de recambio y el poco de dinero que tenía.

Al parecer el ajetreo despertó al ama de llaves de la casa que se acercó al salón a averiguar qué era lo que estaba pasando. Cuando vió a Telisín arreglando su macuto le preguntó si le psaba algo a lo que éste contestó:

-No, mi señora, simplemente no podía dormir y me he puesto a ordenar las cosas para relajarme

La mujer le rogó que no hiciese ruido que iba a despertar a los niños y que por favor se quedase durmiendo tranquilamente.

Transcurrieron dos días normales, que el juglar dejó pasar para no crear muchas sospechas. Parecía que la gente de la casa ya estaba cansada con su presencia y que debía haber excedido su paciencia.

Esta vez Taliesín consigió recojer sus cosas sin hacer ningún ruido. Lo único que podía oirse eran los profundos ronquidos de los señores de la vivienda. Pero cuando fue a abrir la puerta, las bisagras rechinaron un poco. El cuerpo del juglar se tensó enormemente como si fuese un gato en estado de tensión, pero no ocurrió absolutamente nada y los ronquidos siguieron sonando rítmicamente igual que antes.

Salió sigilosamente de la casa hacia la calle, que estaba desierta. No se veía ni un alma por allí, seguramente los milicianos habrían caído en un profundo sueño causado por el alcohol de la cena. Taliesín llegó andando de puntillas hasta la verja de la casa vecina, evitó al perro sublimemente y cogió un palo.

Se quedó parado en frente de la puerta durante unos segundo hasta que volvió a tomar su forma feérica.

Ahora empezaba la aventura verdaderamente peligrosa.

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21/03/2008, 18:20
Taliesin el Portador de la Tristeza.

El palo que había cogido Taliesín era extremadamente fino. No lo recogió por gusto sino para abrir la tranca de la puerta. Metió el palito por una rendija y consiguió abrir sin hacer ningún ruido, parecía que llevaba toda su vida haciendo aquello.

Al entrar en la casa la oscuridad era total, por lo que el juglar se concentró para poder conseguir la habilidad que tenían sus ojos feéricos de ver en la oscuridad. En unos instantes Taliesín consiguió ver perfectamente en la oscuridad. Pericibió perfectamente que se encontraba en el comedor y que al fondo había una habitación que debería ser el dormitorio principal donde se encontraían los padres y la cuna del bebé.

Muy lentamente se acercó hacia la segunda estancia. En seguida vió donde dencansaba aquella extraña criatura de ojos plateados. Con sumo cuidado se plantó delante de la cuna y recogió al niño, acunándolo en sus brazos.

Parecía que lo peor había pasado. Salía de la casa sin ningún problema y del pueblo sin encontrarse con nadie. Parecía que el poblado estaba desierto.

Una vez en el camino hacia el bosque del inviernos utilizó su poder feérico que le hacía andar más deprisa. La mala suerte del juglar hizo que se tropase en una cequia y cayese dentro de ella derepente.

Las consecuencias fueron catastróficas, su laúd salió disparado hacia un lado y el bebé hacia otro, que acabó cayendo encima de una piedra y golpeándose la cabeza. Taliesín olvidó su instrumento por un momento y se fué directo a rescatar al bebé, que desgraciadamente había comenzado a llorar esptrepitosamente y sangraba por su pequeña cabecita. Por mucho que el hada intenó calmarle no lo consiguió, así que se dispuso a salir corriendo de allí antes de que la gente se diese cuenta y saliesen en su busca.

El partió con el niño en brazos y sangrando, en un estado lamentable, hacia su hogar. No dejó de andar en toda la noche, pero cuando él creía que los preligros se habían acabado, por haberse alejado lo suficiente, comenzó a oir un ruido que le puso en seguida en estado de alerta.

Según estaba amaneciendo Taliesín volvió a tomar su forma humana ya que no quería que nadie le reconociese y obviamente a la luz del día era mucho más fácil. Siguió andando incansablemente en dirección al bosque del Invierno. En un momento dado vio como dos milicianos corrían escandalosamente hacia él, acercándose cada vez más. Habían partido de Alexandría en su búsqueda y su única misión sería recuperar al niño y matar a su captor, por mucho miedo que le diese el juglar no estaba dispuesto a perder la vida por dos míseros humanos y tampoco iba a permitir que le quitasen el niño después de que lo peor ya hubiese pasado.

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24/03/2008, 15:17
Taliesin el Juglar.

Los milicianos se acercaba corriendo apresuradamente, algunas veces levantando un poco de polvo cuando pasaban por zonas arenosas. En su violenta marcha el ritmo no cesaba, parecían que habían dejado de importarles el dolor corporal muchos kilómetros antes, indicando en la buena forma en que se encontraban.

De repente uno chilló, mostrando una enorme furia en sus palabras:

-¡Ahí está ese maldito juglar!

Taliesín tragó saliva y supo que era hora de luchar. Agarró el niño con la mano izquierda, sujetándolo muy bien contra su pecho. Con la mano derecha, dio un par de pasadas en el aire. Luego cerró los ojos y empezó a murmurar algo en voz muy baja, tan baja que ni siquiera él era capaz de oirla y sólo era perceptible para su alma feérica.

En pocos segundos una gran corriente de aire se levanto alrededor del hada. Empezó moviendo las hojas de los árboles del alrededos del camino, continuó levantando un poco de tierra. El movimiento era circular dejando a Taliesín en el ojo de un pequeño huracán.

Según se iban acercando, las hohas afiladas de laz lanzas que portaban brillaban con más intensidad reflejando los rayos del sol. El juglar tragó saliva y en cuanto los tuvo suficientemente cerca levantó el brazo que tenía libre. Alzó un dedo acusador y una potente magia, imperceptible para los milicianos fue directa hacia el primero de ellos, que cayó desplomado al suelo soltando su lanza y agarrándose el pecho. Un grito de dolor desgarrador rompió el rítmico andar que habían llevado los humanos hasta encontrar al hada.

Mientras que el primero caía el segundo se acercó más hacia él y le lanzó un ataque. Desafortunadamente para él su lanza no fue certera y pasó bastante lejos del cuerpo de Taliesín.

El primero de ellos ya se había recuperado del ataque invisible que había sufrido y se acercaba dispuesto a darle su merecido al ladrón de niños. Lo primero que hizo fue agacharso con alguna que otra dificultad y recoger la lanza que había caído al lado suya.

Taliesín alzó la mano y lanzó su disparo contra el segundo oponente que cayó inmediatamente de rodillas, con la boca abierta, intentando gritar, y los ojos desorbitados. Sus dedos se retorcieron y se tensaron dejando las manos totalmente rígidas. El dolor de su pecho era insufrible.

El primer oponente al ver como su compañero de misión sufría enormemente se quedó petrificado, su cara cambió inmediatamente y el horror y el miedo se reflejaron en sus facciones. No podía articular palabra, lo que estaba viendo y sufriendo nunca lo podía haber imaginado. ¿Cómo podían sufrir de aquella manera con algo que ni siquiera eran capaces de ver? Comenzó a bablbucear, intentando pronunciar alguna calumnia contra quella criatura extraña.

- Criatura de Satán-- gritó lleno de espanto.

El segundo hombre que había caído ante el ataque de Taliesín, hizo un útimo esfuerzo por acabar con su oponente. Intentó atacarle con la lanza, pero el vendaval que protegía a Taliesín hizo que su ataque fuese en vano. La situación no pintaba bien para aquellos insignificantes humanos. Los milicianos comenzaron a pensar que lo que mejor podrían hacer sería retirarse hacia Alexandría, no tenían nada que hacer contra aquella criatura feérica. El primero de ellos empezó a correr hacia el pueblo de donde habían partida, movido por el miedo y la desesperación. El segundo intentó volver a atacar al hada volviéndole a golpear con su lanza, pero sus fuerzas estaban tan mermadas que lo único que consiguió fue salir casi despedido para atrás por la corriente de aire que envolvía al juglar.

Aún así, Taliesín no estaba contento y movido por la furia volvió a lanzar su ataque invisible contra el primero de ellos, que cayó desplomado al suelo.

El combate había terminad, ahora sólo quedaba llegar cuanto antes al Bosque del Invierno y mostrarle la criatura a Noderoth. Había que curar al pequeño bebé y ver si realmente era feérico o no. Además el hada estaba impaciente por contarle todas las novedades que había oído en el camino, pero no sabía si iban a ser suficientes como para agradar a Noderoth.

La sensación que sentía al final de su viaje, no era de cansancio, por haber recorrido grandes distancias, no era de frustración, por no poder haber cumplido la misión que se le había encomendado y tampoco era de satisfacción por haber acabado con aquellos humanos y haberse llevado al bebé. Lo único que sentía Taliesín era un desprecio aún mayor por la raza humana, a la que seguía viendo enormemente patética.

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29/03/2008, 13:28
Director
Sólo para el director

SUCESO:

- Se siembran forrajes para los animales y se les deja pastar. Sin incidentes.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Sucesos de verano.
Resultado: 41

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29/03/2008, 13:29
SITUACION

SUCESO:

- Se siembran forrajes para los animales y se les deja pastar. Sin incidentes.

- Taliesin el Juglar ha sido visto robando un niño por varios milicianos, a los que el maldito Juglar atacó con "malignos encantamientos", dejándoles muy débiles. Luego huyó rápido como el viento.

Notas de juego

// Taliesin sale de Escena en dirección al Bosque del Invierno.

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27/04/2008, 22:56
TEMPUS FUGIT

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.