Partida Rol por web

Agradecido ante la respuesta de Byor, Schaar pregunta, "¿y por qué no usar nuestra indumentaria habitual, armas incluídas? Así tendría el plus de intentar controlar nuestra fuerza para no herir al rival"

La propuesta del caballero era atrevida, y esperaba que fuera tentadora para su oponente.

"Tenéis mi palabra de que no os inflingiré ningún tipo de daño", aclaró ante posibles suspicacias.

Me gusta la idea...

Hace tiempo que no tengo la oportunidad de luchar con mi espada... y temo que se oxide de continuar así.

-Me gusta vuestra idea caballero Schaar. -Digo mientras desenvaino.

Tomando la espada con los dos manos me pongo en guardia, hago una "reverencia" dando a entender al caballero que estoy preparado y vuelvo a ponerme en guardia nuevamente.

Esta vez me tomaré mas tiempo para estudiar sus movimientos. No tenemos prisa... Mi señor no me necesita por ahora, puedo aprovechar estos momentos con cuidado... ver cuanto tiene que enseñarme este rival. 

A diferencia de su padre la joven Condesa permaneció en el patio del castillo un rato más. No pretendía quedarse hasta el final pero le resultaba interesante observar como ambos hombres entrenarían sin presión alguna.

Mientras ambos se preparaban sus ojos no pudieron evitar seguir el rastro de sangre perteneciente a aquellos pobres infelices. Ahondando en su memoria le era imposible recordar cuando fue la primera vez que presencio un acto tan brutal y desmedido (por no decir injusto) a manos de su padre, pero si era cierto que había sido testigo de actos similares. Con el tiempo había comprendido la forma de actuar de su padre, y aunque ella era más sutil una parte sentía que acciones como aquella eran símbolo de poder, y tiranía. Pero si alguien osaba decir que no era un ejemplo como Gobernante se equivocaba bastante. En los tiempos que corrían al parecer la fuerza física estaba un paso por delante en todo, pero Dubieta tenía otros planes en mente mucho más complejos que manejar una espada.

La entrecortada voz de su doncella, Enrieta, la sacó de sus pensamientos.

Enrieta había pasado la mañana yendo de un lugar a otro del castillo, hasta donde le permitían, para ser los ojos y oídos de su Señora. La observó con cuidado y en el preciso momento que la Condesa desviaba la mirada hacia ella se hizo notar. La doncella tenía la lección tan aprendida que no interrumpía a su Señora a menos que fuera muy importante.

- Mi Señora... ahm... hice lo que me dijo y no veo grandes cambios -dijo no demasiado convencida, cosa que su Señora percibió.

- Está bien... -respondió Dubieta- Haz que preparen la comida y la sirvan en el comedor. Prefiero tener la oportunidad de rodearme de los huéspedes del castillo -dijo para sí- Otra cosa... cuando termine su entrenamiento procura que el Caballero Dvy no tenga demora alguna en disfrutar de un buen baño y comida. Después de eso hazme saber que ha terminado -dispuso la joven teniendo en mente una futura conversación con él.

CONDADO DE PRAHOVA: RESULTADOS DE VERANO:

- Caballero Schaar Dvy: Mejora Armas Cuerpo a Cuerpo 1 punto. Mejora Atletismo 1 punto. Mejora Esquivar 1 punto.

- Condesa Dubieta Szantovich: Mejora Política 1 punto. Mejora Etiqueta 1 punto. Mejora Senescal 1 punto.

- Byor el Guardaespaldas: Mejora Armas Cuerpo a Cuerpo 1 punto. Mejora Supervivencia 1 punto. Mejora Atletismo 1 punto.

- Hogor: Mejora Subterfugio a 1

- Conde de Prahova:
1) Realiza diversas acciones diplomáticas.
2) Reclutar Maestro Constructor: Tirada de 9 dados a dificultad 7. Si lo consigue (al menos un éxito neto) deberá abonar 50 Florines de la paga de un constructor.
3) Al no haber roleado la acción del mesajero, se queda para la siguiente estación. En su lugar convierte a Byor el Guardaespaldas en un Lugarteniente.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.

SUCESOS DE OTOÑO:

Andronicus el astrólogo fallece en su lecho.

SUCESOS DE OTOÑO:

Andronicus el astrólogo fallece en su lecho.

- El Maestro Constructor Yoru acude al Castillo de Prahova en respuesta al anuncio del Conde en el que pedía un constructor.

- Su pago serán 50 Florines por adelantado, y otros 50 Florines por año de trabajo.

CASTILLO DE PRAHOVA:

- "Mi señor, ¿me habéis hecho llamar? Estoy a vuestro servicio." -

Tras el asentimiento del guerrero, cosa que Schaar daba por supuesto, ambos contrincantes se prepararon, esta vez a conciencia. Una vez que los ojos del Knezi no estaban presentes, cualquier expectador esperaría un combate más relajado y tranquilo, pero nada más lejos de la realidad.

Después de los primeros pases, la cosa quedó clara. Ambos querían demostrar cuan cualificados estaban para defender su posición, uno, el guardaespaldas de uno de los knezis más poderosos de los Kárpatos, el otro, un caballero con recientes aspiraciones a la encomendación de un territorio bajo soberanía del Knezi.

El intercambio de golpes fue tan violento que habría sido mortal para más de uno en su situación, pero se encontraban dos luchadores formidables.

Intentando prever los golpes del caballero, Byor se mantuvo algo distraído, pero la velocidad con la que los asestaba Schaar le hizo tener que contraatacar si quería que el combate no durara menos de lo que se esperaba. Así que éste tuvo que ir asimilando el estilo de lucha del rival con algo más de paciencia y dificultad de la que pretendía, ya que tuvo que poner todo su afán en no perder terreno de su parcela.

Cualquiera hubiera pronosticado un derramamiento de sangre después del combate que estaban disputando y con las armas que blandían tan magníficamente, pero parecía que por obra de un milagro, ninguno de los dos llegaban a golpear lo suficiente al otro para que su líquido vital asomara por sus golpes.

Así mantuvieron un ritmo altísimo durante bastante tiempo, hasta que la falta de alimento les hizo salir a ambos de su concentración total y absoluta para recordarles que aquel combate no era más que el primero de una serie de enfrentamientos cuyo objetivo era el perfeccionar sus habilidades, no mermar el poderío del Knezi segando la vida de alguno de sus hombres más capacitados.

Después de felicitarse por el combate que habían vuelto a mantener y concertar el próximo, Schaar atendió a la propuesta de Enrieta, la doncella de su Señora y partió hacia sus aposentos en pos de un reconfortante baño que no tardarían en prepararle.

"Por favor, Enrieta, pedid que me sirvan un ágape en mis aposentos e informad a vuestra Señora que estoy a su entera disposición", dijo mientras partía hacia su dormitorio.

Cuando el caballero Schaar se retiró, aun me quede un buen rato en el patio. Pensando en el combate mientras resollaba.

No esta mal... no esta nada mal.

Cuando hube descansado suficiente, comence a repasar mentalmente mis deberes por si había alguna cosa que hubiera pasado por alto. Me sorprendió darme cuenta de que aparentemente no tenía ninguna tarea pendiente.

El castillo esta muy tranquilo sin esos intrigantes... dudo que esta situación dure demasiado tiempo, por lo que sería menester aprovecharla al máximo con estos pequeños divertimentos con el caballero Schaar.

Pero bueno, hay un deber ineludible para mi... que es la atención a Mi Señor.

Voy a una esquina del patio donde hay un barreño de agua. Me desprendo de mi armadura y me aseo un poco. Cuando vuelvo a estar presentable me dirijo a los aposentos del Conde para cumplir mis habituales obligaciones como su guardaespaldas.

-Mi Señor- Digo al llegar ante su presencia acompañándo mis palabras de una reverencia. Sin esperar respuesta me situo a la espalda del Señor de Prahova.

Si, Maese Yoru, pase.

El Knezi estaba disfrutando de un poco de vino, reposado en un sillon que tenia pinta de ser bastante confortable.

Te he llamado porque es necesario emprender labores de reconstruccion del castillo de Covasna.

Ya se que eso implicaria un viaje, pero por ello no has de preocuparte, saldras dentro de poco en esa direccion y se te pagara tanto el camino como el primer año de trabajo, lo que se te deba a partir de ahi se te pagara a tu regreso.

Llaman a la puerta, que se abre tras escuchar mis palabras de permiso.

Es Byor, que ya debe haber acabado su entrenamiendo ton el caballero Schaar.

Byor, este es Yoru, el costructor que ira a reparar los daños del castillo de Covasna.

Habeis tardado poco, ¿que tal ha ido?

Con la cabeza aun baja respondo a Mi Señor.

-El caballero Schaar Dvy es un formidable guerrero. Sus dotes en el combate lo convierten en un hombre digno de vuestra confianza para defender vuestros intereses, Mi Señor.

Medito si añadir algo más. Me gustaría contarle al conde lo mucho que em alegra topar con un rival así, sin embargo...

-Por mi parte fue muy satisfactorio poder ejercitarme de este modo. Espero poder repetirlo mientras su estancia en Prahova se lo permita.-  El Conde sabrá entender mis palabras.

Aguardo en esa postura si Mi Señor requiere algo más de mi. De no ser así ocupo mi lugar habitual.

El monje se pregunta porqué lo dejaron esperando allí de pie, él quería comer, y decansar en una cómoda cama, o por lo menos en un jergón.

De improviso un criado apareció y agachando la cabeza le dijo al Hermano:

Perdone, la lucha entre el guardaespaldas del Knezi y el de su hija nos distrajo, no queríamos hacerle esperar, por favor, sígame, creo que tenemos una buena habitación por aquí.

El hombre guió a ambos hasta una habitación de una calidad un poco inferior a la de los mismos nobles.

Aquí es, en seguida les traeremos comida de sobra.

El lacayo volvió a irse a toda prisa, volviendo al momento, con dos bandejas en las que llevaba agua, vino, leche, pan, fruta y algo de carne.

Aquí tienen, por favor, no le digan al Conde de nuestro retraso.