Partida Rol por web

El anciano decidio que ya era hora de hablar en persona con el señor que su hijo cuidaba. Segun comentaba Dimitri ya se encontraba bastante mejor.

No dejaba de ser alguien que parecia intimamente ligado al señor Sidor, antiguo señor de estas tierras.

-Dimitri, podrias pedirle, si crees que es posible, que el Señor Bigun se acercara a verme.

Dimitri se penso un momento su respuesta...

-Padre... no se! Aunque puede pasear no me parece buena idea que venga hasta aqui. Podria.....podria ser peligroso, aun no anda demasiado bien.

El anciano medito un momento sobre las posibilidades, los hechos y sus consecuencias.

-Bien! Tendre que ir yo a verlo entonces.

Esa misma tarde, antes de que oscureciera, el anciano subio junto a su hijo a la cabaña de este, algo alejada, para hablar con el extraño Bigun.

-Señor Bigun! Me alegro de que os encontreis mejor. Espero que vuestra estancia aqui no resulte incomoda y que os encontreis agusto en nuestra humilde aldea.

El joven aprendiz recibio noticia de que el anciano Dagu pedia poder tener unas palabras con el.

Al llegar a la casa de este se lo encontro en la sala comun, acomodado, al fondo de la misma, sentado, con aspecto cansado, en el gran sillon que utilizaba para reuniones.

Enfrente, un poco a la derecha, habian colocado un asiento algo mas modesto.

-Señor Maserrak. Sentaos por favor. Quereis algo de beber?

y sin esperar respuesta el anciano llamo.

-Innya, traenos algo de beber.

Girandose de nuevo hacia el joven señor continuo.

-Espero que vuestra estancia en nuestra humilde aldea sea de su agrado. A pesar de las circunstancias en las que nos encontramos.

Ok, un gran trabajo. En cuanto miremos el tema de los impuestos postearemos los resultados de la estación y pasaremos a la primavera. Las nuevas estaciones siempre traen novedades...

Acciones de la estacion anterior.

-Dagu: recoge los impuestos
-Bigun: descansa y se recupera de sus heridas
-Dimitri: cuida de Bigun
-Dynnu: construccion

Ahora veremos quien queda en escena.

Tras la reunion con el anciano Dagu el fraile se encontro con Dimitri a la salida, sin embargo el joven parecia bastante reacio a la propuesta de abandonar el pueblo para llevar un mensaje del fraile.

Bueno! Que remedio.

Tendra que buscarse a otro.

El pueblo de Slobozia no es demasiado grande y es bastante humilde. La actividad parece centrada en la construccion de algun tipo de empalizada, asi que la mayor parte de los hombres estan ocupados. No parece haber demasiada actividad en la aldea y la gente parece reacia para con el extraño. Aun asi consigue hablar con un joven mozo, lo suficientemente mayor como para poder hacer el encargo, pero aun joven como para estar ocupado en la construccion. Tras convencerle de que la mision le reportara beneficios, de que sera buena para su salvacion, de que vera mundo... decide aceptar llevar la misiva del Fraile.

Pues padre mi opinión ya la conocéis, yo no comparto la misma religión que esa gente, pero quizás podría ser beneficioso para el pueblo, aun que si se decide establecer una aquí yo seguiré practicando mi religión a escondidas si es necesario, la verdad no me gustan mucho ni me inspiran confianza.

Tras escuchar a su hijo mayor, el anciano medita un momento antes de contestar.

-No consigo vislumbrar los beneficios que pueda traer consigo la cristiandad.

-Pero tampoco veo manera de evitar su llegada.

Meneando lijeramente la cabeza añade.

-Para evitar un conflicto lo mejor sera intentar retrasar en lo posible su llegada e ir preparando a la gente para lo que se me antoja inevitable.

-Lo que mas nos urge ahora es que el fraile no cause problemas.

Mirando hacia Dimitri.

-Podrias tu, ademas de cuidar a Bigun, intentar mantener al fraile vigilado. Seria bueno saber que es lo que pretende. Si es que no abandona el pueblo, claro!

Tras ello se gira hacia Dynnu.

-Tu deberas seguir con la construccion, es primordial ahora mismo, pero intenta hablar con la gente, que no se sobrepasen con el Fraile, tampoco queremos que haya problemas.

-Que tal prospera la empalizada?

Si padre sigo con las obras de la empalizada, y intentare en la medida de lo posible mantener controlada a la gente del pueblo.

Al escuchar que alguien entra en la casa donde está alojado, Bigun susurra algo en latín, nervioso y mordiéndose la uña del pulgar izquierdo con fruición. Viendo que quien entra es el anciano, deja de murmurar, aunque sigue mordisqueándola, concentrado, mientras le escucha y observa su cuello (nunca está de más prevenir).

Asiente con suavidad al escuchar al anciano.

-Bien. Estoy... bien -comienza en polaco. -Bien. Si, estoy bien -continúa en eslavo al ver que no entendían su lengua natal. -Solo un poco atrapado, inquieto en una jaula. Como comida para cuando lleguen los pálidos que aún no han llegado... -sisea un par de términos en latín, aunque probablemente no tengan sentido. -Pero bien. Estoy buen -parece repentinamente tranquilo, resignado quizás. Deja de morderse la uña, ha llegado a la carne y la contempla durante unos segundos. -¿Y tu? -pregunta con una suavidad inquietante, con un desagradable gallo que se le escapa en la última palabra.

El anciano asiente ante las palabras de su hijo.

-Bien, hijo. Bien! Pero manten los ojos abiertos...el fraile empezara enseguida a difundir la palabra de su señor.

-Espero que vuelva pronto el joven señor Durius para poner orden, aunque me temo que apoyara a la iglesia....no se...no se...como sera lo que el futuro nos depara.

El sus ojos y gestos se lee que tambien espera que vuelva su yerno, Lisander, aunque no lo mencione siquiera.

Al ver a Bigun el anciano recela un poco.

Esta aun peor de lo que pensaba...y esto es lo mas cercano a un señor que tengo de momento....que vamos a hacer.

Los palidos...mas mostruos de la noche...sera mejor que no hable demasiado con el pueblo, tenerlo aqui es la mejor idea que jamas haya tenido Dimitri.

Aclarandose un poco tanto la voz como el semblante le hablo al....

-Ejem!! Me alegra oir que vuestra estancia no es al menos del todo desagradable.

-Espero que os recupereis pronto de vuestras aflicciones, mientras contais con nuestra hospitalidad.

-Estoy bien, gracias por preocuparos, el pueblo en general esta bien. El señor Durius partio en busca del Voivoda.

Mirando un poco el estado de la cabaña, algo molesto por el hedor de las cabras, continuo.

-Esto! Deberia informaros de que un Fraile se a acercado hasta la poblacion, quizas deseis hablar con el....puesto que sois cristiano, no? El pueda quizar ayudaroa a calmar vuestro espiritu?

Pensaba pedirle consejo, pero no creo que sea posible, al menos veremos que dice sobre la presencia del fraile.

- Gorax de Tytalux entra al territorio después de un mes y medio de viaje.

A pesar de la dificultad de la huida no descuidé el tratamiento de mis heridas, procurando mantenerlas limpias  y aprovechando las pocas hierbas medicinales que encontraba para tratarlas. Aunque todo hubiera sido mucho más fácil de haber podido descansar o simplemente viajar a un ritmo más suave.

Incluso esos bandidos que empezaron a perseguirme cuando ya estaba acercándome a Slobozia tuvieron que ir a molestar.

Al menos no son Szantovich. Intentaré despistarles...

-Uhm -masculla al escuchar que el joven ha partido. -No es seguro, pero suponer que es seguro estarse aquí es aún menos seguro. O no. Los pálidos pueden acechar en los caminos, tanto como los bandidos, tanto como otras cosas que se deslicen o repten... Esperemos que tenga suerte. Pero, ¿tiene un plan por si no la tiene?

-¿Un fraile? -se le escapa una risilla un tanto histérica. -Si, quizás. Creo in deus pater omnipotens -susurra con suavidad- ¿no? -en su rostro se forma una mueca de sonrisa. -Pero, ¿a qué a venido? Hace tiempo que no me acerco a nada de la Santa Madre...

Las constantes referencias de Bigun hacia los "palidos" causan escalofrios en el joven.

Este mira nervioso a todas partes.

-Padre....creo que el señor Bigun deberia descansar.