Partida Rol por web

Deja de decig tontelías, Gogdi... ¿cómo van a comel solo pilatas? Con lo indigestos que son - comencé a hablar sin pararme a pensar en lo que decía... llegado a ese punto me di cuenta de los ojos como platos con que me miraba la pequeña Hailee y me detuve en seco...

¿Has visto alguna vez un pájalo comegse a alguien? No, ¿veldad? Jeje... eso es, Hailee... no te pgeocupes, segulo que Billy está bien solo... solo que esos pájalos lo han puesto a salvo pogque se iba a cael... ¿vegdad, pgofesog? - dije, lanzando la pregunta al profesor Armitage.

Y es que... conforme rectificaba me fui convenciendo a mi mismo. Seguro que Billy estaba bien... realmente esas criaturas no nos habían hecho nada hasta ahora... parecía como si su objetivo fuese amedrentar a quien quiera llegar al tesoro pero sin dañar... 

Yo cleo que esas crggg... esas cgggi... esas criaturas siguen unas leyes análogas a la de los gobots... un gobot no halá daño a un sel humano ni, por inacción, pegmitilá que un seg humano sufgggraa daño...

Si... estoy convencido. ¡¡Vamos!!

Y me encaminé decidido hacia el oscuro pasaje, como si la senda que comenzaba a seguir fuese, en lugar de una gruta peligrosa y amenazadora, el camino al escenario y yo fuese Van Halen...

El profesor no dijo nada. En lugar de eso, prefirió concentrarse en el camino que tenían delante, que parecía no acabar nunca. 

Uno por uno todos fuisteis detrás del profesor, temblando ligeramente, no sabíais si por frío o por miedo, sobre todo ahora que faltaba alguien de los vuestros.

Finalmente, tras caminar durante un buen tramo, todo cambió. La cueva se iluminó y entrasteis en una estancia, pequeña, pero mucho más amplia y agradable, e incluso cálida, al final de la cual, había una nueva salida que debía continuar aquel camino. Pero el camino era tan estrecho, que solo podíais pasar de uno en uno, así que os fuisteis organizando.

-Está bien, chicos. De uno en uno detrás de mí. Con mucho cuidado.

Uno por uno camináis siguiendo el sendero que recorre la cueva hasta entrar en la estancia. El profesor pasa el primero, seguido de Gordi, Paul y las dos hermanas, y finalmente, Alex cerrando el grupo. Cuando este va mirando a su alrededor, nota que su pie pisa una baldosa en la que no se había fijado. La baldosa se hunde bajo sus pies y entonces, todo empieza a cambiar rápidamente.

La "puerta" de salida queda obstruida con una piedra que rueda desde alguna parte del interior de la estructura, mientras que otra lo hace por detrás, con la abertura por donde han entrado.

Como consecuencia de ello, todos quedáis encerrados en aquella estancia.

Además de quedar encerrados, aparecen unos ladrillos justo al lado de la puerta de salida, con unos símbolos grabados en ellos, en donde puede leerse:

IEAUIIEUO

VRSCQRTND

Por si todo esto fuera poco, un crujido os demuestra que esto no va a ser tan fácil. El techo comienza a descender lenta y peligrosamente hacia vosotros, amenazandoos con aplastar vuestros pequeños cuerpos hasta dejarlos como una tortilla recién hecha.

¡¡Uau!! - fue todo lo que atiné a decir cuando la entrada (¿salida?) quedó bloqueada y el techo comenzó a descender... estábamos atrapados... y fastidiados... 

Miré alrededor, no se veía nada a que pudiera dejarnos salir... unos bloques con unas letras grabadas...

Miré hacia arriba y luego hacia abajo, hice unos cálculos rápidos según la velocidad a que descendía el techo y la distancia... demasiado poco tiempo... 

Chicos... no cgeo que tengamos más de 10 minutos en quedal empaledados... de hecho... si mis cálculos son colectos... si... diez minutos...

En ese momento me di cuenta de que Alex estaba pálido... él había pisado la baldosa activando el mecanismo... pero de todos modos no podíamos volver hacia atrás... así que no importaba demasiado...

No te pleocupes, Alex, ega una tuampa bien oculta, no es culpa tuya - le dije, tratando de animarlo.

Ahola... ¿alguno sabéis que puede significal? Yo veo... no se me dan muy bien los anaglamas... a vel... mmm... equivocaci... no... equivocad... no, tampoco... no te equivo... no, solo hay una Q...

Me rasqué la cabeza...

Rein... reincidís otra ve.... no tampoco... ya ni siquiera murmuraba posibles soluciones, solo pensaba...

Finalmente, lograste arrastrarte por el borde de la roca, apretándote contra la pared y mirando en todo momento en donde ponías los pies. Con lo que no contabas era con la llegada al nido de uno de esos bichos gigantescos, que con un graznido mostró que sabía que algo no iba bien.

Miró a su alrededor y tras unos segundos, te localizó... y abrió el pico de una manera... poco amistosa.

Estabas a unos metros del nido, pero también bastante cerca de un agujero que había en la pared de roca y al que sin duda debías llegar, pero ahora, no disponíais de tiempo para entreteneros, porque la criatura agitó las alas y se abalanzó sobre ti, así que no tenías muchas opciones.

Llegados a este punto, como no podía ser de otro modo, ya me había comido 6 o 7 hambueguesas y otros tantos batidos, los gusanitos y las gominolas de Rebecca, y hasta los caramelos de Billy. ¡Pobre Billy! Ahora, viendo nuestra muerte más cerca, a tenor de lo difícil que era este acertijo, me volvió a entrar hambre. Me puse a fijarme en los ladrillos, sin entender qué había que buscar o plantear. Lo mío no eran los estudios, la verdad, y estas cosas se escapaban de mi comprensión.

Seguía devanándome los sesos en la búsqueda de una solución, un patrón, un... algo, que nos hiciera avanzar en resolver el acertijo...

Por alguna extraña razón parecía que el techo cada vez bajaba más deprisa... o ¿acaso nuestro crecimiento se había acelerado?

Y lo que era más desconcertante... Gordi comenzaba a mirarme raro... y a mis cacharritos... daba la sensación de que si le echaba mostaza a los alicates se los comería como si fuesen palotes de caramelo...

Una vez más encerrados, paralizados, ¡prisioneros!  Pues vata.

Hubo un crugido. Uy. El mecanismo de algo se puso en marcha...Becca siguió la mirada del profe y de Paul...

-¡Como en Indiaba Jones! -su padre era un fan acérrimo de las películas de aventuras de Indy. La chica y su hermana se apoyaron en una pared, Becca ya no podía estar más asustada, había cruzado el umbral del miedo que podía experimentar.

O eso creía ella. 

Y encima un enigma. Vocales y consonantes. Necesitaba un momento para pensar. ¡Calla, Hailee! 

Miró las letras. Miró al concentrado Paul. Al hambriento Gordi. Al callado Álex. Estoy sofocada, pensó.

Tu mente se ilumina cuando das con algo. Mientras el techo sigue descendiendo, te fijas en que las letras forman palabras, pero no te suena que estén en tu propio idioma, sino... en latín.

¡Eso era! ¡Se trata de una frase en latín!

Oh... mierda... me lamenté después de oír el crujido de la trampilla... eso no tenía para nada buena pinta.

Me dispuse a estudiar con atención las letras aparentemente sin orden... después de haberla cagado, me veía en la obligación de sacar al resto de este lío...

Tu mente se ilumina cuando das con algo. Mientras el techo sigue descendiendo, te fijas en que las letras forman palabras, pero no te suena que estén en tu propio idioma, sino... en latín.

¡Eso era! ¡Se trata de una frase en latín! Es más, te parece reconocer una palabra, "vires" (fuerza).

- Creo que veo algo... - digo dubitativamente después de observar las letras durante unos instantes.

Mirad las primeras letras de ambas filas... I E V R S... vires... si no me equivoco eso significa fuerza en latín... es una anagrama como dice Paul.. pero en latín, no en inglés...

El techo continuaba descendiendo y dentro de muy poco os obligaría a agacharos, si no terminabais aplastados por él. Debíais daros prisa si queríais sobrevivir a aquella prueba que parecía no tener en cuenta que erais solo unos niños. Para Willy, cualquiera que intentase robar su tesoro, merecía morir, sin excepciones.

El profesor ya había tenido que agacharse un poco y miró las letras con sorpresa, tras oír a Alex.

-Demonios, es verdad. Entonces la solución debe ser una frase con lógica. Maldita sea. Tengo muy oxidado mi latín. A ver, esto es... no, no, así no tiene sentido.