Partida Rol por web

Todo esto sigue pareciéndome una locura. Al menos he conseguido no ahogarme hasta alcanzarlos y he conseguido también un contenedor de agua. ¡Y no perder mi bolso! ¿Qué haría yo sin él? Todo bonito, de imitación barata... me ha acompañado durante tantos y tantos años que no me hago a la idea de pasar mis últimos momentos de vida sin él.

"La relación más larga que he tenido y es con un bolso...", niego desesperada por tales pensamientos.

Nos acercamos a la grieta y Holmes deja pasar primero a Julieta. ¿Y Miss Marple? ¡¿Y yo?! Creía que era alguien especial... Si es que me pasa por tonta. Tras ellos, me doy prisa por pasar a través de la grieta. He tenido suerte, no me ha hecho falta meter tripa para pasar. Ojalá siga teniendo a la suerte de mi lado.

"Solo caos y evolución. Todo aquello me recordaba tanto a la guerra en las lunas de Saturno, en espacios cerrados, intentando escapar siempre por alguna rendija, siempre temiendo una emboscada. Aquella gente, parecía buenas personas. La mayoría no merecía estar allí, de eso estaba seguro. No podía evitar.... sentir cierto escalofrío humano al ver a la gente matarse sin más motivo, que el propio deseo de matarse"

Rick tomó el cuchillo del suelo y lo guardo en una de las botas, sosteniendo el arma en la mano, y vigilando a su alrededor, que nadie se acercara de manera agresiva o con intención de atacar. No pierdan la calma. Hagan caso de Holmes, salgamos por aquella cueva. Cubriré la retaguardia para que nadie nos siga. Camina de lado, vigilando la espalda, sujetando el arma con ambas manos, y llevando el arma apuntando al suelo. Observó lo que estaba pasando, y llegando a caminar de espaldas unos pasos, para tener una mejor visión. Pasen primero, señoritas. Ofrece el paso a Bridget y Miss Marple, mientras se pone junto la grieta, esperando a que pasen primero. El irá en último lugar. Avanzad en la dirección del sol, será mas fácil ocultarnos y que no puedan seguirnos. Señala la grieta con un gesto de la cabeza. Yo iré en último lugar e intentare asegurarme de que nadie nos sigue. Rick vuelve la vista hacia la Cornucopia, para tener una visión de lo que sucede, y ve a Susan dirigiéndose a por Arya. ¡¡SUSAN NO!! ¡¡NO!! Le hace gestos para que abandone la persecución, para que se acerque y vaya con él.

"¿Tanto es el miedo a la muerte? ¿Tan Omnipresente en todos nosotros? ¿Por qué Susan había decidido ignorar cuanto habíamos hablado de ir juntos, y ahora se dedicaba a hacer... eso? Suponía que el miedo a la muerte nos volvería a todos un poco locos... pero llegar a este punto, no era algo que me hubiera esperado. No de ella."

-¡Julieta! ¡ Oh, Dios mio! No vuelvas a asustarme así, mi hermosa dama-dijo, divisándola desde el otro lado, acercándose para ayudarla a salir y a cargar los enseres que había recogido- Ah, menos mal que estás sana y a salvo. No saber si lograrías llegar hasta mí me estaba matando. Pero has sido muy valiente, amor mio. 

Observó entonces a los demás, que acompañaban a su amada- Caballeros, damas, pongámonos en marcha- dijo, con determinación- Señor Deckard, creo que tras haber presenciado la crueldad que su compañera pretende cometer con esa pobre niña, tendremos que dejarla atrás.

Bastante estorbo suponen ya mis años como para serlo yo aún más. De ahí que, en cuanto nos vemos junto a la grieta, y de nuevo en el suelo, me disponga a dirigirme hacia esa grieta que se abre ante nosotros, intentando salir de allí antes de que aquella panda de bárbaros sanguinarios se quede sin entretenimiento.

-Vamos, hijos, vamos... seguro que fuera las cosas pintan mejor... - les indico, mientras sigo a Bridget y Julieta en dirección a la grieta, dedicando una sonrisa amable a Sherlock y a Deckard- Gracias, jóvenes. Da gusto ver que aún quedan modales en medio de esta locura.. - añado, ya en entrada de la grieta. Sin embargo, y antes de que Julieta pase, miro un instante a Sherlock y asiento, dedicando una lenta mirada a mi alrededor, escrutadora, analizando lo que allí sucede. Es entonces cuando veo a la amiga de Rick intentando atacar a aquella chica, y en mis labios se dibuja una mueca de disgusto. No la culpo, caray, con la que hay montada allí hasta a mí se me está disparando el instinto asesino. Pero lo cierto es que el pánico es mal amigo en momentos como este. Poso una mano en el hombro de Deckard, negando lentamente- No la culpe, hijo. Este lugar saca lo peor de todos nosotros... Esperemos al menos que reaccione lo suficientemente rápido como para reunirse con nosotros antes de que sea tarde...

Y, acto seguido, cuando mis ancianos ojos ya han visto todo lo que podrían ver, me deslizo por la grieta, dirigiéndome hacia el exterior, con intención de poner mi vida a salvo, junto a la del resto.

Parece que al final iba a tener un compañero y ademas de su edad mas o menos, por lo que Momo salio corriendo por el tunel todo lo rpaido que pudo, mientras intentaba mirar lo que habia en la mochila.

-Casiopea, guianos a un sitio seguro...necesitamos pensar que hacer

En la cima, Robin apunta con el arco amenazador buscando un objetivo, al final se decanta por Rincewind que entre gritos intenta esquivar la flecha. Sin embargo, solo consigue apartarse ligeramente de su trayectoria y se le clava en el hombro. Al ver que ha sido atacado Rincewind coge la mochila que tenía a los pies y echa a correr hacia la salida mas cercana. Ulises permanece en la cima y se agacha a interactuar con algo. 

Abajo, Victoria intenta defenderse de Yocasta y logra propinarle un leve golpe con el bastón. Yocasta la ignora y saca la jabalina que le había clavado en el costado causando a la pobre Victoria mucho dolor, para después ponerse en posición defensiva. Entonces ve a Juana corriendo hacia a ella empuñando su espada. Juana le propina una estocada que ella consigue desviar del pecho e impacta en el abdomen. Por desgracia para Yocasta, Don Quijote había tenido la misma idea que Juana, y trabada en combate con Juana no podía para la lanza de caballería del caballero, que impacto de lleno en la cabeza de Yocasta. 

Julieta y Miss Marple salen detrás de Romeo y Jekyll. Mientras tanto Bridget se acerca todo lo que puede a la salida, esperando ser la siguiente en salir; Deckard se pone entre sus compañeros y el resto, con actitud defensiva, y Sherlock observa la zona esperando a su turno para salir. 

Kvothe coge una mochila y se dirige hacia la salida mas cercana. Susan y su robot hacen lo mismo pero en otra dirección. Elayne va hacia la grieta que estaba detrás de Romeo .

Momo, el principito y Arya consiguen salir sin problemas.

-¿Vienes o qué?

A)Si nadie me apunta, vuelvo a 2c cojo material de camuflaje, vuelvo a una grieta y me escurro por ella.

B)Si viene la emperatriz la dejo pasar por delante si eso no me impide colarme a mi también en el mismo turno,que ella se escurre sin problema.

C) Si no viene y puedo colarme detrás de ella sin hacer ruido lo hago, una vez al otro lado, la machaco/machacare con el ladrillo. 

D) Si no viene, o el hecho de que use ella una grieta me impide usar la misma en ese turno, me largo y no miro atrás, por donde estaba Asenath.

E)Si no puedo irme por donde Asenath, por donde Romeo que esta la grieta en el mismo sector. 

Observo satisfecha como Limbo consigue hacerse con el agua y la tienda de campaña, mientras agarro con fuerza la mochila. Está conmigo. Tenemos todos. Misión cumplida. Me detengo unos segundos mientras observo como mi robot llega hasta a mi. Lo hago con una sonrisa que soy incapaz de contener. Momentos como este siempre me reafirman lo mucho que la tecnología es capaz de superar al hombre.

- Buen trabajo - le digo en que me alcanza. Y sin decir nada más, echo a correr. No hay ni rastro de Deckard. Tocará seguir sin él.

Odiseo intento abrir el cofre, pero sin herramientas o llave era complicado. Los objetos que le rodeaban emanaban magia. El libro tenia un poder oscuro, de algún dios maligno. El bastón parecía tener una resonancia que recordaba a la de Zeus, destruirlo podría resultar dañino para las personas cercanas.

Epicasta... moriría sin ayuda y yo no tengo suficientes conocimientos como para curar sus heridas. Si tuviera tiempo y suerte quizás podría ayudarla, pero no así.

Con Yocasta en mi mente, única aliada en quien podía confiar, continúo trabajando en el cofre mientras me mantengo atento a cualquiera que intente subir.

Habrá que conseguir una moneda, aunque sea una moneda de ceniza, para Epicasta.

- No gastes flechas en uno solo, más vale herir a muchos que matar a uno. Con suerte alguna herida incluso se infectará. - digo a Robin sin atreverme a mencionar a la lunática como posible objetivo. Ella y el caballero acaban de matar a Epicasta y así demostraban su peligrosidad.

¿Por que no seguis vuestro consejo en lugar de perder el tiempo con palabras inútiles? Seguro que si una herida de flecha puede infectarse una herida de espada nos dejara un buen rastro que seguir, y ahí abajo tienes a tres desarmados y bien juntos.- Masculla Robin mientras pone otra flecha en el arco y dispara- Demuestra lo que vales, gran guerrero. 

A ver, acciones. 

Flechazo a Kovote antes de que se escape. Si resulta que no puedo, flechazo a susan antes de que se escape, y si no puedo tampoco, flechazo a Rick. 

Y como siempre, si Uliseo se me pone gallo(me ataca, empuja, o hace algún amago agresivo), flechazo.  

La muchacha mira a su izquierda, donde el mago de túnica roja llama su atención desde una grieta.
Consternada, ve como una flecha sobresale de su hombro, haciendo su movimiento más torpe, y sus manos infantiles se alzan al pecho con preocupación.

- Estáis herido!.- Exclama con voz tomada. Luego, repara en el amuleto que el mago lleva colgado al cuello, y sonríe triste, pero aliviada.- Esa herida puede causaros problemas. Venid, yo puedo curaros. Pero necesito ese amuleto que lleváis al cuello. Con el, volveréis a correr hacia la libertad sin nada que os frene en vuestra carrera.

Escucho a mis espaldas cómo algunos están combatiendo, corriendo de un lado a otro o sencillamente cayendo. El corazón se me encoge al pensar que esto realmente es el fin y que cualquiera de nosotros podría ser el siguiente, así que me doy prisa en cruzar la salida en cuanto Miss Marple la cruza. Por si acaso, meto tripa; nunca se sabe.

- ¡Corred, corred! -les meto prisa a los de delante. Presa del pánico es lo único que soy capaz de pronunciar elocuentemente. Antes de llegar al otro lado de la salida me giro para segurarme que Sherlock y Deckard me siguen- ¡Vamos, daos prisa!

"Cuando aquella lanza se incrusto en la cabeza de la mujer, no pude evitar apartar la mirada. Llevaba viendo como la gente mataba la gente durante un par de décadas, y aun así, cada vez que llegaba ese momento en el que la persona expiraba, en la que se escapaba la vida de sus ojos... yo sentía la necesidad de apartar la mirada. Quizás deba mirar a la muerte a los ojos, si quiero escapar de aquí con vida. Con, o sin Susan"

Las palabras de los otros tributos sobre la actuación de la Doctora Calvin fueron un duro mazazo para él. No podía pensar que la cosa acabara así. Le indico que debía hacer cuando todo comenzara... y había hecho todo lo contrario. Se sentía engañado, frustrado y decepcionado. Negó con la cabeza, lanzando un largo suspiro, porque ahora si necesitaba un cigarro, sentarse y pensar sobre lo que estaba sucediendo.

Pero no disponía del tabaco, ni de una silla, ni del tiempo. Una vez más, debería dejarse llevar por el instinto, por su propia naturaleza, por la quintaesencia humana, la supervivencia. Vaya con la señorita, Holmes. Ahora os alcanzaré. No dijo ni palabra refería a Susan. Lo guardaría para otro momento, para sus propias ideas y pensamientos.

Deckard seguía con el arma baja, sujetándola con ambas manos, preparado para actuar si alguien amenazaba su vida, o la de aquellos que estaban saliendo por la grieta. Controló su respiración en ánimo de controlar y templar sus propios nervios.