Partida Rol por web

Un mensaje de radio se repitió durante 2 dias, toda la ciudad pudo entenderlo claramente. Los militares y la policia del lugar tratavan de evacuar la ciudad.

Habla el ejercito de los estados unidos. A todo los habitantes de cresco. Mañana a las 11 horas se evacuará la ciudad. Repito. Mañana a las 11 horas se evacuará la ciudad. El estado es de alerta maxima. Todo el mundo se deberá reunir en Kessel Park con la estatal v58. Repito todo el mundo se deberá reunir en Kessel Park con la estatal. Por favor traigan solo lo imprescindible. Repito...

Este mensaje se repetía a todas horas, una y otra vez. Todo el mundo se agitó. Algunos parecían mas tranquilos ya que el ejercito se estaba ocupando de todo. Por el contrario otros estaban mas nerviosos y se mostraban inseguros. Todo el mundo hizo su maleta y al dia siguiente una gran multitud se hallaba en Kessel Park. Miles de personas, apretadas, asustadadas, sin saber lo que ocurría. Había niños llorando, gente gritandose, otros se preguntaban que hacía ahi.

Un altavoz resono en el parque.

 Les Habla el general Rouland. Por favor tranquilicese. Nos han informado que Rochester no es una ciudad segura. Cresco está muy cerca y por lo tanto tampoco es seguro quedarse aqui. Vamos a llevar a todo el mundo a Decorah. Alli podremos..

Pero que esta ocurriendo?-grito una mujer que llevaba un niño en los brazos

Diganos que esta pasando-grito un hombre con barba.

La gente empezo de nuevo a gritar e inquietarse.

Por favor mantengan la calma. Les será todo explicado a su debido tiempo. Pero ahora no disponemos de él. Por favor ponganse en filas las mujeres a la izquierda y los hombres a la derecha. Necesitamos que todo el mundo pase un chequeo medico, por favor pido que coopere todo el mundo para poder hacer de esto algo sencillo y rapido...

Pero que dice?! un chequeo medico para que?-empezo a preguntar un hombre.

Yo tengo a mi padre enfermo en casa, tenemos que ir a por él.-volvio a gritar otra señora con la cara sofocada.

Parecía que la gente volvia a gritar y empujarse unos a otros pero un par de disparos sonaron en el aire. Rouland tenia una pistola en la mano apuntando hacia el cielo.

Por favor, he dicho que necesitamos que todo el mundo coopere. Vamos a evacuar la ciudad y es necesario que no haya nadie...infectado o pondría en peligro al resto. Por favor hagan filas  y sigan las instrucciones de los soldados.

 Todo el mundo empezó ha hacer cola. Al lado de los camiones habia dos tiendas de campaña del ejercito. Una fila de soldados sellaba la zona y no se veia nada de lo que había dentro. Poco a poco la gente empezó a avanzar en la cola entrando 8 personas al principio y luego con un goteo cada pocos minutos. La cola avanzaba rapido, pero despues de dos horas volvía a haber discusiones entre algunas personas. Los nervios estaban de punta. Miles de personas juntas y nerviosas sin saber lo que ocurría...

Todos estábamos alterados. Yo no soltaba la mano de mi hermana, así no me sentía sola, pero estaba muy asustada.

-Ruth...Ruth... tengo mucho miedo-le susurro.

Miro a la gente alterada, todos intentando pasar los primeros por la puerta, casi peleándose.

"¿Dónde estás Richard?" pienso mientras lo busco con la mirada.

-¿Y mamá, Ruth? ¿Dónde está mamá?-le pregunto a mi hermana que por alguna extraña razón creo que debe saberlo todo.

Vuelvo a recorrer la escena con la mirada. Gente histérico, otra llorando, otra chillando, otra sin hacer nada.

"Por Dios, hay hasta niños" pienso con un nudo en mi garganta.

LA gente se pelea, peor por extraño que parezca yo no los oigo. Siento un silencio sordo en mis oídos y mis ojos buscan sin cesar a Richard y a mi madre, pero no logran encontrar a ninguno. Apreto con fuerza la mano de mi hermana con la esperanza de que ella tampoco se desvanezca como lo han hecho mamá y Richard.

El mensaje del ejército le quitó un peso de encima. Tenía una excusa para salir de casa, algo que hacer. Por suerte hacía tiempo que tenía la mochila preparada, con todo su equipo de acampada. Se felicitó a si misma por haber comprado hace tiempo una tienda y un saco ultraligeros, no le ocupaban mucho espacio ni pesaban así que pudo meter un poco más de ropa y de raciones, por si acaso. ¿Estaré siendo paranoica? En el ejército seguro que nos dan de comer, no? Tuvo dudas antes de coger el fusil, tal vez los militares le dijeran algo, pero por otro lado en este país podías llevar armas, no? No lo tenía muy claro, pero se arriesgó igualmente.

Cuando llegó al parque se sorprendió al ver a tantísima gente. Buscó con la mirada a Mary Ann, pero no la encontró entre tanto gentío. También lo buscaba a él, pero en caso de haberlo encontrado, qué haría? Sintió alivio cuando les ordenaron que se separaran por sexos, se reducían las posibilidades de verlo. No tenía problemas en pasar ningun exámen médico, la verdad. No entiende las discusiones de la gente, ella sólo quiere irse de la ciudad cuanto antes. No entiende qué está pasando, pero sabe que es malo y que alguien tiene que asumir el control. Al menos no tiene que buscar a su familia entre toda esa gente, hace días que perdió el contacto con ellos y decidió no pensar en el tema para no morirse de angustia. Bueno, que no se diga que no tengo una actitud zen ante la vida...

- Hacía años que no venía a Cresco, y para una vez que vengo el ejercito quiere evacuarnos ... ¿tendrá algo que ver con las noticias?, ...¿estaremos en guerra? - pensaba William intentando buscar una explicación a todo esto, hasta que los molestos gritos de varios hombres nerviosos no le dejaron pensar más. William miró a su madre y a Claudia ambas estaban preocupadas y nerviosas - Tranquilizaos, ¿de acuerdo?, seguro que no es para tanto, además van a evacuarnos y han avisado con tiempo, todos estaremos bien - les dijo a ambas intentando tranquilizarlas - ... además ... - dijo mirando a Claudia con una sonrisa - ... seguro que nos llevan a una gran ciudad llena de tiendas, y te llevaré de compras, ... ¿vale? - añadió.

William siguió en Kessel Park agobiandose cada vez más por la gran cantidad de personas allí reunidas y la calor del cada vez más proximo verano, al final y por culpa del agobio William se unió al bullicio - ¡¿Alguien sabe que diablos esta pasando?! - preguntó con un grito al aire, tras esto miro a su hija - a ver si alguien nos dice que pasa, ... la verdad es que ya estoy intrigado, ... pero de todos modos relajaos que no será nada - dijo rapidamente, al percatarse que su grito debido a la frustación podría haber puesto nerviosa a su hija. William observó la aprición de aquel militar en el parque y escuchó con atención sus palabras, hasta que al militar se le escapó la palabra "infectado" - ... ¿Infectado?, ... ¿como que infectado?, ¿a que diablos se refiere? ... si todo esto se debe a una infección, debe ser muy peligrosa para realizar esta gran maniobra de evacuación - discurriá mientras limpiaba sus gafas - ... ¿será una Pandemia? ... espero que no la verdad, no me haría gracia caer enfermo yo o alguien de mi familia ... pero  lo más extraño de todo esto es que soy un reconocido médico y de haberse tratado de una pandemia me habrían llamado cuanto antes ... ¿por qué no he sido avisado? ... esto si que empiza a ser preocupante - pensó. William acabó de limpiar las gafas y se las colocó de nuevo observando que aquel militar daba señales para que todos los allí presentes formasen colas organizadas, cuando el militar dijo que las mujeres  se colocasen en una fila y los hombres en otra William se agacho frente a su hija y le dió un beso en la mejilla - ... nos vemos en un rato ¿vale? - le dijo guiñandole el ojo - ¡Mamá! ... cuida de ella mientras - exclamó y se dirigió a la cola formada por hombres que gritaban sin parar y cada vez estaban mas enojados.

 La mujer te dice que si con la cabeza, esta muy asustada al igual que tu hija. Te mira asustada.

Papa no tardes, porfa...-dice con una voz suave y entrecortada.

Roy aparcó su vieja pickup lo más cerca que pudo de Kessel Parck. Y la verdad es que fue bastante lejos. Por alguna razón, los militares habían acordonado la zona, y no podía acceder con el vehículo. Así que cogió la mochila, que había preparado la noche anterior de atrás de la camioneta. No es que tuviera demasiadas cosas de valor, pero a las pocas que tenía le había cogido aprecio. Muda limpia, una botella de agua, y algunas barras energéticas para comer. No creía que fuera necesario más. Al fin y al cabo, aquello sería temporal.

Cogió su petate de trabajo, y guardó en el la caña plegable que le había regalado Tony junto con unos cuantos aparejos. No pensaba dejar sus cosas en la pickup, y menos con tanta gente rondando por ahí. Solo faltaría que le robaran la herramientas de trabajo, con lo que le habían costado, y no estaba la economía como para hacer más gasto.

Se colocó en la fila que le ordenaron. Estaba bastante tranquilo, no había porque alarmarse. Aquellos hombres hacían su trabajo. Claro que no entendía muy bien el porque de todo aquello. Si Rochester era la ciudad en la cual habían detectado alguna especie de epidemia, Roy no se explicaba porque les hacían un chequeo a ellos. ¿No sería mejor que pusieran en cuarentena a los habitantes de aquella ciudad?

Con su 1'92, intentó localizar a Tony y a Doris, pero había mucha gente. Joder, parecía que todo el pueblo estaba reunido en aquel lugar. La cola avanzaba lentamente, y empezaba a cansarse de que nadie les dijera nada. Nervioso no lo estaba, pero el cabreo de Roy crecía.

 Un brazo se estiró en la cola. Entre las ultimas personas habia un hombre rollizo, de unos cincuenta años que con la cara sofocada no paraba de hacerte gestos. Te hacercaste al lado de tony.

Uff hijo, no sabes lo que me ha costado convencer a Doris de que saliera de casa. No queria dejar nada y se quería quedar haciendo la comida, con la de cosas que estan..estaban diciendo por la tele. No se que carajos esta pasando pero el mundo se está llendo a la mierda y nadie sabe por que, ni siquiera se si estamos en guerra joder...bueno que he tenido quie convencer a Doris de que era un viaje de vacaciones y segun llegamos nos separan como si esto fuera un campo de concentracion. Me va a matar cuando estemos en el camion-dice riendose, pero se le ve nervioso- sabes, mi abuerlo fue a auschwitz y alli lucho contra los alemanes, libero a cientos de judios...

Debido a los nervios Tony no deja de hablar por los codos, pero en cierto modo eso te hace sentir mas tranquilo. La gente que hay detras de ti en la cola parece poner malas caras cuando te poner junto a Tony pero, quizas debido a tu tamaño, no te dicen nada. 

Roy sonrió sorprendido al encontrar a su amigo. Casi había perdido la esperanza de coincidir con él entre la multitud. - Doris... Seguro que te monta un buen poyo... jajajaja. Mientras pasa su enorme brazo por el hombro de su amigo. - Ya verás como no será nada... No puede ser tan terrible. ¿Que quieres que pase de malo en Cresco? Roy sonreía intentando calmar los nervios de Tony.

Cuando llegamos al parque el panorama resulta bastante desolador, nada más ver a los militares y la multitud de gente que se agolpa en el reducido lugar sujeto con firmeza la mano de mi hermana y empiezo a notar como el pulso se me acelera, entre nerviosa y asustada. Evidentemente me reservo esos sentimientos para mí misma, ya es suficiente estar en medio de una evacuación de aspecto epidémico como para encima decirle a Nidia que estoy tan cagada como ella.

-No te preocupes, somos muchos y es normal que parezca todo un poco caótico pero... enseguida saldremos de aquí, ninguna de las dos tenemos síntomas raros- al menos lo último es cierto así que no creo que el examen médico deba darnos miedo aunque seguro que no será nada agradable. Rodeo entonces los hombros de mi hermana con un brazo y miro alrededor con insistencia inútilmente. Cuando Nidia menciona a mamá le respondo:

-Dijo que nos adelantáramos mientras hacía sus maletas, estaba tardando mucho. Seguro que aparece por aquí enseguida- mi hermana y yo metimos cuatro cosas en nuestras respectivas mochilas y nos fuimos pitando pero a mi madre le costaba mucho más escoger los recuerdos que quería llevarse y los que no. Espero que no nos la haya jugado para quedarse en casa o alguna tontería de esas que suelen hacer los de mayor edad.

 Dos horas despues aun seguis en la cola cuando derrepente un estallido suena dentro de una de las tiendas. Varios soldados van hacia el lugar pero la tienda se desmorona. Los soldados la rodean y se ven varias figuras moverse en su interior. Al los pocos segundos un hombre delgado, de aspecto palido y el pelo revuelto sale de la tienda arrastrandose mientras grita.

Locos! Estan locos, nos quieren matar, piensan que soy uno de ellos! Quieren matarm...

Pero rapidamente se oye el tableteo de las armas automaticas de los militares y cae sobre un charco de sangre. La gente a vuertos alrededor empieza a gritar. Algunos se lanzan sobre los soldados que disparan sin cesar para protegerse. Otros corren hacia la fila contraria para buscar a su familia. El general Rouland sigue gritando ordener pero ya nadie le hace caso. A vuestro alrededor todo se descontrola. El caos.

Llevando tanto rato entre la muchedumbre ha empezado a acostumbrarse a los gritos y el jaleo. Un hombre gritando al principio no destaca demasiado en semejante clima. Pero cuando empiezan a disparar su estómago se gira en contra suyo y un sudor frío le recorre la espalda. Empieza a dar gracias mentalmente por llevar su fusil, incluso su cuchillo. Se muerde la lengua para no gritar, no hay nadie que conozca y gritar al aire le parece absurdo. Se coloca bien su mochila e intenta salir del parque como sea, corriendo cuando la gente se lo permite. Intenta llegar a su coche, aunque ahora mismo no recuerda dónde lo ha aparcado. Por favor, por favor, por favor, tengo que encontrarlo! No sabe a quién se lo está pidiendo, da completamente igual. Tampoco sabe hacia dónde podrá ir una vez se suba al coche, si el ejército estará controlando las salidas de la ciudad o si el resto de las ciudades estará igual que esta. El pánico la invade, pero también la adrenalina.

- Pero que coño... Roy se giró alarmado por los gritos y disparos. De repente aquello se convirtió en una locura. La gente empujando y dando voces. Lo que hacía unos instantes, habían sido dos filas ordenas de gente aburrida y enfadada por la espera, se transformó en un peligroso tumulto.

- Tony... Tony!! Roy alzó la voz para que su amigo le escuchara. Tubo que empuja a un tipo delgado que estuvo a punto de tirar a Tony. - Tony, será mejor que nos larguemos de aquí, esto se está poniendo peligroso, joder!! Alzó la mirada e intentó visualizar la filia donde momentos antes habían estado situadas las mujeres. - Intentemos encontrar a Doris!! Roy probó de abrirse paso a través de la multitud, a la vez que miraba que Tony lo siguiera. La idea era encontrar a Doris, y salir de aquel hormiguero. Con un poco de suerte podrían llegar hasta la pickup, y volver a casa. Como mínimo, hasta que todo este caos se tranquilizara.

Aquello era una locura, como demonios podía haberse vuelto todo del revés, en tan solo unos minutos. ¿Y porque coño los militares habían disparado? Se suponía que estaban para protegerlos. Algo no andaba bien, nada bien.

Todo pareció calmarse alrededor de William una vez formadas las filas como el militar ordenó, y así pasaron dos horas, dos de las horas más largas de la vida de William.

- Se me agota la paciencia, llevo ya aquí ... - ojeó un instante el viejo reloj que le regaló su padre - ... ¡dos horas! ... ¡dos horas! - William comenzó a reir con una risa nerviosa - ... ¡dos horas! ... - exclamó en voz alta y miró rapidamente a su alrededor - perdonen, perdonen, no era mi intención gritar - se disculpó ante la multitud que le rodeaba - ... no era mi intención, pero es que son ya dos horas ... - pensó - ... y por si fuera poco, ahora no localizo a Claudia, ni a mi madre - negaba levemente con la cabeza mientras emitia un suspiro - Bueno, ... William, tienes que tranquilizarte, no hay que molestar al resto, y Claudia podría estar escuchandote - se dijo a si mismo entredientes y con voz baja.

Pasó un rato cuando William ya estaba más tranquilo y de repente un ruido proveniente de una de las tiendas de campaña le sobresaltó - ... pero que demo ... - William observó como salía arrastrandose por el suelo, desde la tienda de campaña desmoronada, un hombre de mal aspecto, pero lo que más le impacto a William fueron las palabras de ese hombre y el como rapidamente acudieron un grupo de soldados y le acribillaron en el suelo - ¡Dios! - William sacó su viejo pañuelo y se secó las gotas de sudor que le caían por la frente, debida a la calor, la tensión y el cada vez mayor nerviosismo - ... ¿uno de ellos? ... ¿quienes son ellos? ... ¿que pasa? ... Dios mio ... Claudia, espero que no le pase nada, a Claudia no por favor, Sarah no me lo perdonaría, ahora que comenzaba a ser un buen padre ... no ... Dios protege a mi hija - pensó William quedandosé paralizado y boquiabierto, observando como la gente se movía sin parar a su alrededor de forma totalmente caótica, provocando caidas de personas al suelo que eran pisadas por el resto, el empujon de un individuo le hizo entrar en razón - ... pero que diablos estoy haciendo ... - William comenzó a caminar a paso ligero entre la gente, apartandola como podía - ¡Claudiaaaa! - gritó en medio de la gente esperando que la niña le contestase - ¡Claudiaaaa! - William se dirigió a la zona donde hace apenas unos 5 minutos estaban las mujeres.

Desde la lejanía, un sonido chirriante de las ruedas oxidadas de un carrito pasa inadvertido en el gran caos que hay formado. El hombre, de aspecto vagabundo, va acompañado de un lastimoso perro o chucho, más bien. Observa todo de lejos, sin llegar a internarse en la gran masa de gente histérica y muerta de miedo.

Menuda hay aquí montada, Salchicha. -le dice al perro y se rasca la sucia barba pensando en que hacer. Cuando se desatan los disparos no lo duda un segundo más y emprende el camino de vuelta por donde ha venido empujando su carrito. 

Infectados? Pues yo no veo ninguno, pero tal y como voy seguro que disparan por si acaso.

Maldito gobierno, malditos militares.. ¡asesinos!

Sigue andando a buen ritmo mientras gruñe entredientes. Aprovechando el caos tenía claro lo que iba a hacer.

Jeje no te va a dar tiempo a huir Xd pero me vales, me parece que tu vas a ser quien busque un refugio :p. Luego te explico ^^ 

Mi hermana intenta reconfortarme y lo consigue hasta que se oyen los disparos. Entonces todo el mundo comienza a empujarme y en dos ocasiones casi pirdo de vista a mi hrmana a pesar de estar casi pegada a ella con pegamento.

-Joder, señora, que todos estamos asustados y eso que ah pisado era mi pie-le digo borde a una señora que ha pasdo histérica por mi lado.

Alguien me empuja por detrás y casi me tira al suelo si no e sporque Ruth me sujeta habría besado el suelo.

-¿Pero qué le pasa a la gente? Todo sería más fácil si tratáramos de mantener la calme dentro de la incertidumbre-le digo a Ruth.

"Supongo que para mí sería fácil que toda mi vida ha sido con situaciones tensas en als que mantener la calma" pienso mientras suspiro.

-Si viene mamá no vamos a verla, la gente está histérica y... ¡joder!-chillo cuando alguien me vuelve a empujar pegandome  a mi hermana.

La situación se les está llendo de  las manos y aunque me cuesta reconocerlo mis nervios empiezana  escaparse de la coraza de calam que aprendí a crearme.

"Me vendría bien un cigarro, pero cualquiera intenta sacarlo, encenderlo y fumárselo aquí" pienso pues noto la boca pastosa y la ansiedad necesita ser controlada.

-Ruth, me estoy poniéndo histérica-la digo intentando controlar la voz que cada vez suena un poco más alterada.

Yo misma no puedo evitar ahogar una exclamación cuando empiezan a sonar los primeros disparos pero después me limito a quedarme con los ojos como platos mientras la gente empieza a chillar como loca y a corretear de un lado a otro.
No puedo culparles, todos estamos asustados, aunque desde luego esa actitud no les servirá de mucho... y sin embargo es altamente contagiosa porque entre empujones e histéricos no puedo evitar ponerme nerviosa perdida yo también.

-¡No me sueltes!- le grito a mi hermana mientras cuelgo por primera vez en mucho tiempo mi mochila de sus dos asas para rodear la cintura de mi hermana y pegarla a mi cuerpo. Ahora mismo lo importante es que no acabemos separándonos.

-Vamos a intentar apartarnos de la estampida, cuando se vayan los desesperados volveremos a...- a punto estoy de decir "a la normalidad" pero me doy cuenta de que eso ya no tiene mucho sentido -... estar tranquilas- acabo por finalizar de manera dubitativa mientras tiro de Nidia y entre ambas soportamos los embistes de varios idiotas mientras intentamos llegar a alguna zona poco concurrida, probablemente una que no se dirija a las puertas de salida aunque eso ahora me da igual, sólo quiero que nos dejen en paz.