Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

Donde mora el Ojáncano

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02/10/2014, 23:29
Ojáncano

Decenas... docenas... ¡¡¡Tricenas!!! de murciélagos recogieron al pequeño Uzo agarrándole con sus ratoniles garras de la camisa y del cabello y alzaron el vuelo contra el Ojáncano quien de pronto se giró y propinó al niño un golpe tan fuerte que lo lanzó contra una pared, quedando el niño sumamente magullado y con el trasero y un brazo bastante doloridos. Aunque el plan había sido muy bueno, el Ojáncano le había oído. Mientras tanto las niñas y panes -este último invisible- buscaban con desesperación alguna señal de la cajita, removiendo la tierra y las ramitas pero, entre los nervios y la oscuridad no era tarea sencilla, ni aun con las terribles amenazas lanzadas a un santo por parte de Panes. 

El ojo del ojáncano brillaba de pura maldad y rugió tan fuerte que la tierra que estaba sobre la cabeza de los niños se movió dejando caer algo de arenilla encima de ellos. ASÍ QUE QUERÉIS LA LLAVE ¿EH? ¿OS HA MANDADO LA ANJANA? ¿ACASO ES TAN COBARDE QUE MANDA A NIÑOS A LUCHAR SUS PROPIAS BATALLAS? JAMÁS LA TENDRÉIS.

 

Notas de juego

Uzo pierde 2 tabas rojas
 

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06/10/2014, 22:51
Alicia

Buscaba y buscaba pero no encontraba nada. ¿Dónde habrá guardado la caja? Parecía que el monstruo era bastante listo y había guardo muy bien su preciada caja. Entonces pensó, en los cuentos y en las películas de terror donde los protagonistas siempre ganaban al monstruo porque eran mucho más listo que el. ¿Pero como engañar al Ojáncano? Era bastante inteligente y escuchaba muy bien. Eso era… se tiraría un farol. Su hermana había usado ese truco para encontrar un libro que le había escondido a modo de broma. Su hermana le había hecho creer que ya lo había encontrado, entonces Alicia fue a comprobar que realmente lo había encontrado y no estaba en el escondite. Su hermana le siguió con sigilo hasta el escondite y así encontró donde estaba el libro. Aunque lo niña seguía sin saber porque se llama “tirar un farol”, si no se usaba ningún farol ni se tiraba nada.

Primero busco un escondite donde el Ojáncano no pudiera encontrarla, y luego dijo en voz baja pero lo suficientemente alta para que el Ojáncano la ollera. He encontrado el cofre, pero yo sola no puedo moverlo, necesito que me ayudéis. Esperaba que el Ojáncano fuera donde estaba el cofre para así saber donde estaba.

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08/10/2014, 12:47
Lucio "Uzo"

¡Aaaah! -el pequeño Uzo profirió un tremendo grito fruto de la sacudidad, justo al golpear contra la roca-. Entonces comenzó a llorar desconsoladamente. Lo hacía tan fuerte y debido al dolor que casi se ahoga al no gestiar bien el aire... Entonces se quedó recostado en la pared de la oscura cueva, y pensó que aquella treta de Batman y los murciélagos no era suficiente (pese al buen hacer de Guillermo y de él mismo). Y si no hubiera sido porque ahora Alicia decía que tenía el cofre -no sabiendo que era otra argucia que intentábamos sacar adelante-, seguramente el ojáncano hubiera aplastado al chico al seguir prestándole atención. Uzo, al oir las palabras de su amiga, se llevó las manos a la boca para no emitir más ruido, y esperó la reacción del terrible monstruo.

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08/10/2014, 13:00
Lucía

Lucía se había quedado con los ojos abiertos como platos al ver cómo los murciélagos elevaban a Uzo. Jolín, iban a tener razón y aquellos bichos los iban a ayudar, así que, mientras Uzo intentaba llegar hasta el Ojáncano y quitarle la llave del cuello, ella se dedicó a buscar los huevos, pero apenas se veía algo y era muy difícil caminar por la cueva, llena de piedras e, incluso, algo resbaladiza.

Pero cuando vio cómo el Ojáncano pegaba un golpe a Uzo y éste salía volando, pero esta vez sin la ayuda de los murciélagos, hasta golpearse con la pared, Lucía echó a correr hacia él. Seguro que se había hecho mucho daño, sobre todo cuando le escuchó llorar.

-¿Estás bien?

Justo en ese momento escuchó a Alicia decir que ya había encontrado el cofre. Menuda vista debía tener o mucha suerte, pero si por fin lo había encontrado ahora lo más importante era conseguir la llave. Habían probado muchas cosas pero ninguna había funcionado. Lucía, por más que se pusiera a pensar no se le ocurría nada. En su cabeza repasaba todas las historias que había leído y quería ponerse en el lugar de sus personajes favoritos, ¿qué harían ellos en esas circunstancias?, pero el miedo y los nervios conseguían que ninguna idea interesante se le viniera a la cabeza.

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09/10/2014, 01:46
Guillermo

Puesto que el monstruo ya sabía donde se encontraba Guillermo había perdido parte del miedo, aunque tras ver la sacudida que había sufrido Uzo, el corazón se le encogió. Esto iba muy en serio, aún así alzó su voz para advertir a Alicia:

- Rápido, cógelo antes de que te vea.

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10/10/2014, 18:30
José Sánchez "Panes"

Convocar la ayuda de San Ramón no había funcionado. Era muy extraño, pues en casa de Panes siempre funcionaba; aunque lo cierto era que algunas veces el pobre de San Ramón se pasaba algunos días con sus partes masculinas atadas antes de que se encontrara aquello que estaban buscando.

Entonces tuvo una idea, el Ojáncano no dejaba de moverse, de buscarlos por toda su guarida, caminando de arriba abajo mirando en todas direcciones.

Si pudiera atar una cuerda entre la mesa y una de las sillas seguro que el monstruo se tropezaría con ella y caería, así que como no tenía ninguna se quitó el cordón de una de sus zapatillas. Cuando comprobó con un par de tirones lo inmensamente fuerte y resistente que era se dispuso a montar su trampa.- Esto no puede fallar.- Pensó el niño.

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10/10/2014, 18:56
Ojáncano

El Ojáncano se giró furioso al oír a Alicia y avanzó unos pasos hacia ella. En aquel momento se dio cuenta de dónde estaba e, involuntariamente, desvió la mirada de su único y terrible globo ocular hacia una esquina de la cueva, debajo de una piedra de apariencia as rugosa que el resto. Furioso por haber sido engañado aunque aliviado porque no hubiesen descubierto el cofre, el Ojáncano se giró hacia la diminuta entrada de la cueva y dio un fuerte golpe, haciendo que la entrada se cegase.

—¿Y ahora que, pequeñas ratas? Ahora os cazaré, os mataré a todos.

El monstruo se acercó dando grandes zancadas sin percatarse de una cuerda iba apareciendo ante sus pies. En un momento dado encontró un zapato que se había salido del pie del niño, pero no le dio mayor importancia, pensando que sería de otro de los niños. Justo cuando iba a abalanzarse para aplastar con sus poderosas manos al pequeño Uzo, tropezó con la cuerda y cayó al suelo con un fuerte ruido.

Notas de juego

-Para engañar al ojáncano con ese viejo truco pongamos 10 años. Alicia tiene 12 mentales así que lo supera
-Para adivinar los movimientos del ojáncano y trenzar la trampa pongamos una edad mental de 11 años. Panes tiene que gastarse una taba azul. Si te la gastas dímelo por el off ;) Taba gastada

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12/10/2014, 21:25
Lucía

Muerta de miedo, Lucía había visto compungida como el Ojáncano cegaba la entrada de la cueva. Ahora sí que sería imposible salir de allí. A punto de echarse a llorar, se quedó con las ganas al ver como el monstruo tropezaba y caía. Fue en ese preciso momento en que, recordando a sus adorados personajes de las novelas de Los Cinco, se dio cuenta que tenía que ser valiente y, sin pensarlo dos veces, echó a correr hacia el Ojáncano caído en el suelo. Si era los suficientemente rápida para quitarle la llave antes de que se diera cuenta, quizás tendrían una oportunidad.

Notas de juego

¿Tengo que tirar algo?

MASTER: La acción es muy arriesgada, puesto que está de morros y tiene un montón de pelo (aparte de ser una llave pequeña) así que voy a decir que tendrías que tener 15 años físicos. Recuerda, puedes gastar tabas (verdes o blancas, con algo imaginativo) hasta alcanzar la edad adecuada o decidir fallar y gastar solo la mitad de las tabas.

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13/10/2014, 09:24
Lucio "Uzo"

Justo cuando Uzo se incorporaba, éste tropezó con la cuerda-trampa de Panes... El muchacho se golpeó la cabeza, y, debido al tremendo miedo que tenía metido en el cuerpo, ni una lágrima pudo salirle, lo que le provocó una horrible sensación. Aguantando ésto, se puso de nuevo de pie, y se marchó de alli tanteando con las manos las posibles cuerdas, todo ello para buscar la preciada caja del Ojáncano (al menos localizarla).

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14/10/2014, 21:29
José Sánchez "Panes"

Según le había dicho al pequeño José su madre infinidad de veces no había nada en el mundo que oliese peor que sus pies. Sobre todo si lo único que llevaba en todo el día eran esas zapatillas de deporte tan cerradas. Lo primero que le obligaba hacer cuando se las quitaba era lavarse los pies, tirar los calcetines al cesto de la ropa sucia y sacar las zapatillas al balcón.

Mama le decía que si alguna vez quería caer inconsciente solo tendría que coger uno de esos calcetines y ponérselo debajo la nariz y evidentemente Panes nunca había puesto en duda las palabras de su madre.

El Ojáncano había caído, y en el suelo no parecía tan amenazador. Con toda la rapidez que tenía se lanzó hacia él. Había llevado las mismas zapatillas durante todo el día de caminata, así que en esos momentos sus calcetines tendrían aroma suficiente para dormir a un elefante. Ni corto ni perezoso se quitó el calcetín y lo lanzó a la cara del Ojáncano.

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15/10/2014, 18:39
Alicia

La niña sonrió con satisfacción, había conseguido engañar al Ojancano. Pero el plan no había salido del todo bien y el monstruo se acercaba peligrosamente hacia donde estaba ella. Jo, debería de ir hacia la piedra y levantarla. Para comprobar que su cofre seguía guardado. Pensó la niña con desesperación, mientras veía como la horrenda criatura se acercaba.  Pero de repente un sonido fuerte inundo toda la estancia, el ojancano estaba tumbado en el suelo, era su momento. No sabía que había pasado, pero rápidamente corrió hacia la piedra donde había mirado el monstruo e intento moverla.

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15/10/2014, 20:58
Guillermo

Guillermo se acercó corriendo al ver al monstruo tirado en el suelo, no iba con una idea muy clara de qué hacer, pero estaba claro que no podía seguir golpeando a sus compañeros. Al fin y al cabo era el más mayor y una patada suya se iba a llevar... y un puñetazo. Fue cerrando los puños al encuentro del monstruo caído y en ese momento vio volar una tela hacia la cara del Ojáncano. Provenía de la mano de Panes, inmediatamente notó un hedor insoportable esparciéndose por la estancia que le golpeó la cara como si con un muro de hormigón se hubiera topado.

- ¿Dios, qué es esto? ¡¡El monstruo está podrido!!

Y detuvo su carrera en seco.

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16/10/2014, 11:01
Lucio "Uzo"

Uzo se levantó como pudo y vio a Guillermo detenido y a Panes lanzándole un pañuelo a su cara. Parecía como esas películas que ponían a la gente un trapo en la boca y se dormían como unos completos lirones. ¿Pero qué llevaba ese trapo? En realidad parecían sus calcetines, y de ser así, todo tendría una explicación, que el olor a "queso" azota hasta a los más terribles monstruos... El pequeño Uzo se puso al lado de Guillermo, y esperó a que el calcetín hiciera efecto, ¡luego podrían quitarle la llave del cuello!

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16/10/2014, 11:13
Ojáncano

Lucia corrió hasta el ojáncano y se subio a su espalda tratando de encontrar el  colgante con la llave entre aquella maraña tan terrible de pelos...El tacto del ser era cálido y espeso, con el pelo algo apelmazado, como debía de ser la piel de un oso que hubiese estado años sin bañarse. Sin embargo Lucía no le dio demasiada importancia a este detalle ni a la presencia de la llave cuando vio una gran mano moverse en su dirección. La niña, temiendo ser apresada, saltó hacia un lado, justo a tiempo para evitar la potente bomba fétida que había lanzado su compañero.  Mientras tanto, Alícia había acudido rauda hasta la piedra que el ojáncano había mirado en aquel momento de despiste y comenzó a intentar moverla en vano: era muy pesada para ser movida por un solo niño. No necesito hacer mucha fuerza para darse cuenta de ello.

El ojáncano rugía y rugía, sentado en el suelo con el calcetín de Panes en la barba, que era el inicio de todo el vello de su cuerpo, desesperado por quitarse aquel maloliente calcetín que le había venido de la nada. Poco a poco, comenzó a incorporarse.

Notas de juego

Lucia hubiese necesitado 6 tabas para realizar su acción (15-9) que hubiesen sido reducidas a cinco por su ventaja de "correr y saltar" como habilidades. Es decir, que en total hubiese gastado 5 tabas. Como ha decidido fallar pierde la mitad redondeando hacia abajo.

El arma biológica de Panes cuesta una taba blanca, pero os da un turno antes de que el ojáncano se reponga del todo. Ah, y le hace perder una taba negra.

 

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16/10/2014, 19:10
Lucía

Rebuscando entre todo aquel pelaje, Lucía intentaba desesperadamente dar con la llave, pero le estaba resultando casi imposible. De reojo vio venir volando algo, y pensó que era una mano del Ojáncano que pretendía golpearla, así que, saltó a un lado antes de recibir un golpe que la dejara medio turulata en el suelo. Un hedor bastante insoportable se extendió por la cueva, justo cuando ella saltaba.

No, no había sido la mano del Ojáncano la que había visto de reojo, había sido un calcetín de Panes. Reconoció el olor porque a su hermano le olían igual de mal los pies. Un tanto atontada por el olor, Lucía miró a su alrededor, preocupada porque el ser comenzaba a levantarse poco a poco.

Vio a Alicia agachada intentando hacer algo y se acercó a ella. Era una piedra la que intentaba mover y, poniéndose a su lado, hizo fuerza con ella para intentar moverla.

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21/10/2014, 21:39
José Sánchez "Panes"

Tanto el cordón de la zapatilla como el calcetín habían funcionado tal y como panes había pensado que lo harían. El niño se sentía envalentonado y por primera vez desde que el Ojáncano les había chillado panes pensaba que podían salir de allí con el huevo del Basilisco y todos los huesos de su cuerpo en perfecto estado.

Las chicas intentaban mover la roca donde el monstruo había escondido la caja, y el pequeño decidió que en esos momentos su mejor opción era ir a ayudarles.

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21/10/2014, 22:35
Alicia

Al ver a Lucia cerca de ella le informo en voz baja. Debajo esta el cofre, pero nosotras solas no vamos a poder mover la piedra, pesa mucho. La niña comenzó a pensar como podría mover la pesada piedra.  ¿Los murciélagos podrían ayudarla? No, eran demasiado pequeños. ¿Que otro animal podría mover la piedra?. Su padre decía que para mover el choque utilizaba el gato, pero ella no se imaginaba al pequeño y rechoncho “Gordiluy”, el gato de casa, levantando el pesado coche con sus diminutas patas. Pero si su padre lo decía tenía que ser verdad.  El problema era que no estaba “Gordiluy” para ayudarla, lo más parecido a un gato era Fiz. ¿Podría la pequeña garduña mover la roca?

Fiz, ven te necesito.

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22/10/2014, 17:06
Guillermo

Guillermo contempló asustado como el Ojáncano se medio incorporaba ante sus ojos, ni siquiera el fétido calcetín de Panes había logrado acabar con él. Viendo que el resto de la pandilla se ponía manos a la obra comprendió que necesitaban de más tiempo así que sin pensarlo mucho se lanzó dando un grito terrorífico (todo lo terrorífico de que fue capaz) hacia el monstruo antes de que se pusiera en pie.

No tenía una idea muy clara de como hacerlo pero en su mente había una única idea: derribar al monstruo y mantenerlo ocupado el mayor tiempo posible.

Notas de juego

Intentaré aprovechar mi peso para hacer un placaje antes de que se ponga en pie, no importan las tabas ni el daño sufrido.

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23/10/2014, 11:07
Lucio "Uzo"

Tres de sus compañeros estaban moviendo la pesada roca, o al menos intentándolo, para sacar el cofre del interior. Sin embargo, el pequeño Uzo pensó que en cuanto el ojáncano se levantase, podría barrerlos a todos de un manotazo, y aplastarlos como hormiguitas... El muchacho, pese a que no quería recibir ningún golpe más, que ya había tenido suficiente tras ser aupado por los murciélagos de Guillermo, decidió ayudar a éste con la tarea de despistar y entretener a aquel monstruo.

No contaba con la fuerza de su compañero, pero al menos sus pequeñas manos bien que podrían hacer cosquillas al ojáncano. De ésta forma, estaría un poco más fuera de sí, y ganaría tiempo para los que empujaban la piedra. Por ello, Uzo se acercó detrás de Guillermo y comenzó a hacerle cosquillas al monstruo, justo debajo de la barba. Se tapaba la boca con la mano, pues el olor de Panes se hacía un poco insoportable en esos momentos...
 

Notas de juego

A ver si con cosquillas ganamos tiempo.

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27/10/2014, 12:27
Ojáncano

Fizz no acudió a la llamada de Alicia, seguramente por el bloqueo que había casado el ojáncano en la salida, pero aquello no importó demasiado, ya que un invisible Panes le tocó el hombro para que le hiciese sitio. Con gran esfuerzo, los tres niños lograron levantar la roca, ajenos totalmente a la escena que se desarrollaba a pocos metros: el ojáncano seguía tirado en el suelo, mareado con el olor del calcetín del niño y frotándose el ojo que le lagrimeaba, tan intenso que era el olor de los pinreles del pequeño Jose. Finalmente consiguió librarse de el tirándolo contra la pared rocosa, que aún tenía una mancha rojinegra, señal de que allí había habido un murciélago. Estaba ya incorporándose cuando de pronto, Guillermo, con la fuerza de un toro se abalanzó sobre el Ojáncano. En cualquier otra ocasión esto no hubiese surtido efecto, puesto que el ojáncano era de un tamaño superior al de un oso pardo, pero el niño había apuntado bien, cargando todo su peso contra las rodillas del malvado ser y haciendo que volviese a caer al suelo.

—¡¡¡MALDITO NIÑO!!! ME BEBERÉ EL EFLUVIO DE TUS OJOS —bramó mientras lanzaba una patada al pobre Guillermo desde su posición en el suelo. Aquella patada fue el gran error del Ojáncano. El pequeño Uzo aprovechó que el gigante se estaba fijando en su amigo para saltar sobre él y hacerle cosquillas. Lo que en un principio pareció no funcionar, puesto que la piel del ojáncano era muy gruesa y estaba cubierto enteramente por su barba, tuvo un efecto totalmente inesperado. Al sentir al niño hurgar debajo de su barbilla, tocándole el inicio de la barba el Ojáncano pareció asustarse como nunca antes se había asustado. Revolcándose por el suelo como un animal, logró librarse de Uzo y  se levantó de un salto, pegándose contra la pared y cubriéndose con la mano la barba, justo en el lugar donde tenía unos mechones blancos como la nieve. Su ojo miraba a Uzo con una ira como jamás habían visto en ojos de nadie...pero también había miedo.
Mientras tanto, Alicia, Jose y Lucía habían conseguido sacar la piedra y tenían ante ellos un pequeño cofre que parecía estar hecho de una madera muy oscura. Cuando trataron de introducir las manos en el agujero se toparon con una resistencia invisible, Era como tocar un cristal. Confusos, los niños se miraron unos a otros

Notas de juego

-para levantar la piedra se necesitan 2 niños e 12 años. Como sois 3, os lo rebajo a 9 años. Alicia y Jose necesitarían gastar una taba física. Si decidís fracasar perderéis también una taba, así que os la gasto automáticamente. Si no sabéis lo que pasa con el agujero y queréis saberlo, dadme una tabita de inteligencia :P El primero que me la dé se lo digo

-Guillermo necesita 13 años. Le gasto dos tabas físicas (Por cierto. La reacción del ojáncano hace que bien pierdas una física mas, esquivando o una roja, de que la patada que te da.Tu decides)
 

-La acción de Lucio no requiere gasto de tabas porque el Ojáncano está tirado y ocupado. Y hace perder al ojáncano dos tabas negras. Lo mismo que Guilermo. Elije gastar una taba física o ganar más heridas por aplastamiento.