Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

Donde mora el Ojáncano

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15/11/2014, 00:40
Director

El golpe del Ojáncano acertó de llenó a Guillermo que lo lanzó contra una pared que acabó chocando contra José. Los dos niños cayeron al suelo magullados y con las rodillas peladas y llenas de arenilla. Escocía mucho y era molesto... y no solo eso. El golpe había dejado al descubierto medio cuerpo de Panes, por lo que ahora era a ojos del resto un par de piernas que se levantaron y rápidamente se colocaban unas zapatillas. Guillermo, magullado se levantó en el sitio y miró hacia arriba. El ruido de las pisadas se oía cada vez más y más cerca del agujero por donde entraban unos tenues rayos de luz. El Ojáncano no dejaba de reirse ante las ocurrencias de los niños, quienes pensaban que era lo suficientemente tonto como para caer en aquel truco tan viejo como el que había intentado Alicia. Y entonces...algo peludo, sucio y lleno de hojas saltó por el agujero, cayendo ante las aterrorizadas niñas...

 

¡¡ERA FIZ!! Alicia le había llamado y ahí había aparecido. Fiz enseñó los dientes furiosa al monstruo, y antes de que los niños pudiesen reaccionar se lanzó a morder uno de los peludos dedos de los pies. EL Ojáncano, con su voz de trueno rugio y levantó un pie para aplastar a la pequeña garduña. El pisotón falló por poco y el animalillo cargó hacía el otro pie...que fue levantado. Tenían tan solo unos segundos hasta que el pié volviese a caer.

Notas de juego

La taba blanca que Alicia no perdió antes la pierde ahora :P No quería "destapar" si había funcionado o no.

Recordad que no se pueden repetir ni copiar trucos ;)

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15/11/2014, 14:07
Lucía

Mientras sus amigos intentaban una y otra vez conseguir la llave, llevándose algún que otro golpe, Lucía se había quedado paralizada entre el miedo y el no saber qué hacer, pero cuando vi a Fiz aparecer de pronto ante ellas, reaccionó inmediatamente y, al ver cómo el Ojáncano levantaba los pies para intentar aplastar a la garduña, Lucía vio la oportunidad que estaban esperando. Echó a correr con todas sus fuerzas hacia el lugar donde la llave había quedado medio enterrada. Ni siquiera pensó en que no le daría tiempo. Necesitaban esa llave cuanto antes y ella era la que podía conseguirla.
 

Notas de juego

No sé cuántas tabas tengo que gastar

MASTER: edad 15. tienes 1 de bonus por correr. Ergo...4 verdes o 1 verde y una blanca "si usas la imaginación"

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16/11/2014, 20:15
Alicia

La niña empezó a ponerse nervioso al ver que su plan no funcionaba y que los primeros rayos del sol empezaban a salir, eso significaba que le quedaba muy poco tiempo. Además estaba la monuca y el ojancano, seguro que si el veneno fallaba esos dos monstruos los remataria.

Empezó a temblar esperando que la monuca entrara en la cueva y le sacara los ojos. El bichejo entro, pero no le ataco a ella sino al ojancano. Era Fiz, la mezcla entre gato, rara y hurón. ¡Animo Fiz! Animo la niña, era lo único que podía hacer ahora.

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18/11/2014, 11:22
Lucio "Uzo"

Mientras Lucía se iba ya corriendo hacia la llave, el pequeño Uzo vio llegar a Fizz. Había que hacer algo para darle un poquitín de tiempo, pues estaba claro que, de estar allí, ayudaría a los pobres niñitos, que estaban en tan terrible estados y encima aún con el veneno en la sangre. Por ello, Uzo echó a correr hacia el pie del ojáncano, intentando evitar, por medio de cosquillas, que su tremenda pisada hiciera papilla a la garduña. El muchacho corrió y corrió en un acto de temeridad, y quien sabe si perdería el equilibrio al intentar acariciarle aquella rugosa y enorme "zanca".
 

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19/11/2014, 16:41
Lucía

A medida que Lucía corría, iba pensando que porqué no iba a suceder en esos momentos lo mismo que sucedía en los cuentos que ella solía leer. Imaginaba que el tiempo se detenía para todos, ralentizando sus movimientos, pero no para ella, la cual seguía corriendo a toda velocidad para coger la llave.

Pensó con todas sus fuerzas, como nunca antes lo había hecho, convencida que el tiempo dejaria de transcurrir para todos menos para ella y que, tanto sus compañeros como Fiz o el Ojáncano, quedarían congelados hasta que ella consiguiera su objetivo, que no era otro que coger la llave sin morir aplastada por aquel enorme pie.

Notas de juego

No sé si la idea es correcta :/

MASTER: si, es correcta. Mañana (hoy tengo arco y luego voy al cine) contesto. Yo hubiese puesto que el suelo estaba resbaladizo, muy resbaladizo y que por eso me deslizaba a supervelocidad pero esto es lo bonito del juego :D que (casi)todo vale

Pues gasto 1 verde y 1 blanca.

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20/11/2014, 00:10
Director

Lucia corrió a toda velocidad hacia el pie del Ojáncano, apretando el paso tal y como lo hacía en gimnasia cuando la tocaba esprintar. Mientras el pie bajaba a toda velocidad el tiempo pareció detenerse. Todo transcurría a cámara lenta. Lucia corría con el pelo botando muy despacio en su espalda, mientras que sus piernas se elevaban lentamente. El pie del Ojáncano bajaba más despacio si cabe y la niña vio que no lo iba a conseguir. Iba a morir aplastada por el pie de tan terrible criatura. En aquel mismo instante apretó un poco más el paso y, justo cuando llegó bajo la tenue sombra que emitía el pie, el tiempo recuperó su velocidad normal...aunque afortunadamente aquello ocurrió un par de segundos antes para Lcucía, quien tuvo tiempo de coger la llave y seguir hacia delante, chocándose contra el pequeño Uzo. La confusión inicial hizo que el pie del ser no pasará tan lejos como el ser había deseado pero demasiado cerca para el gusto de lucía, quien recibió un fuerte arañazo de las largas y sucias unas del Ojáncano.

Notas de juego

1 daño para Lucia. Te ha rozado nada mas

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21/11/2014, 19:53
Lucio "Uzo"

Notas de juego

¿ya ha entrado en escena la ojáncana?

MASTER: ni la ojáncana ni la monuca

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24/11/2014, 00:31
Guillermo

Dolorido aún por el golpe recibido Guillermo se repuso cuando vio que la garduña les ayudaba y que Lucía conseguía la llave poniendo en peligro su vida. Comprendió que debía distraer la atención del monstruo para librar a sus amigos de su ataque y que la llave no volviera a sus manos.

Por su mente se atropellaron ideas para conseguir vencer al Ojáncano, una sola acabó brillando en su mente. Necesitaba ser fuerte, muy fuerte para conseguir doblegarle, para hacerle hincar la rodilla. Fuerte como aquel doctor de una de las series de televisión que veía cuando la echaban por la segunda cadena: el doctor Bruce Banner, también llamado el increíble Hulk. Necesitaba cabrearse para convertirse en la Masa, pensó en el dolor que le estaba causando el varazo que le acababa de propinar el monstruo y se enfadó, se enfadó mucho y cuando sintió que estaba lo suficientemente enfadado, cuando solo pudo ver a través de un velo rojo y sus cuando sus dientes rechinaron con tanta fuerza que resonaron por toda la cueva, entonces se lanzó contra la pierna del monstruo.

Primero hacerle arrodillarse y luego arrancar esos mechones blancos de su barba, y terminar con esta pesadilla. Ese era su objetivo.

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24/11/2014, 10:55
Alicia

Alicia cogió una piedra del suelo, y grito a Lucia. ¡Date prisa! Está empezando a salir el sol. La niña solo podía confiar en que sus compañeros entretuvieran al ojancano mientras recuperaban los huevos y se los comían. A la niña le recorrió un escalofrió. Uhg. Comer huevos crudos de bichejo. Trato de sacudirse el escalofrió y miro a la piedra. El ojancano es mucho más grande que el gato del vecino, será mucho más fácil acertare. Pero esta vez Alicia no tiro la piedra con suavidad como lo hacía con el gato para asustarle, esta vez tiro con rabia como la vez que le tiro la piedra a una serpiente que nadaba en el reguero del pueblo.

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24/11/2014, 22:53
Lucía

Sin ser consciente de lo que en realidad sucedía a su alrededor, Lucía corrió con todas sus fuerzas y consiguió llegar al hoyo en el que había quedado enterrada la llave, justo cuando se inclinaba hacia ella vio el pie del Ojáncano que, con con todo su peso, volvía a pisar la tierra. Se apartó en el último segundo pero no fue lo suficientemente rápida para evitar que aquel enorme pie rozara su cuerpo. Por fortuna, no quedó aplastada ni nada por el estilo y, cuando se quiso dar cuenta, tenía el puño tan cerrado que hasta se estaba haciendo daño.

-La llave. Tengo la llave.

Estaba tan contenta que ni siquiera se paró a pensar que con sus voces podía atraer hacia ella la atención del Ojáncano. Pero, al escuchar a Alicia, se dio cuenta que no podían  perder más tiempo y se acercó hacia la caja para intentar abrirla.

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24/11/2014, 23:11
José Sánchez "Panes"

Mientras Lucía había conseguido la llave, Panes había recuperado sus zapatillas y se las había vuelto a atar, había tardado un poco pero ya estaba de nuevo liso para la acción. No podía decirse que las zapatillas fuesen mágicas, pero de lo que el pequeño José estaba seguro era de que eran las que más corrían de entre las dos que tenía.

El niño estaba seguro de que su amiga Lucía atraería al Ojáncano que intentaría atraparla y recuperar la llave de su caja, la niña tenía que desaparecer de la vista del monstruo o este se le echaría encima.

-Desaparecer.- La palabra pasó por su cabeza a la vez que se daba un sonoro golpe en la frente.- ¡Pues claro! ¡Desaparecer!

Con sus zapatillas recién atadas, Panes esprintó, recorriendo a toda velocidad la distancia que le separaba de Lucía y cuando llegó a su lado la cubrió con la manta mágica de Uzo.

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25/11/2014, 10:25
Lucio "Uzo"

La treta de Panes era bastante buena: cubrir a Lucía mientras liberaba los huevos. Por otro lado Panes no había visto a Guillermo ponerse así en el campamento, ni siquiera cuando se le caía algún bocata al suelo y refunfuñaba al ver que las hormigas invadían el pan. Luego se acercó corriendo a la garduña.

Fizz, tendremos que salir de aquí alguna vez, ¿conoces alguna ruta de huida aparte de la entrada principal? -le dijo el chaval-.

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02/12/2014, 00:29
Ojáncano

Uzo trataba de hablar con Fiz, que daba saltos por toda la cueva, pero era en vano. El hechizo de la Anjana había pasado y ya no podían comunicarse con la garduña. Sin embargo la garduña parecía muy nerviosa y parecía que trataba de avisar a los niños de algo. Sin parar de moverse, el animalillo saltaba y saltaba con expresión nerviosa. Parecía muy asustada. Finalmente se quedó rígida sobre las dos patas, apuntando con la nariz el lugar por donde había entrado y por donde se comenzaba a oír un gañido...un gañido que no era de ningún animal que conociesen.

Mientras tanto, el Ojáncano se había incorporado y lanzado sobre Lucia al oírla gritar que tenía la llave, lo que dio tiempo a Guillermo de evaluar la situación desde una distancia segura. El Ojáncano estaba furioso y dispuesto a matar, y encima parecía que se acercaba algún tipo de monstruo por la parte superior de la cueva. Parecía además, que el terrible ser tenía muy claro quien iba a ser la víctima: la pequeña Lucia que trataba sin conseguirlo, acercarse al hueco donde estaba la caja.
Las cosas hubiesen podido terminar mucho antes para la chica si Alicia no hubiese lanzado una piedra contra el Ojáncano. A pesar de la oscuridad no era muy difícil acertarlo y la niña no solo le dio, sino que le dio en la nariz, haciendo que se enderezase instintivamente. Cuando el terrible ser quiso volver a la carga, Panes ya había cubierto a Lucia con la capa invisible. El monstruo miró entonces con su único ojo a Alicia, fijando la mirada en la chica que había estado a punto de dejarle ciego de un golpe.

Pronto ella te arrancará los ojos—prometió

¿Y que pasaba mientras tanto con Guillermo? Como dijimos, el muchacho analizaba la situación indignado. Sus compañeros y él mismo iban a morir, bien por un terrible veneno que les haría arder de dentro para fuera, bien porque algún monstruo acabase con ellos. ¡Y todo por culpa de aquel drogadicto! Aquello enfadaba muchísimo al muchacho. Él no había querido ir al campamento, no había querido que le tocase con el yonqui, no quería haberse separado. La culpa no era suya pero iba a morir igualmente. ¿Donde estaba la justicia por la que su padre había luchado? Sin saber como la ira iba acumulándose en su cuerpo y pronto se sintió como el mismísimo Bruce Banner, con una imperiosa necesidad de golpear algo para librarse de todos aquellos sentimientos. Lo que tenía que golpear estaba claro. A aquel maldito Ojáncano. El muchacho se lanzó contra sus rodillas haciendo que el maloliente ser perdiese el equilibrio y se diese un buen coscorrón contra la pared de la cueva. Pese ere muy resistente y aquello no consiguió tirarlo al suelo, pero si enfurecerlo y hacerle sentir humillado. Aquellos chicos eran como molestas pulgas. Relativamente inofensivos pero extremadamente molestos.

Notas de juego

:D Derribar, derribar al Ojáncano cuerpo a cuerpo no podría ni un adulto, pero lo que es desequilibrarle si, para eso haría falta 14 años, que los alcanzas con la taba blanca para hulkerizarte.

Alicia, he tirado un golpe estándar. Para tirar a un sitio concreto tienes que gastar 1 taba de inteligencia y tener 8 años físicos (los tienes) para tener la fuerza)

Entre Alicia y Guillermo quitan 2 tabas negras al Ojancano. 

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03/12/2014, 11:10
Lucio "Uzo"

Ya ya, ya se que viene la ojáncana, ¡cálmate! -le dijo el chico a la garduña, aunque ésta no le entendía-. ¿Qué podemos hacer? No podemos plantar cara a este gigante, ni tampoco alcanzamos a sus mechones blancos de la barba, a no ser...

Entonces el chaval recordó aquellos cuentos modernos el había leído no hacía mucho. En las tardes de pesca con su padre uno puede llegar a aburrise mucho y por eso siempre se llevaba algo que leer, aparte de algún juguete. Aquella vez, la que recordaba el muchacho, se llevó consigo un librojuego, una de esas historias que terminan transformándose según por dónde lleves a tu protagonista, parecidas a uno de esos incomprendidos juegos de rol. El caso es que Uzo comenzó a situarse. Por lo visto era una especie de robot que defendía una colonia humana en la Luna, en un futuro algo lejano. A medida que iba eligiendo caminos y pasando páginas, conocía los poderes del robot, y uno de ellos era cogelar el suelo. Si: el argumento contaba con seres naturales de la Luna, que veían al robot como una amenaza humana. Sin embargo, aquel ser metálico contaba con armas y otras argucias para contraatacarlos.

Uno de estos métodos era congelar el suelo. Por lo visto, el robot tenía una especie de compresor y un termostato acoplados en "sus tripas" metálicas, y con tan sólo tocar una superficie, los dos grandes poros que tenía en sus manos desprendían una especie de vapor a gran potencia, que transformaba cualquier material en hielo. Uzo recordaba que una de las opciones, ante un ataque nativo, el robot podía congelar la dura, fría, y oscura superficie de la luna...

... y aquella maldita cueva también era dura, fría y oscura. ¿Y si intentara cubrir todo el suelo de hielo? -se preguntó el chavalín-.

Notas de juego

¿Es posible transformar el suelo en hielo para que se resbale el ojáncano?

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04/12/2014, 11:20
Alicia

La niña volvió a tirarle otra piedra al Ojancano mientras se seguía moviendo por la cueva para que el monstruo no pudiera alcanzarla con facilidad.  ¡Viejales! Le grito. ¡Con esas dos canas pareces un viejo! No me extraña que la Ojancana se haya marchado, con esos dos pelos blancos en la barbilla pareces una momia. ¿Por qué no te los arrancas? ¡VIEJALES! La niña sabía que su truco no iba a funcionar era como pedirle a Dracula que se clavara una estaca en el corazón, si lo hacía era un monstruo realmente estúpido. La idea era distraerlo de Lucia y que se cabreara mas para que hiciera alguna estupidez. ¡VIEJALES CANOSO!

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10/12/2014, 16:37
José Sánchez "Panes"

Lucía tenía por fin la llave y sabía donde estaba la caja, ahora solo había que darle tiempo suficiente para que pudiera conseguir el huevo del basilisco.- Ve a por el huevo.- Le susurró al oído a la niña desde debajo de la manta de Uzo justo antes de tumbarse completamente en el suelo y salir a rastras  de la capa.

Nada más salir vio a Alicia tratando de atraer la atención del monstruo. La niñá había tenido una muy buena idea y el pequeño panes decidió imitarla.

- ¡OJÁNCANO! ¡Eh, Ojáncano!¡AQUI!¡AQUí! - Le chilló tratando al igual que la otra niña de atraer su atención mientras giraba continuamente a su alrededor.- ¡Tengo tu llave! ¡ Seguro que quieres recuperarla! ¿Eh?,¿Eh?,¿Eh?

Y es que si había algo más molesto que un niño gritando a tu alrededor eran sin lugar a dudas dos de ellos.

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10/12/2014, 20:55
Lucía

Lucía se había quedado paralizada al ver cómo el Ojáncano venía a por ella, fue incapaz de reaccionar a tiempo y cerró los ojos con fuerza creyendo que quizás, de esa forma, no sucedería nada malo, y de pronto... Oyó gritos y correteos por la cueva, poco a poco, abrió los ojos para ver qué estaba pasando y se dio cuenta que el Ojáncano ya no le prestaba atención. Pero ¿cómo era posible si estaba justo delante de él? Fue cuando vio a Panes a su lado.

Claro, la capa invisible de Uzo.

Respiró aliviada y, con más seguridad, se dispuso a ir a abrir la caja para ver si el huevo estaba en su interior. Recordando lo que su abuela le decía tantas veces que se podía conseguir todo lo que uno quisiera si lo deseaba con muchas fuerzas, empezó a pensar en la caja y en el huevo que estaría en su interior.

Voy a encontrar la caja, voy a abrir la caja y voy a coger el huevo. Voy a encontrar la caja, voy a abrir la caja y voy a coger el huevo. Voy a encontrar la caja, voy a abrir la caja y voy a coger el huevo.

Su abuela era una mujer vieja y por lo tanto sabia, o eso decían los cuentos que solía leer, por lo tanto estaba convencida que al pensarlo tanto y con tanta intensidad seguro que lo conseguía.

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15/12/2014, 01:27
Guillermo

Cuando Guillermo volvió en sí mismo después de su enfurecido ataque se encontró con que apenas había hecho trastabillar al monstruo. Aunque al menos había ganado algo de tiempo para sus compañeros comprendió que era mucho más fuerte de lo que pensaba, así que, con cuidado y sin perderle de vista se alejó fuera de su alcance dando pequeños pasos hacia atrás, dispuesto a volver a lanzarse contra él en cuanto se distrajera.

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18/12/2014, 20:56
Director

El Ojáncano encogió las manos con furia ante las provocaciones de Alicia y la lanzo un fuerte golpe. Despues, sin mirar bien por donde iba, el ojáncano se abalanzó sobre Panes con un portentoso rugido. Hubiese sido sin duda ell fin del muchacho si en ese momento Uzo, arrodillado un poco alejado de todos hiciese algo portentoso... El niño estaba concentrado mirando al suelo mientras con las manos apuntaba la fina y húmeda piedra que cubría el suelo. De pronto de sus manos comenzó a salir una especie de vapor que le hizo daño; las suaves y humanas manos del niño no eran tan resistentes como las de un robot y, el vapor helado que salía de su cuerpo le hacían pequeñas heridas en las manos. Sin embargo el dolor había merecido la pena, porque el Ojáncano cayó al suelo estrepitosamente, cubriendose la cabeza a modo de protección.
Mientras tanto Lucia había llegado al agujero con la puerta invisible y tanteaba nerviosa buscando la cerradura. Finalmente la encontró e introdujo la llave nerviosa. Por arte de magia las manos atravesaron el campo de fuerza que había impedido antes coger la caja. La niña cogió la caja y reprimió un grito de angustia al ver que estaba cerrada con un candado. No parecía una cerradura de mucha seguridad, pero sin duda era muy inconveniente.

Podía parecer, por la caída del Ojáncano y el hallazgo de Lucia, que las cosas se estaban arreglando pero, en aquel momento se oyó un bufido y un golpe seco. La monuca acababa de aparecer para socorrer al Ojáncano.

Notas de juego

venga va, lo doy por bueno Uzo :) Pierdes una blanca y una roja por las heridas en la mano.
Alicia: pierdes una roja(vida) o 2 verdes(fisico).

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19/12/2014, 19:28
Lucio "Uzo"

El muchacho mismo se asustó. Pensó que podría hacerlo, tal y como ocurrió, pero en su interior sabía que eran sólo fantasías... ¡lo había logrado! Vio tambalearse al gran ojáncano al resbalarse sus pisadas. Casi se abre completo de piernas, pero al contrarrestar su equilibrio, cayó de bruces, aunque pareció aguantar bien el golpe. Al menos ahora estaba en el suelo.

¡Los mechones! ¡Los mechones blancos de su...! -gritaba Uzo-. Pero entonces algo interrumpió sus intenciones: la monuca, esa especie de rata mezclada con lince ibérico apareció al fondo. Era a los ojos del chiquillo una extraña y terrorífica visión, y su boca y dientes parecían inundarlo todo. Se quedó entonces más congelado que el propio suelo. Sin embargo, a duras, penas, fue caminando por el hielo hasta el ojáncano, intentando no caerse; su intención: subirse a sus barbas. Así de claro. Si tiraba de los mechones poblados de su barba, los más blancos, seguramente su fuerza se iría.

Aquello le recordaba a algo, ¿no perdía Batman su fuerza si le cortaban la cabellera? ¡Ah no! Debía algún otro... superhéroe. El caso que cabellera o barba, la cosa pintaba igual. Tiraría de los mechones costase lo que costase...