Partida Rol por web

Año 1357 del computo de los valles (CV de ahora en adelante)

Primer día de la primera Dekhana del Mes 12, Noctal, la Bajada (primer mes de invierno).

El frío ya empieza a notarse, y más en el lugar que te encuentras, al norte, en la costa de la espada.

Concretamente estas en el Bosque Noyvern, al sur del río Noyvern. Dentro de una hora se hará de noche y has visto un rastro reciente de alguien que ha intentado borrar su rastro. Estás justo donde desaparece el rastro, donde debería encontrarse la presa. Son huellas de elfo oscuro. Y va solo. Buscas por la zona con tu mayor sigilo y precaución y no lo ves ni lo oyes, hasta que escuchas una voz ¿quién anda ahí? es sin duda él, no hay más rastros alrededor, por la voz es un varón, pero sigues sin verlo.

Sonrío. El cazador se convierte en presa. Olfateo el aire en busca de un posible atisbo de olor, si no hay ninguno deduciré que está contra el viento. Malar no verá esto con buenos ojos, pero creo que tampoco verá mal que la presa se convierta en cazador aunque sea por un tiempo.

-Me llaman muchas cosas, elfo.-Digo sin perder la sonrisa.-Para algunos solo soy una sombra, para otros un vagabundo... Mi tierra son los bosques y en ellos vivo sin prestar atención a cuanto no es de mi incumbencia. Pero al ver el rastro de un elfo oscuro... bueno, no puedes culparme por tener curiosidad. 

Gracias a tu olfato detectas la posición exacta en que se encuentra, está muy bien escondido incluso para un ojo experto, si no llega a ser por tu olfato no hubieras conseguido ubicarlo.

Además de a elfo oscuro varón, detectas otro olor muy característico a felino, ese olor proviene del elfo aunque no es él; sin embargo, ahora mismo no está presente ese felino. Es un olor más débil, como si hubiera estado con alguno hace poco.

 vivo sin prestar atención a cuanto no es de mi incumbencia.

Preferiría no ser antipático, pero a ser posible porque no sigues con esa actitud, al fin y al cabo la curiosidad mató al ratón.

Tras decir eso sale de su escondite, está a unos 15 pies de tí. Va equipado con una cota de malla de mithril, y dos cimitarras envainadas a ambos lados de su cintura. Tiene una postura relajada pero marcial. Tiene el pelo blanco, la piel azabache y los ojos color violeta.

Al verlo aparecer sonrio. El elfo no tiene ni idea de lo que tiene enfrente... O puede que sí. En todo caso conviene ser precavido.

- Creo que mató al gato.- Digo como aclaración.- En todo caso, no es frecuente ver un elfo oscuro en la superficie. ¿Me permite conocer su nombre?  

Sus armas están envainadas y el felino no aparece. Me da la sensación de que esto podría ser peligroso, pero aún no me ha mostrado signos de desearme el mal. Habrá que ir despacio. 

¿Me permite conocer su nombre? 

Te lo permito, Drizzt Do´Urden, aunque preferiría que no comentases mi nombre ni que me has visto a nadie. 

Y yo ¿puedo saber el tuyo?

-Se me conoce por muchos, como ya os dije, ya que rara vez entro en contacto directo con nadie. Pero habida cuenta de que pareceis un ser razonable y habéis tenido a bien confiarme el vuestro... Liar es mi nombre. No os preocupéis, vuestro secreto está a salvo conmigo.

Sonrío con calidez. Es normal que un Drow quiera pasar inadvertido en la superficie, pero se me hace particularmente extraño que vague solo. Debe ser duro. Además parece un ser acostumbrado a la naturaleza. Quizá sea un aliado potencial.

- ¿Y puedo presentar qué hace alguien de vuestras características en la superficie? ¿Vivís aquí?

Miró alrededor suya con aire ausente últimamente no tengo un lugar fijo donde vivir, me gusta la naturaleza aunque actualmente me dirijo a las profundidades de nuevo. Tengo asuntos pendientes que resolver. Después buscó una roca y se sentó. Cuando anochezca, en una hora más o menos seguiré mi camino. Suspiró Te pediría que me acompañes pero es bastante arriesgado y... los drow no me recibirán bien. Además voy a intentar entrar por un sitio diferente, podríamos perdernos.

Miro al elfo con cierta incredulidad. Aún no nos conocemos y me pide que lo acompañe a una misión semejante. Algo me escama. Actúa como una presa, pero parece un depredador... Es incongruente. Debo averiguar más.

-Y decidme.-Pregunto-¿Qué os lleva abajo a arrostrar tales peligros? ¿El amor? ¿La caza? Me resultáis curioso, Dourden. Actuáis como una presa, pero intuyo por debajo el brillo del depredador, como un gran felino encerrado en una jaula que tiene miedo de salir. Habladme de vos, si no os desagrada. ¿Qué problema tenéis con los Drow?

Se piensa un poco la respuesta en este mundo, creo que todos tenemos enemigos, aunque no los busquemos. Estaré encantado de contarte un poco de mi historia, pero si tú me cuentas algo antes. Hace otra pausa En otros tiempos no habría concedido tal confianza desde el primer momento a alguien que me acaba de decir su nombre, pero estoy cansado, principalmente es por ello por lo que me dirijo a la infraoscuridad.

- Lo que vos llamáis enemigos yo lo califico más bien como depredadores.--Respondo pausadamente. - Disculpadme si me pongo filosófico, pero entiendo que todo ser vivo es simple y sencillamente un animal, y como tal se comporta. Da igual lo grande, inteligente o pretencioso que sea. -Busco con la mirada un lugar para sentarme. Esto irá para largo. 

- A mi entender, los enemigos que uno no busca no son otra cosa que depredadores o competidores. Desean algo de nosotros y lo arrebatan. -Añado una vez lo he encontrado y me he sentado.- No hay más que mirar a los felinos. Dos gatos se bufarán para comer primero aunque haya comida de sobra para ambos. Incluso con otras especies ocurre igual. Un gato y un perro pueden cooperar, pero no dura. Siempre hay competencia o incluso depredación. Del mismo modo que ocurrió cuando los lobos arrasaron mi aldea natal.

Para bien o para mal, somos distintos de los animales en el sentido de que tenemos ideales. Esos ideales te pueden llevar a hacer el bien, el mal o dejar indiferente. Quizás tus ideales sean los de un depredador, en ese caso yo sería una presa. Drizzt reflexionó lo que estaba diciendo y a la conclusión que estaba llegando. Me he tirado casi toda mi vida huyendo y, a pesar de que cada vez soy más hábil y más fuerte, sigo huyendo todavía. Quizás sea porque soy solo uno, alguien solitario. Pero es que me gusta la soledad, hacer las cosas a mi manera, que nadie interrumpa mi actividad y mi forma de actuar. Sin embargo, llevo demasiado tiempo en ese bucle y quiero romperlo. Puede que sea mi final, pero no quiero seguir viviendo así. Escondiéndome. Porque no he hecho nada malo, simplemente existir como drow en un momento inoportuno y con unos ideales diferentes a los de mi raza. 

Has dicho varias cosas que han llamado mi atención, una de ellas es que los lobos arrasaron tu aldea, algo extraño quizás me quieras aclarar eso. Y por otro lado ¿eres un cazador? ¿por deporte, por supervivencia, por ambas o por otra cosa?

-Poco hay que reseñar.-Digo con cierta apatía.-Tras unos cuantos años de bonanza, los lobos de la costa de la espada se habían multiplicado. Los rebaños de cerdos de los habitantes del pantano requerían cada vez más terreno... y en un momento dado, no sé cómo, una gran manada encontró el camino a los corrales de nuestra aldea. Cuantos intentaron pararlos sucumbieron y los pocos supervivientes dejamos aquella maldita tierra para que se la tragara el pantano.-Termino con un cierto aire de nostalgia.-A mí, aún un niño, me recogió un druida días después y me enseñó a entender la naturaleza que a todos nos gobierna. Desde entonces cazo, por deporte, por diversión y para comer... pero nunca más de lo necesario, y nunca mato nada que no me coma. 

Pero al verte, Drizzt DoUrden, veo que estás perdido, perdido y equivocado. Yo no soy un cazador, ni un depredador... o mejor dicho, no sólo. Soy un depredador y además una presa potencial con mis propios depredadores. Igual que tú. Entiendo que llevas tiempo huyendo, pero tu porte y tus armas parecen los de alguien que, como tu mismo dices, se las apaña y cada vez es más diestro. Ese es el comportamiento de un depredador. Incluso te enfrentas a tus perseguidores... pocas presas hacen eso. 

El problema es que has perdido tu manada, o al parecer nunca la tuviste por no congeniar con los ideales de tu gente....

Pero dime. ¿Qué son los ideales? ¿Acaso no los tiene el marido que es infiel? ¿Acaso el que mata para comer o controlar la poblacion de presas no los tiene? No, señor DoUrden. No existe tal cosa como los ideales. Son ideas abstractas diseñadas para anular los instintos más básicos y hacernos sentir bien por ello. Debes encontrar la bestia que llevas dentro. El cazador que late en tí. Eso te dará la verdadera armonía y te permitirá ser uno con la naturaleza, encontrar el verdadero poder. Y entonces jamás estarás solo. 

Tsch chasqueó la lengua, había algo salvaje que le gustaba en Liar pero a su vez tenía una forma de ver las cosas que le chirriaban, no me gusta verme como un cazador, ni como una bestia. Busco el equilibrio con la naturaleza y estoy en armonía con ella. Las bestias pueden hacer matanzas como las que hicieron los lobos con tu aldea y en ellos impera la ley del más fuerte ¿qué hacemos entonces con los árboles?¿Como no se pueden defender dejamos que los maten?. Yo no estoy de acuerdo con ninguna de las dos cosas, ni con las matanzas ni con la ley del más fuerte. Los cazadores, a veces, cazan por deporte y en mi opinión eso debe ser castigado. Tiene que haber un equilibrio como dije antes, entre los seres inteligentes y la naturaleza, ya sean bestias o plantas.

-Estás en lo cierto.-Respondo.-No puede permitirse que la naturaleza sea aniquilada. Ahí es donde entra la verdadera comunión con ella. La matanza provocada por los lobos fue una cuestión de supervivencia. Necesitaban comer. Pero los seres que se autodenominan inteligentes no son capaces de ver que la naturaleza no les pertenece. Es al revés. Esa soberbia perdió a mi aldea. 

La ley del mas fuerte, como dices, es la que rige la naturaleza. Toda ella. Los árboles son los más fuertes de todos. No necesitan defenderse, otros lo hacen por ellos. En las zonas donde hay lobos el bosque crece espeso, y en lo profundo de este se crían presas y predadores por igual. El ecosistema se equilibra solo. Son los autodenominados inteligentes los que lo hacen degenerar. Un lobo solo mata lo que se va a comer o aquello que lo amenaza. Nunca caza por cazar. Un oso tampoco. Un humano sí. 

Pero en su arrogancia los seres pensantes creen que la naturaleza puede ser domada... nada más lejos. Tarde o temprano acaba reclamando sus preciosas aldeas y ciudades. Y con ello las renueva y purifica. Puede que te sientas triste por mi aldea. Yo no. Yo lo entiendo como algo natural... y puedo ayudarte a entender si lo que buscas es un propósito en tu vida. 

puedo ayudarte a entender si lo que buscas es un propósito en tu vida. 

Al lanzarle tu propuesta, cambia de postura ¿cómo puedes ayudarme a entenderlo? La curiosidad había despertado en el drow que se estaba tomando más tiempo del esperado en hablar con Liar, pues ya había anochecido y era la hora en que el quería partir o al menos eso dijo.

Era una situación en la que según respondiera este podía ganarse la total confianza, la indiferencia o el desprecio de este.

Y ¿a qué propósito te refieres?

-Verás.-Respondo pausadamente.-Si te sientes así respecto a los depredadores, temo que sea porque tu comprensión de su naturaleza es incompleta. No has experimentado como propios sus impulsos, no has sentido como propia su naturaleza...

Sentado en el suelo dibujo con una rama en el suelo una figura esquemática de un humano.

-Verás, nosotros, así como las bestias mágicas, tenemos una mente racional.-Rodeo el cráneo con un círculo.-Pensamos con lógica, escogemos y meditamos sopesadamente nuestras acciones, y eso actúa como una rama llena de hojas colocada frente al rostro. Nos permite ver retazos parciales sin ver el todo. Eso nos obliga a imaginar, especular... reconstruir la realidad  a través de esa misma mente. Nuestra principal ventaja biológica es la que nos aisla de la naturaleza. 

Dibujo un ciervo de forma esquemática, un oso y un lobo mientras hablo. 

-Los animales por su parte carecen de ese rasgo.-Añado terminando el ciervo.-Un ciervo, por ejemplo, puede intuir si un lobo está hambriento o no. Puede intuir si es agresivo o no lo es... Pero no es capaz de razonarlo como nosotros.-Rodeo su cabeza.- El siente. El es instinto puro. Su comunión con la naturaleza parte de una perspectiva diametralmente opuesta, de una que no le permite imaginar o calcular, sino que le hace sentir.-Termino el oso.

-Aquí hay un oso.-Señalo.-Del mismo modo que el ciervo, el oso siente. El oso es un depredador y lo sabe. Es quizá el más cercano a nosotros por lo variado de su alimentación.-Digo colocando el dedo sobre su estómago.-Peces, plantas y animales.-Añado a modo de explicación.-Incluso humanoides si tiene hambre o se ve amenazado.-Apostillo.-Sin embargo carece también de esa mente racional, es un ser instintivo al igual que cualquiera de los otros animales, pero también mata para defender su territorio o a sus crías. Si te fijas, es un oso el elemento común de los bosques más tupidos. Es el parangón de la fuerza animal, de la resistencia y de la ferocidad... y aún así es un agente importante en la conservación de los bosques.  

Dibujo un lobo.

-Por último el lobo.-Coloco la mano abierta sobre él.-Se parece mucho al oso. Sin embargo es más pequeño, no es tan fuerte, requiere  de una mayor astucia, de cooperación.... pero esto no sale de su mente, o no sólo, sino de sus instintos, de su intuición. 

Si ves a estos dos últimos, ambos podrían pasar por depredadores. Por seres despiadados, pero ambos matan solo cuando necesitan comer o se sienten amenazados. Su instinto les impele a ello. Nunca matan por matar o por colgar los cuernos del ciervo o las pieles del lobo o el oso sobre sus paredes. Eso lo hace este.-Señalo al hombre.-Aquel cuya comunión con la naturaleza es incompleta, pero que no tiene ojos para verlo.-Sentencio.

-Existe, sin embargo una forma de completar la comprensión de la naturaleza.-Hago una pausa y rodeo con un círculo al humano.-Los que elegimos la senda del explorador lo tenemos algo más difícil, pero algunos druidas y otros seres pueden tomar la forma de un animal y vivir como ellos, experimentar en sus propias carnes lo que ellos experimentan. En una ocasión conocí un grupo de druidas, a lo largo de uno de mis viajes, que veneraban a diferentes dioses. Todos ellos tenían la certeza de que su forma animal era una forma de sentir lo que los animales sienten. De hecho casi todos vivían como animales casi todo el tiempo. Esta es la forma más completa de comunión  con la naturaleza a mi modo de ver. 

Creo que me estoy confudiendo, según tú el instinto es sinónimo de naturaleza y la razón no. Algo en lo que no estoy totalmente de acuerdo. Pues la razón, aunque nos puede alejar de la naturaleza, forma parte de ella. Sin la naturaleza no habría sido posible la razón. Ahora bien, eso que dices de los druidas, me comentas que ¿podrías enseñarme la magia druídica? ¿o no te he entendido bien? La expectativa, se había generado en parte al oir lo de que había druidas que vivían como animales casi todo el tiempo, por estar más unidos a la naturaleza.

Si este tal Liar le podía enseñar magia druídica, Dritzz tendría una deuda con él de por vida.

-Es cierto.-Aclaro.-El instinto y la razón son parte de la naturaleza y posibles gracias a ella, pero el instinto y la razón no deben anularse mutuamente, como ocurre sobretodo en las ciudades, sino que ha de haber un equilibrio. A eso me refiero. Cuando todo se filtra a través de la razón y se anula en instinto... o directamente se desprecia, algo falla. 

Sonrío ante la pregunta del elfo. No soy capaz de lo que me pregunta, pero puedo darle algo muy parecido.

-Hacen falta décadas de estudio para eso, a veces más.-Respondo con franqueza.-Y ni siquiera eso nos garantiza el éxito. Como sabrás, hay druidas que viven toda su vida sin conseguirlo. Pero puedo entregarte otra cosa que también te permitirá vivir como un animal todos los días de tu vida... y de verdad funciona.

Hago una pausa de un par de segundos para que el elfo agudice su curiosidad.  

Verás, soy un licántropo.-Sentencio con franqueza.-Y algunos de nosotros concedemos nuestro don a quienes consideramos merecedores de él. Con ello, cuando aprendas a controlarlo, podrías vivir libre y salvaje, en pleno contacto con la naturaleza. Podrás olvidarte de esos Drow, tu raza será la especie en que te transformes. Podrás relacionarte con animales e incluso con algunos humanos u otros seres, nadie te juzgará por ser un elfo oscuro... y pareces lo bastante fuerte para hacer frente al cambio. 

El interés había calado hondo en el drow, en una época anterior habría dicho que sí al cambio sin pensarlo pero con los años había aprendido que normalmente si le ofrecían algo así era a cambio de algo aparte de que no sabía muy bien como funcionaba. Por lo que respondió:

Me gustaría que me explicases los pros y los contras, y como sería con exactitud el cambio. Y, por último, si es verdad lo que me dices y acepto ¿qué pides a cambio?

Asiento con cierta cautela. Es normal hasta cierto punto que el drow recele... pero ha mordido el anzuelo. La licantropía es cuanto el desea. El fondo de su corazón lo reclama a gritos. De él depende que la transformación lo consuma o no... pero si le coge el gusto, acabará por corromperlo. En caso contrario, será solo un licántropo más que vaga por el bosque en forma de lobo. En todos los casos la civilización pierde, Malar gana.

-Te explicaré.-Digo borrando el ciervo y el oso del suelo. 

-El cambio te permitirá tomar la forma de un lobo o una forma intermedia.-Respondo uniendo las dos figuras con una línea.- Un segundo, te lo enseñaré.-Digo poniéndome en pié. Me quito la armadura y la ropa y la apilo cuidadosamente en el suelo.-No te asustes, no muerdo.-Añado en tono burlón.

Casi al instante, mi piel empieza a cubrirse por el vello más oscuro, mis patas se acortan y de ellas brotan garras. Mi rostro se afila y de él brotan colmillos... Casi al instante, soy un lobo. 

Me tumbo en el suelo y empiezo a revolcarme con semblante juguetón, como un perro que quiere que le acaricien el lomo. De ahí, retomo mi forma humana tumbado en el suelo.

-Y de vuelta a la normalidad como si nada.-Digo sonriendo con picardía.-Puede que te cueste un poco dominar el cambio al principio, pero con el tiempo será instintivo, natural. No tendrás dificultades. Solo requiere práctica y una voluntad fuerte para dominarlo. 

El instinto animal es fuerte, te costará controlarlo al principio, pero con el tiempo se volverá parte de ti y te será tan natural como respirar. Ten en cuenta que es un gran poder, requiere práctica. 

Me levanto.

-Respecto a lo que me preguntas, es fácil. Con este poder te permitiré una visión más amplia de la naturaleza. Lo que deseo a cambio es que la protejas. Puede que de vez en cuando se alce algún ser diabólico que desee corromper el bosque o destruirlo. Un dragón, un nigromante... no sé. Este tipo de seres surgen de vez en cuando aquí y allá. Cuando tal desgracia ocurra, ayúdame a combatirla. Es cuanto deseo.