Partida Rol por web

Año 1357 del computo de los valles (CV de ahora en adelante)

Primer día de la primera Dekhana del Mes 12, Noctal, la Bajada (primer mes de invierno).

Falta una hora para anochecer, estás acampando ,sin tu dragón para no llamar la atención de momento, en el bosque de Cormanzhor de las Tierras de los Valles. En cuestión de un momento, pues no te habías percatado de su presencia, estás rodeado por un grupo de Drows armados con arcos y cimitarras. A la vista hay cinco, uno de ellos va armado con un Kukri en la mano derecha, mientras que en la izquierda lleva a una víbora, va cojeando hasta quedar a una distancia de 60 pies respecto a tí y te habla Buenas, hacía tiempo que no veía un semidragón por aquí, permíteme que me presente: soy Yezz aunque me apodan el cojo ¿puedo saber tu nombre y qué te trae por aquí?

La tierra de los valles parece una ubicación tan buena como cualquier otra para iniciar lo que espero sea una guerra en toda regla entre las ciudades vecinas, pero está claro que mi acampada no ha pasado desapercibida y pronto recibo visitas, ya sea por fortuna o por capricho del destino, haciendo que un grupo de drows nada menos se presente ante mi

Cinco de ellos, al menos los que se dejan ver, se acercan ligeramente hasta mí guardando las distancias haciendo que enarque una ceja al verlos... en especial al que parece ser su líder que se me presenta como Yezz. Doy otro bocado al ligero tentempié que estoy engullendo, rata asada* aun ensartada en una pequeña vara de madera, como si aquellos elfos del inframundo no estuvieran allí.

Mastico con fuerza, quebrando huesos y cartílago por igual, antes de engullirlo con desgana, poniéndome en pie por lo que pueda pasar haciendo notar mi tamaño al grupo mientras me cruzo de brazos, impertérrito ante el grupo... al menos por el momento

Yezz el cojo ¿eh?- ratifico mirando su aspecto y sus andares - Ya veo... Yo soy Borgon y no veo porque debería decirte qué hago aquí aparte de lo obvio -añado serio -Aunque lo mismo podría preguntarte yo... un grupo de drows, lejos de la infraoscuridad... cualquiera diría que vais de caza o...  buscando problemas- añadí dejando caer una de mis garras sobre el pomo de mi espada de forma clara.

No me gustaba que nadie me interrogara, menos aun un recién llegado con aires de superioridad, por muy drow que fuera o mucha cuadrilla de secuaces que lo siguieran, y no iba a mostrar inquietud o dejarme intimidar por ellos; tal vez pudiera sacar algo de provecho de todo aquello pero, antes, era necesario dejar claro que no era un pelele asustadizo.

Vaya! has dado en el clavo, vamos de caza y también buscando problemas rió. Sólo nos preguntábamos si alguien con habilidades marciales y fuerte como un dragón, estaría dispuesto a hacer lo mismo a cambio de... no sé qué puede querer. Me consta que los semidragones son fuertes y tienen habilidades que nos podrían ser útiles en nuestros actuales planes. Siempre que esté dispuesto a seguir los consejos de unos posibles aliados. 

Miré largamente al tal Yezz sin relajar la pose mientras sopesaba las opciones... lo cierto era que mi plan podía cobrar forma mucho mas rápidamente con la colaboración de aquella banda de drows.

Gruñí por lo bajo, asintiendo, indicándole a Yezz con un gesto de cabeza que se sentara a mi lado para continuar aquella peculiar conversación

- Podría estar interesado... cuéntame mas, Yezz el Cojo- añadí - En cuanto a qué puedo querer a cambio, dependerá de qué me pidas que haga... no tengo reparos en matar a quien sea, pero solo bajo mis propios intereses... veamos que me propones

Bien se relajó un poco pero seguía manteniendo las distancias es muy sencillo, dependiendo de tus habilidades te daremos aquello que pides en más o menos tiempo de servicio a nuestra causa hace una pausa y te estarás preguntando cual es nuestra causa, imagino, pues nada más y nada menos que conquistar el Valle de la Bruma para mi y mis seguidores. Bueno eso es el comienzo de mi gesta, pero con que aceptes este, en principio, para trabajar con nosotros, luego ya veremos si sigues en el proyecto o no. ¿Y bien? ¿qué me dices?

Dejé de mirar al Drow un segundo mientras terminaba de relamer la vara de madera que aún contenía la grasa de la rata. Aquellos placeres del viaje no podían desperdiciarse aún con compañía no deseada. Tardo un poco en contestar, aquellos drows podrían ser buenos aliados durante un tiempo, pero siempre acabarían apuñalándome por la espalda si eso les daba un beneficio o si ya no les era de utilidad. Bueno pensandolo mejor era lo mismo que ellos podrían esperar de mí. - Así que eres un conquistador de tu raza - Dije con una ligera sonrisa en la boca. Los drows llevaban siglos intentando conquistar zonas de la superficie, pero la mayoría de veces solían perder por sus propias luchas internas, su diosa no era compasiva hacia los suyos mismos. - El Valle es un buen sitio para comenzar una gran conquista, sin duda eres ambicioso. Veamos si hay beneficios a repartir entre todos tus seguidores, podría estar interesado, esta zona es rica y siempre viene bien unirse para ampliar los beneficios.  - Me levanto del tronco donde estaba sentado - Y bien cual será tu primer paso en la conquista del Valle? no creo que te lo vayan a dar de buena gana sin un poco de sangre entre medias. En cuanto qué traerá el destino después de la conquista del Valle ya veremos y discutiremos las nuevas condiciones. 

No me iba a fiar de decirle si estaba interesado o no de seguir siendo de su banda antes de terminar la misión o aquellos malditos traicioneros ya estarían pensando en cómo acabar con migo antes de incluso haber dejado de ser útil. 

El semidragón que se hacía llamar Borgon, hacía muchas preguntas, pero a fin de cuentas estaban hablando de trabajo, era mejor así porque luego no habría mal entendidos Voy a empezar por el Valle de la Bruma y beneficios podemos repartir, todo dependerá de lo provechoso que seas, a no ser que ya tengas en mente un estipendio por tus servicios. Se quedó un poco esperando tu respuesta Vamos anímate, conquista, gloria, dinero ¿qué más quieres?

Cogí un odre de agua y lo vacié de un trago, eso ayudará a pasar la rata. - Pues creo que tenemos un acuerdo, Yezz, creo que nuestros objetivos son los mismos- Añado riendo. Me levanto y recojo mis bártulos - No perdamos el tiempo, no vaya a ser que alguna nueva rata se nos escape y  parte del botín no pueda ser compartido.

Espada a la cintura y escudo a la espalda todo estaba listo para salir a por nuevas conquistas y poder conseguir los objetivos que nos habíamos marcado entre los aliados. Necesitaba dejar un reguero de cadáveres por mi paso, la sutileza no iba a ser uno de mis puntos fuertes en la operación.

Al ver que aceptas el trato hace una señal y ves que hay muchísimos drow a sus órdenes y a tu alrededor, cientos, cerca de los mil. La mayoría escondidos a la vista. Bienvenido, he de advertirte que no todos los drows son nuestros aliados, más bien al contrario. Ahora mismo, para este ataque somos casi 800 aunque relativamente cerca de aquí tenemos al resto. Somos miles; sin embargo, los drow estamos divididos y no somos los únicos por aquí cerca. Así que cuando veas un drow pregúntale a quién sigue . Nosotros somos la facción más grande, la Casa Yaelre. Pero no te quiero aburrir con política, simplemente era para advertirte. 

Dentro de poco anochecerá y partiremos hacia el Valle de la Bruma.

Cuando aquel bastardo drow hace una señal me tenso, comienzan a aparecer cientos de oscuros a mi alrededor sin que yo hubiera notado la presencia de la gran mayoría. Instintivamente mi mano se había ido hacia la empuñadura de la espada, pero la retraje no fuera que aquellos locos se les fuera la cabeza y me sacrificaran a su salvaje diosa. Unas gotas de sudor me recorren la espalda, no me gustaba estar en manos de aquellos "aliados" que serían sin duda ideales en regar las tierras de sangre pero podrían llegar a matarme si me descuidaba. 

Escucho con atención, aquellos números que da el Cojo no hace más que producirme otro escalofrío, parecían preparados para la conquista y a parte habían venido varias de sus casas según su explicación. - Casa Yaelre... Entendido. Pues descansemos un poco antes de proceder a la masacre y conquista del valle - Sonrío con un poco de expectación, mis músculos están necesitados de ejercicio y mi espada desea poderse incrustar en nuevas víctimas. - Cuantas casas habéis venido a la conquista? parece que venís bien preparados y que esta incursión puede salir mucho mejor que las que hicieron casas anteriores en la superficie. Por cierto de qué ciudad drow procedéis? - Necesitaba conocer todo lo posible de aquellos elfos, estaba en desventaja y la información era lo único que tal vez me mantendría con vida. 

Yezz respondió a las preguntas sin pasarle por la cabeza la más mínima sospecha de porque aquel nuevo aliado llamado Borgon le hacía esas preguntas indiscretas por desgracia somos tres facciones drow las que hemos venido, pero no colaboramos entre nosotros, cada facción es independiente atento a como denominaba el semidragón a las otras facciones le quiso resaltar un error que le podía costar la vida si no se andaba con tiento la única facción que se autodenomina casa es la nuestra, los otros son las Besarañas y el Clan Auzkovyn y estamos en guerra entre nosotros de momento era bueno que supiera eso ya que podía caer en manos enemigas y no creía que le fuera a traicionar tan rápidamente si es que lo hacía nosotros procedemos de Menzoberranzan la ciudad drow más grande e importante de la infraoscuridad. 

Respecto a lo de descansar, nosotros atacamos y nos movemos de noche. Y está anocheciendo, hoy no creo que ataquemos a nadie pues nuestro destino está lejos todavía, así que nos dedicaremos a viajar y mañana noche comenzaremos la conquista si no hay ningún imprevisto.

Tras ello todos os pusisteis en marcha. 

Escuché con atención las palabras de aquel drow, parecía muy interesado en que me quedara claro cómo había tres facciones, su casa, Las Besarañas y un clan. En cuanto al segundo nombre me imaginé que sería algún nombre de alguna tribu drow específica pero siempre estaba bien recibir la información al completo. - Menzoberranzan, siento no haber escuchado nunca de ella, sin duda no soy muy avezado en cuestiones de la infraoscuridad. Pero si es capaz de generar tal ejército debe de ser una ciudad increíble.- Un poco de alago hacia aquellos bastardos negros de pelo plateado seguro que no haría daño a nadie, parecían creerse por encima de todos al fin y al cabo. -  Os seguiré entonces ya que tenemos el mismo objetivo y sólo quiero sangre de la gente del valle. - Dije sonriendo mientras un rayo de brutalidad surca mis ojos. - La oscuridad es aliada de todos nosotros y el amanecer sirve para reflejar la luz sobre la sangre derramada de nuestros enemigos así que en cuanto termine este banquete frugal os seguiré, no quiero quedarme sin enemigos. 

Con esto sigo devorando la carne y tras un buen sorbo para pasarla por el gaznate apago el fuego de la hoguera y me preparo para partir junto a ellos. 

Pasáis la noche viajando y por el camino Yezz va hablando contigo, contándote su plan. Verás, nosotros podemos atacar sin ser vistos, creo que en tu caso no es así. Mi intención es que seas el único guerrero visible mientras nosotros te cubrimos desde la oscuridad. Digo visible, aunque la mayoría serán humanos y no ven nada en la noche. No debemos dejar escapar a nadie por el momento. Así cada ataque que hagamos será una sorpresa que no esperan y todo será más fácil. Sinceramente, creo que va a ser una masacre. Esta gente no tiene nada que hacer en nuestra contra.

Si no fuera por la conversación que te da Yezz, sería un camino largo y aburrido; pues apenas hablan, van en silencio y nadie excepto él se dirige a ti.

Borgon escucha a su nuevo amigo mientras caminan en la oscuridad, aquel elfo oscuro parecía disfrutar escuchando su propia voz, pero era agradable escuchar algo porque el resto ni hablaban. Debían tener alguna forma de comunicarse pues el grupo se movía demasiado coordinado como para que no hubiera órdenes presentes. - Vamos que voy a ser la carnaza para que bajen la guardia, me viene mejor el papel de herrería andante que el de envuelto en seda- Comienza a reír de su propia broma - Va a ser divertido ver sus caras cuando cambien mientras los atacáis de sorpresa, tendré un primer plano sin duda. - Peligraba su cabeza pero ya en la situación en la que estaba no podía echarse atrás o aquellos drows no lo dejarían ir vivo de su grupo. Necesitaba una buena dosis de masacre y destrucción, debía dejar cadáveres a su paso y si podía conseguir que alguno de estos cerdos de piel oscura cayera mejor. Serían una buena incorporación al ejército de no muertos que su compañero debía estar preparando. 

Por el norte, llegáis a Riba de Ashaba, una vez que ya se ha puesto el sol y la oscuridad de la noche se extiende iluminado solamente por la luna llena.

Riba de Ashaba es una villa pequeña que no llegará a los dos mil habitantes. Por lo que te ha contado Yezz, el asentamiento más importante del Valle de la Bruma.

Hay que cruzar un vado de un río antes de entrar a la villa. Aunque muchos dirían que ya estáis en Riba de Ashaba pues se ve una posada antes de cruzar el río a la izquierda (este).

Una vez todos escondidos en un pequeño bosque que hay en el norte del asentamiento Yezz da la orden de que se vayan posicionando todos con sigilo por la villa. 

Cogiendo distintas posiciones, casi todo el ejército cruza el vado del Río Ashaba y se va repartiendo por el poblado. Tú quedas junto con veinte drows, sin cruzar el río para atacar la posada y sus moradores y evitar que nadie escape por esa parte.

La posada tiene una veintena de casas en los alrededores, en esta parte del río. Cuyos habitantes deben morir.

Al cabo de una hora recibís la señal del comienzo del ataque. Seis drow se quedan contigo a la expectativa de qué hacer mirando alternativamente a la posada y a tí. Los drow que se han quedado contigo están rodeando la  posada, dos por el frente, uno a cada lado y dos a la espalda. Tú estás enfrente de la posada y ellos esperando que entres o tomes la iniciativa.

Los otros catorce se han repartido entre el camino y el resto de casas de esta parte.

Borgon ardía de ganas de entrar en acción, todo el viaje había sido lento y silencioso. Sólo los escasos comentarios de Jezz habían hecho que el silencio se rompiera junto a su monótono repiqueteo de la armadura. Cuando comienzan a ver las pocas luces del poblado Borgon agarra su espada, la sangre comienza a hervir en su interior. Los Drows comienzan a desplegarse dejando bien claro que eran un ejercito que aunque estaban divididos sabían trabajar como una unidad. Borgon llega frente a la taberna y a varias casas junto con seis drows. Estos parecen estar esperando a su señal. Sin esperar mucho a que le dieran más ideas saca su espada en mano y en la otra el escudo. Despacio se acerca hacia la puerta de la taberna mirando a su alrededor para comprobar que el resto le apoyaba en su entrada. Quería matar pero no pensaba morir a manos de humanos en un pueblo perdido. Debía dejar un reguero de cadáveres para sus compañeros. 

Frente a la puerta cogió todas sus fuerzas y la golpeó con la pierna - Buenas noches!! - gritó mientras entraba dentro.

La posada llamada el Ciervo Blanco, ahora mismo está poco concurrida al menos en la planta de abajo en la que sólo ves a tres personas aparte del posadero. Todos miran a la entrada cuando entras de esa forma y el posadero quieto y mirándote te dice suelta las armas o sal de aquí, no eres bienvenido, o yo tendré que coger mis armas. 

Los tres clientes están uno en la barra, y los otros dos están separados en distintas mesas quedan a la expectativa de la situación. Todos son humanos.

El posadero no parece achantarse con tu agresiva entrada y da la impresión de que es más de lo que aparenta aunque ahora mismo no lleva armadura.

La posada aparte de una segunda planta, tiene en la planta de abajo nueve mesas con cuatro sillas cada una todo de madera, es un lugar acogedor con un calor que proviene de la chimenea que hay encendida a fuego lento cerca de la barra al otro extremo de la puerta.

Borgon se quedó un segundo sorprendido, esa no era la reacción esperada ante su entrada triunfal. Todos debían haberse asustado ante la entrada de una criatura como él. Se sintió ofendido, cómo se creía aquel humano mejor que él, se pensaría que podía amenazarlo. - Veamos humano si eres tan bueno como dices ser y si eres capaz de derrotarme antes de que la aldea arda hasta los cimientos. - Añade con un poco de malicia y sonrisa pícara. Quería ponerle nervioso, si era realmente bueno debía intentar sacarlo de su ritmo de batalla y enfurecerlo. Esperaba que el resto de elfos oscuros estuvieran haciendo su trabajo, debía dejar un reguero de muertos a su paso para su compañero y ese pueblo era ideal. Con eso en mente avanzó sin titubear demasiado pero ojo avizor por si algún otro humano deseaba entrometerse en su duelo con el posadero. Nunca se debía ningunear a alguien en aquel mundo, cualquiera algo mayor podría haber sido un aventurero antes y tener mucha experiencia en combate. - No tendrás alguna hija ¡eh! ¿posadero? - termina antes de avanzar directo hacia el con el arma en ristre.

El posadero actúa con rapidez, pero tu entrenamiento le supera y sólo le da tiempo a desenvainar su espada larga cuando ya estás encima suyo. 

Los tres clientes se alejan lo más que pueden del combate, y el que tiene oportunidad sale por la puerta para encontrarse una flecha clavada en su cuerpo. Sin duda tus compañeros drow ya están manos a la obra.

Borgon se sorprendió, aquel posadero parecía ágil y experimentado en temas de batallas. Supuso que sería un aventurero o soldado retirado por lo que decidió tomarlo todo con más cautela de la que en principio pensaba usar. No se tenía que preocupar de su espalda por ahora, no mientras los drows le consideraran valioso. Estaba a su lado cuando este cogió su arma, se puso cerca del hombre cuando este había cogido posición y atacó antes de que este le diera tiempo de lanzar una estocada. - Dime posadero, tendrás una batalla digna de buenos guerreros? o intentarás alguna triquiñuela?-  Intentó ponerle nervioso, no creía que lo fuera a conseguir pero siempre era bueno intentarlo. Lanzó dos tajos con la espada con toda la fuerza posible y con la intención de partir su cuerpo a la mitad.