Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 0: Prólogo, dimensión paralela.

Cargando editor
26/09/2013, 18:52
Alexander Peabody

Durante el encuentro con Butterfingers y su compañero trato de poner a su disposición mis conocimientos de mecánica y maquinaria pesada para ayudarles a reparar la avería, algo sorprendido ya que al menos en tres ocasiones observo como se le caen de las manos dos llaves inglesas y un destornillador. Pregunto, tratando de no parecer demasiado interesado, si han observado algo extraño desde que están aquí, y en especial desde la noche de la tormenta. Pero el tiempo apremia y llega el momento de despedirnos.

Anonadado, solo acierto a señalar con la mano en un gesto circular, que pretende abarcar toda la ciudad. Por la expresión de mis compañeros, deduzco que están viendo lo mismo que yo.

Es..., tal como lo recuerdo - acierto a articular por fin - La última vez, no parece haber cambiado. Me pregunto qué explicación puede tener esto. ¿Tim, crees que es algún tipo de alucinación colectiva...?. No sé, estoy tan confuso; quizá estemos realmente en otro plano, en el que el pasado sea presente...

Se me ocurre, no sé, el anciano de anoche... - añado dubitatibo - murmuraba algo de un naufragio, y de contener a un demonio... ¿Podría referirse a Baine, el habitante de la casa?. Creo que deberíamos apresurarnos, no tiene sentido quedarnos aquí como bobos.

Con gesto mecánico, descuelgo la carabina de su funda y me la cuelgo al hombro, comprobando que está debidamente cargada y que tengo munición de sobra en el bolsillo. Compruebo del mismo modo el revólver, y espero la respuesta de mis compañeros con un rictus tenso en el semblante.

Cargando editor
26/09/2013, 20:05
Mike Butterfingers

Uno de los caminantes, Peabody había preguntado, antes de irse, si los mecánicos habían visto algo extraño. Antes de esto intentó ayudar, solo para poder corroborar que Mike sabía más que suficiente sobre maquinaria, y que, en general, parecía más en lo cierto en su discusión con James sobre la mejor manera de impedir que volvieran a corroerse los cojinetes y cada rodamiento de cada engranaje. No tanto por la ayuda como por mostrarse de su lado en la discusión, se ablandó un poco, hizo una pausa en el, sin duda importante y urgente trabajo (el tiempo es dinero, bien se sabe, y con la crisis no era fácil encontrar ocupación, así que había que quedar bien)

¿Algo raro? Pues si, dice Mike, mirando a los caminantes. Desde ayer han subido al cerro este por lo menos diez viejos. Todos de ahí abajo, termina señalando el lugar en la niebla donde se supone que está Kingsport. Marinos tronados. Casi temimos tener que ir en su rescate, por alguna embolia, o un ataque. Luego bajan murmurando y malhumorados.

Cargando editor
26/09/2013, 23:45
Enma Friederick

Mientras subíamos por la colina, mi mente voló hasta hace varios años, cuando una estúpida apuesta hizo que subiéamos por esta colina de noche, con un paupérrimo equipo y nos enfrentáramos a las sombras que parecián proteger el lugar, aunque esta vez la cosa no tenía nada que ver. No éramos chavales, sino gente adulta que habíamos visto cosas realmente espeluznantes, y no iba a ser un temor infantil el que hiciera que ahora me templaran las piernas.

Estos pensamientos hicieron que la primera parte fuera bastante tranquila, hasta que llegamos donde estában trabajando unos empleados en unas máquinas.

Cuando Alex se detuvo, me quedé cerca, aunque mirando a los alrededores. La mecánica no es fuera algo que me hubiera apasionado nunca, no así al bueno de Alex, que no dudó en intentar ayudarles, aunque parecía que sabían lo que hacían.

Lo que hizo que me interesara la conversación, fue lo que dijo el tal Mike, sobre la gente que subía y bajaba refunfuñando.

Perdone señor. Ha dicho que los ancianos bajaban farfullando palabras y malhumorados ¿entendió algo de lo que decian? Quizás algo como que no había nada que mereciera la pena?

Cargando editor
26/09/2013, 23:53
Enma Friederick

Cuando llegamos arriba, y veo el paisaje que se extiende bajo nosotros, los recuerdos nunca olvidados aparecen nítidos en mi memoria. El paisaje, tal y como ha dicho Alex, no ha cambiado en absoluto.

Si Alex, vemos todos lo mismo, aunque lo extraño es ¿por qué el resto de gente que ha subido no ve lo mismo que nosotros?

Aunque no creo que el anciano se refierar al bueno de Baina. Quizás sea solo casualidad, pero en esta colina se construyó la primera antena para el seguimiento del viaje a la Antártida, y lamentablemente no llegó a buen puerto porque naufragó. ¿Y si el anciano se refería a ese hecho?

Cargando editor
27/09/2013, 00:39
Alexander Peabody

¿Naufragar? - respondo a Enma, algo confuso - Es difícil valorar su éxito, dadas las circunstancias, las bajas sufridas y demás; pero no creo que un anciano probablemente borracho calificara con ese verbo el resultado de esa expedición. O quizá sí..., quién sabe...

Cargando editor
27/09/2013, 10:10
Timoty Pooster

Al ver a la gebte con la maquina, Tim no puede por menos que pensar que el secreto del farallon podria ser publico y notorio en breve, si se hace una via hasta alli y si tanta gente es capaz de subir sin descanso hast aqui. Piensa que igual esos viejos han podido perder la cordura y recuerda lo acontecido con otro anciano, en este caso, asesino de niños, con el que ya se cruzaron en el pasado. Esta vez el ascenso fue mucho mas comodo hasta el punto donde Kingsport se trasformaba en el antiguo pueblo marinero de años atras. Buscando como explicar lo que vuelven a ver sus ojos, Tim comenta a sus amigos. No, no es una alucinacion ni un sueño. Si recordais, de pequeños ya vimos esto y creo que al final descubrimos que estabamos ante la vieja urbe, mas antigua que nuestros padres. Creo recordar que todo era de hace muchos años, como lo que vemos ahora. Pienso que esta bruma nos hace entrar en el pasado y ver las cosas de un modo atemporal, nuestros marcos de entendimiento cambian aqui, no nos regimos por el tiempo mundano. Carraspea un poco y comenta de nuevo. Yo creo que esto no es nuevo, si sorprendente, pero no nuevo. Debemos seguir y aprovechar este balcon al pasado para ver como ha evolucionado la sociedad y como nos hace crecer el esppiritu humano. Seguimos, amigos?

Notas de juego

¡Destinatarioooooos! *voz de ultratumba*

Cargando editor
27/09/2013, 15:19
Enma Friederick

Un poco extrañada por lo comentarios de Timoty le miro con el ceño fruncido

No creo que nos sorprenda este hecho, aunque sí que es extraño. Los ancianos a los que hacían referencia bajaban malhumorados, no farfullando incoherencias, que sería lo más lógico si hubiera perdido la cordura, aunque no creo que ver esto sea suficiente para que alguien se vuelva loco, y corrígeme si me equivoco, que aquí eres tú el experto.

Creo que la cuestión no está en la propia torre, sino en los alrededores. Esta torre no se ve tal cuál desde abajo, pero nadie que sube lo ve tal y como es, o al menos nadie lo ha dicho en voz alta.

Notas de juego

Pavo la cagó con los destinatarios, pavo la cagó con los destinatarios, tralalalaaaaa, tralalíiii, jajajajaja

Cargando editor
27/09/2013, 16:07
Patrick O´Malley

Patrick camina en silencio junto a sus compañeros, ver de nuevo a la “vieja” Kingport no le sorprende, sino que le desagrada, le recuerda que esa zona es diferente y que hay cosas más allá del entendimiento. Además, las cosas que dice Timoty son incomprensibles para él y no le ayudan en absoluto a tranquilizarse.

El hecho de encontrarse con los operarios de la maquinaria es lo mejor de la mañana, le recuerda que sigue estando en el mundo ordinario de siempre, la verdad es que cuanto menos intenta comprender lo que le rodea mejor se siente, simplemente está allí para evitar que a sus amigos les pase algo, estará en deuda con ellos hasta el día de su muerte, y está dispuesto a hacer cualquier cosa por protegerlos.

El hombretón acaricia de nuevo el cañón de su escopeta, y como si esto le ayudara a concentrase, sigue a sus compañeros hasta la antena, atento a cualquier peligro que pueda surgir

Cargando editor
28/09/2013, 00:42
Alexander Peabody

Notas de juego

Aunque no creo que el anciano se refierar al bueno de Baina. Quizás sea solo casualidad, pero en esta colina se construyó la primera antena para el seguimiento del viaje a la Antártida, y lamentablemente no llegó a buen puerto porque naufragó. ¿Y si el anciano se refería a ese hecho?

Sigo estando algo confuso con esto, ¿de dónde has deducido que naufragara la anterior expedición?. ¿Es una metáfora?. Lo digo porque se especifica claramente que regresan en avión. Quizá me estoy haciendo un lío.

Cargando editor
28/09/2013, 00:46
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

La expedición llegó, con unos cuantos miembros menos, pero llegó. Aunque no puede decirse que triunfaran, desde luego sus logros en lo tocante a descubrimientos, cartografía y adquisición de especimenes para la ciencia, además del hallazgo de la famosa caverna donde aparecieron, que promete una especie de cueva de Alí Babá de fósiles para la ciencia, fueron enormes.

Hasta ahí puedo leer ;) Supongo que Enma decía lo del naufragio haciendo metáforas.

Cargando editor
28/09/2013, 00:50
Mike Butterfingers

Enma, siguiendo en restrospectiva, ya que ahora los compañeros excursionistas se han perdido colina arriba, desapareciendo entre la niebla, había hecho una pregunta al mecánico:

Perdone señor. Ha dicho que los ancianos bajaban farfullando palabras y malhumorados ¿entendió algo de lo que decian? Quizás algo como que no había nada que mereciera la pena?

El mecánico estaba a lo suyo, desde luego, pero respondió:

Bueno, se supone que cuatro paredes quemadas no merecen la pena, no se qué esperaban encontrar ahí. No, no conseguí comprender, ni tampoco nos paramos a hablar con ellos, más que nada el saludo y algún comentario sobre el tiempo.

Cargando editor
28/09/2013, 00:57
Guardián de los Arcanos

Poco a poco se adentraron en la floresta sombría y exuberante. De nuevo revivían sensaciones de antaño al arañar la tierra húmeda para intentar avanzar, luchando a la vez con ramas, arbustos, piedras y hondonadas que no llevaban a ningún sitio, y que había que volver a recorrer en dirección contraria para probar el ascenso por otro lugar.

La vegetación era extraña. Aunque el cielo seguía gris, la niebla, a esas alturas, se había levantado ya completamente. No había horizonte, solo muros verdes con curiosas flores e insectos aún más extraños. Ir hacia adelante significaba "arriba".

Había fauna en el lugar, pero no se dejó ver. Ruidos, susurros, chasquidos, roces. Un ave completamente desconocida cantó a una buena distancia. Las sombras eran espesas y largas.

Fue quizá un efecto óptico, pero en muchas ocasiones parecía que dichas sombras, ocultas en lo más profundo de los variados rincones y recovecos donde jamás llegaba la luz, hacían gestos burlones hacia los ridículos seres de carne y sangre que osaban hollar sus dominios. Las formas que se configuraban en la espesura eran inquietantes, traían recuerdos de ignotos sueños infantiles, de terrores incomprensibles sufridos en soledad, en el momento en que las sábanas están frías todavía y los mayores han dejado de hacer caso a las protestas pueriles y prometen dolorosos castigos ante los que muestren miedos o, incluso, pavor.

Los compañeros no podían comprender cómo varios ancianos de Kingsport habían podido salvar el camino que ahora, a ellos, les parecía un desafío no poco grande para el físico.

Tras un tiempo indeterminado de luchar, llegaron a un punto en el que la vegetación se aclaraba, solo para dejar paso a un laberinto de rocas y arbustos leñosos y torturados por el viento. Volvieron la mirada y vieron el mundo verde e indistinto que tapizaba la lejanía sin fin. En la barrera formada por las frondas, una sombra en particular les recordó un perfil claro y conocido: aquel amigo perdido hacía años, que más atrás todavía fue tocado por las sombras que poblaban la Cabeza, Ramiro. Parecía hacerles muecas, al vaivén del viento, como avisando de algún peligro ignoto.

Pero la ilusión (si es que ilusión había sido) se desvaneció rápidamente. El viento frío les impidió seguir teniendo estos pensamientos onerosos y les obligó a prestar atención a sus trabajos. Hacia arriba, por entre el laberinto de rocas, podían ver que el viento helador traía nieve, y que las partes últimas del farallón rocoso estaban completamente azules. Un ulular constante y machacón provenía del Sur, congelando huesos, haciendo perder la sensibilidad en dedos, pies, narices y orejas. Aunque bien abrigados, las prendas pronto les parecieron pocas.

Cargando editor
30/09/2013, 17:20
Timoty Pooster

ehhh... oye..mmm...

Se ve a Tim dudar un segundo, para comentar...

¿soy yo solo o es posible que veamos a ...bueno..como decir..a Ramiro, nuestro compañero caido? No os recuerda esa sombra a Ramiro, aunque sea levemente?. Creo que el pasado retorna con mas fuerza aqui. Nos e, igual soy yo, que lo he imaginado.

Cargando editor
30/09/2013, 23:23
Alexander Peabody

Lo cierto es que a mi también me ha resultado familiar... - respondo mientras forcejeo con una rama con el resultado de un desgarrón en el ya de por si ajado abrigo. En el esfuerzo de la subida el grupo había sufrido varios traspiés, tropezones y en un paso especialmente resbaladizo Tim había estado a punto de perder pie y sufrir una peligrosa caída - Aquí hay fuerzas extrañas, malévolas. Quizá se regocijen en jugar con nuestras percepciones y recuerdos, sabemos que Rodrigo no volverá.

No, no creo que sea él - concluyo sin demasiada convicción tras unos instantes  - solamente una sombra que se le pareció por un momento. Continuemos...

Cargando editor
01/10/2013, 09:31
Timoty Pooster

No me extraña pùes que lo hayamos visto, aqui confluyen unas energias que no pueden ser medidas, quizas hasta seamos nosotros quien lo piensa y genera y aqui se amplifiquen las ondas cerebrales o nuestro inconsciente colectivo. Quiza sea lo que comentas y el mal se ha hecho fuerte aqui..no se..sea lo que sea, juega con nostros y con nuestra percepcion. Sigamos camino y no demos mas importancia a estos dhechos de lo que tienen.

Tim continua la escalada, asiendose donde puede para evitar volver a resbalar con el verdin que cubre, como un manto, cada pequeña roca y guijarro del camino.

Saca un pequeño frasco de la marca Pernod Fils con un aspecto ocre y envejecido y bebe un poco de Ajenjo.

Cargando editor
01/10/2013, 14:46
Enma Friederick

Alzando las cejas mientras niego con la cabeza

¿pero os estais escuchando? ¿qué fuerzas oscuras van a habitar estas tierras? pues las mismas que las habitaban hace ya más de 10 años. No hace falta estar aquí para que tu mente te haga pasar jugarretas haciendote creer que ves cosas que realmente no lo son, pero eso no es solo aquí

Anda, sigamos subiendo y a ver si llegamos pronto porque, sinceramente os digo que creo que queréis ver fantasma donde no los hay realmente.

Con un gesto de mano para que sigan hacia delante, me pongo nuevamente en marcha. Lo cierto es que esta caminata tampoco resulta tan agotadora como lo recordaba, después del tiempo que he pasado buscando restos del pasado por el mundo.

Y que conste que no digo que no vayamos a encontrar nada raro allí arriba solo que, de momento, os estáis calentando la cabeza sin motivo.

¿No os preguntáis por qué la gente no puede ver el antiguo puerto de Kingsport? porque eso es algo que podría llegar a ver hasta un anciano en silla de ruedas, pero nada oímos sobre eso.

 

Cargando editor
01/10/2013, 15:51
Patrick O´Malley

No se si seras fuerzas oscuras o que coño serán, puede que seamos nosotros los únicos que seamos capaces de ver esto por lo que nos ha pasado otras veces, lo realmente increible es que Tim siga como si nada, que no le demos más importancia que la que tienen... piensa Patrick

Bufffffffff el hombreton resopla, para él esto es bastante importante, nunca un muerto se le había aparecido antes de ahora.

Cargando editor
01/10/2013, 16:40
Guardián de los Arcanos

Siguieron ascendiendo.

El viento les azotaba el rostro y las rocas, ya no cubiertas de blando musgo, sino heladas, con líquenes cortantes y duros y redondeadas y traidoras a causa del hielo que las cubría, dificultaban su avance, provocando no pocas magulladuras y tobillos torcidos.

El terreno iba ascendiendo, y la subida se hacía interminable. El paisaje se comenzó a deformar y el tiempo a dilatar, de manera que era como si subieran una ladera cada vez más empinada en, ya no un farallón, sino una verdadera aguja de piedra, que arañaba el cielo. El pueblo se veía pequeñísimo y claro, cuando algún claro en la capa de nubes que iba quedando atrás se abría, dejándoles ver.

Así pues, el sol se adueñó del firmamento. Pero era un sol lejano, crepuscular, frío. Solamente el omnipresente viento, un viento que soplaba frío como la muerte, del sur, parecía nítido y real.

En lo alto de la aguja se podía ver la casa, con su tenue luz encendida, y al cielo se le trasparentaban las estrellas, de tan mortecina que era la luz.

Se pararon a comer las viandas traídas desde otro mundo, pero el café del termo se había congelado y los pequeños bocadillos sabían a ceniza.

Siguieron avanzando, con desgarrones en las ropas y arañazos en las manos insensibles hasta que la pendiente les obligó a trepar. Veían ya el sol por debajo de ellos en el horizonte, y en lo alto el cielo se abría oscuro, cuajado de estrellas. La escalada era penosa. En el último momento, cuando ya, por fin, tanto Tim como Alex habían llegado al pie de la casa, Enma perdió pie y se precipitó en el vacío, arrastrando a Pat, que subía justo detrás de ella.

Espantados, Tim y Alex se asomaron al abismo (Kingsport se veía lejano, casi invisible, y el vértigo les hizo palidecer de terror) Enma y Pat caían rebotando en los peñascos, y reaccionando a la caída como si fueran pobres muñecos de trapo. La niebla al pie de la zona rocosa les tragó.

- Tiradas (14)

Notas de juego

Alex y Tim, estáis solos junto a la casa. Enma y Patrick se han caído y han desaparecido.

Cargando editor
01/10/2013, 22:08
Guardián de los Arcanos

La casa no parecía haber cambiado. Había una cornisa alrededor de los tres lados que no tenían puerta de unos tres metros. En cada una de esas tres paredes había una ventana. La puerta quedaba en el cuarto lado de la casa y daba al abismo. Tras las ventanas de vidrios emplomados en forma de rombos de colores verdes, rojos y azules, se podía ver la luz de un candil, pero los contornos de las cosas estaban completamente desvaídos, dado que el vidrio era sumamente vasto e irregular.

El techo, de pizarra, muy empinado. De la chimenea salía un ligero hilo de humo. El frío y el viento eran aquí estremecedores.

Notas de juego

Mucho ojo con los destinatarios, que os capo a los dos con un vidrio roto ¿ein? Ahora estáis solos.

Cada uno me apunte una cruz de experiencia en la habilidad de trepar.

Cargando editor
01/10/2013, 22:12
Guardián de los Arcanos

Tras el tercer rebote, perdéis el conocimiento...

 

Despertáis no sabéis cuánto tiempo más tarde. La niebla os rodea. Habéis caído más o menos cerca el uno del otro. Os duelen todos los huesos. Es muy posible que os hayáis fracturado un par de costillas y que tengáis fisurado al menos, algún hueso. La sensación de mareo pasa poco a poco.

Volvéis a estar en el linde del bosque, justo antes de comenzar la parte en la que la piedra desnuda y los árboles raquíticos y torturados se hacen dueños del paisaje.

Notas de juego

Mucho ojo con los destinatarios, que os capo a los dos con un vidrio roto ¿ein? Ahora estáis solos.

Habéis perdido 9 puntos de vida cada uno.