Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 4: viaje por mar.

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08/06/2014, 14:06
(SS Gabrielle, 3º oficial) Lamont Quingley

¡Que nadie se mueva! Ladró Quingley. Se aseguró de que se seguían sus órdenes poniendo a un marinero cerca de la escalerilla, y él mismo fue al cono de comunicación más cercano con el puente. ¡Piloto! Procure que el barco se mueva lo menos posible. ¡Media máquina y capear las olas! ¡Oficial de refuerzo! ¡Al puente cagando leches! ¡Llame a zafarrancho y todos a sus puestos!

La megafonía del barco repitió la orden. La voz del joven Driscoll sonaba temblorosa, pero suficientemente segura. La sirena cantó: auuuuua, auuuuua, auuuua...

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08/06/2014, 14:10
(Starkweather-Moore, guía) Gregor Pulaski

¿Qué demonios? Gimió incrédulo Pulaski. ¿Qué les pasa?

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08/06/2014, 14:11
(Starkweather-Moore, guía) Enke Fiskarson

Necesitan ayuda. Voy a bajar, dijo Fiskarson, mirando ominoso al marino que guardaba la escalerilla. Avanzó hacia ahí. Maggie estaba ocupada en sujetar a sus perros, para que no molestaran, pero se la veía pronta a intervenir de una manera igualmente expeditiva.

Notas de juego

Presupongo cosas de Maggie... permitidme este recurso para poder narrar la escena :)

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08/06/2014, 14:14
(Starkweather-Moore, guía) Gregor Pulaski

¡No! Le contuvo Pulaski, inmovilizándole. ¿Y si tienen la rabia? Sujeta bien a esos perros, Maggie.

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08/06/2014, 14:15
(Starkweather-Moore, guía) Enke Fiskarson

Pero... ¡Mira! ¡Nos necesitan! ¿No lo ves? ¡Tenemos que ayudarles! Fiskarson reconocía las razones (y la autoridad, como jefe suyo) de Pulaski, pero desesperaba por bajar y acariciar a todos sus amigos. Todos podíais imaginarle muriendo entre sus enloquecidas dentelladas sin hacer absolutamente nada para defenderse.

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08/06/2014, 14:18
Guardián de los Arcanos

Llegó Turlow también, corriendo y revisando todo el pastel con un gruñido de reconocimiento para Quingley.

¿Qué pasa aquí? Dijo mirando asombrado el negro agujero de la bodega.

Se podían escuchar los comentarios de varios de los marinos cuyo puesto de emergencia quedaba cerca (se acabaron los curiosos tras el zafarrancho, pero se iban uniendo algunos miembros de la expedición, para ver qué pasaba).

Decían los marinos:

¡Mira! Tienen la rabia.

Rompehuevos es gafe, fijo que si.

¡Calla! Mira quién viene por ahí. Por ahí venía el mismo Rompehuevos.

Turlow y Quingley les callaron con una mirada fría. Turlow se volvió a Fiskarson que, junto con Maggie, estaban prontos a tirar al mar al pobre tipo que guardaba la escalerilla por donde se bajaba a la bodega. No se si estas bestias están enfermas o no, dijo, pero lo cierto es que se están destrozando ahí abajo entre ellas. Hay que acabar con los perros que hayan matado a otros, por su bien y por el de la tripulación y los otros perros. ¿Lo hacen ustedes, o lo hago yo?

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08/06/2014, 21:44
Maggie O'Connel

- Los han envenenado, no puede ser la rabia, la rabia tiene un periodo largo hasta que produce esa agresividad, y hemos estados con ellos todos estos días y no tenían ningún síntoma... Han debido envenenarlos para producirles esa agresividad.

En medio de todo el follón, Maggie silbó, un silbido fuerte como los que aprenden a usar todos los guía de trineo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mareada.

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09/06/2014, 01:21
Rudolf Kleiver

El alemán llegó casi a la par que Turlow, un poco impresionado por la dantesca escena que parecía producirse en el interior de la bodega. Todo el mundo parecía bastante tenso y preocupado por los animales. Era cierto que la reacción era extraña. De todos modos, Kleiver no tenía excesivo cariño a los perros, y si alguna vez les prestaba la atención necesaria era por Maggie, a la que escuchó hablar sobre venenos. En cualquier caso, el alemán estaba de acuerdo con los que proponían acabar con los perros heridos.

Con su inseparable pipa en la boca, Rudolf sacó su pistola del cinto, tras los incidentes recientes y sabiendo que estaban más cerca de atrapar al tal Jonás la llevaba consigo la mayor parte del tiempo. El hedor era insoportable y tapándose la boca, murmurando algo ininteligible en alemán para sí mismo, trató de bajar la escalerilla...

Pero no fue capaz. Los ladridos, la presión, el ruido y el olor le hicieron retroceder con una maldición. Frunciendo el ceño, trató de apuntar desde el portón doble.
 

- Tiradas (3)
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09/06/2014, 09:40
Timoty Pooster

Tim llegó raudo a la bodega y vio el esperpéntico panorama.

Esta claro que hay que parar esta locura de sangre. Alguien ha de pararles, no se como, pero si siguen arrastrarán a los demás. La manada sigue las actitudes, como como una masa: no tienen una conciencia única y diferenciada, estarán asi hasta que mueran todos. Hemos de aislarles y tranquilizarles. Tambien hemos de hacernos con muestras de lo que han comido y tratar de saber quien se lo ha dado.

- Tiradas (2)

Notas de juego

pasada, he puesto la dificultad en el lugar de la modificacion. Gasp! sañio un 17.

Guardián dice: supongo que estás escribiendo con el móvil, todos estos días :S. Me da la impresión de que piensas que estás dentro de la bodega, y no es así. Estáis en la cubierta principal (sobre el barco, vamos) y la puerta de la bodega es un portón doble en el suelo que se abre con una grúa. Para bajar a la bodega sin volar, hay que usar una escalerilla cuya entrada está vigilando un marino.

 

Entendia que me habia desplazado durante el tiempo trascurridos, si no es el caso, contrlame los tiempos, please.

cita de pooster, sobre mi anterior post-

Entrando de nuevo en la sala medica, le comemnta a Greene.

disculpeme por cinco minutos, boy a bajar a bodega a ver que ocurre, me parece oir a los perros alterados y con lo que esta acaeciendo, toda precaucion es poca. Ahora mismo regreso.

Tras lo dicho, baja las escalinatas, subiendo el ritmo a la par que aumentan los aullidos y quejidos de los peroos.

Guardián: que siiii. Pero en tu camino se interpone un marinero, eso es lo que te quiero dar a entender. Porque han visto que los perros están violentos. Significa que necesito que me aclares si quieres ir a la bodega de todas todas y, en consecuencia, si te quieres unir a Fiskarson en la clara intención que tiene de apartar a un lado al pobre tipo o si te aguantas y ves las cosas desde arriba.

En cuanto a controlar los tiempos, aunque habéis llegado más o menos todos a la vez, asumo que los encargados del barco están pendientes del barco y no, por ejemplo, haciendo reconocimientos médicos, o teniendo una reunión, o rastreando en busca de ácido sulfúrico. Así que tienen cierta ventaja. Ha sido una decisión que he tomado un poco a bulto (sin tirar dados, vaya), pero con ese criterio.

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09/06/2014, 10:05
Aramiker Menez
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Dejo las tiradas, esta tarde roleo.

Aramiker no bajará a la bodega con los perros.

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09/06/2014, 17:32
Alexander Peabody

El dantesco espectáculo pareció afectar a Peabody de una manera un tanto diferente que en la aparición del Rey Neptuno; dió un traspié y elevó ambas manos hacia la cara. De repente, pareció notar todo el movimento del oleaje a la vez, y de nuevo tuvo que moverse torpemente para mantener el equilibrio.

A pesar de eso, su rostro mostraba coraje y entereza. Rechazó las manos que se le ofrecían para apoyarse con un estoico: "Estoy bien, muy bien, no se preocupen; lo importante es bajar ahí lo más rápido posible, hay que salvar a los perros". Aunque bien claro estaba que él mismo no podría descender por esas escalerillas, en su estado.
 

- Tiradas (2)
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09/06/2014, 20:59
(Starkweather-Moore, guía) Gregor Pulaski

Pulaski, al ver que Kleiver sacaba una pistola para hacer él el trabajo, empalideció todavía más.

¡Guarde ese arma Kleiver! Si esto es responsabilidad de alguien, es mía ¿entiende? Y ustedes, se dirigió a Turlow y a Quingsley, no se atrevan a interferir. Limítense a asegurar la zona ¿me he explicado con claridad? Esto es asunto nuestro. Señalaba con la mirada a Maggie, a Fiskarson y a Snabjorn y Silkes, que ahora llegaban perdiendo el culo. ¿Qué proponen hacer? Se dirigía al equipo de guías polares.

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09/06/2014, 21:05
(Starkweather-Moore, líder) James Starkweather

Starkweather, rojo de rabia, tomaba sus propias decisiones.

Traigan las armas largas, a esta distancia las pistolas son inútiles y peligrosas. Casi parecía estar frotándose las manos, dentro del natural agobio, ante una buena jornada de caza.

El que sepa disparar, que se ponga a disposición del señor Pulaski. ¡Muévanse, por Júpiter!

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10/06/2014, 03:06
Maggie O'Connel

- Si los jefes no están más chiflados de lo que creo y me traen mis armas, puedo cubrirlos. Quiero salvar a todos los perros que sea posible, quizás no reaccionen agresivamente ante sus amos humanos y busquen su salvación en ellos. cúbranse con ropa gruesa, guantes gruesos, y cúbranse los cuellos envolviéndose un pedazo de soga para que no puedan morderlos. Si alguno les ataca yo dispararé, soy buena, solo necesito dos repetidoras y alguien que me cargue una mientras uso la otra. Vendría bien un segundo tirador como respaldo, pero solo como respaldo, que no dispare salvo que yo haya fallado, nadie con gatillo fácil ¿Alguien se atreve a jugarse la vida metiéndose en medio de esa masacre?

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10/06/2014, 13:10
Aramiker Menez

Cuando ya había pensado que tenía controlado el vaivén del barco Menez se sorprendía a sí misma encontrándose ligeramente mareada y con el estómago revuelto. Al contrario que Peabody ella buscó apoyo en algún poderoso brazo de alguno de los marineros.

- ¡Oh! Todavía no me acostumbro a esto.

En el aire se mascaba la tensión pero Menez parecía totalmente serena como era ya algo habitual. Tenía claro que no era su trabajo bajar a los infiernos en los que se debía haber convertido la perrera. Se había esforzado porque los perros la reconocieran pero si había que sacrificarlos y poner a otros en su lugar pues haría lo mismo con los nuevos. Escrutó los presentes con cierta aprensión, limitándose a quedarse en un segundo plano. Si lo que insinuaba Maggie era cierto y habían envenenado a los perros más convencida estaba aún de la culpabilidad de Henning. 

- ¿Quién prepara la comida de los perros?- Lanzó al aire la pregunta. Entendía que los cuidadores fueran los que se la ponían delante, pero no podía más que hacer la relación comida-cocinas-pinche-Henning- odio a Starkweather.

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10/06/2014, 17:24
Alexander Peabody

Alex asiste un poco impotente a toda la escena; no era un buen tirador, pero le hubiera gustado ofrecerse a recargar las armas en caso necesario. Sin embargo, debido a su mareo, la idea le pareció absurda y desistió rápidamente, concentrando sus energías en recuperarse lo antes posible para servir de ayuda de algún modo.

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10/06/2014, 19:19
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Moore, que parecía un poco inútil en circunstancias como esta (cambiaba el peso de un pie a otro, nervioso, y se frotaba las manos), contestó a la pregunta de Menez.

Los perros comen permicamm. Esa comida viene ya preparada. Viene en cajas que se almacenan en la bodega. Todos hemos estado muy ocupados durante gran parte de estos días. Ha podido hacerlo cualquiera. Incluso en origen.

Notas de juego

Perdón para el que haya leído. El permicamm se guarda en la bodega, no en la nevera XD No por nada es una comida en conserva por su propia naturaleza.

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10/06/2014, 19:24
(Starkweather-Moore, guía) Gregor Pulaski

Gracias, Maggie, pero te tengo que ahorrar ese disgusto. Yo soy el responsable. Dadme ese rifle... ¡A ver si espabilamos, apurad ya!

Enke, vete ahora mismo a por los trajes de protección. ¡Cagando leches! Enke Fiskarson comenzaba ya a forcejear con el marinero, y el asunto pudiera haber ido a peores. Pero obedeció la orden.

Trajeron la escopeta de Starkweather, un impresionante fusil mataelefantes... Pulaski lo agarró con confianza, cargando las enormes balas una a una. Parecía a salvo del mareo y, en principio, afrontó sereno la tarea de matar...

¡PUM!... ¡PUM!... ¡PUM!... ¡PUM!... ¡PUM!...

Cinco rápidos disparos. Cinco perros literalmente destripados por la terrible munición de la escopeta. Pero parecía que el ataque había herido más profundamente al tirador. Pulaski estaba sollozando, mientras daba la señal a Enke Fiskarson para que bajara.

- Tiradas (9)
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10/06/2014, 19:43
Guardián de los Arcanos

La reverberación de los cañonazos todavía sonaba en los oídos de todos cuando Fiskarson llegaba abajo. Se lo veía ahí, pequeño a la luz de las lámparas de sodio. Entró sin preocuparse por su seguridad para ver cómo iba el resto de los animales.

¡Traedme a Olaf! gritó. Pero Olaf Snabjorn ya estaba ahí. En cuestión de minutos los demás perros se fueron calmando. Maggie, que estaba muy mareada, Pulaski y Silkes, permanecieron aparte mientras los dos especialistas, gentes curtidas, hacían los trabajos preliminares de limpieza. Los perros fueron encerrados en las perreras con poca dificultad.

Pronto se despejó la cubierta superior. Quingsley envió una brigada de limpieza, que constaba de hombres poco contentos con el trabajo. Murmuraban cosas como "rabia" o "contagio". Era casi imposible convencerles de que no había tal. El aire estaba irrespirable, el olor era realmente penetrante. Los cuerpos de los perros muertos se depositaron en lonas impermeabilizadas y se sacaron del almacén. Después, los tiraron por la borda. Se fregaron y limpiaron las manchas de sangre, bilis y excrementos. Hubo palabras duras en el proceso. La brigada realmente temía una enfermedad. Durante todo el proceso, los perros supervivientes estaban extremadamente agitados y armaban un gran barullo.

Olaf Snabjorn, junto con Greene, observaba a los animales. El olor era ya soportable, y tanto Maggie como cualquier otro que sufriera de mareos podía permanecer ahí sin excesivas molestias.

Hirsch y Pooster también estaban ahí. Examinaban a dos de los supervivientes: Mamá San y Picardía. Parecían bajo una gran tensión. Tenían contracciones musculares constantemente, no podían incorporarse y su respiración y ritmo cardiaco eran increíblemente rápidos. Los temblores iban y venían en ráfagas. Los pobres animales poco podían hacer, excepto gemir y morder a aquel que se les acercara demasiado.

Greene pidió que se trasladara a Picardía a la enfermería, para ser examinada. También pidió muestras de la comida que todavía pudiera haber en los platos, y en la de las cajas que había abiertas, y de las que se habían extraído los bloques de pemmicam prensado.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Maggie: pérdida de 2 puntos de cordura. He tirado yo por ti.

Si deseáis hacer algo, decid...

 

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10/06/2014, 23:29
Maggie O'Connel

Maggie no dijo ni una palabra más, las lágrimas eran visibles por todos, un buen chorro que no conseguía contener. Cinco amigos habían muerto, y otros dos quizás corriesen la misma suerte, ella no distinguía demasiado entre hombres y perros y para ella la muerte de los canes era más dura que la de los marineros que apenas había llegado a conocer.

Cuando pasó al lado de Ménez, hizo un esfuerzo para decir algo más.

- Dígales a los jefes que, si les interesa, mis perros han encontrado un nuevo sabotaje en los generadores, he dejado marineros custodiándolos. Mañana continuaré el rastreo, no quiero interferencias de nadie, ni órdenes, lo haré a mi manera o no lo haré. Salvo que decidan quitarme también los perros claro...