Partida Rol por web

Eso explicaria muchas cosas sobre su manera de actuar y por que esos embaucadores la tienen en tanta estima. Bueno intentare encontrar a la española para que me cuente algo y que Marizsa me diga quien la enseño pero puede que este muerto ya me encojo de hombros y me incorporo acercandome a tu oido ¿Que te parece una cita conmigo? si lo consigues tendremos una los dos solos en el sitio mas romantico que puedas imaginar

-Hay que conservar la esperanza, ¿no lo sabías...?- digo de forma algo burlona mientras me dispongo a bajar de la mesa, quedándome tan solo apoyada en ella puesto que se me acerca para susurrarme algo.
No pierdo demasiado el tiempo y con un gesto rápido le sujeto la barbilla para mirarle a los ojos.
-Qué rico... Sería incapaz de negarle algo a unos ojos tan bonitos...-digo en tono dulce e incluso sensual -Si no fuera porque detesto ser el segundo plato- concluyo volviendo a mi tono normal que de todas formas resulta lo suficientemente femenino para resultar "atractivo", soltándole repentinamente y apartándole un poco.
-Me lo pensaré- me encojo de hombros y me dispongo a volver a la barra hasta que él salga del local. No me gusta tener vástagos merodeando sin mi supervisión.

Buenas noches Irina sonrio besandote en la mejilla y caminando hacia la puerta mientras me arreglo la chaqueta un poco estaremos en contacto, sabras donde buscarme pelirosa. Me gusta, creo que Quentin te ha elegido un buen mote aunque prefiero llamarte por tu nombre. Nos vemos y no serias nunca un segundo plato. Salgo sonriendo

-¡Eh! No empecéis a malacostumbraros con ese mote...- comento con una sonrisa que en realidad me divierte, siempre y cuando sólo lo empleen ellos dos y quizá alguno más, pero es cierto que no quiero que se extienda entre aquellos que no son de mi agrado.
-Últimamente viene gente muy rara por aquí, ¿no? Incluso más de lo habitual...- comento distraidamente una vez estoy en la barra, observando el local en su totalidad para comprobar que todo está en "orden", lo cuál me recuerda que dento de 2 noches será esa reunión brujah que ni siquiera sé donde tendrá lugar.

-Voy a hacer unas llamadas- me limito a decir antes de salir del Manthys. Ventajas de ser la dueña, pro supuesto.
Me dirijo a la primera gasolinera que encuentre y compro una de esas tarjetas para móviles de usar y tirar. Muy útiles para llamadas anónimas, sin lugar a dudas.

Asi es jefa , asi es comenta Liam mientras termina de cambiar los barriles de cerveza para esa noche y comprueba que todo esta listo. Se despide de ti mientras te marchas a hacer unas llamadas, las tarjetas son faciles de conseguir y la cabina mas facil de encontrar. Entras y metes la tarjeta llamando al primer numero que recuerdas.

Llamo al móvil de Alexander, que cómo ya esperaba tarda largo rato en coger pero aún así lo hace y sonrío satisfecha pro haber tenido tal suerte. No suele llevarlo encendido muy a menudo.
Intercambio unas cuántas palabras y peticiones con él, uno de los pocos tíos legales que conozco, supongo que su código moral o lo que sea le hace ser así, el caso es que dice que me llamará y sé que lo hará porque siempre cumple su palabra.
Cuelgo y salgo de la cabina rompiendo la tarjeta en varios pedazos que voy dispersando en algunas papeleras o en el suelo antes de volver hasta mi moto.
La falda se arremanga considerablemente pero me da bastante igual, de todas formas queda todo bastante oculto gracias al depósito de gasolina así que me pongo el casco y me dirijo a las afueras de la ciudad.
Con un poco de suerte Thomas habrá organizado algo esta noche.

A las afueras hay mucho jaleo, demasiado tal vez. Un grupo de agentes de policia tiene acordonada una zona mientras indica al resto que siga su camino a lo lejos ves unos bultos en el suelo en una posicion grotesca y un par de motos que estan aparcadas bajo un arbol.
Cuando llegas a donde sueles reunirte con Thomas ves que no hay mucha gente pero la necesaria para una carrera clandestina en ese lugar abandonado.

Miro el supuesto accidente de reojo al pasar junto a él pero no llego a detenerme hasta que llegar al pequeño descampado dónde suelen aparcar los vehículos de las carreras, ya sean coches o motos.
Me quito el casco y bajo de mi "pequeña" mientras sacudo un poco mi larga melena para que se recomponga, acercándome a Thomas un poco ceñuda.
-Parece que ha habido un accidente cerca de aquí, la poli todavía está ahí así que sería mejor retrasar la carrera si tenéis alguna planeada- miro de reojo los llamativos vehículos que hay a pesar de que esta noche no hay demasiados.
-¿Te has enterado de lo que ha pasado?- le pregunto con curiosidad.

Ni idea, solo se que nos hicieron circular, pero por la carrera no se, puede que podamos hacer algunas cortas, ha venido alguien de fuera y queria competir, trae mucha pasta y una moto cojonuda digo señalando a un rincon sobre una ducati negra hay alguien con casco, no sabes si hombre o mujer que espera mientras os decidis.

-Debe de ser el típico niño rico al que le gustan las emociones fuertes... esperemos un poco y pongámonos en marcha, ¿te parece?- le propongo amistosamente, dándole una palmada en la espalda antes de dirigirme al nuevo con el caso bajo el brazo.
-Buenas noches... Me han dicho que acabas de llegar por aquí, ¿te han explicado las normas?- no es una amenaza, más bien me estoy ofreciendo a ayudarle ya que si no las cumple puede cabrear a esta gente y no es algo muy recomendable teniendo en cuenta la mala leche de la mayoría de ellos.
De paso aprovecho la cercanía para discernir si es hombre o mujer, no debería ser demasiado difícil.

Si, mas o menos me las han explicado guapa, pero si lo haces tu tambien, seguro que sacare algo mas en claro escuchas tras el casco con voz apagada y algo distorsionada mientras saca un fajo de billetes de la chaqueta mi apuesta es esta, hay cien miel, por si lo quieres saber y solo necesito saber quien sera mi rival

Miro el fajo de billetes y de nuevo al casco que no ha tenido la "gentileza" de quitarse. Tampoco es nada nuevo ya que más de uno ha querido pasar por anónimo, pero si repiten acaban por presentarse... Parece un hombre aunque no podría asegurarlo y supongo que tampoco importa demasiado.
-No estoy muy segura de que puedan devolverte todo ese dinero en caso de que ganes, y yo de ti no iría enseñándolo como si nada porque los aquí presentes no son precisamente hermanas de la caridad... Vas a tener que esperar un poco a que empecemos- parece el típico que se cree que puede conseguir lo que quiere y cuando quiere sumando billetes a su fajo, aunque esta vez va a tener que esperar quiera o no.

Mientrastanto hablo con alguno de los presentes y dejo que intenten chulearme con sus coches, aunque la mayoría son tan exagerados que quedan demasiado recargados, no acaban de gustarme... pero impresionan, de eso no cabe duda.
Tras la media hora que habíamos "acordado" me pongo el casco y subo a mi moto, cambiándome los zapatos por unos más adecuados para después posicionar el vehículo en la "línea" de salida.

El extraño se coloca a tu lado mientras acelera un poco la moto antes de comenzar, es una recta lo que hay en el principio para luego ir en curvas. Vais muy juntos y un par mas detras vuestro, no os separais cuando hace un extraño en el manillar mientras escuchas gritos detras, parece que se han caido los que os seguian, pero no le importa, pulsa un boton que la acelera mas alejandose en una estela

El desconocido decide hacer uso de su motor alterado, lo he visto hacer muchas veces con los coches aunque no tanto con las motos.
Me encojo de hombros y freno. Ya ha demostrado que no es capaz de ganar por sí mismo, para mí no tiene absolutamente ningún mérito lo que acaba de hacer, el resto de vehículos no están modificados así que era obvio que iba a ganar.
Vuelvo hasta el lugar del inicio de la carrera con tranquilidad y espero de nuevo con el casco puesto sentada en mi kawasaki.
Thomas le dará la mitad de la pasta cómo mucho, una carrera de éste tipo no ofrece espectáculo ni emoción y la recompensa obviamente desciende.

Es extraño, no vuelve por el dinero y de los dos que os seguian no queda ni rastro, cuando os vais a marchar aparece una furgoneta de colores chillones de la que salen un grupo de romanis de alegres ropas que os miran mientras una anciana sale de dentro y se arrodilla en el suelo haciendo un extraño simbolo y chupandose luego el dedoLa princesa ha estado aqui, esta cumpliendo su mision pero debe venir con nosotros, debe dirigirnos como antaño hizo la abuela

-La "princesa" ha seguido carretera abajo...- me limito a decir mientras les observo algo ceñuda.
Lo que faltaba, Ravnos en la ciudad. A Jackius se le está yendo el control totalmente de las manos y no voy a ser yo la que le avise después del trato recibido. Quizá se lo comente al sheriff... Si le encuentro, y me apetece.
Esperamos impacientemente a que se larguen con su trasto-móvil, si tardan más de lo necesario les "convenceremos" de que se marchen de una maldita vez para proseguir con las carreras de esa noche.
A pesar de que sean pocas seguro que el dinero "prestado" por esa perra incentivará bastante la participación.
Lo único inquietante es la desaparición de los otros dos motoristas, eso no ha tenido gracia. Quizá sea un truquito alucinógeno de los suyos.

Los romanis suben de nuevo a la furgoneta y la anciana antes de subir te mira y sonrie levemente Tu destino no es el que te esperas, pronto tendras que decidir y ayudar a nuestra princesa para derrotar al mal que anida en los corazones de los vampiros de esta ciudad como predijo nuestra abuela

-Pues será mejor que empecéis a prepararos para asimilar el mal...- arquea mucho una de mis cejas. Cómo odio ese tipo de chorradas gitanas de los Ravnos, lo dicen cómo si fuera místico y profético y sólo se lo creen ellos.
-Yo de vosotros me iría antes de que el Príncipe se entere de que estáis merodeando por aquí- me cruzo de brazos guardando silencio y mirando cómo se marchan con la cochombrosa furgoneta.
Joder, desde que me decidí a hablar con el Príncipe cada vez pasan cosas más extrañas, quizá sí está maldito después de todo el cabrón.

Hacemos un par de carreras de motos y varias más de coches, esta vez resultan más interesantes al ser a un nivel automovilístico similar, así que me paso buena parte de la noche entretenida con eso, subiendo la adrenalina a tope y olvidándome de viejas chochas para volver luego al Manthys.

Cuando llegas lo primero que te llama la atencion es a Quentin que esta en un rincon jugando con su gatito mientras los parroquianos estan algo mas que asustados en el lugar incluso algunos estan palidos como si hubieran visto a un fantasma

Entro al Manthys con un suspiro de alivio. Hogar dulce hogar...
No puedo evitar mi sorpresa al distinguir a Quentin en uno de los rincones, no estoy muy convencida de que sea un sitio apropiado para él con éste tipo de música y ambiente.
De todas formas me acerco a él y tras rodearle el cuello con los brazos le beso cariñosamente en la sien.
-¿Qué haces tú por aquí? No habrás venido solo, ¿verdad? Enseguida estoy contigo, pórtate bien...- acaricio a su gatita a modo de "saludo" y entonces me acerco a la barra, dejando el casco sobre ella con expresión sombría.
-Liam, ¿qué ha pasado?- pregunto preocupada ante las caras de los clientes. Quizá Quentin ha montado algún tipo de "numerito" raro...