Partida Rol por web

Mascarade: Londres se alza

Prologo XI: Dobles sensaciones, dobles confusiones

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03/10/2008, 19:21
Sarah Mathius

El inexorable amanecer que se acerca, puedo permanecer mas tiempo despierta si lo deseo, un don que he guardado siempre, pero hoy deseo descansar con Ian desde el primer segundo hasta el ultimo rayo de sol desaparezca por el horizonte.

Me tumbo a tu lado apoyada en ti cerrando los ojos mientras me abrazas en un protector gesto y sonrio. Mañana cuando despierte, Londres estara a nuestros pies, tendremos que preparar una fiesta y tengo que presentarle a una amiga que ademas seguro que le dice lo afortunado que es al tenerme, al tenernos ambos

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03/10/2008, 22:50
Ian Nottingham Greystock

Tumbado sobre un mullido colchón, puedo oler las manchas de pequeñas gotas de nuestra sangre mezclada, aún ligeramente húmeda. El calor de nuestra poderosa vitae se mezcla con el fresco aroma de los cabellos de Sarah, quien se recuesta sobre mí. Cercana, íntimamente cercana. Su mano acaricia el bello de mi pecho, jugueteando con él lentamente, haciendo que sus caricias me estremezcan. Siento su muslo acoplándose sobre el mío, entremezclando nuestras piernas.

Creo que sus labios han besado mi hombro, aunque apenas lo he sentido. Los sentidos comienzan a abandonarme, de hecho, señal inequívoca de que el dia está llegando finalmente. lo único que puedo hacer es mantener la mirada el el techo del compartimento, una mirada que se torna borrosa por momentos. Pronto habré de cerrar los ojos, arrastrado a la muerte diurna.

Pero mañana, una nueva noche me estará esperando. Siempre es lo mismo.

Mas en esa ocasión, Sarah estará a mi lado al despertar.

Es un pensamiento agradable.

El último pensamiento, antes de...

Morir...

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03/10/2008, 23:54
Director

El dia pasa con normalidad, aunque claro no lo sabes para estar despierto. La noche llega y con ella tus sentidos, uno por uno despertandose como se despierta el recuerdo de lo vivido la noche antes. Descansa como quedo la noche antes, sus colmillos se muestran levemente por entre sus labios sonrientes mientras su pelo ha crecido un poco mas, demasiado tal vez ahora llega casi hasta los pies de la cama, del mismo color blanquecino del que hace gala.

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04/10/2008, 06:25
Ian Nottingham Greystock

El desentumecimiento es solo el primer síntoma de la nueva vida. Cada noche es igual. Es el poder de la sangre, recorriendo nuevamente mis venas tras un día completo de inactividad, de calmada quietud. Sangre que no fluye, vida que se apaga. Y cuando el sol se aleja, la oscuridad trae un nuevo fluir, sangre de vida recorriéndome, atrayéndome a una nueva caza.

Y con la sangre, llegan los recuerdos. En ese instante, el mometo en que la vida y la muere están a medio camino, cuando los recerdos traídos por la vitae semezclan con la realidad actual. Los sueños. Único momento en que puedo tenerlos. Aunque siempre es el mismo, y eso hace que mi despertar sea rudo, salvaje y brutal.

La selva. Espesura, densa, abrupta. Zarzas, espinos.

Heridas en mi piel. Sed. Calor. Sol asfixiante.

La bestia, agazapada. Sus ojos brillantes calculando a su presa. Eligiendo el momento de saltar sobre ella.

Sobre mí.

Colmillos lanzados contra mi cuello. Una explosón. Disparos.

Un enfrentamiento con la muerte.

Abro los ojos desmesuradamente, gritando, rugiendo salvaje. El rugido de la batalla perdida, el de mi transformación. Ahora no soy presa, sino cazador. Me lo tengo que recordar cada noche al despertarme. No soy el cazador blanco, soy el león.

Miro a mi alrededor al cesar mi rugido, sorprendio. Recuerdo. El avión, el camarote, Londres... Sarah. Ahí está, mi nueva vida. Apacible, tranquila. Lejos del salvaje África. Un mundo de caballeros y damas. Acaricio el cabello de mi amada, ahora inauditamente largo, y la miro con un atisbo de ternura.

  • Buenas noches...
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04/10/2008, 08:27
Sarah Mathius

Hace largo rato que estoy despierta pero aun asi no he querido despegarme de mi amado. Cuando ruge hace que casi abra los ojos pero prefiero otro tipo de despedida, tendra que contarme por que es asi cada uno de sus despertares.

Su dulce voz me hace que por fin abra mis ojos, esta noche me ayudara a cortarme el pelo, recordatorio de dias pasados en el que las mujeres eran sumisas ante los hombres y se plegaban a cada uno de sus encantos.

Buenas noches sonrio y te miro a los ojos. Creo que estamos ya en Londres, aun asi deberiamos ir a comprobarlo, pero antes vestirnos.

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04/10/2008, 19:03
Ian Nottingham Greystock

Tal como imaginaba, el despertar es menos angustioso cuando lo primero que veo son esos ojos claros y profundos. El leon se aleja más velozmente que de costumbre, y con él mi necesidad de luchar por mi propia falsa supervivencia. Me doy cuenta de que mis colmillos están extendidos, fruto de mi fiero despertar, pero ante su bello rostro no puedo sino guardarlos de nuevo.

Londres ¿Hemos llegado ya? Parece inaudito haber recorrido tanta distancia, casi medio mundo, en tan poco tiempo. Bueno, en el fondo no ha sido tan poco, una noche y un día casi completos. Pero supongo que es la compañía lo que lo ha hecho agradable. Y todo el mundo sabe que el tiempo pasa volando, cuando se disfruta de él.

  • ¿Que te ha sucedido?

Es todo lo que alcanzo a decir, curioso aunque no en exceso ante los cambios en mi amada. Acaricio su larga melena, inmensa como el velo de una novia ante el altar. Una analogía adecuada. Yo mismo me siento como el novio que ha esperado demasiado tiempo a su prometida, y al fin la tiene a su lado ante el sacerdote.

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04/10/2008, 19:59
Sarah Mathius

Nada, solo es el recuerdo de mi pasado. Lo corto todas las noches para que no me moleste mucho. Cuando me transformaron tenia el pelo asi de largo, decian que era como las alas de un angel. sonrio y te miro a los ojos

Hoy me ayudaras tu a cortarmelo, y espero que todas las noches lo hagas, por que sino seguira asi hasta que me canse de el. Ademas recogerlo es una tarea muy dificil. Aunque... me callo un segundo si te gusta largo puedo dejarlo

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04/10/2008, 21:45
Ian Nottingham Greystock

Es tan largo... Me pregunto de qué época exactamente procede esta vampiresa. Debe ser tremendamente antigua, en comparación con el escaso tiempo que llevo cazando...

Alargo la mano hacia su melena, acariciandola. La tomo en mi mano, a la altura de su cuello, y reúno los largos mechones en una sola cola gruesa y espesa, atrayéndola hacia mí. Tirando de ella, obligándola a acercar su rostro al mío. Le doy un beso, uno mis labios a los suyos mientras mi mano sujeta su larga cabellera. Al separar nuestros rostros de nuevo, pienso que lleva razón: una cabellera tan larga debe ser un incordio. Con el pelo corto la conocí, con el pelo corto me conquistó, con el pelo corto la prefiero.

  • No soy buen peluquero. Pero dame algo afilado y me aseguraré de que el corte sea preciso. Media melena estaría bien ¿No crees?

Media melena. Un corte preciso a la altura del cuello, entre los hombros y las orejas. Solo he de asegurarme de que que de todo a la misma altura. No puede ser tan complicado...

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04/10/2008, 23:55
Sarah Mathius

Como tu prefieras amor mioreplico sonriendo y mirandote a los ojos mientras asiento y señalo a un cajon

Dentro hay una caja negra como si fuera un joyero algo mas grande y dentro hay

y

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05/10/2008, 22:26
Ian Nottingham Greystock

Sonrío al mirar la factura de la daga. Tantos hornamentos son propios del arma de una mujer, sin duda alguna. Demasiados adornos, escasa efectividad y utilidad. Incluso resulta incómoda de sujetar, aunque yo mismo no sea el ser más apropiado para calibrar un arma así. Sin embargo, la hoja es fina y afilada, con una forma ondulante que favorece el corte.

Me giro con la hoja en las manos, acercándome a la espalda de Sarah. Pongo unamano en su hombro, acariciándolo y propinándole un ligero masaje antes de acercar mi propio rostro para besar su mejilla desde atrás. Entonces sostengo su larga cabellera, situando el puñal entre el pelo y su cuello. Calculo la altura correcta, el ángulo, el modo en que quedará tras el corte...

Zas

El sesgo es rápido y preciso. No soy experto, pero creo que el resultado no dejará a mi amante insatisfecha. Sus largos cabellos quedan en mi mano, mientras que su cabellera desciende como las cortinas de un teatro al terminar la función, dejando su bello rostro enmarcado por una media melena clara como las alas de un ángel.

Dejo caer el pelo y regreso al joyero, dejando la daga en su lugar. Tomo entonces el collar y un pequeño espejo de mano, y regreso tras Sarah, ofreciéndole el espejo para que compruebe el resultado. Mientras se contempla, despliego el collar alrededor de su cuello, abrochándolo en su nuca con delicadeza. Una vez el clic me indica que está cerrado, pongo mis manos en sus hombros y aplico un pequeño masaje, acecando mi rostro para besar su cuello, justo por debajo del lóbulo de su oreja.

  • ¿Que opinas...?
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05/10/2008, 22:53
Sarah Mathius

Un corte perfecto, en manos de un peluquero preciso digo sonriendo mirandome en el espejo y a ti reflejado a mi lado acariciando el collar

No lo recordaba alli, me lo regalaron mis padres, un pequeño lujo en aquella epoca. Piedras color sangre, muy apropiado para mi y la cruz, ironico que ni nos afecte giro parcialmente el rostro para mirarte y sonrio Tal vez deberias ayudarme a encontrar algo en mi armario que combine con el. Hoy voy a llevar el pelo suelto, el dia de la fiesta lo dejaremos algo mas largo para el peinado que tengo en mente. dejo el espejo a mi lado y levantandome camino hacia el armario descorriendo la puerta.

pero ahora algo comodo que cuando vayamos al hotel tenemos que darnos un baño, aun tienes sangre por la piel

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06/10/2008, 18:00
Ian Nottingham Greystock

Me quedo junto a la cama mientras ella se acerca al armario. De hecho, me siento en el borde del colchón observando a mi amada abrir un guardaropa lleno de ropa de mujer. Estoy intrigado por ver qué seleccionará, probablemente un vestido ligero, semejante al que llevaba puesto cuando la conocí. Aún no puedo creer que la haya conocido hace tan solo dos noches...

  • No se si quiero desprenderme de esta sangre... Buena parte de ella es tuya...

Miro mi propio pecho, cubierto por una fina película rojiza y reseca. Sangre desperdiciada, que no fue absorvida anoche por nuestra vorágine sexual. Tan solo estoy vestido con mis pantalones de rayas grises, y los calcetines negros. Mis zapatos no andan demasiado lejos. Recuerdo mi camisa abierta y rasgada por la pasión de Sarah, abandonada en el suelo del pasillo del avión junto a la chaqueta del traje. Supongo que la americana aún está intacta, aunque arrugada. Pero esa camisa no está como para ponérsela de nuevo...

  • No tendrás por ahí algo que pueda ponerme ¿Verdad?
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06/10/2008, 19:00
Sarah Mathius

Sonrio girando la cabeza mientras las manos recorren las perchas con suavidad, buscando algo para ponerme.

Ian, no somos seres incivilizados para ir cubiertos de sangre, pero de todas maneras, mas adelante en la noche tal vez haya mas sangre sobre ese pecho vuelvo a dirigir mi atencion a las perchas mientras miro sin mucho animo Voy a tener que comprarme mas ropa, se me esta quedando obsoleto niego mientras cojo una percha y me pongo el vestido por encima girandome para que me veas.

Creo que si que hay alguna camisa. Lo que no se es si Pietro y tu tendreis la misma talla, pero bueno. Esta se la compre para su cumpleaños con un traje, si lo prefieres puedes llevarlo tu sonrio mientras saco una percha cubierta con un guardatrajes. Dentro

Notas de juego

Lo que hay es el traje XD

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07/10/2008, 13:46
Ian Nottingham Greystock

La civilización está sobrevalorada. No reniego de ella, no obstante, soy consciente de que el cazador debe ir donde esté su presa y mimetizarse en su hábitat. Es solo que en ocasiones es fácil confundirse uno mismo con la propia presa.

Aún así, reconozco que no es apropiado andar por ahí cubierto de sangre, llama demasiado la atención. Y la insinuación de Sarah es... prometedora.

Cuando me enseña el vestido, lo miro de arriba a abajo, detenidamente.

  • Me encanta lo que veo -La miro a los ojos- Y el vestido tampoco está mal.

Tomo el portatrajes y observo detenidamente la indumentaria. Es un traje parecido a los que llevan los hombres de negocios que visitan Africa. Corte moderno, supongo, nada parecido a los trajes clásicos que suelo llevar. Al menos lleva corbata, y no esas incómodas pajaritas de los smokings de gala. Supongo que podría acostumbrarme a vestir así, aunque creo que regresaré a mis trajes clásicos en cuanto me sea posible. Son más... señoriales.

Comienzo a desvestirme para ponerme el traje. De repente siento un cierto ansia de salir al exterior, respirar el aire fresco y sentirme libre una vez más. El viaje en avión no ha sido incómodo, pero el que habita en mi interior necesita el contacto con la naturaleza, la libertad, ver el cielo...

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07/10/2008, 16:14
Director

Sara solo sonrie con tu comentario mientras se termina de arreglar. Se cambia de ropa interior y se limpia con algunas toallitas la sangre que pueda tener en la piel para ponerse el vestido con calma.

Unas medias que sujeta en el liguero y unos zapatos de tacon, se cepilla un poco el pelo mientras te mira. Se acerca y te besa en los labios sonriente antes de guiñarte un ojo para salir de la habitacion, alejandose por el pasillo.

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07/10/2008, 18:51
Ian Nottingham Greystock

Ver a Sarah alejarse me permite permanecer unos instantes en completa soledad, algo que siempre ha sido una constante en mi vida. Las grandes fiestas y masivas concentraciones de presas siempre han contrastado con los largos momentos en que he estado solo con quien habita en mi interior, momentos en que mi lado salvaje se ve apaciguado por la calma que concede la distancia respecto a la tentación.

Termino de ajustarme la camisa, que parece ser más o menos de mi talla, y comienzo con la corbata. Es un complemento que no me gusta demasiado, agobiante y demasiado similar a la correa de un animal de granja. Algo se revuelve en mí cuando ajusto el nudo. Finalmente me la quito, tirándola sobre la cama con desprecio. Dejaré un par de botones de la camisa sin abrochar. Me pongo la chaqueta y me aseguro de que lo puños de la camisa sobresalgan solo ligeramente.

Al acercarme al espejo que supone la puerta del armario, veo la necesidad de peinarme con más convicción. Mi larga melena despierta cada noche enredada y revuelta, salvaje como la del león que me arrastró a la muerte de la que Labika me apartó por siempre. Tomo un cepillo del pelo y comienzo a cepillarme con fuerza. En poco tiempo logro darle el aspecto que me interesa, a excepción de un mechón rebelde que se empeña en dejarse caer por mi frente. Lo aparto con la mano, humedecida con un poco de agua del lavabo.

Vuelvo a mirarme a espejo.

Parece que este es el nuevo Ian, lejos de la salvaje e inhóspita África y de nuevo en su tierra natal, en la civilización europea.

Salgo del camarote, siguiendo los paso de Sarah.

Veremos que nos depara Londres...

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07/10/2008, 20:45
Director

Caminas hacia donde estuvisteis sentados la noche antes al despegar. La puerta de embarque esta abierta, te llega el aire frio de la noche londinense mientras te invaden mil aromas a la vez.

Fuera a los pies de las escaleras un coche deportivo ultimo modelo con Sarah a su lado que lleva un abrigo de piel blanca y habla con su criado que se marcha en otro vehiculo, en un rolls. Se gira y te mira a los ojos.

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08/10/2008, 16:49
Ian Nottingham Greystock

Al asomar la cabeza por la compurta del aparato, es el aire lo pimero que llama mi ateción. Los olores, los aromas, miles de sensaciones diferentes comprimidos en pocas aspiraciones. Cierro los ojos un instante, erguido en lo alto de la escalera con una mano en su barandilla. La libertad, la nauraleza, mi propia naturaleza, el ecosistema en que me moveré en los próximos tiempos.

Respira profundo, mi cazador interior...

Esto es Londres...

Al abrir los ojos nuevamente, dedico una sonrisa satisfecha a Sarah, quien me espera a los pies de la escalera junto a un vehículo. Nuestro transporte a la gran ciudad. A mi mundo de presas inagotables.

Comienzo a descender, lentamente, saboreando el momento. Este instante debe quedar en mi retina por los tiempos de los tiempos.

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08/10/2008, 17:10
Sarah Mathius

Apoyada en el deportivo sonrio mientras veo como mi pareja baja las escaleras. Londres va a quedarsele pequeño en poco tiempo, seguro que querra recorrer el mundo en breve

Iba a pedirte que condujeras tu, pero como no conoces la ciudad, lo hare yo. Solo dime a donde quieres ir enseño las llaves en mi mano y abro la puerta del conductor.

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08/10/2008, 22:14
Ian Nottingham Greystock

Es un coche demasiado llamativo para mi gusto, excesivamente moderno, casi futurista. No es de mi estilo, pero seguro que no será mi vehículo habitual, de modo que no me importa demasiado. Del mismo modo, tampoco me importa que sea Sarah quien conduzca. Como bien dice, no conozco la ciudad, y de todos modos no me gusta conducir. Se hacerlo, al menos de forma basica, pero me resulta incómodo tener que manejar una máquina como ésta. Prefiero la comodidad de un chófer o la libertad de mis propias piernas.

Cuando veo a Sarah poner las manos en la puera del conductor, me abalanzo sobre ella de dos grandes zancadas, ocupándome personalmente de abrirla y sujetarla mientras la vampiresa se acomoda en su asiento. Entonces cierro la portezuela con cuidado, antes de caminar lenta y arrogantemente alrededor del automóvil hasta la puerta contraria, sentándome en el asiento de copiloto.

  • No conozco nada de la ciudad, de modo que no tengo ninguna preferencia. Podríamos simplemente dar un paseo por sus calles, para degustar el ambiente nocturno de esta urbe. Estoy seguro de que no se parece en nada a Umtata...