Partida Rol por web

No me importa como este si puedo estar contigo replico negando y suspiro tendiendote la mano. Cuando quieras ire a visitar la casa de tu familia, mi humilde apartemento va a ser una choza a su lado me rio y niego

Ian, no importa el lugar, solo lo que ocurra entre esas paredes y con quien ocurra

- Oh, Sarah, eres demasiado condescendiente conmigo. Pero no puedo permitirlo. No puedo invitarte a mi hogar si no está a la altura de lo que alguien como tú se merece. Incluso aunque a tí no te importe... a mí me avergonzaría.

Es una cuestión de formas, de galantería ¿Que clase de noble sería de lo contrario? Un bárbaro, sin duda. Y África no ha convertido a este miembro de las ilustres familias Nottingham y Greystock en un bárbaro arrogante. Muchos me tildarían de salvaje sin dudarlo, antes de desgarrar sus gargantas con mis propias manos, por supuesto. Pero sus palabras estarían carentes de verdad alguna. Se lo que soy y lo que habita en mi interior, y lo acepto. Pero no soy ningún bárbaro que haya olvidado las "buenas maneras".

- Aún así, es probable que a estas alturas mi hogar familiar esté lo bastante aceptable. Y estoy deseando conocer tu apartamento, tu hogar, tu modo de vida... todo lo tuyo.

Esta bien, no ire a tu casa hasta que me digas que esta perfecta. Me quedare en la mia y hare pucheritos mientras espero replico poniendo morritos y asiento.

La mia es muy pequeña y la verdad, nada comoda, totalmente llena de muebles inservibles y aparatosos, pero ya que quieres venir, concedido. Cuando lleguemos te quedaras esa noche alli, solo para que la conozcas. Y no duermo en ataud, prefiero las sabanas de seda

- Oh, Sarah, no me has comprendido...

La imagen de Sarah sola en su apartamento esperándome, este bello rostro desaprovechado su luz angelical en una mueca de tristeza, hace que algo se revuelva en mi interior.

Nunca me había pasado, ni tan siquiera con Labika ¿Por que será? ¿Será la sangre que hemos compartido? ¿Habrá nacido un íntimo y poderoso vínculo entre nosotros?

- ...Lo que deseo es que me acompañes a comprobar el estado de mi hogar. El hogar que será también tuyo durante el tiempo que desees estar a mi lado. Solo si está en condiciones indignas buscarímos refugio en otro lugar, hasta que se subsanara. Tu apartamento, por ejemplo. No me preocupan las incomodidades, mis cacerías me han llevado a agazaparme en lugares que harían vomitar a la mayoría de los mortales. Un piso como el tuyo, con tu compañía entre sábanas de seda, podría ser lo más parecido al Paraíso que nos está vedado.

Mo voz se va atenuando con cada palabra. Es una conversacón íntima, insinuante, un juego de coquetería y sensualidad.

- No obstante, si es digno de tu belleza, te instalarás conmigo. Charlaremos en los viejos salones, pasearemos por los largos corredores, jugaremos en los jardines como cachorros. Y cuando el amanecer nos aceche, podrás elegir una de las muchas habitaciones de mi hogar, la que tú desees -Elevo una ceja, insinuando, mostrando mi deseo- Incluso la mía. -Sobre todo la mía.

Alzo la mirada ante tus palabras sin apartar la vista y con gesto incierto, mientras continuas voy sonriendo poco a poco. Llevandome un dedo hacia los labios [como en la foto] y miro hacia el suelo antes de volver a mirarte.

No me importa si no esta bien acondicionado, si estas alli, es lo importante. Si me traslado a tu casa tendria que llevar muchas cosas de mi apartamento alli, sobre todo mi ordenador es con lo que suelo trabajar en mis negocios y... niego y al final asiento me quedare alli el tiempo que desees y ocupare la habitacion que tu creas conveniente, seguro que sera la mas acertada.
Su habitacion, su casa, no esperaba tanto. Disfrutar de su compañia todo el tiempo que pueda y me dejen mis obligaciones

- Por supuesto, querida, lleva cuanto precises...

Negocios. Esa palabra hace que de repente se rompa ese velo invisible de magia que flota en el ambiente. La coquetería y galantería dan paso a la realidad, y ésta me dice que se aún muy poco de Sarah. Y quiero saber más, mucho más...

- Y dime, Sarah ¿Qué negocios son esos? ¿A que dedicas tus largas noches? Deben ser fructíferos negocios, -Abro los brazos, echando unamirada anuestro alrededor. No cualquiera puede disponer de un avión privado- dado el tren de vida que pareces llevar...

Pues la verdad, solo son de algunas minas en Africa y en oriente medio. Una empresa de sofware japonesa y una revista de moda. Nada importante, bueno tal vez si me permiten llevar este tren de vida, pero tambien me dan un estatus que no me permite pasar tan desapercibida como me gustaria. niego y me levanto del asiento y pongo mi dedo sobre la punta de tu nariz. pero no me absorven tanto la novida, tengo alguien que me ayuda a llevarlos, como tu. Tendre mucho tiempo para ti, para nosotros

- Veo que tienes tus inversiones bien repartidas.

Es lo bueno de no temer el paso del tiempo. El dinero y la forma de obtenerlo ya no se ven de la misma manera. Pasan a un segundo plano, se pueden obtener grandes beneficios sin dedicar tanto trabajo. Porque los seres como nosotros siempre pueden encontrar a alguien que se ocupe del esfuerzo y la dedicación. Los hijos de la noche estamos en la faz de la tierra para disfrutar de menestres menos mundanos. Por desgracia, disponemos solamente de la mitad del día, y no podemos desaprovecharla con actividades menores como trabajar.

- En mi caso poseo cierta fortuna debido a mi herencia familiar, que incluye bastantes posesiones. La mayor parte de mis ingresos viene precisamente de las minas de diamantes del sur del continente africano. Es curioso cómo unos pequeños cristales pueden mover un sistema tan próspero y productivo, sostener economías enteras, financiar costosas guerras... Y todo para que algunas mujeres mortales puedan lucir un brillante anillo o un colgante ostentoso.

- Naturalmente, esos negocios no me quitan tiempo de mi larga cacería. Otros se ocupan de que el negocio prospere. Yo, como máximo accionista, solo tengo que esperar la llegada de los beneficios.

- No hay obligaciones acuciando mis noches. Soy libre, silvestre.

Me gustaria a mi tambien ser libre a veces, pero ya ves, demasiado trabajo me rio negando sin apartar el dedo mirandote a los ojos y acercandome mas

Pero voy a empezar a delegar, para pasar mas tiempo juntos si te apetece. Una noche de cada tres la usare para los negocios, pero no prometo nada si me llaman en mitad de un paseo para que vaya a una reunion. Mis empleados piensan que tengo una pequeña afeccion dermatologica que hace que sea alergica al sol por eso solo voy tras los atardeceres a firmar contratos y a reuniones aburridisimas

- Jajaja...

No me rio de ella, es solo que me resulta divertido en ocasiones ver cómo tenemos los cazadores supremos que ocultar nuestra verdadera identidad frente a los que no son sino nuestras presas. Pero nuestra debilidad diurna nos obliga a ello, y no hay hijo de la noche que escape a tal búsqueda de continuas disculpas.

Aún así, mi risa es educada, cálida, formal. Corta y seguida de una amable sonrisa. Agradable, cmo la sensación que me embarga en esos momentos.

- Una afección dermatológica, que original. Supongo que la fina textura de tu blanca piel ayudará a mantener la tapadera ¿Verdad? Mi excusa es bastante más sencilla. Soy un noble adinerado que no ha trabajado ni necesita hacerlo. Por lo tanto, dispone de su tiempo como le place. Y le place disfrutar de la noche, de las fiestas y de los placeres que su dinero puede comprar. Nadie sospecha que un... ¿Como lo llaman? un playboy... -la palabra me hace emitir una ligera risita- ...haga vida nocturna.

Si, incluso alguna que otra vez he ido con alguna venda para mantener la farsa. Todos dicen que es una pena que me ocurra eso pero que algun dia los medicos me podran currar niego y me rio tambien lo mas normal del mundo, todo playboy le gusta la noche, la juerga, el alcohol y una mujer distinta cada noche en su cama

- En mi caso, una mujer cada noche en que tengo hambre.

Vuelvo a fijar en Sarah mis encantos. No estoy muy seguro de si nombrar la cama ha sido casualidad o premeditado, pero nunca estoy seguro de nada con esta vampiresa. Quizás sea eso lo que me atrae de ella.

- Pero ellas no tienen necesariamente que llegar a mi cama. Dicen que tres son multitud...

Asi que cuando tienes hambre es interesante replico quitando el dedo y llevandome las manos a la espalda entonces creo que no habra muchos problemas, el playboy cazado, aunque no se .. me callo y me doy la vuelta dando un paso y alejandome soltandome el pelo, largo y blanco que me llega hasta mas abajo de la cintura, liso, sedoso.

Me pongo en pie inmediatamente, en cuanto veo a Sarah levantarse.

No sería educado quedarme sentado mientras ella está en pie, no sería caballeroso. Hay que guardar las buenas maneras.

Veo cómo me da la espalda, dejando en el aire insinuaciones, frases a medias.

Se divierte.

Juega.

Yo soy su juego, aunque también soy jugador.

Me acerco un poco más a ella, recortando tan solo la distancia que ella ha ganado al alejarse de mí. Pero no más.

No aún.

- ¿Playboy cazado? No se a que te refieres, querida...

Nada, solo hablaba en voz alta. Es que un playboy es todo un reto, alguien rico que pague todos los caprichos de una dama me giro pero no me sorprendo de verte tan cerca, sonrio

Cualquier humana intentara conseguir echarte el lazo para que la consientas todos sus caprichos y ponerte un anillo en el dedo. Tonterias de su religion

Rio ligeramente ante su comentario. La idea de que las mujeres mortales buscasen el matrimonio o algo semejante de alguien como yo... solo demuestra lo inferior que llega en ocasiones a ser la presa respecto al cazador.

¿Como podría casarme con una mortal, sabiendo que envejeceria mientras yo permanecería eternamente joven? Podría convertirla, cierto, pero el legado de la sangre eterna no se lo dispensaría a alguien por conceptos como el amor o el cariño. La sangre que me fue conferida solo puede pasar a otro cazador. También podría alimentarla con mi sangre, pero entonces estaría desvirtuando la relación que nos hubiera unido. No, es imposible tal unión con una mortal.

¿Y con una inmortal?

- Bueno... -Tomo cariñosamente la mano de Sarah, acercándomela a los labios- Las mortales descubren pronto que no pueden mantener conmigo ningún tipo de relación duradera. Pronto o, para ellas, demasiado tarde. -Beso cuidadosamente su mano, mostrando mis colmillos en una amplia sonrisa cuando aparto mi boca.

El tiempo es relativo Ian, siempre es relativo sonrio y asiento dando la vuelta a la mano y levantandola para acariciante la mejilla.

Pero los mortales, son los que nos dan algo en lo que pensar en lo que vivir o no vivir. Hay veces que me cambiaria por Pietro para ver un amanecer y sentir la calidez del sol en mi palida piel. Aunque creo que ya no voy a necesitar pensar en eso.
Me gustan esos colmillos y mas si los he visto tan de cerca, son muy sexis

Es tan tierna... en ocasiones me resulta sencillo olvidar lo antigua y poderosa que afirma ser. Posiblemente sea porque es mucho más humana de lo que yo mismo soy. Es sorprendente lo fácil que me resultó abandonar la mentalidad humana y sentirme uno con el que habita en mi interior.

- Hace muchos años que no echo en falta el amanecer. Creo que no llegué a hacerlo. Cuando solo era un mortal, el amanecer era solo el preludio para un asfixiante dia de calor bochornoso. Ya entonces hacía vida nocturna, supongo.

- Me alegra saber que te gustan mis colmillos. Me gusta pensar que te gusto yo.

El calor asfixiante se combate con un buen baño, en mi epoca, el sol solo servia para recordar que habias sobrevivido otra noche al asedio y era un nuevo dia de sufrimiento. digo negando y me acerco dejando mi nariz a unos centimetros de la tuya.

creo que mas de lo que te imaginas, los colmillos solo son una pequeña parte.

¿Asedio? Habla como si hubiera vivido la Edad Media del hombre...

Escucho sus palabras perdiendo la sonrisa, mostrando un porte distinguido con cierto toque sensual. Su nariz está apenas a centímetros de la mía, pero me parece un mundo de distancia, como si yo estuviera en el profundo mar y ella en la más alta montaña. No es lo bastante cerca. Quizás si para un mortal, con los alientos de ambos entrecruzñándose, formando un vapor que une a ambos amantes. Nosotros no respiramos.

Además ¿Somos amantes? ¿Qué somos en realidad? Me comporto con ella exactamente igual que con mis presas mientras juego con ellas antes de devorarlas, pero se que no es una presa. Aunque sí tengo ganas de devorarla, y de ser devorado por ella.

Tuerzo un poco el rostro, salvando mi nariz el posible roce con la suya, y me acerco aún más. Un juego exquisito, sensual, sexy.

Excitante.

Ahora soy yo quien sitúa mis labios a escasos centímetros de los suyos. Deseando besarlos, morderlos, pero permaneciendo inmovil.

Excitando.