Partida Rol por web

Matagigantes I: La Batalla de Colina Marcasangrienta.

2. - ¡Trunau bajo asedio!

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16/08/2019, 21:58
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Cuando Rabus entrevió por vez primera la colosal estatura del gigante, poco le faltó para salir corriendo. La grotesca criatura era tanto o más grande de lo que había sido Win en la refriega del Barrio Interior. Sus colmillos medían lo que el brazo de un hombre y sus abultados músculos hacían pensar en cuerpos partidos por la mitad con la facilidad con que uno rompía un mondadientes. Los gruñiditos del Inquisidor de Shelyn, que se afanaba a su lado para recargar su pequeña ballesta, hicieron que el posadero no saliera huyendo, más por vergüenza que por valentía.

Con tembloroso pulso alzó la ballesta y apuntó hacia la difuminada silueta del orco que acompañaba al coloso encadenado. La penumbra reinante no ayudaba a distinguir el objetivo con claridad. Eso, sumado a la falta de pericia del posadero, convertía el tiro en una epopeya épica. Rabus apretó el gatillo del arma con demasiada precipitación y el virote se perdió en la noche sin hallar blanco alguno.

Maldición... —masculló frustrado el tabernero, mientras se echaba atrás para volver a recargar la vetusta ballesta y rezaba entre dientes para no recibir las atenciones del gigante y sus pétreos proyectiles.

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16/08/2019, 22:05
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win comenzó a avanzar lentamente, hacia los ruidos y sonidos. Conforme más se acercaba, más claro parecía tenerlo. Por un lado estaban sus compañeros concentrándose al otro lado de la casa, en una estrechez entre edificios. Por otro oía los gruñidos sonoros y el chapoteo de un gran ser, cada vez más cercanos. El gigante avanzaba. Lo que llegó a echar de menos el ciego fueron rugidos de dolor por parte de la mole. Creía que buena parte de sus compañeros iban a lanzar ataques de rango contra la criatura, dañándola en el proceso... pero al parecer nada parecido ocurría. Ignoraba el por qué, pero lo que tenía bien claro es que si cuando entrara al cuerpo a cuerpo de los defensores, esa cosa no estaba francamente herida... podría causar una matanza.

Que Iomedae nos ampare, murmuró.

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18/08/2019, 13:16
Dagfinnr el Vikingo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

-¡AAARRGGGHH!, gritó Dagfinnir mientras cargaba hacia el agua. -¡POR ALVAR MORIRÁS HOY!, añadió y lo repitió en la fea lengua de los gigantes. Quería amedrentar y asustar al monstruo, pero sabía que era tarea difícil. Pero al menos atraer su atención para intentar la trampa, pero a su alrededor las cosas no marchaban según el plan. Momo seguía con ansias de morir y se negaba a ser llevada a un lugar seguro. Y las flechas no llegaban. De repente, el vikingo se vio enfrascado en combate con el gigante.

Esto no...

Intentando evitar el terrible peligro, dio un paso atrás y atacó al último de los cuidadores orcos. -¡Dejadme el orco! ¡Flechas al gigante! ¡Después lo rodeamos!

Aunque era posible que ese "después" nunca iba a llegar para Dagfinnr. Ni para algunos otros que se encontraban demasiado cerca del gigante.

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18/08/2019, 13:29
Dragos Florescu.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Y, como no podía ser de otro modo, falló. No podía contarse con Dragos para ser un buen tirador, y su reserva de conjuros estaba prácticamente agotada. Más preocupante era, sin embargo, ver fallar a aquellos que no deberían haber fallado. Y sin embargo, ahí estaban: con el gigante ya acompañándoles, y sin más opciones que combatirle cara a cara y esperar, por algún milagro, vencerle. 

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18/08/2019, 19:04
Momo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Se encontraba cansada y no veía llegar el momento en el que poder sentarse tomar un respiro. ¿Cómo reaccionaría su cuerpo, y su mente, cuando todos los efectos de las sustancias potenciadoras que había ingerido fueran desapareciendo? Nunca en toda su vida se había dopado tanto. Nunca en su vida lo había necesitado.

Le quedaba claro que tenía afectada la percepción espacio-temporal. Tan pronto había caído inconsciente, vencida por las heridas del combate, como se había visto de nuevo en pie, disfrutando del baile de las llamas consumiendo la almenara. Bajó la cabeza para ver su cuerpo afelinado aún por el extracto ingerido. Tardó unos segundos que se le antojaron eternos en discernir qué heridas estaban ya cerradas y cuáles abiertas, qué heridas sangraban aún y cuáles ya sólo eran sangre reseca sobre su piel.

- ¡A-auch!- Protestó al palpar con la pequeña mano el tajo abierto que le había "regalado" uno de los orcos de la catapulta y del que parecía ser consciente con efecto retardado.

Lo que le pareció un fugaz parpadeo y se encontraba de nuevo en movimiento. Cojeaba por el dolor y esta vez no eran los compuestos alquímicos los que anestesiaban su cuerpo, sino un odio irracional que notaba cómo la consumía de pies a cabeza.

Luz, fuego, destrucción...Las imágenes que captaba de Trunau eran desoladoras.

Un gigante un puto gigante...en el lago...Melena Plateada...hijos de puta... 

Allí estaba ella, fuera de sí, no más que una mosca cojonera para el gigante, gritándole con toda la fuerza que sus pequeños pulmones le permitían.

- ENORMESACODEMIERDAMALPARIDO.-  Le escupió con tanto odio que las palabras salieron sin trabarse de su boca.-MENTECATOTRAGALDABASQUENOCONTROLASNILOSESFÍNTERES.- Continuaba apenas sin tragar saliva.-NOMÁSQUEUNFANTOCHEMANSOESCLAVIZADOPORUNOSPUSILÁNIMESALOSQUEPODRIAMACHACARDEUN GOLPE...- Toda su verborrea se detuvo en un segundo cuando uno de los orcos que llevaba encadenado el gigante murió aplastado por una enorme piedra lanzada de sus enormes manos.

-¡Gulp!-Tragó con dificultad y tuvo un momento de lucidez. Parpadeó un par de veces y reconoció a aquellos que la rodeaban. La mayor parte de ellos eran amigos y compañeros. Apenas quedaban orcos que gobernaran al gigante, las cadenas que antes sujetaban ahora caían sueltas. Allí estaba Tronquito, su gran amigo y...¿Qué hacía Dagfinnr enfrentándose al gigante cuerpo a cuerpo? El vikingo parecía protegerla con su propio cuerpo como un escudo frente a la enorme masa de músculo que era el gigante. Iba a ganarse su paraíso, sin duda, más pronto que tarde. Lo imaginó brindando con jarras de calavera rodeado de bellas mujeres de pelo largo y rubio y piernas larguísimas.

¿Y yo qué hago aquí?- A esa pregunta sí que no encontraba respuesta.

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18/08/2019, 22:31
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Haluk sujetó las bombas con mecha que faltaban en el suelo, una en cada mano. Observó como Piero Augustus, el granjero, se hizo cargo del arco y el carcaj con 20 flechas. Sin perder más tiempo, el cruzado de Asmodeus inició su trayectoria hacia la zona que había entre las dos edificaciones.

Desde su posición escucho los rugidos del gigante, aquel estruendoso ser influía respeto por su estatura y fuerza bruta.

<< Asmodeus voy a necesitar de tu fuerza y valor para terminar con ese ser, sobrepasa mis facultades pero no me rendiré y seguiré expandiendo tus ideales hasta el fin de mis ideas y si he de morir, moriré pronunciando tu nombre para que me escuches antes de llegar a tu territorio. >>

Sus pasos no se amedrentaron en ningún momento al escuchar a aquella bestia salir del agua, el ruido que producía el liquido y los pasos que resonaron fue lo suficiente como para saber que el gigante había salido del agua y sus compañeros estaban en peligro.

<< Es el momento, tengo que seguir avanzando y hacerle daño con estas bombas, aunque tenga que inmolarme en el intento >>

Presionó con firmeza las bombas mientras fue caminando a un ritmo ligero, lo máximo que podían permitirle sus cortas patas mientras escuchaba los gritos que hacían sus compañeros.

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18/08/2019, 22:35
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La criatura es tan peligrosa como enorme y Peludo lo sabe. El ataque del gato no le hizo casi nada de daño y el pobre felino sabe que sus medios de ataque poco podrán hacer contra aquella bestia mas cree que los pocos esfuerzos que puede brindar al fin de derrotarla, podrían hacer la diferencia al final. Lamentablemente, esa diferencia lo más probable es que sea saber cuantos de sus compañeros vivirán y cuales morirán en la lucha.

"Pero debo intentarlo."

Le maúlla a Win, para apoyar la estrategia:

 - "Mriau." (Acércate más, para darle lo que tengo.)

El gato mantiene el equilibrio sobre el hombro del ciego, mientras se prepara para atacarle con sus poderes cuando esté a una cercanía suficiente para darle alcance con los pocos resquicios de energía que le quedan en la mente.

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19/08/2019, 19:18
[RIP] Clavo Retorcido: Aplastador.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

A medida que los héroes de Trunau se mueven cerca del agua, el gigante avanza con una rapidez pasmosa y se planta junto al borde de la orilla, y junto a Dagfinnr. Con los ojos mirando como poseídos, la criatura alza ambos brazos... aparentemente siguiendo las indicaciones del orco superviviente que sujeta las cadenas, y golpea con fuerza en dirección al vikingo, quizá porque se interpone entre él y la pequeña silueta de Momo.

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19/08/2019, 23:29
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO

Finalmente sucedió. El ruido del arco al lanzar la primera flecha, el crujido de la madera, la música discordante, debieron advertirme. Finalmente la cuerda se rompe.

Me quedo mirando el arco, a mis compañeros y, finalmente, mi mano acaricia mi cuchillo de la esperanza. Si Erastil ha decidido que muera...

¡No! ¡Tus amigos dependen de ti, pusilánime montón de mierda! Me digo y reacciono.

Garinya pasa corriendo y entonces lo veo. Su arco, lleva su arco. Sus flechas, su arco... ¿es eso lo que quieres, Erastil?

Hecho a correr tras Garinya. Tu... tu arco... suplico, mostrándole los restos del mío. Al principio no me escucha, y lo digo más alto. Entonces responde y me lo da. Sonrío y me preparo para hacer cantar el arco de nuevo.

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21/08/2019, 20:13
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO

El tremebundo gigante avanzaba por el estanque a una velocidad increíble para una criatura de semejante tamaño. En el tiempo en que Rabus había apartado la mirada para volver a amartillar la ballesta, el monstruo había desaparecido tras un peñasco que emergía de la superficie del agua. El posadero recorrió unos pasos para mirar al otro lado de la roca y descubrió que el gigante ya había alcanzado la orilla del lago. Cerca. Muy cerca. ¡Peligrosamente cerca!

Apabullado, el gerente del Campo de Muerte retrocedió hasta que su maltratada espalda topó contra la pared de la casa en ruinas. Dio un respingo, sorprendido por el estallido de lacerante dolor; el sablazo del orco dejaría una fea y duradera cicatriz tanto en su cuerpo como en su memoria. Rabus descargó el puño contra el muro y quedó apoyado en las enredaderas que lo cubrían. Cuando notó el leñoso tacto de la planta trepadora, una idea floreció en su mente.

No sin dificultad y gruñendo de dolor, el posadero escaló el lateral de la casucha en ruinas y se aúpo sobre el tejado. Desde ahí podía contemplar la batalla a una distancia prudencial y tener un buen ángulo de tiro, sin poner en peligro a sus compañeros. El gigante descollaba por encima de los defensores de Trunau como un árbol sobre la hierba de la pradera, así que solo tenía que apuntar alto y nadie saldría herido. O por lo menos, nadie que no lo mereciera...

Plantando una rodilla sobre las inclinadas tejas, Rabus terminó de cargar el arma. Apuntó hacia la ciclópea sombra, inspiró profundamente y apretó el gatillo. El pesado virote salió disparado silbando como una avispa del desierto. Pudo escucharse un brillante sonido metálico cuando la acerada punta impactó contra una de las acorazadas hombreras del gigante. El dardo rebotó y se perdió en la negrura de la noche. El coloso ni se inmutó...

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21/08/2019, 20:52
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El cruzado de Asmodeus pudo ver a Piero justo a su lado mientras avanzaban a ritmo ligero, lograron llegar a la zona que había entre las dos edificaciones. Ese era el lugar en el que debían de encerrar al gigante pero sus compañeros estaban en la costa ya iniciando un combate contra el ser de enormes dimensiones.

- “Mierda…” – susurró observando a el vikingo junto al gigante.

- “¡CUIDADO DAGFINNR!”- gritó el cruzado que en ese momento su intención era ir lo más deprisa posible en el encuentro de aquel gigante para ayudar a sus compañeros. Por un instante miró al granjero – “¡Debemos de acudir en su ayuda! ¡Intenta hacer el máximo de daño pero no te expongas Piero!”

Haluk volvió su vista hacia la costa del manantial, aquel ser había salido al exterior y amenazaba al vikingo, pudo ver la pequeña silueta de la gnoma cerca de aquella bestia.

<< Mierda, debo de hacer algo. ¡Tengo que apresurarme! Asmodeus guía mis pasos y mi maza hacia la victoria y la destrucción de ese ser, álzame victorioso entre todos esos pieles verdes sin importar el tamaño. Concédeme fuerza, resistencia y astucia para terminar con la vida de ese gigante. >>

Presionó las bombas dispuesto a avanzar con celeridad, pero debía de actuar con rapidez.

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22/08/2019, 19:14
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Peludo se mantiene sobre el hombro de Win mientras este ingresa en las aguas del manantial. Para el gato no es demasiado difícil mantener el equilibrio pero es solamente porque es un gato (por la agilidad, no el tamaño necesariamente, que un perro de su tamaño ya habría rodado hombro abajo) pero la mayor parte de su atención se basa en esperar a que la distancia que le separe de sus enemigos sea lo suficientemente pequeña para que consiga meterse en la mente de su enemigo y dañarla.

"Solo espero que esa criatura grande y estúpida tenga un cerebro que dañar."

El avance de Win es suficiente y el gato, estando preparado para ese momento, apunta sus ojos con intensidad hacia la cabeza del gigante, buscando a través de la corteza de carne y hueso, hasta contactar con los pensamientos y emociones. No hay mucho ahí, para ser sincero, pero sí lo suficiente como para destrozar y dañar a su dueño.

Un fuerte golpe psíquico se produce, imperceptible para el resto, pero que causa una sacudida en la cabeza del enemigo y que hace que la sangre salga por su nariz e inunde la esclerótica de su ojo más cercano a aquel inusual gato.

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22/08/2019, 21:05
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win avanzó guiado por la sensación de la pared del edificio, a su izquierda. El ruido del chapoteo y rugidos del gigante ya fueron evidentes y parecía que el bruto salía del agua para internarse en el callejón... pero no. ¿Por qué se detenía y gruñía lanzando ataques allí mismo?

Entonces percibió los gritos estridentes y agudos de Momo, compitiendo en gruñidos con el gigantón.

Por todos los cielos. ¿Qué hace ahí Momo?, se preguntó incrédulo. Mas el griterio se intensificó al escuchar a Tronquito, a Garinya o a Dagfinnr entonar sus propios gritos de batalla o sencillamente gruñidos ferales en contra del monstruo mientras se acercaban a él. Por Iomedae, ¿Qué hacen ahí todos?, no pudo evitar pensar pasmado. Poco de lo acordado se había cumplido y ahora el gigante, lejos de estar rodeado amenazaba a los presentes sin que estos tuvieran ventaja alguna contra él.

Peludo, sobre su hombro, bufó con fuerza al gigante logrando que este se debatiera de dolor. Sabía que su felino amigo tenía capacidades sobrenaturales y sin duda alguna había empleado. Otros gruñidos de dolor se escuchaban en el enemigo, posiblemente de algunos proyectiles impactando contra él. Por su parte el ciego se acercó con cuidado, sin bajar la guardia, advirtiendo que el ser tenía un alcance desmedido, similar al que él tuvo en forma de avatar de Iomedae, y sabiendo que no podía mover libremente. Finalmente llegó junto a él y enarbolando su mandoble la descargo sobre el grandullón. El sonido metálico de su arma fue similar al de una campana y Win supo que el monstruo estaba muy acorazado. Iba a tener que afinar bastante más que con los orcos.

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24/08/2019, 01:13
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El arco canta, con precisión. Bueno, quizás no con precisión, pero su música es muy distinta a la del mío. Esta sí es afinada.

Las flechas y los golpes se suceden, pero el enorme ser parece insensible a nada. Incluso golpea al vikingo. Por un momento temí que lo hubiera convertido en puré, pero resistió en pie.

Intenta alejarse, y en su afán por atraparlo el vikingo hace caer al gigante. Ahora tengo su horrible cara al alcance de mi arco. Es cuestione esperar la décima de segundo correcta. Inspiro, suelto el arco... pero fallo. Chasqueo la lengua, molesto, cargando la segunda flecha.

Apunto y veo como esta se dirije inexorablemente al cuello del ser, donde queda clavada. Y no se mueve, ni flecha ni gigante ni yo.

Me quedo mirando el enorme cuerpo, aún temblando levemente. Así que esto querías, ¿no, Erastil? Que lo matará con el arco al que pertenecen las flechas.

Me acerco, con una flecha cargada y apuntando el cuerpo.

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25/08/2019, 12:43
Dragos Florescu.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Otro disparo, otro fallo. Sin puntería, sin magia, sin nada. Decir que aquello era frustrante era decir poco, pues la sensación de impotencia no hacía más que crecer y crecer dentro de Dragos, conforme veía como aquella mole seguía a lo suyo y él era total y absolutamente incapaz de hacer nada. En el sentido más literal del término. Tanto que finalmente no pudo evitar que un aullido de frustración y de ira saliera de su garganta, una reacción primigenia ante una vida de desdichas y de torceduras del destino. Una que probablemente pronto se vería finalmente truncada por obra de aquellas cadenas. 

Sin embargo, un último disparo del arquero de la milicia acabó con aquel ser. No serían las manos del gigante las que darían fin a su vida. Pero no estaba dispuesto a confiarse. Después de aquel gigante vendría otra cosa. Y después otra más. Así hasta que Trunau y todos los que estuvieran entre sus muros hubieran muerto... O todo el maldito Bastión de Belkzen quedara vacío de vida, una de dos. 

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25/08/2019, 12:58
Ertiznao.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El gigante había robado toda su atención, aquel ser de fealdad superlativa era una afrenta contra la creación y el buen gusto y él estaba allí con sus muchachos para detenerlo. Pese a que no le gustaba disparar desde la distancia y por ello negarse a combatir frente a frente, la situación requería abatir al enemigo con su excelsa puntería. Motivado por eso el goblin sacó su ballesta y se dispuso a acabar con la vida de aquel ser abominable.

Cuando el caos se desató la cuerda de su arma siseó una alegre melodía. El virote voló surcando el aire e impactó en el cuerpo de la monstruosidad. Un ojo poco experto diría que el daño hecho era mínimo, pero un maestro del combate y la táctica como Ertiznao sabía que había alcanzado al enemigo en el punto más letal de todos, el orgullo. Allí en mitad de la muerte y la destrucción el pequeño goblin y su ballesta se alzaban contra la horda invasora y su más peligroso campeón. Ertiznao vio en los ojos del gigante miedo al saber que se enfrentaría al inquisidor de Shelyn, posiblemente solo él percibió eso.

Tras su primer éxito no quiso dormirse en los laureles de la gloria y recargó su arma. Lo hizo con calma, sin alterarse porque un trabajo serio como ese requería emplear el tiempo necesario. Ni más, ni menos. Cuando estuvo listo volvió a disparar pero el virote se perdió ya que sus compañeros se había trabado en combate con el gigante y eso le hacía afinar más la puntería. Únicamente tenía un par de metros a los que disparar. Cuando recargó su tercer virote y levantó la mirada comprobó que el gigante yacía en el suelo. Seguramente la presión de enfrentarse a él le había abrumado.

Con el gigante derrotado el pueblo de Trunau ya podía apuntar otra victoria a los muchachos y muchachas del inquisidor Ertiznao.

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25/08/2019, 16:26
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Haluk escudo y maza en mano puso rumbo hacia el gigante con toda la intención de proteger a sus compañeros y acabar con ese caótico ser.

- “¡Por Asmodeus!” – gritó en el instante que la última flecha voló hasta impactar en el gigante, tumbándolo ante los múltiples ataques que había recibido por los integrantes del grupo. Los valerosos aventureros habían logrado terminar con aquella gigantesca bestia.

- “¡Bien hecho!” – dijo alzando escudo y maza con una gran sonrisa, por un lado se sintió decepcionado consigo mismo por no haber participado en el combate, pero por el otro orgulloso de ellos por dar muerte a aquella bestia de varios metros de altura y envergadura.

Sus ojos pudieron observar que sus compañeros estaban cansados y exhaustos, algunos más heridos que otros pero no podían dejar que el cansancio se apoderada de ellos, debían de continuar expulsando aquellos pieles verdes del interior de Trunau para volver a la empalizada la normalidad.

Haluk Molok se dio la vuelta con la intención de ir a por las bombas con mecha que había dejado en el suelo, quería guardarlas ya que más adelante les podrían servir para algo, aunque se las daría a la gnoma recordando la actuación de la alquimista unas noches antes contra unos asesinos.

<< Sí, debería de entregarle a Momo estos artefactos, estoy seguro que ella les dará un buen uso, uno mejor que yo les podría dar. >>

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25/08/2019, 20:52
Momo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La realidad había golpeado a Momo en la cara, como una de esas bofetadas con la palma abierta, de las que pican. Se encontraba frente a frente- aunque su cabeza no llegaba ni a la altura de la rodilla del gigante- contra el furioso y enorme enemigo. Si iba a morir, como Dagfinnr, lo haría a lo grande. Brindaría, aquí y ahora, con una de sus últimas creaciones, como si fuera la hidromiel de los dioses vikingos en el Valhalla. Apenas le cabía ya más líquido en su pequeño cuerpo, y pronto tendría que parar a vaciar la vejiga o estallaría como una de sus creaciones explosivas, pero se tragó con avidez el último de los extractos que había preparado. Se lo iba a jugar todo a una carta.

La animadversión entre gnomos y gigantes era conocida por todos. Momo era capaz de acertar a una diana separada a una distancia insalvable para muchos por lo que no le iba a ser difícil acertar a aquel gigante, al que odiaba profundamente, aunque varios de sus compañeros se pusieran delante. Le impactó en toda la cara y la explosión dejó paso a un compuesto alquímico que se endurecía al contacto con el aire. Sin embargo no fue suficiente. Era la primera vez que trataba de conjugar sus bombas con las bolsas de maraña que su padre adoptivo le había enseñado a hacer.

- Nnno te te uhm re-resistas.- Ya no le quedaban más bombas pero aún tenía una bolsa de maraña. Si tan sólo consiguiera apresarlo durante unos segundos...

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26/08/2019, 16:18
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El cuerpo del gigante, aquel cuya silueta se había erguido amenazante frente a ellos hacía apenas unos instantes, yacía ahora inerte en el suelo. Sus garras manchadas de sangre quedaban como prueba de su participación en el combate. Había sido breve, probablemente insignificante, pero hasta con los aguijonazos de un enjambre lo suficientemente grande, se puede acabar con la vida de un hombre. El desenlace de ese enfrentamiento era buena prueba de ello.

Con gusto se hubiera sentado a descansar a la orilla del manantial refrescando sus pies en el agua. Encantada hubiera dejado que su respiración se relajara mientras sucumbía a las consecuencias del esfuerzo cerrando los ojos y echando la espalda al suelo. Lamentablemente la batalla seguía y debía participar en ella. De uno u otro modo, tarde o temprano, tendría tiempo de que sus párpados cayeran.

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26/08/2019, 23:54
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BAJO TRUNAU

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Una última mirada con intensidad, un último esfuerzo de su agotada mente y el gigante cayó derrotado. Peludo se sabía victorioso, a pesar de que fueron los esfuerzos conjuntos de sus compañeros los que consiguieron derrotar a la enorme bestia, pues gastó sus mayores poderes en aquella victoria y le gusta creer que sin él, no lo hubiesen conseguido tan fácilmente.

Mientras Willbur remata a la criatura en el suelo, Peludo le maúlla a Win:

 - "Mrru. Miau." (Estoy agotado. Creo que ya no puedo ayudar en mucho más.)

Sus lastimeros maullidos dejan en evidencia que su poder se ha agotado en gran medida y necesita una reponedora noche de sueño para poder volver a ser un gato funcional. Sin nada más que hacer y solo preocupado por su agotamiento y dolor, comienza a lamerse las heridas, para calmar las molestias y no verse como un simple gato callejero. Débil y herido, pero siempre hermoso.