Partida Rol por web

Empiezo a poner los explosivos mientras mis compañeros luchan y mueren, por darme tiempo para que esta jodida misión salga adelante.

- Empiezo con ello sargento, mantenga la posición y que no se acerquen.

Que el sagrado Emperador se fije en nosotros y nos de el tiempo suficiente. 

Otro orko cae, así que me preparo para disparar al siguiente mono de feria que se ponga a...

¿Qué cojones hacen esos?digo cuando los tipos verdes ponen la plancha metálica para cubrirse.

Fergus ¿has visto eso?, esos capullos...joder...me cago en todo... No tengo un banco visible y eso es un problema. Ellos solo tienen que acelerar y saltar cuando estén a nuestro lado...

Me cago en todo...

A la desesperada intento apuntar a una de las ruedas. Se que es complicado, que no es nada efectivo normalmente y que con una rueda pinchada seguirán avanzando de todas formas...

Fergus no creía que esos xenos fuesen capaces de pensar, aunque era cierto que la solución tampoco era muy buena idea, ellos tampoco veían y solamente se dirigían en linea recta haca él. Ahora parecía que sería fácil esquivar al camión. Aun así, la posibilidad de pararlo antes de que llegasen hasta el soldado era mucho mejor, por eso, Fergus se preparo y apunto a una de las ruedas delanteras.

¡Asi se hace hermano! - Mi hermano se habia ventilado a los orcos de ese lado, seria mejor buscar otro objetivo. - La proxima vez me pido yo el sentinel...

A Tauron le parecio oir que el sentinel se habia puesto en marcha y que el cañon automatico habia empezado su letania de muerte, pero todo esto poco le importaba, su mente solo podia centrarse en los mas de 100 kilos de orco que tenia delante.

La cosa estaba fea, muy fea parecía que ni siquiera entre los dos eran capaces de golpear al noble, en un primer momento habían conseguido un par de golpes que le habían hecho daño, pero ahora eran incapaces de hacerle ni un rasguño, las cosas estaban feas, muy feas.

La andanada del cañón automático acabo con dos de los orcos sin muchos problemas, aunque otros cuatro se estaban acercando peligrosamente al segundo equipo de distracción.

Por su parte un orco volvió a disparar a Biggs, mientras el otro hacia lo propio con Ferro. Aunque ninguno de los dos consiguió impactar a sus objetivos.

El camión a ciegas continúo avanzando recto y acercándose a Fergus.

Después de la inercia inicial el Noble no estaba tan acertado luchando contra Tauron que conseguía aguantar un poco más y pensar en poder sobrevivir a la batalla.

La cosa estaba poniendose muy jodida. Se había cargado a dos verdes hijos de puta. ¿Los orkos pueden ser hijos de puta? Nunca vi a un orko tía... ¿Entonces...? Y escuchó por su derecha a varios orkos dirigirse hacia ellos. Giró el Sentinel hacia ellos, y apretó el disparador una vez más, escupiendo munición al rojo vivo contra el grupo de orkos.

¡Tomad, Cabrones! ¡A tragar! ¡¡A TRAGAR!!

Era sencillo. O ellos o los orkos, y él no tenía demasiado cariño a los pieles verdes. Miró el contador de munición del Sentinel. Después de aquello había gastado una sexta parte del cargador. Según las previsiones de Biggs, la munición no sería algo que precisamente fuera a sobrar...

...sobretodo con alguien como a él, que le gustaba tanto el rugir del cañón.
 

Seguía colocando los explosivos, la dificultad que esto entrañaba era que si lo hacía mal quizás ninguno sobreviviéramos para explicarle al teniente lo que era una hijoputada.

- Vamos no me falles, por el amor del Emperador. No falles.

-SUFRIR PEGOTES VERDES !!!!!!

Una fortuna la buena puntería de este pedazo de soldado, lastima que ahora tenga que disparar a otro objetivo, o al menos intentarlo. La cosa pintaba bien para el Imperio, no sabía de la suerte de sus demás compañeros, pero si todo seguía así, podrían plantearse una buena juerga tras tamaña misión.

Por el rabillo del ojo vi como el cabo estaba ya manos a la obra con el montaje de los fuegos artificiales en los depósitos - Bien cabo, tu a lo tuyo que yo me encargo del resto de problemillas que puedan surgir.... - con la rodilla hincada en la nieve, coloco suavemente el codo en la pierna de apoyo, y presiono suavemente el gatillo - A ver Ferro, esta vez no le des al gatillo tan suave como cuando le agarras las tetas a la hija del teniente.... céntrate en como le acaricias el co..... - justo cuando ese pensamiento llegó a mi cabeza, apreté el gatillo y logré alcanzar al orco que se había propuesto acabar con nosotros antes de que pudiéramos poner las cargas explosivas.

El camión se le acercaba rápidamente pero Fergus calculó que le daba tiempo a hacer un disparo a la rueda, quizás así consiguiese desviarlo o pararlo. Si eso no funcionaba tendría que salir corriendo de la trayectoria del vehiculo orko.

Por ello, se tomó con calma el poco tiempo que disponía y cuando lo vio oportuno, disparó sobre una de las ruedas delanteras del camión, mientras rezaba al Dios Emperador que le guiase una vez más.

Un camión orko es algo muy serio, así que no perdió mucho tiempo en observar que el único punto con poaibilidades es la rueda. Nunca he comprendido esos trastos ser mueven, pero ahora da igual.

El disparo no es apresurado, pero aún así, por la tensión del momento me muevo demasiado y ni impacto al camion

Su hermano se encargaba de los orcos que iban a la carrera hacia ellos así que él se centro en disparar a los orcos que aun quedaban en el otro antiaéreo, apunto y disparo, su disparo dio de lleno al orco que cayó fulminado al suelo. Tras su disparo giro levemente la mano para apuntar al otro orco, no pensaba dejar que fuese su hermano el único que acababa con esos seres.

Poco a poco parecía que entre Tauron y Callidon se estaban haciendo con el noble, aunque había matado a Hunter de manera espectacular tal vez al final no era tan fuerte, tal vez tenían una posibilidad de matarlo, solo necesitaban un último esfuerzo.

Callidon lo intentaba, de verdad que lo intentaba, con todas sus fuerzas y acompañaba sus golpes con las consignas al emperador que le habían enseñado a pronunciar al golpear al enemigo, pero todo parecía inútil, era incapaz de dar a su enemigo.

Mientras el último de los orcos del grupo que corría hacia el sentinel huye asustado por la potencia de fuego del mismo que de una andanada había acabado con 3 de sus compañeros el orco superviviente del antiaéreo harto de quedarse sin munición en su arma decide pasar de ella y se lanza a la carga a por Ferro.

Por su parte el noble vuelve a arremeter contra Tauron que una vez más vuelve a esquivar milagrosamente el ataque de su adversario.

Aunque Fergus consiguió impactar en una de las ruedas reforzadas del camión, esta aguanto lo suficiente como para seguir funcionando, aunque el disparo la había dañado y estaba a punto de romperse.

Joder, joder... ¡¡Hay trocitos de Orkos por todas partes!! ¡¡MORID HIJOS DE PUTA!! ¡Mira, Biggs, tenemos un corredor! Pues a enemigo que huye... Luego me lo cargo. ¡Ostia, el Sargento tiene problemas! ¡Pues toma esto, cabrón! Biggs giró la cabina del Sentinel hacia el Orko que cargaba contra el Sargento, y cerró uno de los ojos.

Miró entonces los instrumentos para calcular trayectoría y velocidad. Miró al Orko una última vez. Y sí, fue la última vez que cualquiera lo viera, al menos, de un solo trozo, pues solo se escuchó un disparo, solo hubo un fogonazo, y el orko quedó esparcido por una buena extensión de terreno.

Tras aquel disparo, giró el Sentinel hacia el Camión. Auntando con toda la precisión que podía para realizar un disparo (o varios) y salvar a sus camaradas.