Partida Rol por web

Dirigida por Marsh, jugada por "Iron" Jack, El Magus, Radamante y Maxwel White.

PRÓLOGO

Estaba sentado en un taburete, algo incómodo, en una punta de la barra. No frecuentaba bares, no solía beber y tampoco era un día especial. Pero allí estaba, debatiendo internamente si el trabajo que llevaba a cabo le gustaba o lo aborrecía. Y obviamente, no podía decidirse.

Impulso era el sobrenombre que le habían dado. La necesidad de hacerlo, de concentrarse al máximo en su labor, de luchar por un objetivo hasta más allá de lo racional, y de lograrlo siempre. Todo ello no implicaba que le gustara hacerlo, pero no podía parar. Demonios, ni siquiera podía pensar en otra cosa mientras pudiera seguir con la misión. Y sin embargo, al final, con el deber cumplido, no hallaba placer ni dolor con el resultado.

Su caso actual, el primero tras tanto tiempo, le tenía...

¡BOOOOOOM!

En un instante la parte central del techo del bar se viene abajo. Unos segundos de silencio. El polvo se escapa hacia el sol, y un hombre se levanta en medio del desastre sin aparentes daños graves. Impulso, junto a una pared, no ha recibido más que un par de arañazos y un corte; en el suelo, intenta ver con los ojos sucios: "... Malditos supers".

Unas horas después, ya en el hotel, enchufa la tele. Un partido de baloncesto, una película, un concurso... tira el mando y se pega una ducha. Al salir no recuerda en que canal dejó el televisor, pero ahora están dando las noticias, aunque apenas le presta atención. Entonces comenzó la noticia del bar: F- Man había conseguido parar a un supervillano de nombre e intenciones desconocidas. "También son desconocidos los sueños de las personas que han muerto en ese bar, aunque a nadie le importe", pensó, mientras se probaba varias corbatas para mañana delante del espejo. La imagen del televisor se reflejó en el espejo, dándole a Impulso una visión borrosa de un niño sonriendo y saludando a F- Man.

En aquel momento lo sintió: cada célula de su cuerpo parecía vibrar. Un millar de voces le gritaban al oído, animándole a hacerlo. Su cerebro marcó durante varios segundos el estado de éxtasis y el primer impulso que tuvo, lo que deseo en aquel instante por encima de todo, fue...

Que ese niño tenía que dejar de sonreír. Tenía que enterarse de lo que había pasado allí dentro, aunque para ello le hiciera desenterrar los cadáveres para ver en que estado se encontraban. Haber si entonces tenía coraje para reír. O recrearía la matanza con su padre dentro del bar. Tenía que dejar de creer en los supers como dioses a los que hay que admirar. Y él se encargaría de eso.

Luego vendrían horas y horas de búsqueda de ese reportaje, para tener una imagen más clara del niño.

24 de agosto, 9:05

Vincent se acerca a los supers cerca de la entrada del museo nacional y les dice escuetamente:

- Seguidme.

Avanzáis por las calles de la ciudad hasta un nave industrial que parece abandonada a 8 manzanas del museo. Después de echar un vistazo a los lados, Vincent entra por la puerta sin cerrar de atrás. El interior confirma la apariencia exterior: materiales industriales tirados por el suelo, maquinaria antigua y oxidada y mal olor. La única luz de la que disponéis es la que entra por las medio taponadas por madera ventanas. Vincent se para en un lugar que parece elegido aleatoriamente:

- Aclaremos algunos puntos que puede que os haya contado a algunos y no a otros. Este equipo sucederá a la actual Agencia Europea de Superhumanos; sin embargo, solo será oficial cuando deje de estar al mando de este equipo, lo que ocurrirá en las próximas semanas. Hasta entonces no disponemos de equipo de la Agencia, y tampoco actuamos como autoridades. Además, todas las cuestiones que tengáis sobre vuestro sueldo y demás serán respondidas por la Agencia una vez seáis su equipo oficial. Así que podéis considerar mi breve etapa de liderazgo como una prueba a superar.

Deja de hablar un momento, esperando que todos lo hayan comprendido.

- Y ahora empecemos con las presentaciones. Más os vale que concretéis vuestros poderes, porque en las misiones puede ser mortal enterarte que tu compañero al que le has visto manejar el fuego no sabe crearlo, solo moldearlo. Yo soy el agente con nombre en clave Vincent Fox; si, nadie tiene un nombre tan chulo por nacimiento -añade, y de verdad parece gustarle.

-Mi nombre, sin clave, es Radamante. He adoptado unas cuantas identidades diferentes durante mi estancia en la Tierra gracias a mi capacidad de cambiar de aspecto -dice el anodino vienés mientras su apariencia externa se transforma hasta conformar la de un alto, atlético y atractivo extraterrestre de piel azul- Las lenguas humanas no me suponen un problema, tanto entenderlas como hablarlas todas ellas. Mi fuerte, no obstante, es la velocidad. Puedo moverme por cualquier lugar en el que haya un medio físico a medio camino entre la velocidad de la luz y la del sonido. Y también realizar actividades muchas veces más deprisa de lo normal. Puedo entrar y salir de donde me plazca y siempre puedo ver dónde voy, sin perder la noción de mi ubicación física o temporal. Tal vez os pueda parecer sorprendente, pero no para mi, soy así, siempre lo he sido -sentencia Radamante simplemente. No parece en absoluto preocupado o cohibido por la situación, sino más bien todo lo contrario.
 

El Magus apareció delante del museo cinco minutos antes de la hora. Tenía un antiguo reloj plateado en la mano que miró en cuanto llegó.

Perfecto.

Fue lo único que dijo antes de hacer desaparecer el reloj en el fondo negro de la capa que le cubría. Al momento llegó Vincent y otras personas se le acercaron también. Debían ser el resto del grupo. Aunque no estaban con la ropa de "faena". Lo cual le extraño.
También le pareció raro cuando se marcharon del museo en dirección a una nave abandonada. No lo entendía. Se suponía que reemplazarían a la actual agencia. Sería de esperar que tuvieran un lugar de reunión mínimamente decente. No entendía del todo los llamados ordenadores y esas cosas modernas. Pero lo poco que había visto de esta era es que estaba todo lleno de luces y pantallas y esas cosas.

Al fin Vincent dijo algunas cosas. Aunque más que nada era un resumen de lo que habían hablado ayer. Cuando acabó uno de los tipos que estaban allí cambió de aspecto. Por lo que decia no era originario de la Tierra.

Yo soy El Magus. Protector místico de Inglaterra.

No dijo nada más. Suponía que entenderían a lo que se refería.

Jack iba vestido con un correcto y formal traje de chaqueta. Conforme hablaba Vincent su ceja izquierda se iba arqueando más y más. <<"una especie de Prueba"...>> Pensó <<Tiene suerte de que no le ahogara con sus propias llaves>>. Sacudió la cabeza para alejar esos oscuros pensamientos <<Ahora soy una persona nueva. Ese "Yo" ya no existe>>.

Se volvió hacia el hombre vestido con una hortera capa negra al oír el nombre de su tierra natal.

-Muy buenas. Yo soy el ex-coro... Bueno, supongo que ahora que vuelvo a estar contratado pueden volver a llamarme Coronel "Iron" Jack. No es que me enorgullezca de esa época de mi vida. Y si usted es el protector místico de Inglaterra, yo soy su protector físico. Por mi nombre, mi poder es obvio.

Extiendió las manos con las palmas hacia arriba y cierra los ojos para concentrarse. Muchos de los objetos metálicos que había dispersos por el suelo se elevaron, incluso los que parecían demasiado pesados para un hombre no-especial. Cuando estuvieron a un par de metros del suelo, los soltó y cayeron en una estruendosa orquesta de ruidos metálicos.

"Jo, ya podía haber limpiado este cuchitril de paso...", piensa Vincent cuando Iron acaba su demostración.

- Muy bien -declara, aunque no esta muy conforme con la escueta declaración de Magus-. El equipo aún no está completo, falta un último miembro. Lleva unos 3 años pensando si quiere o no unirse a la Agencia Europea de Superhumanos; no dispondrá de tanto tiempo para pensárselo con nosotros.

Habla suavemente mientras evalúa vuestras reacciones ante su última frase:

- Vuestra primera misión es... sacar a ese super de la prisión SIN papeleo y traerlo hasta mi.

-¿Está diciendo que como primera misión tenemos que infringir la ley? ¿Y después qué toca, atracar un banco para usted? -dice Radamante en tono de sorna. Es evidente que el azulado extraterrestre tiene pocas dotes para la diplomacia, probablemente no la necesite para gran cosa... -¿Qué hizo ese último miembro que le hizo acabar en una prisión y qué tan especial es esa prisión si consigue retener a un super dentro? -añade, tomándose más en serio el asunto.

-Tal vez me falta información, piensa un poco antes de hablar, Radamante... -piensa para sí.

- Si, debéis infringir la ley. Es eso o decirle a la opinión pública que una Agencia semisecreta va a liberar a un famoso ex- dictador para que trabaje con ellos.

Deja unos segundos para reflexionar y por si algún otro miembro del equipo tiene una pregunta o duda moral sobre este asunto.

- Sobre la cárcel apenas tengo información, pero no creo que tenga ninguna medida antisupers. No tengo constancia de que alberguen a otro presidiario con poderes además del objetivo. Y si el último miembro del grupo está allí y aún no se ha escapado es porque, como he dicho, lleva un tiempo negociando su entrada a la Agencia y en ningún momento ha intentado fugarse. Como trato de favor fue traslado a una cárcel para humanos mientras se decide.

El Magus se quedó un poco perplejo ante el comentario de Iron Jack sobre su titulo como protector físico de Inglaterra. Suponia que fuese como fuese la cosa tendría que hablar en algún momento con él a solas.

No obstante atendió las instrucciones de Vincent sobre el otro miembro del equipo. Y sobretodo le parecieron muy interesantes las reservas de Radamante sobre la prisión.

No llevo mucho tiempo aquí, pero por lo poco que he podido leer y aprender de esta era. Lo que unos llaman dictador otros lo llaman libertador. Me gustaría saber quienes son cada uno antes de hacer nada. Independientemente de las implicaciones morales del hecho de liberar a alguien de una prisión, ya que es algo que la opinión pública no tiene a muy bien ver.

De todas formas. Sigo teniendo unas dudas que no ha acabado de aclarar maese Vincent.
Primero dice que vamos a sustituir a la Agencia Europea de Superhumanos, a la cual sirvo por voluntad propia gracias a la ayuda que me ha brindado, pero no nos dice cuando va a ser eso.
Luego quiere que saquemos a alguien de una prisión, en la que según le entiendo está por voluntad propia, y en la que quedaremos mal ante la misma agencia que vamos a sustituir. Si ese hombre está negociando su propia liberación, y nosotros no vamos a actuar en un futuro cercano. ¿Por qué no esperar a que se decida y luego hacerle la misma oferta que a mi?

- En mi opinión es un dictador; sin embargo, ustedes mismos pueden sacar sus conclusiones si les digo que es Maxwel White. Si quiere información del resto del equipo no tiene más que preguntársela directamente a ellos, pues yo no puedo obligar a nadie a responder; si quiere saber algo más de mi, solo tiene que preguntármelo.

No le sorprendió a Vincent las dudas posteriores de Magus, que ya se habían dado en su primer encuentro:

- Veamos... si sacar al señor White de la cárcel es nuestra primera misión, substituiréis a la actual Agencia después de la segunda pero antes de la tercera. ¿Le satisface esa respuesta? -añade Vincent malévolamente, sabiendo que Magus necesita más precisión-. Respecto al segundo punto, Maxwel no esta en prisión voluntariamente, tiene una condena en firme. Sin embargo la Agencia le ha propuesto la libertad a cambio de trabajar con ellos, y desde que ha sido trasladado a una cárcel que no puede detener a los supers, no ha intentado escapar. Pero, como ya les dije, soy yo quién tiene que formar el equipo y tiene que ser ahora; no puedo esperar a que Maxwel decida... tengo que hablar personalmente con él.

Por último añade:

- Ahora que ha revelado, Magus, que usted es el miembro actual de la Agencia, nada le impide contactar y preguntar sobre la situación de Maxwel White, para saber si es cierto que lleva 3 años pensando su unión a ellos. Por supuesto, debería hacerlo con la máxima discreción: no puede mencionarle que lo pregunta para verificar una información que le da el líder del grupo que les va a sustituir.

-Señor Fox, todo esto me suena a intriga política, juegos de poder... y eso no me agrada. No entiendo tampoco por qué necesita a un dictador, aunque sea superhumano. ¿A qué se supone que tiene que enfrentarse a continuación este supergrupo para que haga falta un conjunto así de poderes, no bastamos nosotros? Y, por último pero no menos importante, ¿qué pinta usted en todo este trapicheo de poder, don Vincent? -esto último Radamante lo dice imitando una voz mafiosa de película con todo el descaro, pícaro, casi se diría que divertido. No, definitivamente lo suyo no es la diplomacia...

A Vincent parece divertirle el tono desenfadado con el que Radamante le pregunta por asuntos que pueden ser tan serios:

- Bueno, es que en determinados asuntos se trata EXACTAMENTE de un juego de poder; sin embargo eso no cambia que la actual Agencia Europea de Superhumanos no esta capacitada para ciertas misiones y necesita ser reemplazada. Respecto a mi papel, es bastante simple: me han obligado a hacer el mejor superequipo posible, cosa de la que no es capaz todo el mundo, y que incluye a un ex- dictador como también te incluye a ti, Radamante. Si alguno de los miembros de los que tengo pensados desiste unirse al grupo ya no sería el mejor equipo posible entre los supers que he investigado. Cuando acabéis la segunda misión supongo que volveré a ser un don nadie. Así que no estáis trabajando para ganarme un ascenso, no...

A El Magus no le pasa desapercibido el hecho de que si investiga a ese Maxwel White mediante la Agencia luego resultaría sospechoso si este acabase desapareciendo. Puede que no lleve mucho tiempo en esta era y no acabe de comprender el politiqueo que todo tiene. Pero el ya ha servido a Reyes y Reinas y sus consejeros. Sabe lo que es el juego de tronos. Y esto no es muy diferente.
 

Y si lo que quiere es hablar con él. ¿Por qué no va a verle y exponerle su plan? Si ha averiguado de mi, y seguramente estas personas de aquí sean tan dificiles de localizar como yo, seguro que tiene poder para hablar con el señor White.

- Si, lo tengo. Pero en el mismo momento en el que saque a Maxwel de allí con el sello de la Agencia quedará al descubierto el próximo reemplazo del actual equipo, lo que conllevaría un peligroso problema para la segunda misión. También está la opción de que hable con Maxwel con identidad falsa, una tapadera, pero es un proceso algo lento, porque haría falta buscar todos los datos para que el proceso no se ponga en duda durante la operación, y preferiría tener a Maxwel en breve bajo mis órdenes.

Vincent percibe las dudas del equipo:

- Tampoco os estoy pidiendo que hiráis a alguien para conseguirlo. Seguro que sois capaces de entrar y sacar a señor White de la prisión sin ningún contratiempo...

Una vez más, Vincent habló de la segunda misión. Al parecer todavía no hemos dicho que sí y ya tiene seleccionadas diferentes misiones. Parece estar muy seguro de que aceptaremos.
Por mi parte ya le dije que mientras se mantuvieran mis condiciones no tendría ningún problema. Si es que él cumple su parte del trato claro.

Bien. Suena razonable la verdad.
Llegar allí y sacar a maese White no es ningún problema, por lo menos no para un maestro de las artes místicas como yo. Siempre y cuando él acepte venir claro. ¿Qué pasará si no quiere huir? ¿Le obligamos?

- No. Me temo que si os da una negativa inicial tendréis que ser algo pesados, como yo lo fui con vosotros...- sonríe al pensarlo.- Pero si finalmente decide quedarse volvéis al punto de encuentro sin él.