Partida Rol por web

El Magus se apenó al ver que seguían intentando destrozar la pared para entrar. No entendía su actitud.

De verdad no entiendo cómo os poneis de parte de una persona que dice ser un villano.

Los seres extraordinarios llevan existiendo desde la antiguedad. Y la humanidad les ha temido y adorado al mismo tiempo. La Luz y la Oscuridad, el Orden y el Caos, llevan en guerra desde el principio de los tiempos. Y ahora resulta que porque estos son más visibles, más ... públicos os dan miedo.
Hay gente que sacrifíca su vida y felicidad para proteger al resto del mundo. Me niego a creer que eso no se tenga en cuenta, que la gente no lo sepa.

Simplemente no pienso dejar que por lo que dice este individuo destrocemos un lugar que otras personas en las que confio más me dicen que defienda.
No quisiera enfrentarme a vosotros, pero lo haré si no me dejais elección.

Por favor. Pensadlo por un momento. Ha estado influyendo en nostros desde el principio. Salir de ahí y esperemos a que lleguen los demás. Si en verdad hay algo maligno y dañino lo descubriremos, pero lo haremos de la manera adecuada.

El hechicero mantenía las cadenas de Impulso, aun así gesticuló con la otra mano y murmuró unas palabras mientras extendia el brazo en dirección al agujero. Desde la pared empezaron a formarse extraños circulos con simbolos que resplandecian. Cuando acabaron de formarse y enlazarse una nueva pared empezó a crearse encima de la de metal. Está hecha de algún tipo de energia extraña que crepitaba al tacto. Una pared de color violeta.

-Eso que dices no suena del todo incoherente. Siempre podríamos tratar de calmar los ánimos y que sean tus amigos los que nos expliquen qué es lo que hay al otro lado de... las paredes. Si suena la mitad de mal que lo que ha dicho nuestro amigo el "super-villano", debe ser por lo menos el doble de malo de lo que ya nos han contado. Entonces te pones de nuestro lado. ¿Hay trato? Por cierto, qué rápidos son en venir a rescatar al bueno de Vincent, ¿verdad? - al alienígena azul todo aquello le olía muy mal, demasiado mal. Cada vez tenía más claro que todo esto se trataba de una conspiración a gran escala. Y, de forma instintiva, odiaba las conspiraciones.

 Iron Jack se secó el sudor de la frente y dejó la tarea por imposible. No entendía ese metal; definitivamente, no era de la Tierra. Se volvió hacia el Magus y le respondió.

- Mi querido protector de Inglaterra, creo que no has entendido bien mis intenciones. No tengo intención de entrar ahí y reventar todo sin preguntar, obviamente. Sin duda, quiero entrar ahí para saber qué están haciendo con nuestras cabezas y con las cabezas de gente inocente. Solo quiero saber la verdad de lo que está pasando aquí, pero soy un hombre de acción y no un hombre de palabras, como tú. Yo no quiero que esos que vienen me cuenten cuentos de viejas; quiero entrar ahí y verlo. Ver que no es peligroso ni que, en un futuro o en malas manos se podría convertir en peligroso. Pero si quieres esperara  tus amigos porque te da miedo enfrentarte a nosotros, muy bien, esperemos a tus amiguitos.

- ¿Cuando os he mentido exactamente? -pregunta Vincent en tono de reproche tras los últimos comentarios.

Tras unos momentos de tensa paz llega el grupo de supers. Al veros sin mostrar hostilidad delante de Magus (aunque Vincent este atrapado) se relajan. El que viste de amarillo da un paso hacia delante y habla dirigiéndose a Magus:

- Veo que has llegado antes que nosotros y ya has establecido contacto con ellos -la chica no parece totalmente convencida de ello-. ¿Queda algo por solucionar o nos vamos ya tranquilamente? -pregunta mirando a todos.

- Oye, ¿no es ese Mr. White? -comenta el hombre vestido de azul y negro.

- Pues si -dice después de fijarse un momento en Maxwell-. En ese caso todos son libres de irse excepto el señor White, que tendrá que acompañarnos...

La masa de músculos, al fondo de los recién llegados, parece algo decepcionada ante el desarrollo de los acontecimientos, pero no dice nada.

 El Coronel "Iron" Jack mira a los recién llegados con desconfianza. Parece que ha dejado de intentar arrancar la pared a lo justo para parecer que tienen buenas intenciones. Mientras espera a que los demás hablen, los observa de arriba a abajo, tratando de sentir cada pedazo de metal que lleven encima, tanto ellos como el Magus. Nunca se fió de él y ahora tampoco iba a hacer una excepción.

-Ey, ey, muchachos, mantengamos el ambiente tranquilo- dijo saliendo de la escalinata que conducía a la compuerta con las palmas extendidas en ademán inofensivo-. Si estoy aquí es porque vuestro compañero Magus prefirió sacarme de la cárcel con la presión del cierre de la Agencia a daros aviso a vosotros de los planes del señor Fox.

Por otro lado, Magus y amigos, si las palabras de Vincent son ciertas, nos encontramos aquí ante un dilema, pues no es difícil creer que estaremos de acuerdo en que algo hay que hacer al respecto... Por favor, ya nos tenéis aquí y nuestra actitud avala lo pacífico de nuestras intenciones: os pido que escuchéis a Vincent, que hasta el momento no es culpable de nada que no sea haber descubierto un horror en la trastienda de nuestras consciencias y gobiernos, y haber querido solucionarlo. Después, naturalmente, acataremos la decisión que se tome y me llevaréis de vuelta a mi lugar sin resistencia por mi parte.

White quedó mirando en dirección al grupo de héroes reconocidos, pero sus ojos no observaban aquellos rostros, sino la configuración de las llamas bailarinas de su mano: fuegos azules que comenzaron a trazar las viejas runas y dibujos acerca de la culpa, la deshonra y la desdicha que pesaba sobre aquellos hombres, traídas a la luz por los espíritus. Y así Maxwell leyó con avidez...

Los recién llegados no parecen comprender la explicación de White:

- Magus, ¿de qué habla este? -le pregunta el hombre vestido de amarillo, sin ni siquiera contemplar la posibilidad de que su compañero haya ayudado a la fuga de Maxwel y menos aún de un cierre de la Agencia-. ¿Y quienes son el señor Fox y Vincent? Bueno, da igual; ¿aún les estás explicando que esto es zona restringida de la Agencia?

El hombre de amarillo no parece tener sentimientos de culpa: es algo muy raro, como mucho te habrá pasado un par de veces en tu extensa vida. Corresponden a personas de altísima rectitud, que además no modifican su actitud por ninguna circunstancia: han sido educados así y vivirán y morirán así. Esta gente se basa en un sistema de valores totalmente definido, y entiendes que nunca desobedecerá una orden de la Agencia pues es demasiado leal: no os dejará entrar.

El hombre musculoso te empieza a provocar flashes: parece muy joven, y esta pegando a jóvenes algo mayores que él. Por la situación podría tratarse de un matón encargado de castigar a los repartidores adolescentes...

Una voz en tu cabeza interrumpe tu concentración:

- ¡DETENTE! -te grita una mujer. Ninguno de tus compañeros parece haberla escuchado: ha sido mental.

El hombre de amarillo y la masa no se han dado cuenta de tu registro en su pasado, pero la mujer y el hombre vestido de negro y azul te miran directamente con expresión agresiva.

El Magus agradece que Radamante abogue por la solución pacifica. Aunque la situación es tensa por lo menos no deriba en un enfrentamiento. Por lo menos de momento.

Tranquilos dama y caballeros. La situación está controlada y nadie quiere empezar una pelea.

El tipo que tengo atrapado se llama Vincent Fox, también conocido como Impulso. O por lo menos eso dice él, la verdad es que yo no lo conozco. Dice trabajar para alguien importante de la Agencia, aunque no ha dicho quién es. Por lo visto está convencido que aquí dentro hay algo que controla la mente de la gente.

¿Qué os han explicado a vosotros? A mi simplemente que este lugar era peligroso, pero nada más.

El líder del grupo mira al hombre moreno:

- Zero...

- Estoy en ello -saca de su traje un pequeño comunicador y se aleja un poco.

- Respecto a lo otro, no sabemos que hay aquí -mira a sus compañeros, que también niegan con la cabeza-. Es una zona restringida por la Agencia; en cuanto ha saltado la alarma hemos venido.

Zero vuelve:

- Al parecer existe alguien fugado con el sobrenombre de Impulso.

- Entonces nos llevaremos a él y al sr. White -no añade ningún comentario sobre el posible trabajo de Impulso para la Agencia: para él es un tema absurdo.

- ¿Pero esto que es, un debate de supers? -se queja Impulso, mitad en broma mitad enfadado por el desarrollo de los acontecimientos.

-Quéjate menos y defiéndete más, Impulso. Hace un rato eras de lo más convincente... -dice Radamante sonriente a su vez. Y su sonrisa era verdaderamente de super: perfecta, brillante, blanca, de anuncio de dentífricos.

- ¿Como quieres que me defienda? Combatiendo solo soy un humano normal, y os recuerdo que uno de los grandes puntos fuertes del actual equipo de la Agencia es su lealtad. Así que...

- ¡Cállate! -le grita el hombre vestido de amarillo.- No entiendo de que estáis hablando, pero aquí solo hay una cosa clara: nos vamos con el señor White e Impulso. Los demás son libres, pero deben abandonar la zona; y no quiero perder más el tiempo aquí, con esta falsa alarma o no, me da igual: puede que Europa nos necesite en otro lugar. Así que venga...

Jack da un paso hacia delante.

- Yo no he venido aquí -Comienza- para sacar al Señor White de la cárcel; ni he venido para ayudar a Vincent (Sr. Fox, Impulso, como demonios lo queráis llamar) en cualquier idea loca que pase por su cabeza. Vine aquí engañado, como los demás, por el Sr. Fox. Yo estoy únicamente aquí para salvaguardar la seguridad de mi familia y, en última instancia, de los demás. Y si lo que cuenta nuestro amigo impulso sobre lo que hay aquí es cierto, no está de más comprobar que no hay malas manos manejándola. Díganme, ¿de verdad nunca han sentido curiosidad por saber qué se esconde aquí detrás? ¿De por qué es "acceso restringido" como ustedes dicen? Yo acabo de saber de este lugar y ya estoy muerto de la curiosidad. No solo por el simple hecho de saber; si no por el simple hecho de conocer la verdad. Díganme: ¿De verdad son tan buenos soldaditos que hacen lo que se les dice sin rechistar ni sin cuestionarse el por qué? Si yo llegué tan alto en el ejército no es solo por mis habilidades, sino porque tenía mi propia personalidad. La curiosidad es el sentimiento más humano... ¿Tanto os habéis alejado de vuestra propia Especie, de vuestro origen? ¿No tenéis miedo de que manipulen a vuestros padres, a vuestros amantes, a vuestros hijos, a vuestros amigos...? ¿No sienten curiosidad? 

El hombre de amarillo parece que ni siquiera se digna a contestar. Así que Zero toma la palabra:

- Todo eso esta muy bien, pero comentas que habéis sido engañado por Impulso para llegar hasta aquí y sin embargo parecéis creer lo que él dice sobre lo que hay en este lugar. Mira, marchaos de aquí y luego solicitad a la Agencia respuestas; como seguramente no las obtendréis tenéis otros medios, como denunciar públicamente o ante la justicia zonas restringidas poco claras, o recurrid a otras medidas. Pero venir aquí y destrozar lo que quiera que haya porque un preso fugado os ha traído con mentiras hasta aquí y ahora dice que esto es una instalación de lavado de cerebro o no sé que me estáis contando... No es muy inteligente por vuestra parte.

- Estoy empezando a hartarme de que me llamen mentiroso, porque no lo soy. Y tampoco me he fugado, eso debería... -comienza a decir Impulso antes de ser interrumpido.

- En serio, cállate, o yo mismo te pondré un bozal -dice el hombre de amarillo.

- ¿Has traído un bozal hasta aquí? -contesta Impulso en tono presuntamente gracioso. El líder del grupo de la Agencia le mira seriamente.