Partida Rol por web

El Museo de Bellas Artes

En Sherbrooke, entre la calle Redpath y la Avenue du Musée, se encuentra una de las maravillas arquitectónicas de la ciudad. Su fachada Neoclásica y su interior de mármol blanco hacen del museo un verdadero templo para algunas de las más valiosas posesiones artísticas de Canadá.

Es el museo más grande de Montreal y es uno de los más destacados en Canadá. El Museo de bellas artes de Montreal es miembro del Grupo Internacional de Organizadores de grandes exposiciones, también conocidos como el Grupo Bizot, un foro que permite a los líderes de los más grandes museos del mundo exponer obras de cambio y exposiciones.

La hora de relajacion en el refugio parecia haber llegado al final, volviendo a las oscuras calles de la ciudad para seguir las pistas puestas por uno de los bibliotecarios. Una pista que parecian estar siguiendo solo el grupo de las Ratas ya que el resto de la ciudad seguia enfrascada en su lucha de poder o simplemente estaban distraidas en sus locuras habituales.

Tras un viaje rapido llegaron a la esquina donde se encontraba el museo de las bellas artes de Montreal. Ninguna de las dos era muy artistica que digamos por eso su conocimiento era el minimo del lugar, ya lo habian paso un par de veces y con su arquitectura les llamo la atension pero como no era lo suyo pasaron de largo.

Eso si, sabian que en algun momento que quisieran podrian ingresar ya que que habian orarios nocturnos para visitar el lugar y de vez en cuando habia fiestas. Pero ahora iban a investigar. Desde las puertas uno de los hombres que cobraba las miraba de arriba a abajo pareciendo no entender por su aspecto que hacian ahi. “Disculpen puedo ayudarlas?"

Siguiendo a Aurora como un patito seguiría a la señora pata, Sam se deleito a sí misma repitiendo la información recibida, la sonrisa de sus labios titubeaba cada tanto procurando no hablar y dejando que la mente de Salazar se ocupara de los asuntos importantes. 

Al final no pudo mantener demasiado tiempo la boca cerrada y preguntó lo que la carcomía. 

-¿Cómo es disparar una escopeta? -su mirada era curiosa, la curiosidad de quién no tiene ni idea pero quiere saber, con todo suponía que era una pregunta lo suficientemente inocente para no inquietar... ni enfadar, esperaba. 

Llegando al museo, los ojos de la falsa joven se elevaron hasta admirar el edificio y hacer una mueca leve, muy leve, sin tener nada en contra de la estructura, solo podía admirarla y calificarla de "fría" por el color, aunque las columnas de la parte frontal fueran adecuadas para esconderse, si hubieran sombras que lo permitieran... 

Un hombre habló, uno de los que cobraba... "oh, entradas, vale"... fijo sus ojos en él y sus labios formaron una sonrisa que tras años de practica ella misma podía calificar de encantadora, sin ser exagerada; decidió pasar por alto su propia impresión de su vestuario, era consciente de que iba vestida para el paso. 

-Buenas noches -saludo sin perder la sonrisa -Vinimos a visitar el museo, ¿Verdad? -se volvió a Aurora, a su lado, esperando que ella hablará. 

Sonrió ante la pregunta.

-Te hace sentir poderosa, cuando la disparas aparte del ruido atronador sientes el retroceso en el hombro que puede llegar a entumecer y cuando ves la carne picada del que apuntabas sabes que tienes un arma ideal.

Igual deberíamos hacerte con un arma de calibre grande para ti y practicar, no todo se soluciona con puños y palabras, el combate a distancia tambien hay que dominarlo.

Ya en el museo, se queda mirando unos segundos la fachada, es agradable de ver para ella. Sobrio pero elegante.

Luego se les acerca una persona que trabaja alli.

-Buenas noches, si, pero mas concretamente buscamos a la persona al mando del museo que haya en este momento, el gerente o el encargado. Necesitamos hacerle unas preguntas.

“Buenas noches.” saludo a ambas recordando sus modales con los visitantes. Las escucho mirando algo incrédulo a Sam por la pregunta que hacia a su compañera, pero luego enfocándose en Aurora. “Eh...bueno. Es esta noche que tienen que hablar con ella?” pregunto viendose algo inseguro, con su voz bajando un poco en su tono.

Al parecer el ruido de la moto o algo mas te hizo perder una llamada, que notaste mientras hablas con el tipo del museo.

Es un tema urgent....

Entonces nota la llamada, saca su teléfono y comprueba que es para su preocupación de su Ductus.

-Discúlpeme. -Apenas termina de decirlo cuando  se aleja para devilver la llamada y comprobar que sucede. También le hace un gesto de preocupación a Sam para indicar de que si, es importante.

“Aurora, ¡no te vayas! ¡No sé qué decirle!” pensó Sam, viendo que la rubia se alejaba con una llamada, y consciente de que ya la habían visto raro, que un guardia podía no ser un luminaria pero estaba segura de que no contrataban estúpidos en los museos… ¿o sí?

Enseguida, sin embargo, centro su atención en el guardia y, dándole un gesto que estaba segura era confiable.

-Se trata de un tema urgente –repitió lo que su compañera le había dicho, aunque no muy segura de que más decir –que preferiríamos tratar con "ella" –señalo.

El hombre la miro y le pidio que se acercara. "Dime de que se trata. Si has algo urgente se lo dire a la señora...la conosco personalmente." dijo el hombre sonando con mucho respeto con ella a la vez que parecia querer volver mas privada aquella conversacion.

Aurora terminó la conversación y fue rápido hasta donde estaban Sam y el hombre de seguridad.

-Listo. -Dijo con una leve sonrisa.
El asunto es delicado, preferimos comentarlo con la persona encargada, no sé ofenda. ¿Tiene la amabilidad de llevarnos hasta ella?

El hombre las miro a ambas un rato y asintió. “Bien. Entonces le hare una llamada para avisarle de su presencia. Vengan por aquí.” comento pidiendoles que se le acercaran mientras se alejaba de la mesa principal y se movia hacia uno de los pasillos. “Sera una llamada rapido y pronto hablaran con ella.”
 

Ambas podian notar fastidio en la cara del hombre un poco antes de aceptar a guiarlas, pero entonces les parecio notar algo mas en su rostro antes que se dieran cuenta no sabian que era pero les preocupaba un poco como habia vuelto a un semblante mas neutro enseguida.

Sin embargo eso no es lo unico que notaban habia tambien otros individuos parecidos a ustedes por sus vestimentas, que tal vez habian despertado la misma preocupacion que ustedes porque estaban siendo seguidos de muy cerca por guardias del museo. No parecian detenerse demasido en otros cuadros. Eran tres individuos con una pinta mas sucial que la de ellas, pero con ropa que parecia mas de punks o roqueros que por amantes del arte que se mostraba en ese museo.

Algo le olía mal, su instinto le decía de que aquel tipo no era trigo limpio. Quizá alguien se les había adelantado o era un esclavo de otro cajita de la ciudad.

Se mantuvo alerta pero no comentó nada.

Miro de soslayo a aquellos tipos... No tenía muy claro que pensar de ellos aparte de que desentonaban en el lugar más que ellas, que eran dos simples muchachas con gabardinas.

Intentaria no meterse en problemas ni llamar la atención. Tenía que ser algo limpio y sencillo, sin ruidos ni cabos sueltos.

Algo no pintaba bien, no que Sam fuera muy consciente de como se iba a un museo, su última visita había sido una excursión escolar en la que se había colado por escapar y todos iban muy a la labor de ropa de calle pero... estaba segura que aquellos tipos desentonaban más que ella con aquel lugar. 

Por no hablar del hombre que las guiaba, estaba fastidiado con ellas y no era que la sorprendiera, sin embargo también había visto algo más en su expresión... cosa que la hacía rezar porque no fuera un ghoul o algo así... si lo era ¿no estaría guiandolas a una trampa? Montreal era del sabbat, en general, pero a saber con los poderes de la ciudad. 

Volviendo a los tipos, miraban mucho, sin una pizca de verdadero interés y no había visto policias fuera, con la guardia siguiendolos solo podía pensar... "¿están buscando lo mismo que nosotras?" "¿vamos a estar en problemas pronto?" "¿porque no llevo un arma conmigo, por Caín?"

Lo usual. 

Se mantuvo  a la par que Aurora y le dirigió una mirada de preocupación, pero estaba segura de que ella tambien lo había percibido... solo quedaba esperar que no fuera una trampa.

El hombre siguio su camino, no las estaba mirando pareciendo confiado de que lo seguian. Tampoco vio a esos hombres sucios que se encontraban mirando obras de vez en cuando aunque sospechaban que era mas una actuacion de parte de ellos.

“Lo siento si las demore mucho. Ahora entiendo su urgencia, esta es una noche importarte para la dueña por lo que seguramente lo que ustedes decian se relaciona con eso.” comento el hombre siguiendo avanzando hasta que en un momento los otros hombres quedaron fuera de la linea de vision de los tres. “Las juzgue mal. Pero ya se los compensare a ambas.” comento dandose vuelta con una pequeña sonrisa.

A ambas les sorprendia que hubiera gente a la noche, pero no eran muchas como imaginaban en el dia. Habian como maximo cuatro en algunos pasillos o en otros estaban vacios. Lo que se detacaba era la iluminacion permanente que no dejaba oportunidad a la oscuridad que apareciera y con el piso tan limpio habia un reflejo de los tres aunque algo distorcionado.