Partida Rol por web

"ese piso podría servirme de espejo" pensó Sam al verse reflejada en el piso del museo, siguiendo al guía, lo escucho e hizo un ruido con la boca, que servía de respuesta, aunque sin pretensiones, destinado a llenar el silencio y poco más. 

No tenía ni idea de que tema hablaba el hombre, y ella no era quién dirigía... aunque ¿la dueña? ella creía que iban a ver a la gerente. 

Continuo siguiendo al hombre sin decir nada, estaba segura de que podía morderse la lengua evitandose a sí misma decir algo errado... no veía un solo punto donde la sombra tuviese lugar y si elevaba la mirada estaba segura que se encontraría vigilada por cámaras que no darían lugar a un solo punto ciego, levanto la mirada para ver si así era. 

El hombre parecio aceptar facilmente el silencio dejando que ese reinara entre los tres.

En ese momento de silencio Sam aprovecho a buscar las camaras. Estas se encontraban prendidas por el lugar que iban, viendose fijas en varias direcciones pero enfocadas en los cuadros mas que en las personas que circulaban por ahi.

Siguiendo caminando gracias al silencio en el que pertenecian notaron mas rapido que no habia tanta gente por el nuevo pasillo por donde andaban. Como si algo que no vieron indico al resto de la gente a no pasar por ese lugar.

Entonces siguieron hasta que dieron con una puerta doble resguardada por un par de guardias de negro. “Aqui hay un par de jovenes que quieren ver a la dueña.” comento el hombre, a lo que los guardias solo respondieron abriendo la puerta a una habitación aparte con otros cuadros.

Estos cuadros en su mayoria no eran diferentes, aunque habia unos cuantos que resaltaban por su forma de mostrar el cuerpo de personas. Con una desnudes y erotismo que esperaban ambas en lugares para degenerados y no en un museo de tanta importancia. Tambien otras obras mostraban partes humanas como si fueran dibujadas de un cuerpo que habia sido masacrado.

Fue cuando Ambas entraron que Aurora noto un cuadro parecido a los que le habia mostrado Molly, otra iglesia de Montreal mostrada de una forma tan tetrica que daba algo de escalofrios. Pero lo que notaron ambas fue el olor a sangre que venia de algunos de los cuadros mas macabros. “Interesantes cierto?” dijo el hombre mientras atrás los guardias se ponian cerrar la puerta de esa habitacion, aunque habia otra puerta doble al final del pasillo.

Aurora estaba tratando de quedarse con el camino por si tenía que regresar por cuenta propia, ya fuera esquivando balas u otra circunstancia.

Si, bastante. -Se limitó a decir para contestar al guia.

Se quedó mirando el cuadro, de reojo, preguntandose si no sería más fácil ir hasta ahí abrirlo y coger la nota. Y luego el olor a sangre le hizo dudar, no sabía bien como interpretar eso.

-¿Queda mucho para llegar a la dueña?

Samantha había observado el camino, las cámaras y lo que buscaban, no parecían muy ocupadas en evitar los puntos ciegos pero se ocupaban de lo importante para ellos, los cuadros. Sam se llevo una mano al pelo en gesto de incomodidad, pero hizo poco más hasta que cruzaron la puerta doble, dando una mirada rápida a ambos guardas.

La nueva habitación relaciono más cuadros, de interes erotico la mayoria, algunos de tinte más oscuro e incomodo... 

-Desde luego -Asintió sin ganas al comentario del hombre, ocupada en el olor a sangre y dudando si acercarse o alejarse del mismo, por suerte para ella no estaba hambrienta.

El hombre sonrio grande. "Me alegra mucho hay mucho trabajo en estos cuadros." comento con cierto orgullo.

Entonces vino la pregunta de Aurora y sin molestarse señalo a la otra puerta doble. "Su oficina esta tras esas puertas. Yo solo me ocupare de guiarlas hasta aqui, no necesito escuchar esa noticia tan urgente que tienen para ella." comento el hombre con educacion aunque bastante frialdad. "Pasen una linda noche...Espero poder ver el trabajo de ambas muy pronto." comento mirando a ambas aunque mas a la brujah, incluso esta sintio su mirada mas abajo del rostro.

Entonces se fue retirando por la entrada.

Se despide con un breve gesto de manoy deja que el tipo se vaya, ya ha cumplido su cometido. Luego le hace un gesto a Sam ladeando la cabeza para seguir con la marcha.

Lo que era un tarea de entrar, coger y salir se le estaba antojando algo lenta, por no hablar de que tiene una extraña sensación rondando su mente.

Con paso decidido lLegó hasta las puertas indicadas y tocó tres veces antes de cruzarlas.

"desde luego que debe haberlo, pero, no soy una experta" pensó Sam viendo al hombre, algo en su actitud educada y fría daba cierta incomodidad de la que no terminaba de librarse, le ofreció una sonrisa al hombre cuando este salió, buscando ignorar los restos de su mirada, suponiendo que era fácil de entender. 

Siguiendo a Aurora cuando esta le hizo el gesto de ir hasta la otra puerta dio una ultima mirada a los cuadros, Aurora no le había dicho nada del cuadro que buscaban pero suponía que escucharía algo de la mujer a la que visitaban. 

Automaticamente con los tres golpes de Aurora escuchan en las puertas de salida el sonido de una llave cerrando rapidamente estas. Respecto a las puertas que Aurora golpeo estas se abrieron solas tras los golpes, dejandoles ver mas del oscuro lugar que quedaba del otro lado.

Si bien no podian ver bien lo que pasaba el olor a la sangre se volvio mas presente para ambas causando que sus interiores se revuelvan un poco, no con asco sino con gusto. La bestia parecia bastante atraida a lo que les esperaba pero ambas de su manera pudieron detener esas ansias que tenia.

"Entren..." se escucho decir a una voz femenina extremadamente seductora. Aunque buscar el origen de la voz era dificil en especial por la oscuridad, pero de vez en cuando notaban algo unas ciruetas moviendose rapido en el espacio que les daba ese salon oscuro. "Sean bienvenidos." dicho eso notaron como una de las ciruetas se acerco rapido hacia ustedes, por fin notando a un hombre guapo aunque su rostro que sonreia diablura no las dejaba tranquilas.

Pronto Aurora lo vio acercarsele con una velocidad que sin duda era de celeridad. Trataba de atraparla.

¿Por que huele tanto a sangre aqui? En serio.

-La situación ya comenzaba a ser incomoda para que encima les cerraran con llave por detrás y por delante no viesen nada. Era una trampa definitivamente. 

No habiendo dado mas que unos pasos suena una voz femenina pero es un hombre el que a toda velocidad se les echa encima

Sin tiempo para pensar, simplemente actúa por reflejo dando una palmada de defensa personal en el centro del plexo solar para que retroceda unos pasos y quitárselo de encima. Tras eso saca su escopeta y apunta directamente a su agresor.

-Yo que tu, no me movería. -Advirtió.

El hombre detenido contra el suelo y apuntado con un arma levanta las manos, aunque su sonrisa maniatica no desaparece. Lo que ahora tambien notan era que estaba pintado con pintura roja y con algo de sangre que sus olfatos captan, a eso se sumaba que estaba semi desnudo con solo unos cortos pantalones tapando su cuerpo.

Pueden asegurarse facilmente que este era uno de los modelos de los cuadros.
 

La sonrisa de ese tipo comenzaba a ponerle de los nervios, tanto que deseó tener vicisitud para dibujarle una sonrisa como la del Jocker o fundirle los labios, pero no podia permitirse distracciones como esa en un momento asi. Miró a su alrededor, seguia oscuro y podian atacarle de nuevo en cualquier segundo. 

-¿Alguien me explica que diablos pasa aqui? -Exigió con casi gritando. 

"Son las nuevas modelos...por eso estan aqui." comenta el hombre achicando un poco su sonrisa. "Aunque parece que la seguridad se olvido sacarles las armas." dice el hombre mirandola fijo olvidando por un momento a la brujah. Entonces sentiste algo tenebroso en su mirada como si esta se hubiera convertido en mas sanguinaria de lo que habias visto en tu vida. Tu bestia lo sentia y vos tambien que deseaba matarte en ese momento.

Sam volvió la cabeza al sonido de las llaves cerrando las puertas laterales, la sensación de una fiera encerrada en cada centimetro de su piel, sin embargo, apenas pudo prestar atención al oír la breve pelea de Aurora, todo tan rápido que su vergüenza apenas se prestaba a quejarse por la velocidad de las circunstancias. El olor a sangre llenando sus fosas nasales... aquello pintaba. 

Observo al tipo que había atacado, reconociéndolo de las pinturas, y luego oteo en las sombras buscando algo más, la expresión maníaca de aquel la recordaba a ancianos y a psicopatas, no que el sabbat faltara de ellos, pero en que territorio de que bando andaban no estaba de más preguntarse. 

Sintiéndose incomoda, su bestia un poco asustada y alterada, aunque lo negaría hasta el día del juicio final, se mantuvo al lado de Aurora. 

¿Nuevas modelos? ¿De que diablos ha...?

-Pero no puede terminar la frase. Se queda atrapada en la mirada de aquel tipo durante un instante que parece eterno, hasta el punto que todo el entorno desaparece, no se vuelve mas oscuro no, simplemente desaparece.

Y a tráves de esa mirada puede ver algo dentro de aquel tipo. Una criatura de puras emociones primarias, una bestia hecha de puro instinto, pura violencia. Esa bestia se puso en contacto la suya propia con un rugido que acongojó a ambas. Provocando que la tremere diese unos temblorosos pasos para atrás.

Gruñó y mostró sus colmillos en una mezcla de desafio y enfado. Su propia bestia llevaba años sin ser una molestia y no iba a consentir que la de otro cainita le tocase las narices.

Negó antes de hablar.

-¿Es posible que haya habido una confusión? Nosotros somos cainitas al servicio de la Arzobispo Valez. Venimos a por algo de este museo.

Sam noto mas figuras estas viéndose armadas con cuchillos, aunque los notaba ahora porque parecían quererlos acercándose a ellas. Pero las sinceras palabras de Aurora parecieron detener sus avances en especial del hombre que se encontraba intimidandola.

Entre las figuras masculinas surgio uno de una mujer hermosa que usaba un vestido oscuro bastante pegado a ella y que permitia distinguir la hermosa y perfecta figura de ella. Aurora ya habia conocido a esta mujer aunque en un vestuario mucho mas informal.

“Con Carolina?” pregunto antes de darles un buen vistazo a ambas. “Señorita Salazar. Un gusto volverla a ver.” comento con una pequeña sonrisa amistosa mientras un gesto con su mano hacia que los demas. “Que hacen en mi territorio?” pregunto sin perder los buenos gestos pero sentias que esperaba una buena respuesta.

Entonces unos ruidos de disparos empezaron a sentirse en el interior del museo, que en un principio parecian solo de pistolas pero quienes sabian podian adivinar algunas escopetas. Pronto esos no fueron los unicos ruidos que se escucharon, junto a esto se unieron gritos de terror de personas que tambien se encontraban en el museo a la noche.

“Que pasa?!” la bella mujer recibiendo la respuesta de que estaban afuera que afirmaban que estaban siendo atacados.

Reconoció casi de inmediato ese rostro y figura pero solo pudo esbozar un "Oh" mudo.

Se pensó durante unos segundos en que decir. Por mucho que ella fuese tambien leal a Carolina habia una sabbat o mas infiltrados. Sin emmbargo la escena se interrumpe con un tumulto de disparos y gritos.

-¡No tenemos nada que ver! -Dijo levantando la mano izquierda en señal de inocencia -Lo nuestro solo era un recado.

La tremere se debatió por un momento entre la misión y salir allí fuera a intercambiar disparos y divertirse. Al final el ansia de emoción le pudo. 

¿Le importa si ayudamos a ver que pasa? -Preguntó con una sonrisa malvada.

La mujer las vio ambas y tal vez recordando sus alianzas prefirio creerles. “Ya me parecia que no tenian que ver.” le responde aun preocupada mirando a la puerta. “Claro que pueden ayudar. No se preocupen por las camaras pero traten de no dañar las obras, suficiente es con esos que estan disparando.” comento entonces se escucho otro disparo.

“Que miran?” pregunto a los demas que parecian esperar algo. “Vistanse y salgan a ayudar. Si algun mortal vea algo raro lo matan, este lugar y lo que hacemos tiene permanecer en secreto para ellos.” les comando a ellos y luego a ustedes mirandolas con seriedad.

Pronto se acerco a la puerta y la abrio de golpe. “Yo ire en un momento. Buscare un arma y una mascara.” dijo ella entonces se fue rapidamente viendose como una figura apenas reconocible de nuevo al cuarto oscuro.

Al salir los gritos se volvieron mas fuertes, ambas sospechaban por donde era que venian los ataques. Por lo que volvieron por los pasillos corriendo cuidandose de lo que podria venir. En el camino se encontraron con distintos humanos asustados que corrían en dirección opuesta, ninguno las detuvo o las miro mas de una vez.

Pronto llegaron hacia la sala de la entrada, la cual estaba abierta pero con unos cuantos cadaveres y heridos apostados en el suelo. En una rapida examinacion podian intuir que les habian disparado por la espalda a la mayoria cuando trataban de escapar por la entrada.

Al vigilar rapido por el pasillo encontraron al responsable con una metralleta apuntando directo a la salida, como si estuviera vigilando por cualquiera que quiera entrar.

“Bueno, al menos se conocen” alivió vino con el pensamiento, viendo desde la rubia hasta la morena, no importo cuando el escandalo vino de fuera, y su bestia empiezo a rugir su excitación, la promesa de violencia acariciando los costados de su mente.

Junto a Aurora, Sam salió del salón, sin tener una regalada idea del cuadro que buscaban, y sin haber preguntado tampoco, dejo el detalle a un lado unido al de no romper los dibujos, al menos uno de esos era importante.

Cruzaron algunos humanos, pero no se les prestó atención, mientras corrieran y no viesen nada inusual, no eran asunto suyo, seguro que los otros podían ocuparse de ellos.

Sin hacer ruido, y actuando por instinto, opto por recurrir a la celeridad, para evitar verse ralentizada. Las peleas nunca eran a cámara lenta.