Partida Rol por web

Múltiples Intenciones

La Reunión

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17/09/2007, 12:05
Alexander Dante

Dante continuaba impasible en su asiento. En ocasiones miraba a su alrededor como si oteara una amenaza invisible, como un depredador que fuera capaz de olfatear el peligro. Pero a pesar de su relato es como si todo careciera de importancia o relevancia, su voz carecía de preocupación como si la ira que lo dominaba lo cegará a cualquier otra emoción.

- En ocasiones es mejor apreciar el doble sentido de las palabras, para luego aplicarlas al contexto en que discurren y encontrar significados ocultos.

Geela Ominia debería haber muerto en el ataque, pocos seres en esta galaxia pueden sobrevivir a un disparo directo de ese armamento. Pero sospecho que de alguna manera el genoma de Lysandris la protegió de esa ráfaga mortal.

El como escapó... es fácil deducirlo, se que tienen informes sobre el ataque y en esos informes figura que otro pasajero tampoco fue encontrado, además de que se sustrajo una lanzadera. Solo hay que sumar variables.

La Bruja de las Tormentas viene a hablar conmigo Sr. Tharen no con ustedes, pero a estas alturas eso no es relevante, siguiendo los estereotipos conocidos ninguno de sus acompañantes Jedi deberían estar siquiera escuchando mis palabras.

Como detenerlos me lo reservo, hasta conocer su decisión final. -

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17/09/2007, 12:49
Tormak

Tormak asintió al conocer la respuesta de ese hombre. Al parecer concordaba con los datos que tenían sobre el ataque.
Muy a su pesar y no sin meditar unos largos segundos sus palabras concluyó.

Tal vez eso deberíamos haber hecho, nunca llegar a escuchar sus palabras, pero aquí estamos. La fuerza no nos escoge por tomar decisiones triviales sino para tomar las decisiones difíciles en el momento en que hay que tomarlas. Deseo que esta sea una de esas ocasiones, pues nunca creí que tomaría una decisión como esta, aunque estoy seguro que tampoco fue fácil para quien nos la propone.
Acepto su propuesta, pero esta decisión es sólo personal. No quiero que mi decisión os arrastre, vuestro destino es sólo vuestro. Y eso te incluye Gorek. Tu grado de padawan no te obliga a acompañarme en esta ocasión, toma la decisión que creas correcta.
Sin embargo, aunque acepte su propuesta, quiero que le quede claro que por encima de todo soy un jedi y esos votos están por encima de todo, pues representan quién soy y lo que defiendo y renunciar a ellos sería simplemente renunciar a mí mismo. No espero que lo comprenda, sólo que lo acepte.

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18/09/2007, 19:26
Gorek

Si las noticias apocalípticas no fueran suficiente turbadoras la decisión de Tormak no ayudaba a aclarar la confusión creciente del muchacho. Tal vez había un motivo por el cual un muchacho inexperimentado en los senderos de la fuerza asistía a la reunión, pero eso no hacía más que sumarse a la ya de por si larga lista de incognitas.

Durante unos instantes el Padawan contempló a su maestro, el que podía catalogarse de su segundo padre, le habría preguntado cientos de dudas pero ninguno de los planteamientos tenían respuesta, hay cosas que se tienen que hacer cuando se tienen que hacer, no son justas y casi nada lo es.

- Usted vino a Garos hace más de diez años, lo recuerdo, incluso siendo un crío no pude olvidar su apariencia. Me dijo que mi destino no era quedarme en Garos ¿Qué significa eso?, ¿Ya sabía que esto ocurriría? y ¿Quién o qué es usted? -

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18/09/2007, 19:40
Alexander Dante

Nhadima lanzó una mirada fulminante al Padawan, como si este hubiera pronunciado una ofensa o realmente una pregunta muy estúpida, sin embargo el muchacho no se inmuto ante la mirada feroz de la mujer.

El maestro oscuro ladeo la cabeza fijando sus antinaturales ojos rojos en el muchacho, su rostro era igual de inexpresivo, carente de cualquier emoción salvo del semblante depredador. Gorek hizo un esfuerzo consciente por no apartar la mirada ante esos ojos que parecía un reflejo de la propia ira, pero finalmente fue el maestro oscuro el que detuvo su penetrante mirada.

- Quien o qué soy, realmente es una buena pregunta a la que ni siquiera yo estoy muy seguro de conocer la respuesta.

Si deseas un nombre quédate con Alexander Dante, no creo que le resulte familiar, es historia muy antigua y olvidada.

El qué soy es algo que usted mismo deberá definir, consideré que soy alguien que cometió un error y ahora trata de enmedarlo.

Ciertamente, vine a Garos hace esos años, hay mucha historia y mucho saber enterrado merced al Gran Cataclismo, que me recordéis y os acercarais tanto a mi nave y a mi persona durante esos días no era la inocencia de un niño, era valor.

En esta macabra profecía el papel del León no estaba bien definido, cuando se dibujo la palabra sombra se me eligió a mi como portador, cuando todo este termine es probable que seáis mi sucesor.

No, desechad ese pensamiento, estáis muy lejos del lado oscuro, el sufrimiento que habéis pasado me es evidente a simple vista, ha dejado cicatrices dolorosas sin duda, pero ya han cerrado correctamente.

Puede que a ojos de muchos aun seáis un crío, pero sois valiente, muy valiente. Su sola mirada me dice que moriría si con eso su maestro tuviera unos segundos de ventaja en caso de un enfrentamiento aquí y ahora. Esa bravura que subyace en el corazón, en una convicción y honor absoluto a lo que cree le eleva por encima de muchos.

No sois un Padawan, vuestro maestro lo sabe ya, y solo este dramático acontecimiento os separá del consejo y vuestro nombramiento. Habéis combatido y derrotado al reverso tenebroso, puesto en práctica cada enseñanza, ya no hay nada más que enseñaros que no podáis aprender solo por la edad.

Así que tal vez si la profecía se repite dentro de unos años o si fuera inconexa sería vuestro lugar ser ese valor necesario para enfrentarse a una de las mayores amenazas de la Galaxia. -

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19/09/2007, 18:14
Director

Lady Hagedis había pasado los días sumida en sus aposentos, en un viaje espiritual cuya comprensión estaba más allá de muchos. Las escasas interrupciones solo se provocaban para continuar con el entrenamiento de Alcabros.

El silencioso aprendiz había adquirido una grata prudencia a la hora de mantener callada su curiosidad, pero su intranquilidad era palpable, la situación le abrumaba, era una de las escasas ocasiones en las que tal vez el vacío encontrará una fuente en que llenarse.

Cada día Xsycissae lo había dedicado a meditar en si misma, escuchado la corriente sutil, inestable, caótica, poderosa y peligrosa que conformaba el hiperespacio, como si esta fuera un reflejo de tal vez su propia alma, una pequeña muestra del poder que yace en el Ojo de la Tormenta

Darth Astharea no había mentido ni desmentido nada, la capacidad de Hek Onwee para alterar el hiperespacio tal vez fuera una manifestación del poder del Ojo de la Tormenta, o puede que fuera exactamente al revés, el poder la hubiera elegido por portar el don de la Tempestad.

Xsycissae no podía saberlo con claridad, pero en sus enseñanzas había aprendido que en ocasiones ciertos individuos entrenados en la fuerza mostraban capacidades que estaban más allá de sus compañeros. Puede que todos sintieran las perturbaciones, o que cada uno pudiera evocar los destructores rayos del lado oscuro, pero ningún Sith conocido tenía la capacidad de alterar las corrientes hiperespaciales como lo hacía Lady Hagedis, nadie, ni siquiera Niban podía alcanzar el aparente don de Lord Primus, un control tan brutal sobre la fuerza que permitía alterar el curso de la vida y la muerte.

Si la profecía del fallecido Jintha'alor era cierta sus sospechas se corrobarían, la fuerza habría escogido individuos singulares, dotados de facultades inéditas. En el caso de ser la elegida junto con Primus habría que tener en cuenta si sus contrapartidas Jedi compartirían tal grado de poder.

La infiltración en Garos IV supuso un trabajo mucho más delicado que requirió la labor de especialistas. El Supresor abandonó el hiperespacio a la distancia suficiente para estar fuera de los radares del planeta. Pero no dejaba de tratarse de una nave capital pesada de combate Sith, en espacio de la república, las comunicaciones pronto revelaron que esta había sufrido un ataque en Geonosis lo cual no contribuiría a facilitar relaciones cordiales.

Lady Hagedis y Alcabros deberían aterrizar en Garos IV desde el caza de Hew Onwee, los expertos en comunicaciones del supresor habían realizado una excelente falsificación de los permisos y procedencias. Aunque se tratase de una nave Sith sus creedenciales la tacharían de un transporte propiedad de un particular, desentendido de la Orden Sith y cualquier afiliación militar, lo suficiente para evitar perder horas con la burocracia de Garos IV.

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21/09/2007, 00:55
Xsycissae

"Es lo poco que me agrada de los Sith, siempre son puntuales"

La frase, pronunciada en un tono desapasionado, precedió apenas una fracción de segundo a la percepción de una presencia inusitadamente poderosa en la Fuerza. Una oleada de poder frío, cortante, era claramente percibido por todos los asistentes a la reunión. Un poder salvaje, sometido a una férrea disciplina, retenido con mano de hierro como un caballo enloquecido controlado por el bocado. Una presencia insultante para muchos de los presentes, impregnada de ira, violencia, cólera. Una presencia marcada por el Reverso Tenebroso de la Fuerza como nunca los Jedis habían sentido en el espacio de la República.

Acercándose por el sendero todos los presentes vieron segundos después el foco del que parecía llegar, oleada tras oleada, la miasma corruptora del Lado Oscuro. Dos figuras solitarias caminaban tranquilamente hacia los jedis , tenebrosos, grises y luminosos , que observaban con estupor su avance. Dos figuras, una un paso por detrás de la otra, ambas de elevada estatura, ambas con el don de la Fuerza.

La más alta de ellas era un varón de rasgos afilados como los de un joven humano que no haya alcanzado la pubertad, de piel negra y cabello blanco, caminaba de forma resuelta, relajada, enfundado en una réplica del uniforme que lucía el joven padawan presente en la reunión, sus colores, sin embargo, eran varios grados más oscuros. De él surgía una sensación de voracidad incontrolada, un vació en el que la Fuerza parecía sumirse en lugar de atravesarle como a todo ser vivo.

Sin embargo su presencia quedaba enmascarada por la del ser que le precedía. La tormenta de poder crudo que percibían procedía de ese ser. Se trataba de un tora naga, una especie reptiliana nativa de lo más profundo del espacio Sith. De proporciones estilizadas y configuración básicamente humanoide, el tora naga estaba cubierto por escamas de color ébano aquí y allá surcadas por algún brillo azulado. Llevaba su cresta cefálica replegada casi por completo, no obstante aún se podía entrever la membrana de color hueso teñida casi en un tercio por el color cobrizo de la sangre que llenaba los capilares de la misma. Pero eran sus ojos, fríos, calculadores, carentes de cualquier traza de emoción humana los que atraían irremisiblemente las miradas, eran pozos que parecían contener secretos terribles, secretos de terror y muerte.

Vestía un traje sencillo, funcional, ajustado al cuerpo salvo por una pequeña capucha que llevaba recogida en los hombros. Los tonos de sus ropajes eran cobrizos, salpicados por inscripciones incomprensibles y de aspecto marcadamente tribal. A su costado, sin ocultarlas, portaba dos armas claramente identificables. Una de ellas era una daga larga adornada con arabescos y marcada con símbolos de poder arcano, su hoja lucía fría a la luz, impoluta como si la hubieran sacado de la forja recientemente a pesar de lo arcaico de su diseño. El otro arma era inconfundiblemente un sable de luz aunque de extraño diseño. El arma de un jedi era un símbolo de justicia y orden, un arma noble que no debía ser usada en beneficio propio. El sable que portaba el reptil no era nada de eso, a simple vista se adivinaba que el único proposito del mismo era la violencia. De empuñadura negra veteada de plata, el sable había sido diseñado en lineas agresivas, afiladas aunque elegantes. Pero no era eso lo que llamaba la atención, sino el tamaño del mismo, adecuado para el manejo a una mano en lugar del tradicional estilo de lucha jedi, y la afilada guarda que protegía la mano del usuario, guarda afilada en su centro hasta formar el filo temible de un vibrocuhillo.

Cuando la pareja ya se encontraba a escasos pasos de la comitiva, la presión de la inabarcable ola de poder oscuro se volvía cada vez más opresiva. Era un poder de una magnitud elemental, aterrador, aunque lo que realmente aterraba era la sensación persistente de que esa oleada no estaba siendo emitida de forma consciente, sino que estaba siendo firmemente retenida, controlada. Una presa deteniendo el flujo de un rio.

Erianne no pudo evitar un gesto de desagrado cuando la pareja se paró frente a ellos, estudiandolos, analizándolos uno a uno pausadamente y posteriormente fijando su atención exclusivamente en el poderoso merodeador, ignorando al resto. La reacción de Gorek fue más visceral. El padawan sintió la llamada del Lado Oscuro en lo más profundo de su ser. La tentación del poder ilimitado, controlado unicamente por su voluntad, el deseo de liberarse de las restrictivas normas de la orden que le instruía alimentó su ira y retorció su rostro en un gesto de cólera mientras sentía como esa ira le dominaba. Su maestro sintió alarmado como el poder tenebroso dejaba su impronta en su aprendiz.

- Que la Fuerza os acompañe a todos. – la voz de Xsycissae era fría, carente de emoción y marcada por el acento sibilante de un reptil. Como un eco, sus palabras fueron repetidas por la mecánica voz de un traductor oculto en su cinturón. – Supongo que debeis ser Alexander Dante, he recorrido un largo camino espacial y filosóficamente hasta ud. Me fueron asignados muchos nombres a lo largo de mi aprendizaje, pero con el que más cómoda me siento, el único que actualmente tengo derecho a portar es Hek Onwee.

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21/09/2007, 10:34
Alexander Dante

Hek Onwee parecía poder bruto, una presencia imposible de ocultarse aunque siquiera lo intentara. Resultaba irónico que su poder eclipsará el poder aparente de Alexander Dante, pero todos eran muy conscientes de que este último ocultaba con algún propósito el alcance verdadero de sus poderes.

- La Bruja, una Tora Naga... en ocasiones olvido el peculiar sentido del humor que suele desplegar la fuerza. Tome asiento.

No le presentaré a ninguna de estas personas, ya que esa es una decisión que deben de tomar ellos.

Pero si está aquí es porqué ha descifrado la profecía de Jintha’alor, por consecuente deberúa haber obtenido la espada fragmentada del hechicero y el holocrón de la esmeralda maldita Astharea.

Voy a asumir que ya conoce el problema que está sufriendo la Galaxia. Su papel como la Bruja de las Tormentas está bien definido, sus capacidades para manipular el tejido hiperespacial son imprescindibles para el éxito de está empresa.

No obstante, tiene libertad para elegir su papel y su destino, incluso libertad para preguntar hasta donde sea razonable responder. -

El tarsoniano alzó la vista por un momento, luego dio un lento vistazo a cada unos de los presentes antes de volver a hablar.

- Antes de que cualquiera intente una estúpidez diré que el poder de este ser no es controlable, su presencia mancilla incluso a los más puros y no es una facultad que se pueda controlar, el más simple ejemplo es el que es alto, no puede evitarlo. Así que por favor, algo de dignidad. -

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21/09/2007, 12:10
Jarik Tharen

La voz reptiliana sacó a Jarik de sus pensamientos. Estaba esperando a ver qué respondían los demás jedi a los comentarios de Dante, y él mientras estaba pensando en cómo podrían acabar unos pocos con esa amenaza, que por lo visto seres tan poderosos como los ancestros sólo habían conseguido retener.

Se giró hacia los recién llegados. El hombre, llamaba bastante menos la atención que el ser que la acompañaba. Jarik había visto algunos Tora Naga en su corta estancia en Suomi Naga, y ese conocimiento le permitía saber lo peligrosa que debía ser Hek Onwee.

Estaba el color de la piel. Los pocos que él había visto eran de color verde, pero al no haber visto a tantos no podía saber si era la norma, o dependía de la “familia”.
También estaba el hecho, de que siempre había oido hablar de los Tora Naga como esclavos de los sith. De hecho, sólo encontró una vaga referencia de un Tora Naga con capacidad para el uso de la Fuerza, y fue mientras estudiaba a Marik Ista. En el documento que encontró, ponía que Marik había ido hasta la tumba de Darth Lith y allí combatió con una Tora Naga. No ponían el resultado del combate, pero el hecho de que luego Marik tuviera más historia indicaba que él salió vivo. Aún así, Jarik tenía la impresión de que aquel Tora Naga no había sido más que un esclavo de los sith, puesto allí para proteger sus secretos. El que hubiera obtenido tanto poder en la Fuerza, así como lo que parecía una posición elevada en la jerarquía indicaban lo peligrosa que era.
Luego estaba el poder que ni siquiera podía contener. Gracias a sus capacidades especiales, Jarik que parecía ser una persona neutral en la Fuerza no era golpeado con toda la intensidad; pero aún así, casi notaba un escalofrío por el poder que dejaba entrever.
Por último estaban las armas que portaba. El sable de luz no era el usual, y Jarik no se imaginaba que estilo de lucha era el adecuado para ese sable; por lo menos el no lo conocía. Y también estaba la daga. Esto le extrañaba sobremanera pues pensaba que los sith también preferían los sables de luz; aunque había oido que en el pasado hubo espadas con las capacidades de un sable de luz. ¿Sería una de esas, o simplemente un arma más debido a su ascensión desde un punto de vista de los Tora Naga?
¿y esa referencia a que sólo tenía derecho al nombre de Hek Onwee? Sabía que en cierto momento los sith se cambian el nombre; de hecho, en los relatos siempre se les llama con su nombre de Lord Sith. Pero para no tener derecho a ello, ¿qué podía suceder?. Lógicamente, no era porque rechazara el lado oscuro; ¿sería porque parece que va a trabajar con jedi?

Definitivamente, esta Bruja de las Tormentas era peligrosa y tenía muchos detalles que llamaban la atención.

Jarik decidió presentarse, aunque al no conocer las costumbres sociales de los Tora Naga, lo hace sin moverse a darle la mano.

Mi nombre es Jarik Tharen. El señor Dante nos había comentado que vendría, aunque había entendido que sería para hablar con él.

Jarik acompañó su nombre de una ligera inclinación de cabeza, que le permitía no perder de vista a ninguno de los recién llegados. Una cosa era mostrar respeto y otra ser un necio. Aparentemente venían a hablar, pero no con él. Por eso prefirió mantener las distancias.

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21/09/2007, 15:38
Tormak

El ver acercarse a Hek Onwee, fuese quien fuese, perturbó por unos momentos los pensamientos de Tormak. Esa oleada de odio, el espacio mancillado por la presencia del lado oscuro... pero el maestro jedi se concentró por unos breves instantes y el aura se disipó a su alrededor, como si fuera un escudo, el reverso tenebroso no podía penetrar en el maestro, se revolvía a su lado intentando quebrantar su voluntad pero no pudo más que aceptar su fracaso.
Sin embargo, Gorek no había respondido igual. El muchacho no había podido repeler la fuerza y la determinación del reverso tenebroso y éste como fuego desatado había dejado una marca en su interior. El rostro del muchacho nunca había sido más que ahora un reflejo de su alma, ahora atormentada por la presencia de tanta ira a su alrededor.
Tormak acercó una mano al muchacho para reconfortarlo e intentó proteger al muchacho intentando desplegar el lado luminoso hacia él. Gorek miró a su maestro, estaba sufriendo y su alma pedía a gritos salir de este lugar. Tormak quería alejarlo de ese poder oscuro, pero ese no era el camino. Si Gorek se iba de la reunión, si huía, el reverso tenebroso habría vencido en lo más profundo de su ser. Tormak no permitiría eso. Miró otra vez al muchacho. Sus ojos demostraban su determinación de acabar con lo que había empezado y reflejaban que estaba controlando el reverso tenebroso de la única manera que podía hacerse, con convicción, entrenamiento y amor hacia los demás. Esperaba sinceramente que Gorek recordara eso, pues sería su arma más poderosa en el viaje que les esperaba.

Después de unos instantes se dirigió otra vez a su "anfitrión".

Y bien, cual es el resto de la información?

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21/09/2007, 18:09
Alexander Dante

Dante se acomodó en su asiento mientras apartaba algunos cabellos de su rostro. Miró un momento hacia un lateral con calma mientras negaba levemente con la cabeza.

Sin mediar palabra Nhadima se dirigió hacia el lateral perdiéndose poco a poco en la lejanía.

- Deben disculparla, pero esos asesinos son una plaga.

El resto de la información Maestro Jedi aun me la reservo. Su aceptación no implica que sus acompañantes vayan a colaborar, y no revelaré más hasta estar rodeado de lo que serán para bien o para mal compañeros.

Debo reiterar que es mucho lo que nos jugaremos, podemos ganar mucho y también perderlo todo, pero sino ganamos los Verdaderos Sith se asegurarán de borrarlo todo, erradicaran la obra de los Ancestros. -

Alexander se giró hacia la recién llegada, el odio que ese hombre procesaba a los Sith debía de estar revolviéndose en su interior pero aun así el Merodeador parecía mantener su furía bajo un férreo control.

- Respecto a vos Bruja de las Tormentas, las respuestas sobre filosofía e historia de la Orden mucho me temo que no es ni el momento ni el lugar preciso. No obstante si colaboramos en esta forzada causa común estoy dispuesto a dar respuestas ahora que el velo ya no cubre vuestros ojos. -

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21/09/2007, 19:09
Xsycissae

Xsycissae asintió a Taren cuando éste se presentó. Reconoció su presencia y e identificó rápidamente como uno de los miembros de la Profecía. No todos podían pertenecer a la misma. Demasiados elementos. Ignoró conscientemente al maestro jedi al igual que él le ignoraba a ella, pero no pudo evitar mirar significativamente al padawan. Había notado como la tentación había crecido en él. Su mirada se extendió durante un par de segundos durante los cuales la voluntad de Gorek se vio enlazada con la de la hechicera, la tentación se hizo mucho más acusada, el odio mucho más intenso.

Cuando por fin sus miradas se separaron, la atención de la tora naga se centró en el Merodeador. Lo observó analíticamete, pero cargada de respeto hacia el ser legendario que tenía ante sí.

- Las conversaciones filosóficas pueden esperar en efecto. Puedo reconocer las prioridades en ésta situación. – Con un ligero gesto abarcó a todos los presentes. – Soy consciente de que mi presencia no será grata para ninguno de los presentes aunque confió en que eso no sea un obstáculo para nuestro objetivo. Puede que más que cualquiera de los presentes, excluyéndoos a vos Dante, soy consciente de lo que puede significar el retorno de los Ancestrales Sith.

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23/09/2007, 23:20
Carr Junn

Carr escuchó, qué remedio, todas y cada una de las palabras. Las masticó lentamente, obligándose a no vomitarlas, como hubiera deseado, y a tragarlas sólo después de haber saboreado bien el veneno que llevaban, desgranadas, amargas, oscuras, dañinas.

Su entrenamiento había sido bueno, no sintió odio, sólo impaciencia. No hubo miedo, sólo impaciencia. Ni rastro de de sombra en sus ojos...sólo impaciencia.

Era un zabrak. Los zabrak no siempre saben esperar.

Así que el hecho de que éste en concreto aguardara tanto tiempo le habría debido hacer merecedor de algún premio de su especie, cuanto menos un buen aplauso y alguna mención. Pero eso no hacía que se sintiera mejor. Su cuerpo se tensaba lentamente, sin pausa...

En fin, antes o después tendría que decir algo.

- Debo entender por lo tanto que, si no convenimos a apoyarte - dijo dirigiéndose al que se hacía denominar como Dante - entonces callarás y con casi total seguridad no podremos detener a esos verdaderos sith...así que la Galaxia morirá... Por lo tanto, en un exceso de orgullo incluso para un sith, seas o no de los verdaderos, que según creo anteponen su supervivencia y persona a cualquier otra cosa, estarías dispuesto a morir antes que darnos la información sin que nosotros previamente nos hayamos "rendido" a esa "petición" tuya de colaborar...eso sin contar conque de un plumazo mandaríamos al olvido toda esa profecía que parecía tan conveniente.

Por otro lado, sí tengo una pregunta. ¿Por qué? ¿Por qué es tan necesario que digamos "sí, colaboro"? Si no lo hacemos, no nos das más información y tú mismo mueres...aunque venzan los otros sith, dudo mucho que eso te consuele. Si lo hacemos, si "colaboramos", ¿qué significa? ¿Significa un pacto de "no agresión" mientras enfrentamos a un enemigo común? ¿Un pacto promovido por un sith, que se nutre de odio, agresividad y traición?

¿Por qué estás dispuesto a morir tan alegremente? Todos sabemos lo que va a suceder. Los jedi nos debemos a la vida y a la Galaxia, sabes que haremos lo posible por cerrar esas fisuras, y que una vez esa amenaza desaparezca, volveremos a la normalidad, a combatirnos unos y otros.

La Bruja y el León eligen la información que se nos da, dominan la profecía, y nos piden sumisión... llamadme extraño, raro, elemento discordante o anomalía en la Fuerza, pero yo sí soy un diplomático, y creo que hay pocos planetas donde las negociaciones fructifiquen cuando se plantean de forma tan...unilateral.

Sólo al añadir "bruja" a sus palabras, el zabrak detuvo sus ojos un instante en la recién llegada. La miró como un objeto más de la sala, como a los demás que llevaban ya mucho tiempo con él, como si no fuera una novedad, o un elemento a contar especialmente.

Notas de juego

Sí que ha habido movimiento, compañeros, y bienvenida a la salamanquesa :D. Vamos a ver en qué desemboca esto...que me estoy temiendo que acabará en un agujero negroooooooo...

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24/09/2007, 10:15
Alexander Dante

Dante no respondió. El tarsoniano cerró los ojos en un largo e innatural silencio. Alrededor de la reunión la gente se fue apartando inconscientemente, hasta quedar solos, el ruido de los animales se extinguió por completo, una brisa fría se levanto súbitamente sin ayudar a mejorar el encuentro.

- Sr. Junn, en calidad de anfitrión de esta reunión mi orgullo me pide que le mate aquí y ahora y no merece otra cosa.

Por las normas más básicas de educación y cortesía no se atreva a volver a tutearme, en todo momento les he tratado de ustedes así que haga lo propio.

Sith para mi no es un vocablo, es un insulto, y el peor insulto que se puede proferir hacia mi persona. Su limitada comprensión debería bastarle para no caer en el error de llamar "Sith" a cualquier ser que esgrima el poder del lado oscuro.

La muerte es una parte de la vida que tengo aceptada, y la superé hace tiempo, mucho tiempo. En esta galaxia, cualquier ser con la mínima capacidad racional tiene la libertad total y absoluta de elegir su camino. De la misma manera que un petimetre insolente elige mirar a un león a los ojos.

Si existen o no otra manera de detener a los verdaderos Sith no la conozco. Nadie ha dicho que esto sea una reunión justa, ni democrática, ni lo será.

Ahora deme una respuesta Sr Junn. O apártese de mi vista. -

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24/09/2007, 23:18
Xsycissae

Xsycissae asistió en silencio al intercambio entre el zabrak y el Merodeador. La imagen que tenía de los Jedis en su comportamiento con los demás era el de personajes excepcionalmente cautos y prudentes, casi rayanos en la cobardía; la actitud de éste parecía contradecir esa regla. Sus osadas e insultantes palabras parecían encaminadas a disparar las hostilidades más que a mantener la paz. Desde luego era un buen recordatorio de la inconveniencia de dejarse llevar por los estereotipos.

- Jedi, - la voz del reptil resultaba brusca y fría aunque sin demostrar la reprobación que sentía en su tono - tenía entendido que las bibliotecas de su Orden eran las más extensas y completas de la galaxia. Me sorprende que con tales recursos de sabiduría sus conocimientos de los Sith se basen en estereotipos y propaganda.

Sería mejor que se enfrentara a esta situación con una mente algo más abierta o, al menos no tan cerrada como está demostrando. Ni el Merodeador pertenece a mi orden ni los Sith dominamos la Profecía. Simplemente esta fue pronunciada por un hechicero del Lado Oscuro al igual que muchas otras fueron enunciadas por miembros de su Orden. Desconozco tanta información como uds. Quizá más ya que parecen llevar tiempo charlando.

Xsycissae hizo una pequeña pausa para dejar que sus palabras calaran en el zabrak y en el resto. Notaba lo cerca que estaba la situación en desembocar en una carnicería y debía evitarse como diera lugar, había demasiado en juego. El volcán de furia de Dante le resultaba dolorosamente abrasador a la fría hechicera que intentaba que su lava no se derramase.

- La galaxia misma está en juego, - Hek Onwee se concentró en sus palabras, dotandolas de la urgencia, de la convicción que era necesaria para hacer calar su mensaje. - no sé como piensan absorver toda su energía, no sé como podemos evitarlo, pero sí sé que debemos hacerlo todos juntos. Si le preocupa que nos volvamos unos a otros en cuanto acabe el pacto de no agresión... personalmente poco me importa lo que pase después considerando que habremos ganado la supervivencia de billones de seres.

Jedi y Sith han convivido en esta galaxia durante 3 siglos de una forma sin precedentes en la historia gracias a una tregua tácita. Hemos cumplido estrictamente nuestra parte del pacto de no agresión. A pesar de nuestra bien conocida "predisposición a la traición", durante trescientos años hemos cumplido. En juego ahora está nuestra supervivencia; no solo la nuestra, la de todo ser vivo. Seguiremos cumpliendo el pacto.

Notas de juego

Buenas Mavros, espero que tras tus vacaciones vengas con las pilas cargadas, el señor director no creo que nos de mucho respiro. Salamanquesa eh? desde luego, ya no se tiene respeto a nadie

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25/09/2007, 00:22
Alcabros

- Teniendo en cuenta lo que está en juego, Jedi -

Alcabros tomó la palabra en ese preciso momento, interrumpió a su maestra aprovechando una pausa para tomar aire. Su voz no parecía acostumbrada a transmitir emociones, pero ahora parecía quebrada por una intensa urgencia.

- Considero que tragarse el orgullo es un precio a pagar muy pequeño. - Una sonrisa se dibujó en su negro rostro cuando pronunció la última frase.

- Al fin y al cabo, el orgullo es un camino al Lado Oscuro. -

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25/09/2007, 11:24
Tormak

Tormak, viendo que la situación estaba tomando derroteros que no convenían a ninguna de las partes decidió intervenir. La demostración de Dante confirmaba las sospechas de Tormak acerca del poder de ese hombre.

Creo que este camino no nos conducirá a ninguna parte a ninguno de los aquí presentes.
Sobre la extensión del conocimiento de la Orden jedi y sobre los estereotipos, este no es el momento para hablar de ello.

Se dirigió hacia Alcabros.

Y a vos, os sugiero que sea esta la última vez que cuestioneis la lealtad y el honor de un jedi.

Dicho esto Tormak extendió su aura hacia el aprendiz Alcabros, hasta que el lado luminoso disipara a su alrededor la sombra en la que se ocultaba. Ante la cara del aprendiz, Tormak sólo pronunció una frase:

Incluso una chispa de luz brilla en la más absoluta oscuridad.

Tormak esperaba que esas palabras reconfortaran en cierta medida al padawan.

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25/09/2007, 12:24
Alcabros

Alcabros alzó el rostro contemplando la serenidad del maestro. En la expresión del aprendiz solo había una leve sorpresa, pero luego se tornó en una sonrisa sádico.

- La luz no puede escapar del agujero negro, incluso luz no puede evitar la atracción del vacío infinito.

Y yo estoy vacío, de todo... -

Como si fueran proféticas el eco del lado luminoso desapareció, parecía que el tal Alcabros era capaz de absorber las corrientes de su alrededor, hasta que estas desaparecían en algún vació infinito, era un eco en la fuerza, un vínculo roto. Ahora que Tormak recordaba padecía el mismo mal que la exiliada.

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25/09/2007, 17:43
Carr Junn

Carr Junn se encogió de hombros. No esperaba algo muy distinto, y la agitación de su interior era difícilmente ocultable. Y sin embargo, la ocultaba. Quizá porque en el fondo no le importara demasiado, quizá porque su mente rondara otras ideas.

Decisiones, decisiones.

Pero el zabrak no era lo que uno podía considerar predecible. Había leído algo interesante en un lugar, lejano y olvidado. La mente mantiene unidas la emoción y la razón, coexisten y se apoyan una en la otra. Si a una máquina se le añadían vestigios de emoción, era finalmente para mejorar su capacidad analítica. Si no, sin emociones, no existía la decisión. No podía tomarse nunca. Había demasiadas variables, y muchas de ellas no podían ser medidas con objetividad, de manera que, finalmente, era una emoción la que daba el primer paso que todo lo desencadenaba. Algunos lo llamarían lado oscuro.

Al final, parecía que según los demás, todo fuera lado oscuro. La impaciencia, el orgullo. Quizá se quedasen con esa idea, o quizá no...en el fondo daba igual.

- Bien, creo que no estamos de acuerdo en más de un punto. Sé que soy un...¿petrimete insolente? Aún así, ya que se me da la oportunidad de tomar una decisión al respecto, elijo seguir investigando por mis propios medios. Gracias por la reunión.


Se dio la vuelta y observó a maestro, padawan, sus compañeros, con gesto sereno, y sonrió.

- ¡Qué se le va a hacer! Así están las cosas. Aunque se diga hasta la saciedad que la vida de un jedi es sacrificio, sigue unos preceptos, con muchos de los cuales, por cierto, comulgo. Y hay sacrificios que rebasan un límite que no tengo intención de rebasar. Estoy convencido de que tendréis éxito elijáis el camino que elijáis, porque sois nobles, y si noble es vuestra intención, noble será el resultado. Por mi parte, me temo que no podría entrar en esto sin perderme irremediablemente. Os deseo la mayor de las gracias, sea la que sea.

Luego recordó a Erianne. También la despidió con una sonrisa.

- Otra vez será, caballero. Habría sido verdaderamente interesante discutir aspectos de la Fuerza contigo. Más adelante, quizá.

Y Jarik, por supuesto, el inefable caballero gris.

- Confío en que des con lo que buscas, y que te sea grato.

Y ya no quedaba nadie más por saludar. Una leve inclinación de cabeza debía bastar a los demás. Luego se dio la vuelta y se alejó de allí, considerando las variables que recorrían su cabeza.

En el último momento, se dio la vuelta y observó a la llamada "bruja". Con rostro extrañado sinceramente hizo una pregunta.

- ¿De verdad llamas a esta propuesta "colaboración"?

Sin necesidad de escuchar la respuesta, se quedó mirando un segundo el vacío, hizo un gesto de conformidad luego y reanudó su marcha hasta perderse.

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25/09/2007, 18:49
Alexander Dante

Dante no se pronunció en un principio. Solo mostraba una sonrisa insidiosa acompañada de un brillo antinatural de sus ya de por si preternaturales ojos rojos. El Merodeador se levantó con calma mientras se acomodaba en sus ropajes. Entonces procedió a hablar, sus palabras eran carentes de emoción, pero lo bastante poderosas para que todos, incluyendo la solitaria figura del Zabrak que se alejará las oyeran.

- Hizo su elección, con total libertad. Lamentablemente sin las capacidades de ese Zabrak la profecía está incompleta, y el esfuerzo solo desembocaría en el fracaso.

Esto no ha debido tener el final que va a tener. Pero no obligaré a nadie a actuar en contra de su voluntad, no obstante hay factores externos que pueden cambiar estos desagradables arranques de orgullo. -

Alexander Dante miró un momento hacia el sol de Garos, por unos segundos su semblante se tornó pensativo, mientras realizaba quien sabe cálculos mentales.

- No puedo precisarlo, pero entre aproximadamente 1 o 2 horas estandar parte de la flota negra abandonará el hiperespacio en la órbita de este planeta.

Vendrán atraídos como moscas a la miel por el Éter que portan con ustedes, por supuesto una solución sencilla sería abandonar el planeta para distraer su atención. -

Con paradójica calma el Tarsoniano rebuscó entre sus ropejos hasta extraer una extraña pieza geométrica, grabada con extrañas runas. El poder del lado luminoso que irradiaba se hizo patente, en toda la conversación había estado aletargado por le corrupción de Dante.

- Pero lamentablemente aunque los portadores del Éter se vayan yo permaneceré en Garos con el disparador del Dispositivo Gaia, los Verdaderos Sith tendrán su blanco aunque no serán capaces de precisar en que parte del planeta me encuentro.

El poder que esgrimo me hace inmune a sus armas biológicas, incluido el disruptor, ese extraño cañón de matices morados violetaceos que extingue la vida en un paroxismo de dolor. Como lo que ocurrió a la flota de Geonosis y a la flota del borde Sith.

No obstante el resto de Garos no comparte esa inmunidad. Al igual que el Sr Junn es libre de elegir no cooperar yo soy libre de elegir en donde permanecer unos cuantos días.

Antes de que se les pase por la cabeza la sola idea, yo no me marco faroles. Pero efectivamente, juego con ventaja.

Los 10.000 millones de habitantes de Garos están a punto de morir por una cuestión de orgullo. Ya conocen cual es el remedio a esto. Todo o el nada.

Ahora si me disculpan tengo que ayudar a mi aprendiz a matar unos pocos Sith. -

Y sin ninguna prisa Dante recorrió el camino que anteriormente había recorrido Nhadima.

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26/09/2007, 12:31
Jarik Tharen

Bueno, por lo menos no hemos terminado en una batalla campal.

Aunque no era un pensamiento del todo agradable, parecía lo mejor de la reunión. Tenía varias noticias, y ya iba siendo hora de ponerse a trabajar; pero antes de marchar, convenía dejar las cosas claras con todos.

- Bueno, como según dice el señor Dante sin estar todos no podemos hacer nada yo me voy, que aún tengo cosas que hacer. Ante todo – continúa Dante mirando a Hek Onwee – quería decirle que yo si estoy dispuesto a trabajar con quien haga falta siempre que la causa merezca la pena. Pero dado que no podemos hacer más, al menos de momento, espero que nos veamos en otra ocasión.

Ahora se gira hacia Tormak. -Ya sabes quién sabe cómo ponerse en contacto conmigo; si necesitáis algo de mi pregúntale. Nos vemos. Y por último se dirige hacia los otros dos.- Bueno Gorek, espero que cuando nos veamos ya hayas finalizado tu entrenamiento. En cuanto a ti, Erianne; espero que nos veamos en alguna ocasión más tranquila.

Jarik se hubiese despedido de Carr Jun pero dado que ya se estaba marchando no veía necesario decirle nada; se giró en otra dirección, hacia donde sabía que aguardaba su androide y su deslizador. Había trabajo que hacer.