Partida Rol por web

A pesar de haber disfrutado de una noche de descanso muy pocos de los presentes habían sido capaces de conciliar un sueño tranquilo.

Cada uno viajaba en silencio, inmerso en sus propias cavilaciones y pensamientos, las implicaciones que la reunión podía acabar trayendo eran casi infinitas. El propio Shim'awakty la había catalogado de "Mal Necesario" pero no dejaba de ser precisamente eso, un Mal que podía reportar solo desgracias.

La supuesta Nhadima los esperaba en un callejón lateral. No era una vía pública pero tampoco descuidada, había mejores lugares para emboscadas, al menos estaba en un lugar lo bastante visible como para llamar la atención. Cerca había una pequeña cafetería, una tienda de útiles electrónicos y un taller mecánico. Ningún almacén ni casa abandonada en donde ocultar posibles felonías.

Incluso en la lejanía la mancha del reverso tenebroso era perceptible, la mujer era puntual, como cabía esperar. No había marcha atrás.

A pesar de su aspecto sereno, los brillos de sus tatuajes denotaban la impaciencia, tal vez su mayor defecto y a su vez mayor virtud. Carr y Erianne habían sido los más desconformes con la reunión, pero no era una decisión que solo estuviera en sus manos.

- Recordemos que pase lo que pase, sigue siendo un Lord Oscuro y nosotros exceptuando 1 somos Jedi. Si quiere meternos en una trampa que pague cara su vanidad. -

La mujer había permanecido inmóvil desde que percibiera la llegada de la comitiva. Seguía rezumando odio por todos sus poros, nada había cambiado en su expresión, salvo tal vez cierta muestra de impaciencia.

Ataviada con la túnica negra resultaba una figura difícil de obviar. Peligrosa pero esperaban que no estúpida. Su mirada era desafiante pero cumplía ordenes que no se atrevía a ignorar.

- Veo que han tomado una decisión adecuada, muy puntuales como me esperaba. -

La mujer había permanecido inmóvil desde que percibiera la llegada de la comitiva. Seguía rezumando odio por todos sus poros, nada había cambiado en su expresión, salvo tal vez cierta muestra de impaciencia.

Ataviada con la túnica negra resultaba una figura difícil de obviar. Peligrosa pero esperaban que no estúpida. Su mirada era desafiante pero cumplía ordenes que no se atrevía a ignorar.

- Veo que han tomado una decisión adecuada, muy puntuales como me esperaba. -

Tormak observó a Nhadima primero con severidad, pero luego recordó la historia que les había relatado acerca de su pasado, y aunque es posible que mintiera sobre eso, como en todo lo demás, su mirada se tornó en compasión.

Hemos tomado una decisión, el tiempo dirá si acertada o equivocada.

Tormak no dijo más, y esperó a que Nhadima tomara la iniciativa en la conversación. Quería estar atento a más cosas aparte de sus palabras, pues a veces lo que no se dice es mucho más importante que lo que se relata.

- Si en un futuro disponen de tiempo para rememorar esta reunión es que su decisión habrá sido acertada, de lo contrario los Sith ya habrán erradicado esta minúscula porción del universo.

No obstante solo es una diferencia de opiniones. Mi maestro espera en un parque cercano y abierto, supone que allí estarían más cómodos. Por favor siganme. -

En un silencio sepulcral la mujer condujo a la comitiva hacía una parte tranquila del parte. Allí, sentado en un unos bancos de piedra permanecía inmóvil y degustando algún tipo de bebida una imponente figura negra.

Su aspecto era totalmente salvaje, compartía los ojos rojos de Nhadima pero estos eran muchos más profundos, cargados de pura rabia. Su aspecto era musculoso, propio de un atleta muy acostumbrado al ejercicio físico y duro.

Vestía una túnica de maestro oscuro que había pasado por tiempos mejores, estaba abierta por delante mostrando dos sables laser guardados en cada extremo. Ni siquiera se paró a contemplar más detenidamente a la comitiva, era como si todo lo que le rodeara no tuviera relevancia.

Por las descripciones de Nhadima cada presente esperaría sentir la punzada insidiosa del lado oscuro. Pero no había nada, su entrenamiento en la fuerza era perceptible, pero no irradiaba el poder que se le atribuía.

Unicamente Gorek parecía visiblemente afectado por algo, su expresión de asombro no dejaba dudas.

Cuando la comitiva estuvo suficientemente cerca el maestro oscuro se levanto, saludando educadamente.

- Bienvenidos, tomen asiento si lo desean. -

Tormak le devuelve el saludo y toma asiento, pues de alguna manera ese hombre es el amfitrión de la reunión y sería un gesto descortés no hacerlo.
Intenta por encima de todo mantener la compostura y parecer indiferente ante su presencia.
Observa a Gorek y le hace un gesto para que se siente también.

Tormak tuvo que insistir un par de veces hasta que el padawan finalmente tomo asiento cerca de su maestro.

La expresión de asombro del muchacho se había suavizado, pero no había remitido, los ojos aun estaban muy abiertos con sus facciones dibujando una visible sorpresa, como si hubiera visto a un fantasma.

- El Capitán, el Capitán que vino hace años, no ha envejecido nada. -

- Buena memoria muchacho. Teníais un destino mejor que pasar vuestros días en las refinerías, que irónica llega a ser la fuerza en ocasiones. -

Jarik se mantenía en un silencio inusual. Había pensado en una pequeña estrategia para poder escapar en caso de que fuera una trampa, pero si lo que decía Gorek era cierto no serviría de nada.
Sólo le consolaba que, por lo poco que sabía, Dante era un hombre de palabra. Si decía que sólo era una reunión lo dejaría en una reunión. O al menos, eso esperaba.
También esperaba que su capacidad para permanecer oculto a la Fuerza, le sirviera contra Dante. No podía estar seguro; pues si era él había conseguido permanecer vivo durante muchos años. Más de los que cualquier ser humano que él supiera.

- Ha llegado la hora de despejar la larga sombra de la duda, pregunten con franqueza, cada respuesta vendrá en la medida de lo posible.

Por adelantando, no he venido a hablar de filosofía, ni del bien ni del mal ni el camino correcto. Eso para cuando todo acabe, suponiendo que aun existamos. -

En eso estamos de acuerdo, y aunque es posible que haya muchos temas que tratar, debo decir que creo que sabe más sobre nosotros que nosotros sobre usted.

Tormak había comprovado numerosas veces que cuanto más se podia averiguar sobre la persona con quien se establecía una negociación, más éxito se podía esperar sobre ella, aunque eso no fuera precisamente una negociación...

- Una afirmación acertada, sin embargo cada causa, cada consecuencia es por un propósito, encaminado de forma consciente o inconsciente, sea bien por la voluntad del individuo o la voluntad de la fuerza.

Pero es la voluntad de la fuerza la que ha determinado esta reunión, hay asuntos pendientes en el pasado tanto de los Jedi como de los Sith que están aflorando ahora, buena prueba es el ataque en Geonosis.

Pero mi duda es hasta donde llega su conocimiento de esta nueva amenaza, y hasta donde están dispuestos a llegar por detenerla.

En este punto de inflexión, la historia galáctica no puede jugarse por prejuicios entre Jedis y usuarios del lado oscuro, pero esa decisión no me atañe, es patrimonio de ustedes.

Tiene derecho a saber, pero si solo cuando tenga la certeza de que colaborarán sabrán todo lo necesario. Tomen la decisión si prefieren un fragmento de verdad o toda la verdad. -

Tormak no habría esperado otra respuesta. Tal y como creía antes de hablar, ese hombre le contestó con una evasiva, aunque no cabía duda de que tenía cierta experiencia.

Hemos venido a escuchar su propuesta, y creo que llegados a este punto debemos ser francos. Si usted está aquí, realmente buscando nuestra colaboración es o bien porque no puede actuar sólo o bien porque espera sacar algo más de todo este asunto.
De igual forma nosotros estamos aquí porque necesitamos más información sobre el ataque a Geonosis y sobre como atajar la amenaza de los antiguos sith. Nuestros conocimientos de los antiguos sith son limitados, así como el de los ancestros.
Supongo que ya sabe que si pide nuestra colaboración en cualquier asunto por adelantado nuestra respuesta será negativa. Por el contrario, como ya hemos dicho, ambos estamos en una situación poco común.

Jarik dejó a los jedi tomar el peso de la conversación, aunque al oir el último comentario de Tomark decidió intervenir para dejar claro su postura.

- Por mi parte, si es cierto todo lo que he oido comentar sobre esa flota; y que por lo visto, perseguiría tanto a los jedi como a los sith así como a cualquier otro, estoy dispuesto a colaborar por completo para acabar con esta amenaza.
Reconozco que no sé a penas nada de esa flota, y que por eso necesito la información que puedan darme; lo más completa posible.
No tengo reparos en colaborar con cualquiera, siempre que la causa merezca la pena.

- No soy un diplomático, y hace tiempo que perdí el gusto por las palabras, pero en preciso instante me permitiré el lujo de hacer una inusual excepción.

Les relataré algunos datos que responderán algunas preguntas y sin duda generarán otras, es donde estoy dispuesto a llegar y ofrecer. Pero hasta no saber su respuesta de cooperación no narraré más información.

Siempre se ha visto la fuerza como un campo de energía que envuelve a todo ser viviente, engloba a toda la galaxia y la mantiene conectada. No sabemos si es realmente un ser consciente, una entidad abstracta, o algo totalmente inimaginable por nuestras mentes. Lo que si sabemos es que muchos sucesos ocurren por su voluntad y que es capaz de predestinar otros.

Así pues, hace milenios, más allá, hace eones, surgió una raza sobre todas las demás razas existentes. Nacidos de la propia voluntad de la fuerza, más concretamente, nacidos del reverso luminoso de la fuerza, pues tanto la luz como las tinieblas forman parte de ella, para la vida es necesaria la muerte, para el bien el mal, así como para el día la noche, casi todo no puede existir sin su contrario, su antitesis.

Jedi y Sith son un ejemplo de opuestos, pero incluso nos podemos remitir a física nuclear, con la materia y antimateria. El funcionamiento del universo es complejo pero perfectamente contemplado en equilibrio por la voluntad de la fuerza.

Como decía, así nacieron hace eones Los Ancestros, esta raza de superseres estaba en total sintonía con el reverso de la luz. Su poder y conocimiento apenas tenía límites, creados en la pura luz no tardaron en dominar los secretos de la tecnología para permitir el viaje interespacial, su civilización alcanzó el auge en un tiempo record, apenas escasos siglos.

Los Ancestros viajaron por el cosmos, alterando la vida, alterando la evolución para adaptarla a los mejores patrones, convirtiendo mundos estériles en inmensos planetas capaces de albergar la vida. Esa era su faceta, creadores, genetistas, no es extraño que en mundos prehistóricos se les adorará como Dioses. Khaeldrom, Titania, Oberón, Lysandris, Atreus, Hiperión, Silenia, etc

Algunos de esos Ancestros han tenido nombres que han representado deidades en viejas mitologías, quien sabe hasta que punto se han acertado a ese estado. Posiblemente eso

Pero ese fue su mayor error, solo buscaban dar la vida, llenar de luz la Galaxia. Pero eso provocaba un desequilibrio, alteraba el curso natural de la evolución. La delgada línea que mantenía todo unido amenazaba con romperse.

Entonces para equilibrar nacieron los Sith, a diferencia de los Ancestros el reverso tenebroso no puede crear, no puede dar vida, la oscuridad de la fuerza representa la fuerzas destructivas del universo, crueles y malintencionadas, pero desgraciadamente son necesarias, representan el ciclo de creación, destrucción y renacimiento que lleva operando desde el día de los tiempos. Siempre ha sido más fácil destruir y corromper que crear y sanar.

Alguna raza fue escogida, se desconoce si los Ancestros la habrían alterado, mejorado o simplemente dejado estar. Pero fue elegida, se les insufló todo lo opuesto en lo su contrapartida luminosa creía, odio, angustia, conquista, tiranía, poder. Benditos o malditos con el poder destructor y fácil del lado oscuro no tardaron en ascender a la misma velocidad que sus contrapartidas.

Estos Sith profundizaron en el lado oscuro de una manera sin precedentes anteriormente conocida. Pero pagaron un precio muy alto, que tal vez fuera lo que la propia voluntad de la fuerza había estipulado.

Al igual que el infame Emperador Palpatine, o el Gran Señor Oscuro Niban han sucumbido por completo a las tinieblas, no son capaces de dominar ni una ínfima parte del poder que yace en ellos. Sus cuerpos empezaron a marchitarse, corromperse, pudrirse por la oscuridad que yacía en su interior. Sin un férreo autocontrol y disciplina los débiles de voluntad que experimenten con el lado oscuro están condenados a terminar así

Por adelantado, ahórrense el comentario de quien domina, si persona o reverso tenebroso, no procede, ustedes no han usado nunca la oscuridad, no la conocen, solo la han visto y se han enfrentado y aun hay mucho que desconocen, su opinión y juicio ya esta forjado y no pretendo cambiarlo. Respeto que hayan elegido la senda de la luz, y me guardare mis opiniones para mi mismo, hagan el favor de hacer lo propio.

Continuaré, esos Sith se vieron reducidos a meras carcasas, meros parásitos, simples vampiros vivientes como Darth Nihilus, la única manera que tenían de preservar sus vidas de por si cortas y detener la corrupción era consumiendo la vida de otros seres vivientes, y más allá, cortando el vínculo que unía a estos con la fuerza. Un acto y una profanación que no tiene nombre. No era necesario cortar el vínculo de alguien entrenado, si el sujeto estaba vivo era suficiente.

La guerra entre Ancestros y Sith fue un Apocalipsis para buena parte del universo que hay más allá de los límites, razas, planetas enteros consumidos por el hambre de los Sith, destruidos por armas inimaginables por el hombre. Los Ancestros se defendían con fiereza, pero no podía evitar la gran escala de destrucción, su obra estaba siendo destruida.

Parte de lo produjo la caída de los Ancestros fue un cisma interior que tuvieron, debido a la horrible guerra algunos de ellos alteraron algunas razas para utilizarlas en la contienda, algo que jamás se había hecho en antaño. Los que fueron precusores de los Mandalorianos, Tarsonianos, Wookies y Nogri estaba destinados a ir a la batalla.

Hubo diferencias, y muy graves, Khaeldrom, Hiperión, Lysandris y Oberón el creador de los Tarsonianos rehusaron a mezclar otras razas en la guerra, rehusaron a sacrificar sus creaciones y sus hijos para un conflicto que era solo patrimonio de ellos.

Muchos Ancestros marcharon a hacer la guerra en solitario. Aunque eran increíblemente poderosos incluso estando solos su mayor fuerza era cuando actuaban en conjunto.

Esa separación solo los hizo más vulnerables y aceleró el fin de su mítica especie, cuando unos de los Verdaderos Sith más brillantes, Graveesha, construyó el arma más mortífera de ese imperio. En su lengua se llama “utrydde stjerne”, el Erradicador de Estrellas,

Estoy convencido que muchos de ustedes han oído hablar de una de las armas más mortíferas del viejo Imperio Galáctico y no me refiero a la Estrella de la Muerte, sino al caza fabricado con una aleación desconocida al que llamaron “El Triturador de Soles”.

No es más que una degradación del Erradicador de Estrellas, el caza imperial disparaba un torpedo a un sol, provocando la explosión de este con la consecuente destrucción de los planetas más cercanos y la incineración de muchos otros.

Sin embargo no es más que una ínfima parte del poder del Erradicador, este no es un caza, sino que puede ir montando incluso en una nave capital, este maldito dispositivo tecnológico dispara un torpedo hiperpesado cargado con extraños gases alterados químicamente, los cuales se combinan, catalizan y aceleran dramáticamente las fusiones nucleares que se producen en las estrellas, provocando la pronta muerte de ellas en forma de supernova o hipernova, mucho más destructiva que la muerte de un sol más pequeño.

Pero no se termina su faceta destructora con la explosión, los Verdaderos Sith hacían detonar estrellas con una masa y características comprendidas entre cierto rango en la física, el resultado, una supernova que provocaba la compresión sobre si mismo del núcleo de la estrella, hasta un punto que su limite de masa llegaba al imposible, plegando el espacio y formando la forma final y definitiva de destrucción, un agujero negro.

Los Ancestros no tuvieron muchas oportunidades para contrarrestar semejante horror tecnológico, esos asesinos espaciales con sus campos gravitatorios imposibles destrozaron por completo galaxias enteras, relegando civilizaciones y los logros de los Ancestros al olvido.

Al final del desastre, los Ancestros se reunieron de nuevo para combatir, aun conscientes que su guerra estaba perdida, no podían competir con ese poder, no tenía tiempo de desarrollar algún artefacto que anulará semejante reacción, a pesar de sus enormes astronaves era muy complicado evacuar sistemas solares enteros, y la atracción de los agujeros negros dificultaba los viajes por el hiperespacio..

Finalmente lograron construir una maravilla de la tecnología que confinará para siempre a los Sith, un artefacto de poder singular, lo llamaron “Perturbador de Area Multi Espectral”. Este dispositivo irradia unas energías invisibles, que no son dañinas de por si, pero afectan a todo el hiperespacio que rodea en un área tan grande como varias Galaxias, así pues, los Ancestros se encerraron a si mismos con los Sith en una enorme burbuja en donde el viaje hiperespacial no podía realizarse, nada podía entrar pero nada podía salir.

Lo que ocurrió dentro una vez que sellaron esa porción del universo me es desconocido. Pero se que la energía que mantiene funcionando el Perturbador se está agotando y debilitando, provocando fisuras por las que naves Sith avezadas pueden fugarse. No tardará en llegar el momento en que la energía del Perturbador se agoté por completo, y la Flota Negra, 10 millares de naves salte a esta porción del universo, dispuesta a erradicar toda forma de vida para saciar su hambre, dispuesta a borrar todo aquello que haya podido ser hecho por la mano de sus odiados enemigos.

Pero este no es un hecho casual, la fuerza ya es consciente de este desequilibrio, hace años envió a sujetos singulares a frenar esta amenaza, Revan y La Exiliada.

Hace siglos, un legendario hechicero Sith de la nueva orden llamado Jintha’alor encabezó la conquista de Tarsonis. Allí encontró la muerte a manos de un Sith renegado, su combate fue brutal, en mitad de una tormenta de pura fuerza, en los restos del combate, en un fragmento de roca la sangre del hechicero fue vertida, alterada por el poder del lado oscuro y de las emociones, de forma que dejo plasmada una siniestra profecía:

Cuando los verdaderos Sith vuelvan a guerrear la luz y la oscuridad juntos deberán pelear.

La oscuridad al León y la Bruja enviará, Sanador e Inquisidor la luz escogerá.

Pero muy lejos no llegarán, la ayuda de la Sombra ellos necesitarán.

Sith y Ancestros volverán a pelear, la última descendiente su destino cumplirá"

Al igual que Revan y la Exiliada gozaron de compañeros singulares, al igual que tuvieron que ir a pelear contra esta amenaza es ahora nuestro turno.

La fuerza en ocasiones brinda dones a sujetos determinados, facultades que otros Jedi o Sith más ancianos y poderosos no tienen a pesar de su mayor entendimiento. Todos los seres aquí citados tienen capacidades únicas o singulares entre los suyos.

Usted es el Sanador Maestro Jedi, su poder no tiene competencia, sus facultades curativas han sido vistas en muy escasas ocasiones en otros Jedi de otras épocas.

El Zabrak es el inquisidor, la intuición que tiene es preternatural, estoy seguro que en ocasiones incluso tiene destellos de precognición, las mentiras se agrietan bajo su mirada e incluso el mejor embaucador siente como le patina la voz.

La bruja es una Lord Sith, una hechicera poderosa que porta la marca de viejos señores Sith ya fallecidos, la llaman la Bruja de las Tormentas y su poder es capaz de afectar incluso a porciones muy reducidas del hiperespacio.

Sr. Tharen usted es La Sombra. En todas partes y en ninguna, con todas las emociones pero a su vez en control total, ni deslumbrado ni a oscuras, el equilibrio casi imposible que tienen los Caballeros Grises.

Cuando se produjo el ataque a Geonosis se escapó inexplicablemente con vida una Twilek, Geela Ominia. Esta muchacha no es más que una mecánica, contrabandista y criminal de poca monta, pero a su vez es el ser más valioso de la Galaxia, en su genoma hay algún cromosoma totalmente idéntico al de Lysandris, una mítica Ancestro que es muy probable fuera responsable de la creación de los Twilek, en ese gen dormido se esconde un poder sin precedentes.

Yo soy el León, la rabia y la cólera que me consumen no se extinguen, en combate soy la muerte imparable, y soy la muerte para aquellos que vienen de los bordes exteriores.

Con un rápido gesto de su mano Nhadima depositó un holoproyector en una mesa cercana, la imagen mostraba un plano de la galaxia actualmente conocida, englobando tanto a la república, los sith y las megacorporaciones. Mostraba a su vez 4 puntos brillantes y distantes que trazando una línea envolverían toda la galaxia conocida. -

- Estas 4 estrellas, Yoda, Cahire, Antioch y Deustx están muy próximas a la Galaxia, su gravedad no nos afecta y aun les quedan millones de milenios de existencia. Pero todas comparten una característica similar, tienen la masa suficiente para convertirse en agujeros negros cuando mueran en forma de supernova.

Lo que pretenden los verdaderos Sith ya lo pueden imaginar. Se como podríamos pararles, o al menos, ganar mucho tiempo. También se porqué se producen estos ataques al parecer al azar. Pero ya he revelado mucho y mi relato aquí concluye, pueden preguntar cosas de esta narración e intentaré aclararlas, o puede que incluso las expanda algo, pero no cederé ni revelaré más información hasta saber que decisión toman. -

Tormak escuchó el relato cada vez con más atención, evaluando palabra por palabra, gesto por gesto, mirada por mirada.
Al principio desconfiaba de todo lo que ese hombre pudiera contarle, sin embargo, cada vez más parecía estar relatando la verdad, por inversemblante que pareciera tratándose de un lord oscuro.

El relató terminó. Tormak era consciente de que ahora la pelota estaba en su tejado. Ese hombre había reconocido que no era diplomático, sin embargo, su astucia era evidente. Había dejado la historia en un punto clave. Había revelado suficiente para atraer su atención, pero faltaban todos los detalles. ¿Cómo encerrar otra vez a los sith? La tiwlek era una mecánica, posiblemente su misión era reparar ese milagro tecnológico de los ancestros, pero ¿cuál era el papel de la hechicera Sith?
Todas esas preguntas y más pasaron por la mente de Tormak, difusas, en sólo unos segundos. Ese hombre esperaba una respuesta y esta vez la experiencia de Tormak en negociaciones de conflictos no le serviría de nada.
Observó por unos instantes a los demás. Gorek parecía descolocado, su retrovamiento con ese hombre había resultado un golpe para el muchacho. Tormak temía que el muchacho pudiera madurar demasiado rápido. Todos estos acontecimientos habían hecho que Gorek tuviese que aceptar los aspectos más duros de la vida en poco tiempo, sólo el tiempo diría si eso fortalecería al muchacho o crearía una brecha en su corazón.
Erianne también estaba a su lado, más entera que Gorek. Sin duda su formación había sido completa, estructurada, metódica... sin embargo todo eso carecía de sentido en este momento, pues esta situación era más que inusual.
Tormak giró la cabeza hacia el otro lado. Observó a Jarik. Parecía impasible, el joven caballero gris parecía dar la misma validez y rigor a una respuesta de un jedi que a la de un sith, aunque Tormak estaba seguro de que no era así. Jarik caminaba entre las sombras sí, ni luz ni oscuridad, pero eso hace comprender los defectos y virtudes de ambos.
Y por último estaba Carr, al otro lado de Tormak, analizando toda la información e intentando colocarla dentro de su mente, en un puzle de acontecimientos y temporalidades. Tormak confiaba plenamente en el criterio del zabrak, había compartido el tiempo necesario con él para fiarse de sus observaciones y su lógica... y también de su sable láser.

Tormak salió de sus pensamientos y observó de nuevo al hombre que tenía delante. Esperaba una respuesta.

Su historia es realmente impresionante. No voy a actuar con prejuicios, todos los que estamos aquí sabemos qué camino hemos escogido y sabemos porqué lo hemos escogido. Todos sabemos lo que ese camino nos ha brindado y a lo que hemos tenido que renunciar para seguirlo-en este punto sus ojos se fijaron en Nhadima, que estaba al lado del maestro oscuro-.
Sobre la mesa no está discutir sobre la filosofía de la fuerza, todos estamos en lo cierto, sin embargo, estamos a la vez todos equivocados- esta afirmación le valió una mirada de reprimenda por parte de Erianne-.

Tormak era un estudioso de los antiguos maestros de la orden, especialmente del legendario maestro jedi Yoda. En Dantooine había tenido acceso incluso a uno de los holocrones que allí se encontraban del gran maestro, uno de los pocos que se guardaban fuera de Coruscant. Del maestro y de sus enseñanzas había aprendido a no subestimar el lado oscuro de la fuerza, a entender que formaba parte de la misma naturaleza de la fuerza, que el destino de un jedi era combatir a esa oscuridad aunque era imposible derrotarla del todo, al igual que era imposible apagar la luz para siempre.
Sé que no revelará más detalles sobre ciertos temas de su narración pero me gustaría saber si sabe cómo escapó exactamente esa twile'k, una simple mecánico, a ese devastador ataque de tan extraordinarias naves.
Hizo una breve pausa, para luego seguir.

Parece que este conflicto amenaza a todos y no hay manera de luchar contra este rival si llega a entrar de manera permanente en nuestro espacio y nuestro tiempo.
Sus palabras parecen esclarecer algunos de los detalles sobre este asunto, sin embargo, como bien ha dicho aun faltan cosas por relatar.

Jarik escuchaba con atención. Había estudiado todo lo que podía sobre los usuarios de la Fuerza más conocidos, y de los elementos más importantes de la historia y algunas cosas que comentaba le sonaban de haber leido sobre ellas.

Primero estaba el propio Alexander Dante. No había encontrado ninguna referencia directa a él, incluso en Suomi Naga, planeta importante en la nueva orden sith. Sólo encontró una vaga referencia a él estudiando a alguien contemporáneo a Dante, Marik Ista. Al parecer juntos se unieron para evitar una guerra en el sector corporativo, aunque también se dejaba entrever, que después tuvieron varios enfrentamientos en los que sin perder la vida, Marik no salía muy bien parado.

Después estaba el emperador Palpatine. Aquí había encontrado bastante información, pues hubo una guerra hace mucho tiempo en la que estaban involucrados Darth Vader y su hijo Luke Skywalker. Lo más extraño, era que por lo visto el emperador había muerto en varias ocasiones, y sin embargo apareció de nuevo; algo que los libros de historia dejaban entrever como “misterios de la Fuerza”.

En cuanto al triturador de soles, había visto referencias tanto por historia normal, como por historia de la Fuerza. De diseño imperial, fue un jedi llamado Kyp Durron quien la destruyó aunque nunca indicaron cómo. Lo más gracioso era que el arma de los imperiales, que eran pro-humanos, lo había diseñado por lo visto una alienígena.

Como dije, estoy dispuesto a ayudar a detener esta amenaza; aunque reconozco tener bastantes preguntas.
¿Dónde nos encontraremos con la “Bruja de las Tormentas”? ¿nos permitirá hablar con ella, o no querrá ni escucharnos? ¿dónde encontraremos a la última descendiente? Dice que escapó, pero no dónde puede estar oculta.
¿y por supuesto, qué hay que hacer para detener esa amenaza?