Partida Rol por web

Mystic

.: Saturday Nigth Fever :.

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07/04/2011, 03:06
Josep Saburido
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- Ya te lo he dicho un par de veces. - Dijo Josep. - Para poder comprender la historia, la magia y todo lo demás, primero, deberás renacer. Deberás afianzar el vínculo con tu avatar, el cual ya se creó en el momento que casi pierdes la cabeza en la calle. Deberás ser uno con él y la única forma para hacerlo es morir. -

Josep levantó el puñal y te lo enseñó.

- Este puñal, lleva Despertando magos desde hace milenios, cuando mi Maestro me lo entregó, supe cual sería mi función en esta vida, en este mundo. -

El hombre que te había salvado, y el que te había mostrado que era lo que eras realmente, se acercó a ti un par de pasos.

- Es este puñal el que te liberará de tus ataduras mortales y te permitirá adentrarte en los misterios de la magia. ¿Es qué no confias en mí? -

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11/04/2011, 16:05
Bruno García
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Le miro arqueando una ceja. 

-"¿No confías en mí?", dijo el hombre que sujetaba el puñal -digo imitando malamente una voz de narrador. El temor se puede palpar en mi voz-. Mira, da igual. Ya me lo explicarás. Prefiero no saberlo, o de lo contrario no respondo: a lo mejor salgo corriendo con la túnica milenaria y me voy a explotar solo.

Inspiro... expiro...

-Venga, haz lo que sea que tengas que hacer.

Notas de juego

¡Perdóname! ¡No me acordaba de que habías posteado, lo siento de veras! :O

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11/04/2011, 18:11
Josep Saburido
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- Bien. - Dijo Josep. - Acompáñame. -

Y diciendo esto, se acercó a una biblioteca del salón y movió un libro, lo cual hizo que se abriera una especie de pasadizo secreto en esa misma habitación. La biblioteca se movió, dejandote ver un pasaje oscuro, iluminado por unas antorchar que bien podían tener un par de cientos de años.

Bueno, siguiendo con el protocolo, seguramente serán "milenarias" también.

Josep se metió por ese pasadido, y tu lo seguiste.

Unas escaleras parecían descender. Eran unas escaleras talladas en piedra, y cuando apoyabas tu mano en la pared para no caerte, notabas la humedad y el frío, que calaba en tus huesos.

El recorrido dura unos pocos minutos, en los cuales sólo has descendido.

Cuando las escaleras acaban, te das cuenta que te encuentras en una cueva, con un altar de marmol oscuro justo en el centro, rodeado de unas seis estátuas de marmol, todas, al parecer, de humanos envueltos en túnicas...

En una túnica muy parecida a la que tienes tu puesta ahora.

El hombre que bajó delante, pasó entre las estátuas y las lámparas de aceite se encendieron automáticamente, dejandote ver la estancia ahora, entre luces y sombras, la cual te antojaba un poco lúgubre.

Josep te miró con una sonrisa y te invitó a tumbarte en el frío altar de marmol oscuro.

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13/04/2011, 19:44
Bruno García
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Cuando veo como se acerca a la estantería iba a soltar un "ja, ja, qué te crees Dr. Frankenstein", pero se me queda la palabra en la garganta al ver como en efecto la estantería se aparta y revela unas escaleras iluminadas, como no, por antorchas milenarias.

Bajo acompañando a Josep con su puñal milenario por el túnel milenario alumbrado por luz milenaria mientras piso con mis pies descalzos la fría superficie de unos escalones que no sé si serán milenarios, pero desde luego hacen que un escalofrío me recorra la espalda.

Y digo yo, ¿qué hace una especie de gruta en mitad de una casa de superlujo en Barcelona? Por un momento me olvido de Josep, el puñal y la túnica drag que llevo encima y no puedo evitar divagar, porque joder, estos nacionalistas, claro, se juntan para gastar millones en tonterías y seguro que se dedican a construir casas con refugios, ¡flipa! De todos modos, mis "argumentos" no me convencen ni a mí y vuelvo de golpe a la realidad, a la nuca de Josep, al frío de las paredes... El eco de mis pies desnudos contra la fría piedra hace que me sienta algo desamparado, quiero que me hable, que me diga algo, no sé, que vuelva a tener ese aire de superioridad...

La sala a la que llegamos no consigue levantarme tampoco el ánimo, y el altar menos todavía. Pero me acerco, avanzo con firmeza y de un salto me siento en el altar. Cierro los ojos, todavía incorporado, porque no quiero ni pensar en lo que estoy haciendo. Sé que si lo hago, que si dudo aunque solo sea un instante, saldré corriendo y demandaré al Aburrido.

-Venga, por favor, que empiezan a entrarme más dudas -le imploro con la voz quebrada.

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18/04/2011, 17:47
Josep Saburido
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- Tienes que estar consciente durante todo el tiempo que dure el ritual. Así que ni se te ocurra desmayarte en el medio del mismo. - Dijo con una sonrisa.

Inclinó la cabeza hacia un lado, con el rostro extrañado.

- Todavía estas a tiempo de negarte, no te voy a detener. Simplemente te dejaré dónde te encontramos, para que sigas con tu vida, aunque tal vez, sea mucho más corta de la vida que te estoy ofreciendo. -

Su mano señaló el altar, y la movió de una punta a la otra del mismo.

- Ahora, si lo deseas, túmbate y empezaremos. -

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25/04/2011, 19:57
Bruno García
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Le miro con incredulidad. Por un momento no sé qué quiero: correr; abalanzarme sobre él y plantarle un morreo; gritar con desesperación; llorar como una nena; pegarle hasta que me sangren los nudillos; quitarle el puñal, clavárselo e ir a buscar ayuda. 

En serio, ¿me está tomando el pelo? "Aún estás a tiempo de negarte..." ¿Qué mierda es esa, joder? O sea, me comes la cabeza durante horas con que voy a explotar, que si es todo horrible, la gente que quiere matarme y todo lo que supuestamente sucede a mis espaldas, las paranoias del destino... ¿y me suelta que estoy a tiempo de negarme?

Sigo con los ojos clavados en él. Y ya ni contesto. Directamente me tumbo con la túnica milenaria sobre el altar milenario que congela mis nalgas con su frío milenario y me quedo ahí, quieto.

Y dudo, ¡claro que dudo! Todo me da vueltas, no sé si hago bien en quedarme o si debería estar corriendo. Hasta dudo sobre si me quedo porque realmente me interesa saber qué es lo que pasa, por si quiero ver si puedo liarme con el aburrido, por si es simplemente mi espíritu cotilla o si es mi actitud de "por mis huevos que me quedo" la que me mantiene tumbado en el altar. ¿Será una mezcla de todas? ¿O de ninguna?

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27/04/2011, 16:35
Josep Saburido
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Josep cerró los ojos y comenzó a entonar una especie de salmo que cada vez iba más y más rápido. El salmo era algo ininteligible para tus oídos, pero con el eco del lugar, hacía que todo lo que sucedía en esa sala se volviera aún más, si cabe, místico.

El salmo cobró intensidad y tu mirabas todo desde el altar, tumbado, con los ojos bien abiertos. Las estatuas que rodeaban el mismo parecían brillar a medida que Josep canturreaba y en un momento, levantó ambas manos con el puñal entre ellas...

Y tú temiste lo peor...

Sin embargo, el puñal no cayó enterrándose en tu pecho.

En cambio, Josep se cortó la palma de la mano con él, haciendo que su sangre chorree por el puñal y que algunas gotas caigan sobre tu pecho. En ese momento, bajó el puñal a la altura de tus costillas y con la punta, sin hacerte daño siquiera, repartió la sangre sobre tu pecho desnudo, haciendo una especie de pentagrama.

Todo sin dejar de canturrear.

El cántico se volvió extraño, era lo único que tus oídos escuchaban y cuando el muchacho terminó de dibujar el pentagrama en tu pecho, comenzaste a sentir como si este te quemara... pero no la piel, era una sensación más extraña...

Era como si te quemara el alma misma.

Sentías el calor dentro de tu cuerpo, pero no te dolía.

Tu alma iba siendo abrazada por el calor de ese pentagrama, hecho con la sangre del hombre que te salvó la vida y al mismo tiempo, sentías como las fuerzas se te iban... ahora mismo no podías mover ni un dedo, pero allí estabas, consciente de todo lo que estaba sucediendo...

Tu alma te ardía, Josep sonreía y continuaba cantando.

Las estátuas brillaban con un fulgor dorado.

Todo era mágico... hasta que comenzó el dolor...

Ahora ya no sólo sentías como te quemaba por dentro, sino un dolor insoportable en el cuerpo, cuerpo que no podías mover, ni siquiera podías gritar... pero rápidamente remitió.

Cerraste los ojos con fuerza, hasta que ya no sentiste más nada, simplemente, el canto de Josep, que al poco tiempo, terminó abruptamente.

Cuando volviste a abrir los ojos, el hombre que te había llevado hasta allí, te sonreía con la cabeza inclinada.

- Se acabó. - Dijo sin más.

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27/04/2011, 16:57
Bruno García
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Aún recuerdo ese terrible veinticinco de diciembre, fun, fun, fun. Había vuelto a casa por Navidad, como el turrón, y me traje de regalo unas anginas de caballo. No recuerdo haber tenido nunca tanta fiebre en mi vida, llegando a los cuarenta grados, delirando, temblando de frío primero y sudando copiosamente después... Todo se remató dicho veinticinco de diciembre, fun, fun, fun, cuando me tuvieron que llevar a urgencias.

La sensación era horrible, notaba el brazo izquierdo entumecido y parecía que dentro de mi pecho habían introducido ascuas y trozos de metal al rojo vivo que me quemaban y desgarraban mis entrañas con sus lenguas de fuego. El dolor era insoportable y, mientras me llevaban en pelota picada a la UVI y le explicaban a mis padres que tenía una miopericarditis, yo soñaba y rezaba por que viniera Satán y me llevara a los infiernos, donde seguramente estaría mucho mejor, gracias.

Bien, pues a pesar de lo horrible que fue esa experiencia, la prefiero. No, no la prefiero: la quiero. Quiero sentirla ahora, quiero experimentarla cada mañana cuando me levante, quiero que dure seis horas al día los siete días de la semana. Pero por favor, que pare lo otro. ¿Por qué me pasa esto a mí? ¡Casi hubiera preferido que el Aburrido me hubiera clavado el puñal! ¡Habría sido más rápido, menos cruel y más efectivo!

Me estoy muriendo, es así, no puedo hacer nada para evitarlo. Míralo, pedazo de hijo de la gran puta, cómo sonríe el cabrón, qué guapo es, puto sádico de mierda que sonríe al verme sufrir encima de un trozo de piedra mugrienta, fun, fun, fun, a ver si voy a tener que reventarte la boca a patadas, soplapollas, para que luego vuelvas a decirme que "estoy a tiempo de echarme atrás", tu puta madre, esto es horrible, voy a explotar, voy a explotar, voy a explotar, es el preludio, el muy mamonazo tenía razón y encima me sonríe, fun, fun, fun, porque no es la miopericarditis porque entonces notaría el entumecimiento en el brazo derecho y tendría un ritmo cardíaco irregular pero con la tensión constante y este no es el caso, ahora simplemente voy a explotar, voy a explotar, joder, que voy a reventar, todo porque este mamón se ha cortado su preciosa mano para dibujarme algo en el pecho, fun, fun, fun, a mí no me engañas que sé que es ácido, pero joder el ácido no duele tanto, por favor, por favor, que vuelva la miopericarditis y prometo que no explotaré y que no le contaré nada a nadie y que no me volveré a bañar en tu bañera de Cleopatra y seré tu esclava babilónica, fun, fun, fun, pero haz que pare, haz que pare, haz que pare...**

Y luego, nada. Todavía con los ojos cerrados puedo oír la agradable voz del Aburrido que canturrea hasta quedar en silencio. No puedo evitar sentir un ligero mareo y malestar en el estómago debido al frenazo que acabo de experimentar y al incesante flujo de pensamienros. Cuando abro los ojos me sonríe el mamonazo, qué guapo es el cabrón. Menos creerte Lady Gaga, menos túnica con daga milenaria y más comerme los morros, cabr...

-Creo que voy a potar en tu cueva milenaria... debería salir antes de que explote o algo... -digo a modo de disculpa con un todo de voz que indica que ni yo mismo estoy seguro de si voy a vomitar o no.

Me incorporo como malamente puedo y el mareo me golpea con todo su amor, haciendo que la cabeza haga un looping y vea doble. Instintivamente extiendo las manos para buscar algún apoyo y, tras encontrar el frío mármol, me quedo quieto.

Tras dos segundos puedo pensar con más claridad y recuperar un ritmo de respiración normal. Afortunadamente no voy a potar, pero espero sinceramente que este no se piense que ponerme en pie vaya a ser tan fácil como decir "¡Lázaro, levántate y anda!". Y aún guardo la esperanza de que la intimidad de mis pensamientos sea impenetrable, porque si no...

-¿Qué narices ha pasado? ¿Y para qué tanto teatro? -pregunto con los pies colgando fuera del altar mientras termino de centrarme-. Necesito un poco de agua... o un tequila, no lo sé muy bien.

Tequila y baño de Cleopatra... soñar es gratis.

Notas de juego

**Entiéndase que esto es interpretación pura y dura del personaje, ¿eh? Que no son insultos personales y que no buscan ofenderte :S Si de todos modos te parece excesivo, lo siento, dímelo y lo cambio.

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28/04/2011, 18:22
Josep Saburido
Cargando pj

- Sí. Ya está hecho. - Dijo aún serio. - ¿Qué esperabas? ¿Qué realmente clave el puñal en tu pecho, te arranque el corazón, me lo coma y te meta en el pecho un orbe para convertirte en mi esclavo? Je, je, je. Hay formas más sencillas de lograr todo eso sin tanto teatro. -

Aunque cuando te giraste para mirarlo, notaste una cosa.

Su rostro parecía ahora el de una persona un poco más vieja, como cansada por lo que acaba de hacer, con la piel un poco más seca y con alguna arruga dónde antes la piel era tersa y suave. A tu ojo clínico esas cosas no se le escapan así como así.

Y eso era realmente extraño.

Quiso dar un paso y casi trastabilla, por lo que se tuvo que apoyar en la mesa durante unos segundos antes de incorporarse.

- Si sigo haciendo mucho tiempo más esto, no va a quedar mucho de mí para enseñarte lo que tengo que enseñarte. Además con dos o tres más como tú, que lo único que hacen en burlarse del proceso, creo que lo terminaré dejando. Gracias a dios tengo un buen plan de pensiones. - Continuó. - ¿Cómo te sientes? ¿Igual que antes, no es así? No notas nada raro, ¿no? -

Notas de juego

Para nada. Tu tranquilo e interpreta a tu pj como quieras. Josep sabrá entenderte... o matarte xD

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29/04/2011, 19:22
Bruno García
Sólo para el director

Ha hecho una broma y espera que me ría. De hecho debería reírme, siento un alivio inmenso al ver que todo esto ha sido... ¿menos de lo que esperaba? En realidad no. ¿O sí? Mira, no lo sé, yo estaba convencido de que me iba a clavar el puñal o algo por el estilo. ¿Acaso me ha incitado a pensar algo distinto? Pues ya está. Lo siento, Aburrido, pero no puedo reírte esa nefasta broma. Inquietante, eso te lo concedo, pero nada de gracia.

Inquietante es también el hecho de que parezca haber envejecido tanto en aparentemente unos minutos. Al principio achaco la visión al mareo y la impresión del momento, pero luego me doy cuenta de que no, es cierto: está más viejo que antes.

-¡Uo, cuidado! -digo echándome hacia delante para sostenerle antes de que se apoye para mantener el equilibrio-. ¿Qué narices te pasa? ¿Por qué has envejecido? Ven, subamos antes de que te dé un mal.

Abro los ojos como platos cuando oigo su último comentario-reproche.

-Oh, ¡discúlpeme usted por mi escepticismo, Señoría! ¡Pero sepa usted que soy un excelente alumno! -exclamo de manera exagerada con los brazos en alto. Sí, me ha molestado-. ¿Es un pecado querer hacer uso de la razón cuando todo lo que conoces se desmorona?

La verdad es que tampoco pretendo que me responda porque él tiene ya su idea en la cabeza: para él es muy importante y claramente hay todo un ritual y una laaaarga tradición detrás de cada gesto y cada palabra. Así que, ¿de qué me sirve pues cuestionarlo? En realidad no para mucho porque no va a cambiar la esencia del hecho en sí, pero sí que me ayuda a mí a mantener un resquicio de cordura en los momentos delicados. Eso, y que soy un tocapelotas que adora tener siempre la última palabra.

-No sé... no siento nada distinto por ahora -respondo a su última pregunta mientras encojo los hombros-. ¿Por? ¿Debería sentirme distinto?

Me es imposible evitar inspirar aire rápidamente debido al susto que me pego yo solo.

-¿Quiere decir eso que voy a explotar?

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02/05/2011, 19:16
Josep Saburido
Cargando pj

- No, eso significa que no explotarás, a menos que tu quieras, claro está. - Dijo Josep mientras se apoyaba sobre el altar para no perder el equilibrio. - No te preocupes por mí, siempre me pasa lo mismo cuando realizo este ritual, aunque bueno, supongo que conectar con tu alma y despertar a tu avatar puede resultar así de agotador, nunca me había sentido con tan pocas fuerzas. -

Josep se puso una mano sobre la barbilla, pasando la palma de su mano sobre la barba que le comenzaba a salir entre el mentón y el cuello.

Podías escuchar el ruido de su mano sobre la dura barba como si estuviera amplificado mil veces.

No era un sonido que te molestara, aunque escucharlo a ese volumen, bueno, era algo raro.

Pero después, todo acabó y volvió a la normalidad.

- Ahora, deberías irte a descansar. Mañana por la mañana podremos hablar de lo que ha pasado, de tu aprendizaje y todo lo demás. -

Cargando editor
07/05/2011, 11:50
Bruno García
Cargando pj

-Hmm.. bueno, teniendo en cuenta mis reducidos deseos por explotar en el sentido literal, creo que no pasará dentro de poco -digo distraído.

La verdad es que estoy algo cansado. Desde hace un rato (después de toda la movida con el altar, la daga y todo eso) me doy cuenta de que percibo las cosas de forma distinta, como más nítida, mucho más precisa. ¿Por qué? A mí me lo vas a contar... Pero el caso es que también me siento bien, como... nuevo.

Todavía tengo muchas preguntas, pero creo que ahora no es momento. Asiento y me dirijo hacia la entrada de la cueva-sótano-bodega para subir de nuevo al salón de Sissi. Antes sin embargo, en el quicio de la puerta de entrada a la habitación, me giro para mirar de nuevo al Aburrido.

-Gracias -le digo con sinceridad. ¿Por qué? Ni yo mismo lo sé. A lo mejor es euforia pasajera, a lo mejor es simplemente que estoy agradecido de verdad. A lo mejor creo que esto es un sueño y que me despertaré descojonado de la risa. Pero, ¿qué más da? De bien nacido es ser agradecido.

Subo las escaleras y, ya en el salón, le pregunto a la pelirroja que dónde voy a dormir. Con todo el morro, ¿eh? ¿No me han dicho que suba a descansar? Pues yo subo y descanso, monada. Y ver la cama hace que mis extremidades se vuelvan mantequilla, que mis párpados pesen como losas de granito y que mi cabeza empiece a dar vueltas. A penas consigo quitarme la túnica milenaria y dejarla de forma más o menos aceptable sobre una silla. Y sin revisar la habitación, sin preocuparme por no llevar nada debajo, sin preguntarme si no habrá cámaras escondidas y ese pervertido del aburrido estará relamiéndose pensando en el momento de subir el vídeo a internet, me dirijo a cuatro patas hasta el embozo de la cama, retiro las sábanas y me dejo escurrir en su interior, casi llorando de la alegría al notar el cosquilleo de la tela sobre el cuerpo desnudo, emitiendo una risita tonta y murmurando (pero en realidad gritando) "Mmm, ¡camita!".

Notas de juego

Corrijo porque había una errata :S ¡Sorry!

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09/05/2011, 10:17
Director
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.: Fin del Prólogo de Bruno :.

Notas de juego

En breves pasamos de escena tras un tocho post avanzando el tiempo :D