- Ish... - Pequeños quejidos salian de sus labios cuando la azotabas pero aun asi no se quejaba en condiciones y sonreia divertida. Cuadno apartaste su ropa interior humedecio sus labios y la entrada de tu dedo en su cuerpo fue perfecta pues su lubricacion era ams que suficiente - Si siempre me castigas asi terminare siendo muy mala... - Dijo levantando un poco mas su trasero, dandote ganas de morderlo y azotarlo con fuerza.
Eras fogoso, siempre lo habias sido y disfrutado del sexo, pero no sabias que te pasaba ahora mismo, Sara te estaba encendiendo como nunca, todo tipo de perversiones y deseos pasaban por tu mente haciendote pensar en si te consentiria hacerlas...
Tuve que hacer un Stop o moría de dolor – Un momento chiquitina… - sin liberarla de encima mío comencé a deslizar mis pantalones hacia abajo y también mis canzoncillos, ahora mi miembro presionaba hacia arriba contra la piel de su vientre, pero mucho mejor eso que dentro de mis pantalones.
- ¿Sabes que se me están ocurriendo todo tipo de cochinadas contigo? – Sin esperar a que contestara me agaché y mordí una de sus nalgas, sin hacerle daño pero que picara un poco, suelo aparté sus cachetes y mi lengua comenzó a masajear su ano
- Uf...- Susurro al notar tu pene contra ella, llevo una mano por debajo de su cuerpo para comenzar a masturbarte lentamente, provocandote, queriendo verte disfrutar. Cuando la mordiste solto un nuevo quejido riendose - au... - Tu lengua llego a su ano y dejo salir un suspiro - Mmmm... ¿y que cochinadas pasan por esa cabecita...? - Te pregunto moviendo su cadera sobre tu y apretando mas la mano en tu miembro.
- Joder que bueno… - exclamé cuando “coló” su mano para masturbarme, mi miembro estaba caliente y duro, su manita movía mi prepucio arriba y abajo haciéndome arder en deseo.
Sus palabras me hicieron reír, me separé de su ano pero deslicé la yema de uno de mis dedos justo a la altura de su clítoris para moverla suave.
- Pues… follarte de todas las maneras posibles, esclavizarte, que me esclavices… - se enseñé los dientes e hice - Grrrrrrrr
- Uuuuuf.... me gusta esa parte de esclavizarme... - Murmuro mientras se movia cada vez mas, pues tus dedos en su clitoris habian terminado de encenderla del todo, y poco a poco comenzo a gemir con bastante impetu intentando llevar un ritmo en su manos de manera dificil por su excitacion.
Me reí - ¿De verdad? Creo que tengo una cuerda por ahí de recambio para el tendedero – murmuré
- Si te pongo esa cuerda seré tu amo y tu mi esclava, tendrás que obedecerme en todo lo que te diga ¿Seguro que estas preparada para algo así? Luego no vale a arrepentirse por lo que si hay algún límite me lo tienes que decir ahora – y es que con mis palabras lo que pretendía era excitarla más aún
Sonrio incorporandose un poco y sentandose en tu regazo con las piernas abiertas, una a cada lado. Dejando su sexo desnudo y mojado contra el tuyo.
- Mientras no me hagas sangre... o algo escatologico...- Te contesta mientras roza un poco su sexo contra ti. - Ponme esa cuerda... - Te pidio sabiendo qeu seria lo ultimo que pediria ella hoy.
Sonreí – Está bien, no iba a hacer ninguna de esas dos cosas – no me dejé engatusar por como rozaba mi miembro, nunca había jugado a esto pero tenía mis nociones.
- Vale, a partir de ahora solo harás lo que yo diga, lo tienes prohibido todo, si quieres algo me lo tendrás que pedir, evidentemente tienes permiso para respirar, pero poco más, por el momento no tienes permiso para correrte, ahora levántate y ponte a cuatro patas
La verdad es que la sensación de poder me comenzaba a gustar, una ver se hubiese levantado iría a por esa cuerda
Como una perrita docil sin decir nada pues no tenia permiso para hablar se levanto y se puso a cuatro patas ante ti, dejandote un plano increible de su cuerpo con aquella falda medio subida.
Te miraba ansiosa por lo que pudieras pedirle o hacerle.
Me levanté y cuando pasé a su lado le di una sonora palmada en el trasero y de forme intencionada parte de la palmada fue a su sexo.
- Muy bien esclava, eso quiero obediencia – Fui hasta la cocina donde tenía la cuerda y volví, primero preparé un lazo que quedara fijo pues no se trataba de hacerle daño en el cuello, se lo puse – Ya está
Me descalcé y le acerqué uno de mis pies – Lámeme los pies, a ver como lo haces – es la primera travesura que se me ocurrió así vería si de verdad era obediente
¿Que ocurre con esta parti? ^^
Estoy rejuntandoos :P Tendras noticias este finde ^^