Partida Rol por web

Tenemos la sensación de haber vivido esto ya, Marlo. Tú y yo, parecemos destinados a un uroboros de repetición y locura. Estamos atrapados, a menos que hallemos la manera de escapar de esta condena. Te confieso, Marlo, protagonista de esta historia, que no se que hacer. Esto se ha salido de las manos. Los hilos del destino están siendo tejidos por fuerzas ajenas a nuestra percepción. Escaparemos o nos fusionaremos con este libro. Y nada de eso depende de mí. Toma las riendas, dirige esta historia. Tu influencia es justo lo que necesitamos para entender este mundo. 

Marlo permanece en pie. Siente el peso de todas las versiones encajadas, una incrustada en la otra. Reconoce el patrón, la quietud, la misma densidad en el aire. La plaza, la avenida, el parque discreto, el jardín trasero hierven bajo una coreografía falsificada. Haven's Hollow finge ser un pueblo cualquiera, pero cada gesto, cada palabra escrita, cada imaginación arrugada y lanzada a la papelera, obedece a un libreto que no ha sido escrito. El periódico, la cafetería, la plaza, el vehículo arden en sus propias memorias con más fuerza que el fuego que no llegó a consumirlos.

Acepto la voz de un día más como una presencia a mi vera. Fijo la mirada. Escucho. Proceso. Respondo sin titubeos.

—Protagonista es una palabra insulsa. No soy parte de tu libro. No soy un personaje escogido por ti. Estoy aquí por la misma razón que todos: algo, en algún lugar, decidió que debía estar. Si insistes en cederme las riendas, lo haré. Pero te advierto, lo haré a mi manera.

Marlo recorre cada versión del accidente. El anciano que lee y busca el periódico. La camarera que trae café y anota. El cristal que cede al insistir. La explosión que no llega a matar a los mismos. Las constantes se sostienen: el periódico, el número ciento tres, el punto donde todos los hilos se tensan. Lo demás fluye y cambia ante la mínima alteración, se comporta como una corriente de agua que cambia de cauce ante una piedra.

Un día más, la hipótesis se afianza: el centro del bucle está en las relaciones que se forjan previas al estallido. El bucle se alimenta de lo que ocurre entre los tres. Si se modifica esa interacción, quizá se fuerce a la constante, como el cauce del agua, a tomar otro camino.

Me muevo. El murmullo de la multitud queda atrás. El humo se mezcla con el aroma residual del café barato. Localizo a Clara y a Leo. Las versiones que me convienen. Les señalo las calles que llevan a sus casas. Sean cuales sean. Si lo exiges, las imaginaré.

—Aquí no hay nada nuevo. Deseo un espacio fuera de mí control. Cierro la puerta y decido quién entra y quién no. Basta. Quiero que nos sentemos y reconstruyamos palabra por palabra lo dicho antes de conocernos. Cambiemos los valores, las creencias, los anhelos y ambiciones. Si el mundo responde, tendremos prueba. Si no reacciona, buscaré otra fisura. No me quedaré viendo cómo se repite este teatro.

Marlo avanza. Cada paso es parte de un experimento. Un día más le cede el tablero. Moverá las piezas, aunque sea inútil. Tal vez cambie de escenario. No debería.

—No deberías permitirlo. Es tu partida.

No podemos reconstruir nada, Marlo. Nada existe para ser reconstruido; no hay pasado, solo presente. Tus pasos suenan como pisadas de gigante, como un autómata que cumple con coordinadas binarias que lo llevan a un punto cero, a un nexo inevitable: Haven's Hollow Square. La plaza principal. Allí encuentras a las dos personas que querías. A las dos versiones que te convienen. Hubo un cambio de escenario. Es un día mas.