Partida Rol por web

Erebo, 6 de enero, 01:32

Luna nueva

Segunda noche del Sol de la Medianoche

El pelirrojo, simplemente calla, conduce en completo silencio, la camioneta de Kenneth parecía un avión por dentro, completamente impecable, del año y prácticamente nueva aun.

Las manos de Aaron se mantuvieron ambas sobre el volante mientras dirigía al rodado sobre la carretera que paso a estar pobremente iluminada a dar paso a unas luces iridiscentes que daban señal de que habían llegado ya a la ciudad.

Poco después llegan de nuevo hasta el antro.

- Viejo, quédate aquí, ire a buscar las llaves, ya conociste a Korav, es mejor que no hables aun con el…es un pesado – dice sonriente para luego bajar y volver a los pocos minutos –

El motor seguía en marcha al irse, por lo que solo tuvo que acelerar y dirigirse a lo que seguramente eran las indicaciones del ruso.

Llegan hasta una zona completamente urbanizada, con calles bien iluminadas, casas de alta alcurnia y edificios de semejante o mejor magnitud.

Notas que el edificio más alto de la ciudad era uno como de cuatro pisos y Aaron quien miraba a través de la ventana, parecía estar levemente perdido o inseguro de ser ese el punto donde debían ir.

Pero efectivamente, era ese el hogar de Kenneth, lo confirmaron al bajar y ver su nombre grabado en letras doradas sobre una tabla ubicada en las afueras del inmueble.

Había un guardia de seguridad tras un amplio escritorio donde monitoreaba cada cámara ubicada por toda la edificación, los mira a ambos y al parecer ya los estaba esperando, el guardia, un hombre de unos treinta años, con una prominente barriga y una calvicie ya notoria, les dice que deben subir por el ascensor hasta el cuarto piso.

Lo hacen y llegan hasta la única puerta en todo aquel piso, Aaron pasa una tarjeta magnética por una ranura y la puerta se abre dando paso a ambos, ya dentro, notan que era todo lo que un hombre podría soñar, con muebles de color ónice en su mayoría, tan amplio como una vivienda promedio y con cientos de comodidades recubiertas con un desastre típico de un hombre joven y soltero, con colillas de cigarrillos, ropa arrugada, condones usados y algunas botellas vacías por todos lados.

- Ok, lo bueno de todo esto es que sé que mi próximo proyecto debe ser un pub – dice Aaron mientras se sienta en algún lugar, evitando tocar cualquier cosa – así que dime, ¿Tú también eres algo raro? -

El viaje de vuelta hacia el apartamento del jefe tuvo como escala el pasar a buscar las llaves al pub, Alakran creo que se llama. Aaron estaciona el automóvil fuera del lugar y me dice que me quede dentro pues el tal Korav es desagradable y es mejor posponer nuestra presentación. Me encojo de hombros pues no tengo ni idea de a qué se refiere. No es que me haya parecido alguien simpático pero no creo que fuera a golpearme o algo por el estilo si ni siquiera me conoce.

"Ya después de conocerme supongo que tendrá motivos para pegarme."

Pero Aaron ha sido bueno conmigo y confío en que si considera que es mejor no conocer todavía al tal Korav, así ha de ser. Le asiento con la cabeza y me quedo sentado en el lugar del copiloto hasta que vuelve con la tarjeta para entrar al hogar de Kenneth. Me parece un poco raro que sea una tarjeta y no una llave pero poco tardo en entender el motivo.

El lugar donde tiene su vivienda el jefe es un lugar mucho más lujoso y moderno de lo que esperaba. Su edificio es el más alto e incluso tiene un guardia de seguridad. Gordo y calvo, que inspira menos respeto que un chiguagua con distemper, pero guardia al fin y al cabo.

Le sonrío con cara de idiota antes de seguir a Aaron al departamento pues el hombre parecía saber de antemano que iríamos. De seguro el jefe lo ha llamado o algo así... quiero creer.

Al ingresar, veo un muy buen lugar pero muy, muy mal cuidado. Basura e incluso condones usados. Pongo cara de asco y le respondo a Aaron:

 - "El Pub parece dar buena vida pero no me quejaría si hace un poco de limpieza aquí. Un poco mucho de limpieza."

Busco un lugar donde sentarme también, sin mover nada de lo que encuentro e intentando no pensar en como luciría el lugar donde me senté si lo mirase con luz negra. Entonces Aaron me hace una pregunta y le contesto negando con la cabeza:

 - "No, no, no... no, no... Bueno, un poco. Soy solo un tipo con ciertas capacidades. Pero soy humano, no me transformo ni estoy muerto ni nada de eso. Solo tengo unas pocas capacidades sobresalientes. ¿Y tú?"

Le pregunto sabiendo que en el momento en que me pregunte otra cosa no podré evitar decirle la verdad. Maldita sea por ser tan honesto y tan fácil de soltar todo. Soy como un maldito sandwich de mermelada, que se aprieta un poco y suelta todo lo que tiene.

Erebo, 6 de enero, 01:47

-8° Celsius

Aaron te mira y sonríe, al parecer le divertía tu forma de expresarte, se levanta y va hacia la heladera buscando algo con que digerir todo lo que había ocurrido hasta ese punto, agarra un par de cervezas y te pasa una esperando a que la tomes.

- Bueno…como podría decírtelo sin sonar como nuestro jefe – respira hondo y se sienta casi rendido en uno de los cómodos sofás cercanos a el – digamos que viví más tiempo que muchos hombres y que incluso algunos vampiros, vi al carbón apoderarse de las fábricas, a la electricidad suplantándola, a las máquinas de vapor y al internet nacer… - traga saliva y se pierde en sus memorias - …he luchado en guerras donde se vieron caídos hombres y mujeres honorables, he vivido las pestes y la hambruna de mi tierra, sufrí junto a ellos el dolor de no poder hacer nada y la muerte se burlaba de mi al escaparse cada vez que un manto negro en forma de tragedia cubría toda una nación…he visto a la peste negra de frente, a la hambruna irlandesa y al holocausto en estos casi mil años de vida – calla, deja que proceses la información y vuelve en si al notar tu sorpresa – sí, soy un “elegido” – realiza con fuerte énfasis las comillas con sus dedos mientras toma un sorbo grande de cerveza – nos conocen como Highlander o Inmortales a secas…tu puedes llamarme como quieras, menos pelirrojo, odio que hagan hincapié a esa característica genética que me brindo El Creador…esa y la de no poder morir por enfermedades ni heridas que a un humano matarían al instante –

La puerta se abre, Kenneth ingresa completamente desnudo en su hogar, lo que deja desconcertado a Aaron.

- He oído hablar algo de ustedes – dice el pelirrojo – ¿eres un hombre lobo no? –

- No – dice simplemente Kenneth mientras cierra la puerta y se acerca al irlandés para robarle su cerveza y tomarla hasta el fondo – digamos que soy algo más especial aun…Pumonca para ser exactos –

- ¿Y eso que putas es? – dice Aaron

- ¿Mil años y no te bastaron para oír de nosotros? – dijo mientras reía y se dirigía a su habitación para vestirse – no te culpo…los años no son nada si no se exprimen y se enfocan en conocer más y más sobre este mundo de mierda –

- Concuerdo contigo jefe, veo que me encerré demasiado en el lado desconocido equivocado de este mundo de tinieblas –

- ¿Tu James eres un mago no? – dice Kenneth ajustándose los botones de la manga de una camisa negra –

Aaron te mira extrañado ante la pregunta del Jefe.

Recibo la cerveza y le doy un largo trago. Hace mucho tiempo que no tomaba una buena cerveza y, bueno, ha sido un día intenso: He conocido gente interesante pero que a la vez son seres sobrenaturales. La cosa se pone interesante pero temo que ha sido mucho para una sola jornada. Después de pasar meses sin hablar más de unas pocas palabras con alguien, ahora resulta que soy un chico popular entre monstruos.

Entonces viene la confesión de Aaron y es algo mucho más impresionante que el del hombre lobo y de Kenneth (sea lo que sea, que me queda claro que humano no). La idea de estar viendo a un tipo que ha estado vivo por más de mil años es... Woooow. ¿Como mierda reaccionas a eso?

 - "¿Inmortal? ¡Eso es algo nuevo y muy impresionante! ¿Pero..."

En ese momento entra Kenneth completamente desnudo y participando en la conversación. Hago un gesto de desagrado al verlo y alejo la vista. No quiero ver sus partes, pues siempre me molesta ver el tamaño de otros siendo yo tan... Bueno... Oriental. Mejor no comparar para no deprimirme.

"¡Malditos americanos!"

Bebo de mi cerveza mientras siguen conversando y el jefe se viste. La palabra Pumonca no me suena en lo más mínimo y no sé qué será, pero de seguro un cambia formas por lo que dice Aaron. Bebo otro trago cuando cuando me pregunta de frente si soy un mago.

No puedo contenerme y escupo la cerveza con fuerza hacia delante (por suerte solo apuntaba al vacío). Me seco la boca y no puedo evitar reírme nervioso pues no me esperaba que mis secretos fuesen tan fácilmente revelados.

 - "¿Mago, mago, mago? No. No diría eso. Yo no uso togas ni lanzo fuego. Soy solo un artista marcial. O sea, puedo lanzar fuego y podría ponerme una toga aunque parece ridículo, pero no es algo recomendable. Lo del fuego, digo, no la toga. Soy un artista marcial. ¿Ya lo dije? Parece que divago un poco y tiendo a hacerlo cuando me pongo nervioso. ¡Pero no estoy nervioso! Solo soy un artista marcial y... Sí, soy un mago."

Bajo la cabeza y bebo lo último de cerveza que quedaba en la botella. Si en algún momento quería ser un misterio, ya no lo soy. Kenneth sabía qué soy desde el principio y ahora Aaron también. Sea como sea, solo soy un tipo muy insignificante en medio de un mar de monstruos temibles.

Erebo, 6 de enero, 02:35

-9° Celsius

Aaron rie como ya casi era una costumbre en el al escucharte hablar, Kenneth por su parte solo te mira con sus ojos azules, levemente desviados cuya única imperfección se opacaba en un rostro casi tallado por los ángeles más lascivos y malévolos.

- No te asustes, digamos que tengo una especie de don poco común entre nosotros los cambiaformas, pero algo un poco más conocido entre los chupasangres conocido como aspes o algo así (out: se refiere a la disciplina auspex); - toma otras tres cervezas de su nevera personal y las reparte entre los presentes – en pocas palabras, puedo notar cuando una persona es algo más que una simple persona – suelta una leve sonrisa que hace notar una fila de perfectas perlas, se lleva la mano al mentón y continua – pues…Erebo pareciera más un circo de fenómenos que una ciudad donde el culo se te congela con facilidad –

- Salud a eso – dice Aaron quien se notaba más suelto – un inmortal, una perranca… -

- Pumonca idiota – dice secamente Kenneth –

- Es lo que dije… – retruco con una sonrisa el pelirrojo - …y ahora un mago, ¿Quien más falta? –

- Un amigo mío…tan o más extraordinario que nosotros – Kenneth se levanta y se dirige hacia la ventana mirando al horizonte con su delgada figura -

- ¿Y este que es? – pregunta, pensativo el pelirrojo mientras mira sin leer la etiqueta de su cerveza, acumulando un poco la leve grasa ubicada bajo el mentón en una señal de concentración hacia el envase –

- Un gurahl – la puerta se había abierto y la figura gigante de un hombre descomunal se dibujó tras el linde imaginario que daba acceso a la habitación –

Kenneth vuelve a sonreír y se acerca para abrazar al gigante, dejándose ver la amplia diferencia de estatura entre ambos hombres.

- Tatanka – dice simplemente sin casi alejarse de él mientras le tomaba del cuello como señal de aprecio y afecto – creo que ahora estamos todos…este es Aaron Locke y James, ambos amigos míos quienes estarán con nosotros mañana en la reunión que te había comentado –

El hombre de aspecto amerindio saluda con un ademan cortes de ladeo de su cabeza ante cada nombre citado.

Recibo la segunda cerveza, esta vez de las manos de Kenneth mismo y bebo un poco de ella. Lo que dice Kenneth acerca de esa habilidad es algo interesante pues ahora sé que debo asumir que es fácil para los vampiros el conocer mi naturaleza. Eso los hace temibles y ciertamente también a Kenneth.

Levanto la botella para brindar junto con ellos y lo hago feliz pues siento que, aunque sea de a poco y ellos sean sumamente intimidantes, comienzan a caerme bien y creo que algún lazo comenzamos a generar.

Eso hace que me relaje y pueda mirar un poco a mi alrededor. La alegría dura poco pues el desorden a nuestro alrededor me hace pensar que los pumonca son un tipo de cambiarformas que parece que se transmutan en cerdos. O mejor dicho, a veces se transforma de cerdo a humano, quizás solo para salir de su departamento.

Entonces llega un hombre que parece más un mueble que una persona y que Kenneth define como Gurahl o algo así. No sé qué es pero supongo que también un cambiaformas. Nos saluda de forma fría pero educada, a lo que respondo con una inclinación similar antes de hablar:

 - "Kenneth, es un gusto saber de ustedes y conocer al señor Tatanka pero la verdad es que estoy un poco perdido. A pesar de que ustedes ya saben que soy un mago, y no es que sea uno muy bueno tampoco, pero yo no sé qué es un pumonca ni un gurahl, pero por sobre todo, no sé qué está sucediendo aquí."

Me tomo un momento para ordenar las ideas antes de continuar:

 - "He entendido que se vienen tiempos complicados y que estamos de parte de salvar inocentes. Créame que así será y pondré todo mi esfuerzo por no permitir que los inocentes sufran por las actividades de los "otros" pero quiero saber bien qué es lo que puedo aportar al asunto."

¿Como decirle que no sé mucho como usar mis poderes? ¿Como decirle a quienes parecen ser guerreros inmortales y haber asesinado a muchos que jamás he peleado fuera de un estúpido torneo de artes marciales de adolescentes antes siquiera de saber que sería un mago? Soy ordinario, un simple tipo bajito que puede hacer cosas pero que no sabría qué hacer al enfrentarse a un monstruo. No sé si seré capaz de aportar en algo.

Erebo, 6 de enero, 02:37

-9° Celsius

- Veo que no les has hablado aun de nada – dice Tatanka –

- A eso iba – responde con un sonoro resoplido Kenneth –

El irlandés bebe un poco de cerveza y trata de ubicarse en un ángulo donde todos puedan observarlo, su semblante era serio y preocupado, se toma de ambas manos y tras otro nuevo resoplido comienza a hablar.

- Hace un tiempo me visito un Ratkin en el pub…oh, lo siento, no les explique nada de ese rollo… - observa tu mirada extrañada ante la palabra – un Ratkin sería un hombre rata, Tatanka es un hombre oso y yo pues…seria como un hombre puma…los hombres lobos son los cambia formas más exitosos gracias a que ganaron una guerra hace ya varios cientos de años atrás, aunque bueno, esa sí que es una historia muy larga que la podemos guardar para otro momento… – bebe otro sorbo con el cual termina su segunda cerveza y esta vez prefiere encender un cigarrillo cuyas caladas eran prolongadas y el humo se mezclaba con el vapor natural que producía su aliento ante el clima helado de Erebo - …volviendo al tema, este Ratkin a pesar de estar completamente loco, decía ser un excelente informante y a cambio de sus secretos, el pedía cosas bastante extrañas, como sangre menstrual u ojos de cuervos, cosas cuya finalidad no quise preguntar y tampoco quiero saber hoy en día… - hace una mueca de desagrado al rememorar aquellas escenas pasadas - …una vez cumplida mi parte, me dio increíbles y perturbadoras noticias…primeramente, los chupasangres que iban a llegar a la ciudad, lo que se cumplió hace pocas horas…luego, lo peor…Amalgama – calla, fuma un rato y continua – no sé dónde están, tampoco se quien los lidera, pero…lo que si se…es que están realizando cosas muy turbias en esta ciudad…se trata de un grupo de personas que han enfocado recursos y tiempo en tratar de crear un hibrido perfecto entre mortal, chupasangre, cambiaforma y mago…no sé cómo y tampoco sé si han tenido éxito alguno, pero lo certero es que han logrado secuestrar a varios garous y a varios vampiros para realizar experimentos en ellos…y es por ello que más tarde necesitare de todos para asistir a una reunión con Alana Vondik, la regente vampírica de esta ciudad, para informarle sobre todo esto y tratar de ver que solución brindarle ante tal delicada situación -

 - He venido desde el sur de Alaska para ayudarle con esta delicada misión a Kenneth, espero que ustedes puedan acompañarnos ya que como sabrán e imaginaran, este proyecto de salir exitoso o si en el peor de los casos, han logrado algo…pondría en peligro no solo a los seres de las tinieblas, sino también a los mortales– acota tajante Tatanka  -

La explicación que brindan es algo que no me esperaba. La idea de que alguien pudiese estar intentando mezclar a todos los monstruos que hay en una sola criatura por supuesto que no es buena. No lo es pues aparte de lo terrible que sería esa criatura, no creo que nadie que busque crearla lo haría con buenas intenciones.

"Me cagaría en todo si me encontrase con algo así."

Entonces lo que quiere que hagamos es ir a hablar con la regente de los vampiros en Erebo para coordinar con ellos. Me parece que cualquiese que escuchase de este asunto estaría de acuerdo con acabar con la amenaza.

Tatanka indica su motivación y es la misma que la mía pero me quedan dudas:

 - "Entonces estos tipos que se llaman Amalgama son los responsables y enemigos. ¿Sabemos su motivación o quienes lo componen?"

Todavía no sé qué papel podría jugar en todo este asunto pero si todos nos unimos, sé que podríamos vencer lo que sea que se nos presente.

Bebo más de mi cerveza y me recuesto un momento pues parece que se acerca el momento en el que por primera vez luche con alguien de temer.

Erebo, 6 de enero, 02:40

-9° Celsius

Kenneth se acerca nuevamente a la ventana escrutando hacia el infinito, se cruza de brazos y los coloca tras su espalda en una posición de hombre serio y preocupado, nada normal en una persona tan extrovertida como lo era él.

- De hecho…apenas se el nombre de la organización y su objetivo principal, pero algo es certero, difícilmente han tenido éxito alguno…al menos, eso quiero creer, ya que si de haber conseguido algo entre tantas experimentaciones, no hubieran escatimados en gastos para lanzar una horda de esas aberraciones a la ciudad y por consiguiente, al mundo entero – se rasca la barba y se voltea – mañana tenemos que ir a la reunión, pueden dormir aquí, hay suficientes camas para todos, todas limpias, no como este cuchitril…por favor, acomódense, siéntanse como en su casa –

- Yo iré a mi departamento jefe si no te molesta – responde Aaron – ya sabe, un hombre aparte de hacerse más viejo, se hace más mañoso, y no puedo dormir en una cama que no sea de mi propiedad – dice con una sonrisa –

- Ok, perfecto…pero debes estar aquí para antes del mediodía de hoy – fue la despedida del Pumonca quien vio como el pelirrojo se iba alejando hasta cerrar la puerta –

Tatanka por su parte recogió sus cosas del suelo y se dirigió a una de las tantas habitaciones que había en ese lugar.

No es mucha la información que el jefe maneja de aquellos enemigos y eso no es una buena noticia. La idea de tipos creando esas abominaciones me parece algo espeluznante, pero mucho más curiosidad me causa el pensar en quién podría querer eso. Lo mejor que puedo hacer en concentrarme en no suponer cosas y actuar ante la contingencia. Bajarle un poco la gravedad al asunto quizás me hace temer menos de lo que pueda encontrarme: 

"Si tuvieron que ponerse el nombre del material dental más económico, es porque probablemente no tienen demasiado presupuesto."

Sea como sea, creo lo mejor es ir a dormir. Ha sido un día largo y he bebido más cervezas de las que acostumbro (no acostumbro beber ninguna, no tengo dinero para permitírmelas) por lo que mejor me voy a acostar.

Me pongo de pie y hablo:

 - "Bueno, entonces es hora de dormir. Cuenten conmigo para la reunión y las cosas esas. No sé si seré mucho aporte pero no me gustan los matones y le daré una patada en el culo al que quiera dañar inocentes."

Escucho en el fondo de mi alma al Dragón rugir. Está feliz y emocionado, entusiasmado por hacer algo que él considera correcto y que puede ser el destino que mi éxodo planeaba para mí. Sonrío también ante la emoción de saber que voy por el camino correcto de mi búsqueda.

Me dirijo a una de las habitaciones a descansar.

6 de enero, 2018

-12 ° Celsius

13: 41hs

Despiertas, percibes el aroma de algo delicioso y frito que se está cocinando, sales de tu cómoda habitación y notas a Tatanka en plan de chef mientras freía lo que parecía un trozo de carne bastante grande.

- Ven, siéntate, ya está casi lista – te dice con una sonrisa amable que no contrastaba con la figura de un hombre casi tan grande como un ropero y repleto de tatuajes – busca platos y siéntate aquí en la mesada –

Buscas y encuentras, todo era lujoso, incluso los cubiertos eran de plata, lo que no paraba de impresionarte.

- Kenneth es bastante raro la verdad, casi todos los pumoncas son reconocidos por ser mendigos, que no buscan nada de exuberancia material, sin embargo, él se pasa por el forro de los huevos todas esas costumbres – sonríe – listo, prueba a ver qué tal –

Se trataba de una suerte de carne frita con condimentos que se sentían casi al instante y con una capa de salsa roja y queso que se estiraba casi hasta el infinito, sencillamente una obra de arte culinaria. Tatanka prueba un poco de su platillo y el rostro de excitación denotaba que estaba completamente enamorado.

- Ya es hora – Kenneth ya estaba listo, completamente aseado, con un perfume que opacaba casi al exquisito plato de Tatanka y con unos ropajes elegantes que se matizaban a la perfección con su figura candorosa –

- Ya, ya, tranquilo, déjale almorzar al pobre, tú mismo deberías de venir a comer un poco… -

- No hay tiempo – responde tajante –

- Ok, ya vamos detrás de ti – dice el gigante mientras trata de meter la mayor cantidad de carne posible en su cavidad bucal –

- Te esperaremos en el auto James, no tardes por favor – entona el irlandés mientras se aleja hasta salir por la puerta –

Terminas como buenamente puedes de comer, ingresas al baño, apenas te higienizas un poco y sales raudamente hacia el encuentro con ambos, pero casi te habías ya olvidado que Aaron también debía estar presente, hecho que te fue disipado al ver al pelirrojo sonriendo junto a los demás dentro del vehículo ya.

***

14: 30hs

Kenneth hacía de chofer, Tatanka iba a su lado y tu volviste a tu mismo puesto que habías ocupado la noche en la que el tal Clint y Kenneth hicieron esa extraña reunión.

Llegan al punto acordado, era una estructura bastante particular la verdad, con una curiosa forma de iglú modernizado y de grandes proporciones.

Suben por unas escaleras hasta una puerta que se abre con ese típico pitido omitido al ser presionado un botón, ingresas y notas a una muchacha de bellas facciones y de aire gótico haciendo su papel de recepcionista, la misma te mira sonriente y se acerca a saludarte mientras bordeaba su escritorio.

- Buenas tardes señores, la señorita Vondik los está esperando – dice mientras te indica un camino para que la sigan –

Se trataba de un estrecho pasillo el cual terminaba en un ascensor bastante particular, con hermosos grabados en él y con una ranura electrónica que fue invadida por el deslizar de una tarjeta de la recepcionista.

Las puertas se abren dejándose notar un pequeño espacio para no más de seis o cinco personas, una vez dentro, el elevador pasa a activarse bajando automáticamente hasta una oficina sin ventanas visibles y de decoración victoriana, con tapizados escarlatas, tinteros antiquísimos, pluma, biblioteca y una notebook siendo este el único elemento anacrónico en todo ese ambiente antiguo.

Ya dentro, notaste que había cinco personas, siendo Janos el único que te parecía conocido.

- Muy buenas tardes señores, me presento, soy Alana Vondik, encargada de esta ciudad junto al Señor Hans Lichman – te indica un hombre de traje y cabellera levemente larga quien tenía en mano un vaso con whisky – y también está mi buen amigo Nanuk Garras-de-Tormenta, anciano chaman de los Inuit de la zona – se trataba de otro anciano con ropajes hecho de pieles y varios ajuares compuestos de dientes y garras, este levanta la mirada y te saluda a lo lejos –

Cada anciano se encontraba en extremos opuestos, como casi evitándose.

- Por su parte, están el Doctor Janos, amigo del señor Frederick mi socio comercial -

¡Hace meses que no dormía tan bien! Pasar la noche en una cama de verdad, limpia y de materiales que ni siquiera conozco de lo costosos que deben ser, ha sido el mejor regalo que he podido recibir en mucho tiempo. No es que el sandwich y la ducha de ayer no hubiesen caído del cielo (o del mismísimo infierno) pero esto es lo que necesitaba. Sí, definitivamente lo necesitaba.

El aroma de una buena comida era lo que me faltaba para enmarcar tan exquisita experiencia. Probablemente dormir en una cama suave y despertar con un buen desayuno era algo común para mi vida anterior, cuando mis padres aún vivían. Mi padre pasaba en casa cuando no estaba filmando o entrenando, mi madre se quedaba la mayor parte del tiempo conmigo y siempre que despertaba, tenía algo delicioso que comer. Este aroma después de un sueño reparador me evocó aquellos recuerdos, pero son tan lejanos, tan lejanos, que es como si no fuesen míos. Mi infancia feliz no es algo que pueda recordar, todo antes de accidente lo recuerdo como si lo hubiese visto en una película actuada por alguien parecido a mí.

Pero estoy aquí y este aroma me llama. Me pongo de pie y me acerco para ser recibido por un amable Tatanka. Le sonrío y agradezco mucho antes de acercarme y disfrutar de algo muy delicioso, probablemente comida de su tierra. Habría preguntado qué era pero más importante es comerlo.

Entonces Kenneth aparece y nos dice que es momento de partir. Yo ni me he duchado ni he comido, pero no parece que haya tiempo para eso tampoco. Aprovecho bien el tiempo que me dan para llenarme la boca e ir al baño mientras mastico. Me aseo lo mejor que puedo y luego corro a llenarme la boca de nuevo antes de bajar masticando. Al llegar al auto todos están ahí, incluso Aaron, a quien saludo apenas consigo tragar.

Aaron tiene que tirarme para que deje de mirar a la chica gótica y entre a la sala con el resto. En el interior parecen haber cinco personas, algunos de ellos parecen ancianos importantes, otros indios americanos. No sé de qué va cada uno de ellos, aunque se supone que alguien de aquí es vampiro pero por la hora, lo dudo pues es pleno día.

Me quedo al lado de mi grupo, sin saber muy bien donde meterme pues siento que desentono. Intento poner una cara de póker o por último, parecer un matón oriental, como algunos personajes de las películas de mi padre que se veían de temer y respetar. Sé que apenas abra mi boca, todo mi semblante se irá a la mierda, pero debo intentar que hasta entonces, parezca que represento algo... lo que sea.

Kenneth te mira nuevamente desde el espejo retrovisor y con un fuerte resoplido te responde:

- Me temo que no, ese ratkin era lo único que nos servía de puente conector entre nosotros y Amalgama…me llama bastante la atención que hayan podido matarlo, los hombre rata son increíblemente escurridizos, tanto que pueden llegar hasta a convertirse en una manada de ratas para esparcir todo su ser con tal de no ser atrapados, pero…sea como sea, tienen o los mejores cazadores entre sus filas o han logrado mezclar correctamente las esencias y han creado la abominación perfecta – su pulgar en su labio inferior indicaba que solo se había entregado a sus pensamientos y sin darse cuenta los estaba explayando en voz alta, tanto así que al darse cuenta abre con sorpresa ambos ojos y sonríe para reincorporarse en su típica actitud de: “todo me importa una mierda” – ¿qué fecha estamos hoy? -

- 6 de enero – le responde el aborigen –

- Mierda, la fiesta es el 8, perdona Li, me temo que tendremos que ir pasado mañana, mientras tanto puedes quedarte en mi casa, no te preocupes por nada – te guiña el ojo y enciende un cigarrillo – sobre los demonios… - suelta una larga calada - …bueno, engloban todo lo que la humanidad ha temido desde mucho antes siquiera de haber descubierto al fuego, son malos, manipuladores, seductores, destructores y cuentan con la posibilidad de invocar poderes infernales, sin mencionar que algunos cuentan con todo un grupo de lunáticos que los adoran a cambio de favorcitos…así que ya puedes imaginarte lo jodidos que son -

- Pero se pueden matar – esta vez fue Tatanka quien te miro desde el espejo retrovisor con una sonrisa de matón confiado –

- Si…son destructibles, uh, que palabra más francesa…son matables y ya – dice sonriendo el rubio – peeeeero…recuerda, los demonios son amigos, no comida – le indica haciendo un claro guiño a la película infantil de Buscando a Nemo –

Todos ríen mientras llegan al departamento de Kenneth.

- ¿Te quedas Aaron? – pregunta Kenneth al pelirrojo quien extrañamente se mantuvo callado durante un largo trayecto –

- No, tomare un taxi hasta mi departamento – le responde algo distraído Aaron –

- Nah, deja que Tatanka te lleve, Li y yo nos quedaremos a comer unas pizzas –

Ambos bajan para que el aborigen pueda llevar al irlandés a su hogar y rápidamente suben hasta el departamento de Kenneth quien llama y hace el pedido de tres pizzas.

8 de enero, 2018

Cuarta Noche del Sol de la Medianoche

07:48 hs

Allan llama a los ubers, siendo el ocupado por Matt el que toma un camino distinto, los demás llegan hasta una zona completamente urbanizada, con calles bien iluminadas, casas de alta alcurnia y edificios de semejante o mejor magnitud.

Notan que el edificio más alto de la ciudad era uno como de cuatro pisos y efectivamente, era ese el hogar de Kenneth, lo confirmaron al bajar y ver su nombre grabado en letras doradas sobre una tabla ubicada en las afueras del inmueble.

Había un guardia de seguridad tras un amplio escritorio donde monitoreaba cada cámara ubicada por toda la edificación, los mira a ambos y al parecer ya los estaba esperando, el hombre de unos treinta años, con una prominente barriga y una calvicie ya notoria, les dice que deben subir por el ascensor hasta el cuarto piso.

Lo hacen y llegan hasta la única puerta en todo aquel piso, Kenneth, se encontraba en el pasillo, fumando tranquilamente, al parecer, los estaba esperando, pasa una tarjeta magnética por una ranura y la puerta se abre dando paso a ambos, ya dentro, notan que era todo lo que un hombre podría soñar, con muebles de color ónice en su mayoría, tan amplio como una vivienda promedio y con cientos de comodidades recubiertas con un desastre típico de un hombre joven y soltero, con colillas de cigarrillos, ropa arrugada, condones usados y algunas botellas vacías por todos lados.

Había un sofá amplio donde podían sentarse hasta seis personas, luego había otros dos personales, el lugar contaba con varias habitaciones y cada una contaba con un baño privado.

James ya conocía todo aquel lugar por lo que rápidamente pudo saber dónde sentarse y recordó donde quedaba cada cosa.

- Disculpen el desorden, dentro de un rato lo limp…- no pudo terminar la frase ya que recibe una llamada, se aleja de todos y tras un corto tiempo, se reúne con el grupo – al parecer alguien más se nos une, así que mejor hablar rápido de lo que nos concierne antes de que se unan oídos desconocidos, si quieren desayunar, ahí tengo café, bizcochos, pan, jamón y queso, coman lo que quieran por favor, ha sido una madrugada…interesante – pronuncia esa última palabra con cierto sarcasmo - …pues bien, recién me he topado con los danzantes que nos…ayudaron – al parecer eso le costaba creer a tal punto que le dificultaba siquiera pronunciarlo – gracias a ellos, pudimos contactarnos con un espíritu del Wyrm muy poderoso, el mismo es conocido como el Dragón Verde, es una criatura cuanto menos, imponente y tiene un puto mal carácter, sin embargo, hasta ese tipo de criatura se orina encima con la sola pronunciación de lo que parece que es la mente detrás de todo este embrollo… - respira profundamente y luego continua - …se lo conoce como Caos Reptante y es una especie de ser tan magnificente que incluso el mismo Wyrm le teme…no sé cuál es su papel con Erebo ni que tiene que ver con Amalgama, pero…solo sé que hay buenas y malas noticias…la buena es que tenemos algunos servidores del Wyrm de nuestro lado, no creo que todos se nos unan, algunos Danzantes quizá vean a este Caos Reptante como el Wyrm más puro y por ende se unan a él, sin embargo hay otros, los que tienen aunque sea un poco de cordura que saben que no va por ahí, sino todo lo contrario, lo certero es que necesito de la ayuda de todos para poder tomar el Túmulo custodiado por Fenris, ya que los danzantes lo necesitan para usarlo como un centro de comandos y para poder abrir el puente lunar que se conecte a otros lugares…a ustedes los magos les conviene bastante ya que podrán usarlo para ir de un punto a otro del mundo en cuestión de segundos y sin necesidad de usar poderes…y me temo que ahí no termina la cosa…la mala noticia es que esto es un fenómeno global, es decir, si vamos a luchar contra lo que sea que afecta aquí en Erebo, deberemos movilizarnos por todo el mundo en busca de evitar la propagación del hijo de puta este –

Calla, se dirige a una heladera que estaba cerca y abre una cerveza lo que era algo bastante particular a esas horas de la mañana, pero entendible dada la situación.

We are the heroes of the world... ahora toca ayudar a lobitos contra otros lobitos. como si no tuviésemos ya bastante pastel descubierto, abrir más fronteras. Los licántropos no son de mi agrado, y nos mete en materia asquerosa.

Me tumbo en el asiento, sin comer nada, y miro al tipo fijamente. Yo voy a forzar la mano, estoy harta de seguir como corderito sin negociar.

- Y... ¿cual es la oferta? Aparte de un fantástico teletransporte del que no disponemos. No te lo tomes a mal, pero hasta ahora sólo he estado yendo a ciegas, negociando con demonios, danzantes y yo que se cosas con mala fama, a costa de que casi me arda el pelo, una panda de tipos con pistolitas me persigan y mover mi culo miles de kilómetros. Porque no voy a matar si la Rueda no me lo pide. Los vampiros y la tecnocracia no entran en mi lista de no asesinar, se oponen a los designios de la Rueda, pero los lupinos... no entiendo por qué he de pelear. ¿Qué han hecho de malo?

Alexis habla, Kenneth respira profundamente, tal vez en una mezcla de buscar paciencia donde no la tenía y/o de comprensión hacia la posición de una maga frente a los asuntos garous.

- Alex… ¿me permites llamarte así no? Bueno, Alex…créeme cuando te digo que lo que menos quiero es arrastrar a nadie a los problemas de mi gente, o a los problemas de los hombres lobo, simplemente quiero que entiendas algo…los cambiaformas vemos al universo desde el punto de vista que obedecemos las leyes de tres entidades que le dan forma a nuestra existencia…primeramente está el Kaos, o lo que sería la fuerza creadora de todo, es una especie de bola que va pariendo ideas sin forma y va consumiendo otras ideas para volver a dar a luz…la Tejedora, quien se encarga de darle forma a esas ideas, es decir, que si Kaos expulsa una aberración, la Tejedora se encarga de darle forma de que se yo…un James Li…ok, explicado eso, está por otra parte el Wyrm, la criatura que antaño se encargaba del equilibro, de eliminar lo maligno y lo enfermo de Gaia, o en su defecto, nuestro mundo…luego el Wyrm se volvió loco y en vez de curar a Gaia, se dedicó a infectarla…perfecto… - vuelve a respirar, se sienta sobre sus muslos y se queda ahí en una pose dramática que exponía su preocupación al máximo - …mi gente, mis padres, mis abuelos y los abuelos de mis abuelos se dedicaron a luchar contra toda la infección que a Gaia dañaba, o sea, nosotros peleamos contra el Wyrm…ahora imagina lo siguiente, yo soy el protector de Gaia, la chica nerd del colegio, cuyo bully es el Wyrm, el niño calvo con sobrepeso que molesta a la niña en el patio, bueno, dentro de esa escena, aparece el padre del niño, un matón que salió hace poco de la prisión con ganas de golpear niñas nerds en el colegio de su hijo y de paso a cualquiera que la defienda, el bully se caga encima al verlo y nos pide que lo protejamos…muy bien, dicho todo esto, imagina ¿Qué pasara si no le ayudamos al bully? – bebe un trago largo de su cerveza terminándola – pues sí, luego de matar al niño, nos tocara una porción de matanza a nosotros…así que, saca tus conclusiones –

Se levanta, busca otra cerveza y tras abrirla, mira hacia la ventana, fijando esos grandes ojos azules al horizonte, donde la nieve había comenzado a caer intermitente.

- No te pido que pelees una guerra conmigo, te pido que luches una batalla a mi lado para poder tomar el túmulo, no mataremos a nadie, no nos enfrentaremos a ningún garou, los túmulos están resguardados por espíritus de la umbra y entre esos espíritus se encuentra el tótem protector, dicho protector es Fenris y no creo que quiera regalar un pedacito de sus dominios a un par de miembros del equipo enemigo…ten en cuenta que luchar contra algo asi, conlleva a veces una manada realmente grande de cambiaformas, pero en vista que solamente estamos los danzantes, Garra, yo y un amigo…necesitamos de su ayuda, no necesariamente hoy, pero si lo mas antes posible -

Tras pagar los Ubers y entrar en el departamento de Kenneth, Allan se sirvio un vaso de agua fria y se derrumbo sobre el sillon, suspirando agotado. Se masajeo el cuello, los ojos apretados con fuerza. Era increible como, en unos pocos dias, todo su mundo se venia abajo. La obra de su vida, su escondite y su lugar de creacion, destruido. Amalgama sabia que estaba vivo, y peor aun, en el pueblo. Y ahora...

Ahora un cambiaformas estaba diciendole que una entidad, aparentemente extremadamente poderosa, estaba tras los lios con Amalgama y los cambiantes.

Parpadeo confuso, intentando entender todo aquello.

-Kenneth dijo simplemente, relajado y perplejo Tenes una sola prueba para respaldar lo que acabas de decir? Porque digo, he visto cosas locas, pero vamos... Me estas diciendo que este Caosnosque puede asustar a, lo que dices, un ASPECTO de la naturaleza?

Kenneth eructa suavemente, luego mira a Allan y le responde con total calma.

- ¿Recuerdas a la criatura de Amalgama? Ese bicho era una verdadera maravilla para la gente que sigue y adora al Wyrm…pero, aquellos danzantes en vez de unírsele y luchar contra nosotros, nos ayudaron, por ende, si han llegado hasta el extremo de darnos una mano, es porque en verdad están desesperados y necesitan de nuestra ayuda para derrotar a lo que sea que está detrás de este mundo…así que, no tengo otra prueba más que ofrecerte…en todo caso, mira todo desde un punto de vista táctico…los Danzantes ofrecen el túmulo y su puente lunar a todos los que ayuden a tomarlo, eso implica, viajes instantáneos en cualquier parte del mundo en cuestión de segundos y ellos podrán invocar fuerzas de choque que nos ayuden contra Amalgama –

Se recuesta por la pared y dejando su cerveza de un lado y mirando al grupo dice:

- También, cabe resaltar la posibilidad de que todo sea una trampa de Amalgama, que los Danzantes estén aliados con ellos y desean capturar el túmulo para…bueno…llamar a más soldados y matarnos a todos…no me extrañaría de esas bestias, pero…es un cincuenta-cincuenta y no se me ocurre nada más para obtener gente que nos ayude contra Amalgama, contabilizando, tenemos este grupo de despertados, luego a un amigo Gurahl, una especie de espadachín que no sé dónde mierdas esta, dos demonios que apenas mueven un dedo cuando se requiere su ayuda en el combate y a los vampiros que obviamente no nos ayudaran mediante las buenas tareas diplomáticas que se llevaron a cabo por una parte y por la otra porque están más centrados en sus mierdas políticas – se encoge los hombros y retuerce un poco la boca – si alguien tiene mejores ideas, adelante -

Todo parecía muy de tipo rico, pero al entrar en la habitación de Keneth se da cuenta que está lejos de esa realidad, si, puede que sea rico y de fiestones, pero ese lugar era un desastre.

Mientras miraba el lugar, incluso con el hambre, no comió ni bebió nada y se limitó a escuchar las explicaciones.

"En menudo lío estamos, y pensar que todo esto estaba así antes de que llegara..."

Como entenderás esta no es una decisión que debamos tomar a la ligera. Y la situación de cada uno de nosotros difiere de la de los demás. *Joder, si solo acabo de llegar y ya estoy de mierda hasta el cuello.

Deberíamos hablarlo entre nosotros para poder darte una respuesta, y comprendo que te gustaría que fuera en la mayor brevedad posible.

Pero somos humanos y necesitamos ese tiempo para seguir adelante.

Comentó a Keneth tratando de que les diera algo de margen para hablar sobre el tema y sobretodo agruparse y seguir en una misma dirección como una capilla, aunque apenas esté formada.

Miró tanto a Alexis como a Allan ya que ellos había demostrado ser los más entendidos en la zona, pero también miró brevemente a Aveline y a Li para no dejarlos fuera y darles una sensación de unidad.

Es la noche más larga de mi vida. Entre el hospital, la mansión donde tenía que tener en las noches un ojo abierto, y mucho antes con los entrenamientos y viajes a lugares tan remotos que el día era noche, no me afectan las desveladas. Lo que si necesito es agua, para quitarme la sensación de arena en los ojos.

Un Uber en el pueblo de mi infancia se siente como algo nuevo. Lo recordaba más rústico, o lo rústico era la casa de mis padres. Si algo lamento, es que mi tia se quedara con todos los documentos: quisiera poder proveer un refugio. ¿De qué sirve la fama, cuando no tienes dinero? ¿de qué sirve regresar a tu hogar, cuando no tienes una casa a la que volver y tus cercanos están en riesgo?

No me separaba de Allan, queriendo ser un soporte emocional. Tenía el teléfono en las manos: necesitaba llamar a mi tío, y a Matt. Es mala idea separarnos, se los dije. Es el más vulnerable, y solo... ¿dios existe? sabe qué hay allá afuera.

No juzgo el espacio, al contrario: aprecio que nos ofrezcan entrar aun después de lo sucedido en el laboratorio.

- Alguien se ha estado divirtiendo - Alzo la ceja cuando veo los condones usados. - Ayudo a limpiar...

Apenas me incliné para recoger la ropa, le llega una llamada. No sé quien viene, pero todos los aliados posibles es bueno en este punto. Trato desesperadamente de retener toda la información posible, para entender lo que sucede y saber qué puedo hacer. ¿Danzantes? ¿son otro tipo de magos?

Dejo lo que estoy haciendo y me siento junto a Alex, para escuchar con atención. Dragon Verde, Caos Reptante... este suena a un enemigo temible. Hago nota mental de todas las palabras que tengo que preguntarle a Alex...

¡¿Global?!

Froto la espalda alta de Alex, cerca de los hombros. Es muy valiente, y no sé si podría contra todas las criaturas que está enumerando y aun seguir en pie de lucha. Alzo la cabeza para mirar a Kenneth, mientras explica. Me tengo que morder el labio inferior para no reír por la broma contra James. Pero pronto la cosa se pone más seria y dramática.

Me alivia saber que nadie morirá. Bien, no si somos cuidadosos.

Le hago una seña a Gremlin: me decido por hablar primero con Matt, solo para saber que está bien y ver si después podemos buscarlo. Necesitamos la unidad. Me levanto del sillón y me siento en el suelo, justo abajo de donde está Allan. Me acerco a él, quien se ve muy destruido aun.