Krcah y Thorir guardando caballos. Saga visitando señor local acompañada por Dalka, Bedelia y Will charlando
Conversación con otros chicos, comentario sobre el Imperio y los Skuling
Vanna aparece en algún momento
Discusión. Familia acusa a zinner (zapatera) de haber maldito su casa
Destrozos en la casa. Razón: mujer es sonámbula
Pistas:
Ayuda a zinner - Futura aliada
Ayuda a familia - Le dan regalo a cambio
Pasa del tema - Mujer entra a romper la tienda de la zinner, las dos forcejean, la mujer se abre la cabeza, el hombre se va a vengar de la zinner, etc...
Hace un rato que Saga y Dalka se han ido a entrevistarse con el señor del pequeño fuerte que domina esa región. Durante los últimos días de viaje desde que dejasteis Olafer, la situación se ha repetido en un par de ocasiones: alguna noche en la intemperie, horas y horas de caballo en grandes llanuras deshabitadas y, ocasionalmente algún que otro recibimiento cordial por parte de los dispersos asentamientos que salpican la parte suroeste de Hendell. Durante estos encuentros, algunas veces se os permite acudir, pero lo habitual es que solo Saga sea llamada. Embajadora del propio Rey Sterki, su cargo es suficientemente importante como para proporcionaros alojamiento y facilidades, no así para granjear el acceso de toda su comitiva al salón del terrateniente local de turno.
Así que hay muchos ratos muertos, cada vez que llegáis a un nuevo asentamiento. Tiempo de espera, mientras aguardáis a que la hedense vuelva para deciros en donde se os alojará esa noche. A veces te dejan acudir a dichos intercambios personalmente, en calidad de guardaespaldas, aunque es más habitual que sean Will, Bedelia o Dalka las que acompañen a Saga. Esta vez, las dos primeras estaban ocupadas comprando algunas provisiones para el camino, así que tras echarlo a suertes os ha tocado a K y a ti quedaros con los caballos.
El inmenso guerrero, que siempre parece acabar cargando con esa tarea, no parece molesto en absoluto. Mientras esperáis en la plaza empedrada del pequeño fuerte, tararea una canción por lo bajo mientras cepilla el lomo de su equino. Los seis animales beben apaciblemente del agua de una fuente de piedra, que muestra relieves tallados en forma de animales y guerreros. No ganará ningún premio por su diseño, pero está claro que el que la talló le puso ganas, ya que está repleta de detalles y pequeños patrones. Si estas filigranas tan recargadas son de buen gusto o una verdadera horterada, depende de los ojos del que juzga.
A esas horas, la plaza, o más bien plazoleta si se tiene en cuenta su tamaño, está algo ajetreada. Aunque todavía quedan unas horas para el atardecer, la gente se apresura a empezar a cerrar sus asuntos y quehaceres diarios, antes de que la luz empiece a apagarse.
El nombre del fuerte es Barsuk. Ha pasado más o menos una semana (no me voy a poner muy estricto con los tiempos, como has podido ver) desde que dejasteis atrás Olafer, por lo que has podido conocer un poco a Dalka y K, lo suficiente como para que no sean completos extraños. Parecen de fiar, cada uno a su manera.
Aparte de esta escena, que te la pongo yo, cualquier otra idea que te venga a la cabeza de cosas que te apetezcan jugar durante el viaje avisa.
Te dejo la escena descrita por si quieres empezar interviniendo de alguna manera. Si no, describe lo que está haciendo Thorir ahora mismo y continúo.
Thorir paseaba su mirada por aquel lugar, miraba a las personas, los locales, etc. Últimamente se había vuelto muy observador, intentando ver cualquier detalle.
Durante el viaje apenas había hablado con aquellos dos gigantes, pero sentía curiosidad por ellos, y escuchar aquella canción que tatareaba le dio excusa para acercarse a K, -¿Qué es esa canción que cantas?-
Perdón por la tardanza :(
K interrumpe su tonada y te mira de reojo, sin perder la sonrisa ni dejar de cepillar al caballo.
-Una vieja canción hedense. ¿Entiendes el Hermital, Thorir?
-Bueno, algo, lo poco que Saga ha tratado de enseñarnos- rió ligeramente.
-Las canciones nos acercan a nuestros hogares, no hay nada como cantar viejas canciones e himnos de nuestra tierra para mitigar el dolor de estar lejos-
K asiente, conforme.
-Hay una versión en arkes. Suena un poco peor, pero...
Toma aire y empieza a recitar. A pesar de su oficio y tamaño, tiene una voz sorprendentemente bonita.
Hay un camino de aquí hasta el umbral
Sobre él mis pasos me guían sin cesar
Si caigo en la nieve
Si fallo al andar
Llevad estos versos de vuelta a mi hogar
Decidle a mi amada que sueñe
Con lagos de espejo y frondaje
Con almas rocosas
Y el hielo invernal
De tierras de antaño, de vuelta a mi hogar
Que porto en mi pecho una sierpe...
Unas voces le interrumpen.
-¿Venís del oeste?
Un par de muchachos, que apenas si deben superar la mayoría de edad, os observan con curiosidad.
El noble se sorprendió ante la voz del gigante, no se esperaba que tuviera una voz bonita al cantar. Escuchaba la canción recordando, su tierra, su historia, todo, la canción le hizo abstraerse del lugar, tanto que no vio como se acercaban los dos muchachos lo que hizo que Thorir se girara bruscamente ante ellos llegando a llevarse las manos al pomo de una de sus espadas.
Al ver que parecían inofensivos levantó la mano del pomo, -Perdonad, no os había visto venir- dijo a modo de disculpa por su reacción. Acto seguido les tendió la mano, -Soy Thorir y este es K, como yo le llamo- rio levemente mientras señalaba al gigante, -Y sí, venimos del oeste, ¿Porqué lo preguntáis?-
-¡Ya te lo dije! -le replica el uno al otro, satisfecho-. No tenéis pinta de hedenses.
K se apresura a contestar, con una sonrisa.
-Yo soy hedense.
El chico se encoge de hombros.
-Pues no tienes pinta.
El otro no parece muy interesado en discusiones étnicas, e interrumpe dirigiéndose directamente a ti.
-¿Y qué nuevas traéis? ¿Ha estallado ya la guerra?
Thorir hizo una mueca de indiferencia, -Que yo sepa todavía no- guardó un pequeño silencio, -Y espero que no ocurra, una guerra a esa escala sería una masacre-
Guille, refrescame la memoria, quien eran los dela guerra??
-Es cuestión de tiempo -interviene el que dijo que no teníais pinta de hedenses-. Las incursiones han aumentado, según he oído. Dicen que Skulinbert está loco, y no parará hasta arder en el fuego que él mismo provoque.
Podría estar preguntándote por varias guerras, en realidad. Por ejemplo, podría referirse al Imperio y la Alianza, o al Imperio y alguno de los principados secesionistas (como Gabriel o la propia Golear). No es que Thorir esté muy enterado sobre estos conflictos a gran escala.
También podría referirse a un conflicto a pequeña escala, en cuyo caso bien podría referirse a una tensión entre clanes o a escaramuzas en la frontera.
En nombre de Skulinbert no te suena mucho, principalmente debido a que Thorir lleva un tiempo vagando por Goldar, alejado de los círculos sociales en los que este tipo de noticias y asuntos de política nacional e internacional circulan. El apellido te parece vagamente goldariano, y una buena tirada de memorizar (en oculto) podría hacer que recordarás algo más sobre el asunto.
-Yo tengo mi propia guerra- dijo Thorir mirando al cielo durante unos segundos, como recordando. Acto seguido miró de nuevo a los ojos de los hombres. -¿Quien es ese Skulinbert y que pretende?-
Tirada oculta
Motivo: Memorizar
Tirada: 1d100
Resultado: 100(-25)=75
Tirada oculta
Motivo: Memorizar (Abierta)
Tirada: 1d100
Dificultad: 120+
Resultado: 8(+75)=83 (Fracaso)
-¿Gunnar Skulinbert? ¿Es que habéis vivido bajo una piedra los últimos meses?
El otro le da un golpe en el hombro como reproche.
-Ignorad a Rolan, es un capullo. Skulinbert es el jarl del clan Skulin. Era un clan menor hasta hace un año o así. Empezaron a realizar incursiones contra Helenia y Dalaborn, y se rumorea que están reuniendo una fuerza mayor para iniciar una gran invasión a gran escala.
El que debe llamarse Rolan pone los ojos en blanco.
-¡Te has quedado en la superficie! -os mira, claramente deseoso de contaros su colorida versión-. Gunnar está loco, lo dicen todos. Y sus hombres también. Visten pieles de animales, y van a la batalla acompañados de fieras salvajes -empiezas a escuchar algo de alboroto al otro lado de la plaza; parece que un pequeño grupo de personas se ha reunido allí por alguna razón, y una mujer está despotricando a grito pelado, aunque no oyes bien el qué-. Varios de los clanes menores más infames de Goldar ya se han unido a ellos: Los Portavoces del Rugido, Los Cráneos Rotos, el Clan de la Mano Roja...
El otro se encoge de hombros y os mira con cara de circunstancia. Claramente le da menos credibilidad a dichos rumores que su amigo.
Thorir prestó especial atención a la última versión.
-¿Sabes si el Clan Yormef o el Solvgilftanden están implicados?- dijo acercándose más aún al hombre.
Los dos chicos se miran, como interrogándose el uno al otro.
-No me suena ninguno de los dos -responde al final el que no es Rolan-. ¿Tú eres goldariano, cierto? ¿De qué clan?
El alboroto, al otro lado de la plaza, se vuelve algo más audible: varias personas están intentando hablar a la vez, por encima de los demás.
-Da igual- dijo Thorir evitando responder a la pregunta. Fue entonces cuando se volvió hacia el alboroto, -¿Que está pasando?- preguntó y sin esperar contestación avanzó hacia el tumulto.
El grupo parece estar compuesto por un par de vecinos ceñudos, algún que otro curiosos y dos personas que, situadas en el centro del tumulto, discuten cada vez más alteradas. Una de ellas es la típica hedense, rubia y de edad media, que a primera vista parece la principal instigadora del conflicto, tanto por su tono como por sus gestos airados. La otra es una zinner entrada en años, que se dedica a fulminar a la hedense con la mirada.
-... más que infortunio, ya os lo avise. ¡Debe ser arrestada ahora mismo!
Hedense: de Hendell, el lugar donde estáis, la Rusia de Anima
Zinner: gitanos de Anima
-¿Y con qué cargos, si puede saberse? -responde la zinner con actitud arrogante-. ¿O es que acaso los delirios de una loca son suficientes prueba como para incriminar a alguien?
Un hombre, situado a un lado tras la hedense, da un paso al frente con el ceño fruncido y actitud intimidante.
-Ah, no. Eso sí que no. No se te ocurra volver a insultar a mi mujer.
Tengo las imágenes de estos tres, pero desde el móvil no se suben bien. Luego las pongo
Thorir observaba la escena con atención, evaluando la situación. No sabía que ocurría pero su sentido de la responsabilidad le hizo dar un paso al frente.
-Perdonad- dijo al acercarse, -¿Qué ocurre aquí?- se posicionó ligeramente al lado de la anciana.
La gente parece algo sorprendida al verte intervenir. K y los chicos, que te han seguido, observan la situación desde fuera del círculo. Por su parte, la anciana posa una mano en tu hombro.
-Marcharte, forastero. No te conviene verte envuelto en este sinsentido.