Partida Rol por web

El capitán lunar escucha como un sonido metálico se acerca tras escuchar algunos gritos en lengua kadvuri, que no entiende pero conoce su sonoridad.

Mientras Zalkar con ayuda de Sellesh levantan el cuerpo del kadvuri defenestrado y lo arrojan a un cúmulo de maleza donde ocultarle.

Mientras el otro salvaje trata de seguir arrastrándose...

 al escuchar al otro engendro arrastrándose se queda quieto, intentando localizarlo con la vista o con el oido

Zalkar ve claramente como la flecha clavada por Taurnil en la espalda del salvaje se mueve lentamente hacia el camino. De donde vienen sonidos de armaduras acercándose y palabras que no logra entender, parece que han oído el grito del salvaje que él mató con sus manos.

Por debajo de los arbustos ve dos seres de armadura negra con 4cuatro brazos que se acercan junto con una docena de salvajes escoltándoles...

 -¡nos localizaron, una avanzada de dos armaduras negras y varios cadvuris se dirige hacia aquí!- advierte a sus compañeros

Entre los arbustos del camino se ve movimiento. Pero ese no es el problema, el soldado de la frontera se incorpora luchando contra las cuerdas, para tratar de andar hacia el camino...

Cojo algunas piedras y las guardo.  Empiezo a borrar las huellas.

Preocupado al ver como el kadvuri herido se incorpora antes de que Stred acabe con él, aprieto los labios, De eso nada, y por tercera vez, alzo mi arco y apunto, ahora esperando que el tiro sea definitivo y acabe con el peligro que supone el soldado.

Concentrado, y mientras otros se ocupan de borrar los rastros, libero mi saeta, la cual vuela precisa hacia su objetivo, donde se aloja aunque con menor fuerza que mi anterior disparo.

Tras el disparo, y aún sin saber si ha sido mortal o no, cargo una nueva flecha y espero, expectante si el kadvuri se mantiene en pie o no.

El silbido de la flecha cruza el aire y se clava en la espalda del salvaje quedando muerto sin soltar grito pues estaban encharcados sus pulmones.

Mientras el soldado de Górnoran trata de liberarse de las ataduras del caballo, para irse hacia el camino.

cuando se da cuenta de que el prisionero intenta escapar Zalkar se acerca al caballo y alza la cabeza del soldado poseído -conque intentando escapar ¿eh?- dice a la vez de que lo sujeta con fuerza para que deje de forzar, luego se da vuelta y llama la atención del emperador -oye emperador, el prisionero es tuyo ¿que hacemos con el? ¿nos lo llevamos?-

 -Silencio, no atraigamos mas al enemigo. Zalkar, carga con el prisionero y adentrémonos mas. Amarralo si es necesario.

 sujeta las ataduras del prisionero, lo sube al hombro y sigue al grupo para adentrarse más en el bosque

Algo sorprendido por el desarrollo de los acontecimientos, sujeto con fuerza al enemigo caído por el brazo derecho y tomando su pierna izquierda paso su cuerpo con soltura por encima de mi hombro y me dirijo algo agachado para tratar de pasar desapercibido hacia la cobertura de arbustos más cercana.

Magner ve que el grupo que se acerca se ha dividido. Uno va hacia el este y otro al norte, donde están ellos. El grupo que se acerca está compuesto por dos seres de armadura co cuatro brazos, y un pelotón de diez kadvuries. En breve estréis a la vista.

 El grupo se ha dividido.
Dos armaduras y 10 salvajes vienen hacía acá. El sabe que vienen...

Dado lo caotico de la situación me separo de grupo. Confío en haber borrado lo suficiente nuestro rastro, pero por las dudas me separo del grupo y rompo algunas ramas en mi camino para crear un rastro falso, aunque uno no tan evidente.

Todo y lo aliviado ante la muerte del kadvuri, no guardo mi arco, y por el contrario, vuelvo a cargar una flecha en él, por si fuera necesario, hecho que quizás es más que probable dadas las palabras de Magner.

Golpeadlo hasta que caiga inconsciente. Rápido. - le indico a Zalkar, apremiándolo tanto con mis palabras como con mi mirada. Acto seguido, y al advertir la idea del capitán Lunar, me vuelvo hacia Talgor.

Si la idea de Magner no funciona estaremos en serios apuros. - le indico, con apenas un hilo de voz. - Quizás deberiamos prepararnos para huir. - agrego, a la espera de la opinión del emperador Lunar.

Abrumado por la situación, el emperador no había reaccionado, pero pronto tuvo un chispazo en su cerebro. Magner, intenta no exponerte demasiado, Zalkar, noquea al prisionero, debemos alejarnos de este lugar con sigilo, o nuestro destino será incierto.

 Ante las órdenes de sus compañeros levanta la cabeza del prisionero tirando de sus cabellos -ruega a tus dioses porque cuando despiertes sigas aún con nosotros- le dice al prisionero, luego cierra su puño y lo golpea en su cara