Partida Rol por web

Nothgoth - Memento Mori

Capítulo 2: La Alianza

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11/09/2015, 16:01
Director

El dolor volvió a despertar a Gustav, y con el mismo se reafirmaba su determinación.

El viaje había sido largo y duro pero, pese al cansancio y la quejas, Gustav nunca se había rendido, siempre con la vista fija en su objetivo final. El Paso del Gigante había resultado tan deprimente como el bosque, un lugar sin vida que llevaba años sin ser utilizado por los humanos. Aquí y allí pudieron observar los rastros de bestias salvajes o de las guaridas de Golems. Pero para sorpresa de todos ahora estaba desierto, los Golems campaban a sus anchas por el mundo y no parecían tener intención de regresar. 

Pero el viaje era por fin cosa del pasado. Estaban a las puertas de Goldzwall, los restos de lo que en el pasado había sido una ciudad poderosa en la zona de Goldort Oeste. Cuando habían podido ver sus murallas a lo lejos después de tantos días de viaje, la comitiva tenía sentimientos encontrados. Allí donde hubiera una muralla en pie habría alguien resguardandose, pero sin duda ese lugar había perdido la vida que transmitiera en el pasado. Cuando más se acercaban más podían darse cuenta de que tan dura era la situación. Alrededor de las murallas había un mar de chozas y hogares improvisados que habían aguantado durante años mediante pequeños arreglos. Los Zwerg que allí vivían eran pobres, más pobres incluso que en los pueblos de Helltia, y en sus miradas la comitiva de bandidos podía notar que no eran bienvenidos. No era de extrañar, esas gentes habían crecido con la idea de que el mundo exterior había provocado que acabaran como acabaron, un extranjero solía ser un enemigo. 

Por suerte para ellos, tras una búsqueda exhaustiva habían podido encontrar una posada a los pies de la muralla que aún hablaba el idioma del oro. Sus dueños eran Zwerg, pero allí también se hospedaban otros humanos, los primeros que había visto el grupo desde su llegada a las tierras de Goldort Oeste. Por sus pintas era evidente que eran mercenarios o prófugos de la ley, aunque la comitiva no tenía mejor aspecto. El silencio era tenso, pero nadie parecía tener intención de molestar al otro. Una vez instalados, Gustav comandó a sus hombres para que recabaran información. 

A su vuelta, por la noche, Gustav pudo entender mejor la situación que estaban pasando allí. Hacía ya años que los alimentos escaseaban, muchos pueblos habían sido abandonados y muchos Zwerg había emigrado a otros lugares del mundo en busca de una forma de sobrevivir a la miseria. Pero otros, más apegados a sus costumbres, habían emigrado a las pocas grandes ciudades que quedaban en Goldort Oeste. Entre ellas, una de las más poderosas era Goldzwall, y cuando las calles se comenzaron a llenar de Zwergs hambrientos y enfermos, los líderes de ese lugar (Descendientes de la Casa Bartzwerk), tuvieron que tomar una decisión drástica. Echaron a los inmigrantes y cerraron las puertas de la ciudad. Sólo aquellos que fueran invitados o que pudieran permitirse la tasa de acceso podrían pasar a su interior. Y el resultado había sido el que Gustav podía ver, todos los que fueron echados y no tenían a donde ir, echaron raíces a los pies de la muralla, formando un caos de pobreza que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. 

¿Y quien vivía en el interior de las murallas? Los pocos Zwerg tan insensatos que aún tenían la osadía de considerarse "nobles", el ejército y todos aquellos sirvientes y trabajadores necesarios para alimentar a ambos poderes. Y es que nada podía ser ya importado del exterior, cualquier transporte era atacado por los Zwerg del exterior de la muralla.

¿Y como combatían el bandalismo? Dejando que el ejército viviera en el interior, dando a los jóvenes rebeldes la perspectiva de una vida mejor. Pero al final, el resultado para los que se alistaban era una vida de trabajo constante dónde se veían obligados a luchar contra una sociedad pobre a la que antes pertenecían. 

¿Y que hacía la nobleza? Nada. Sobrevivir, y intentar en vano estabilizar la situación. Los más viejos hablaban de venganza, de un futuro donde los Bartzwerg volverían a brillar. Y los más jovenes ni siquiera eran escuchados. 

En definitiva, nadie estaba contento.

Aquel era un mundo que se estaba extinguiendo y no parecía tener mecanismos para poder avanzar. Y sin duda eso complicaba los planes de Gustav, ya no sólo porque no conocieran la forma de pasar las murallas, sino que también porque la gente furiosa no se solía mostrar muy colaborativa. Sobretodo con planes suicidas como los que traía Gustav. 

Era la mañana después de su llegada, y entre el cansancio y  las ideas que daban vueltas en su cabeza, Gustav estaba perdiendo los ánimos para levantarse. Tenía que pensar algo, un nuevo paso en su plan, o su viaje no habría merecido la pena. 

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11/09/2015, 21:18
Gustav Andersen

Me siento un momento y me pongo a pensar sobre la situación. 

"Quizás sí que estoy loco, quizás todo esto es un suicidio demasiado elaborado. "

"Bueno, si voy a morir. Que sea luchando." Pienso mientras miro mi bolsa. 

- Tengo una idea. Los nobles son la misma enfermedad aquí que en Helltia. - Digo para despertar a mis compañeros. 

Desayunamos y les pido que recaben información. Quiero saber las bandas que hay en esta ciudad. Entre tanta pobreza tiene que haber violencia y estoy seguro que estarán interesados en ver la muralla de Goldzwall caer. 

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11/09/2015, 23:37
Director

Una vez que Gustav ha dado las ordenes pertinentes, él se sienta tranquilamente a esperar. La posadera le sirve una especie de té amargo con el que consigue mantenerse despierto y tener las ideas claras. Eso si, su sabor no es ningún lujo y Gustav no tiene idea de cuales son los ingredientes.

Junto a Gustav se sienta Luke Pole. No tenía sentido enviarlo a investigar con los demás ya que aquella mole de carne y armadura solo servía para pelear y para intimidar. Sin duda pocos se iban a atrever a acercarse a Gustav con aquel hombre a su lado, pero en la situación en la que estaba y rodeado de desconocidos era mejor así. Luke estaba en silencio y de vez en cuando miraba hacía todos lados, se notaba que estaba tenso. 

La taberna estaba casi desierta, aunque aquello era normal a aquellas horas. En una mesa apartada de la entrada había dos hombres con pinta de mercenarios que mantenían una conversación en susurros. En otra mesa había un Zwerg viejo y borracho, al que la camarera no parecía tener intención de echar a pesar de todas las vulgaridades que soltaba. Y en otra había una mujer, sentada recta en la silla y bebiendo sorbos de una copa ocasionalmente. Iba encapuchada de tal forma que no se le veía el rostro, pero se podía notar que su piel era de un color bastante bronceado, impropio de Helltia. 

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12/09/2015, 01:11
Gustav Andersen

En mi cabeza estoy planeando los detalles de una batalla en la ciudad. Intento recordar todos los detalles que pueda. Las calles, las armas y incluso los puntos con más tráfico. 

Mientras le doy vueltas a todos los detalles que pueda,observo a las personas en la taberna. 

La chica me llama la atención. 

Una humana, que no es de Helltia ni de Kihn. ¿Será una humana criada en Zwerg? 

Creo que necesito distraerme un poco. Me levanto y le digo a Luke que espere. 

Me siento en la misma mesa que la chica y digo. - Puedo preguntar ¿Qué casualidades del destino te han traído al corazón de este cadaver de lo que antiguamente fue un orgulloso imperio? - Lo digo con la capucha y vendas por toda la cara que solo dejan ver mis ojos y los labios quemados. 

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12/09/2015, 16:09
Hannah

La mujer levanta la vista hacía Gustav, sin cambiar de expresión, bastante neutra de por sí. 

Debo suponer que si quieres que responda a esa pregunta estarás dispuesto a que te haga otra yo. - Mira a Gustav de arriba a abajo. - Aunque no será la misma que la tuya, sin duda esté lugar encaja contigo. - Le da otro breve sorbo a su bebida, a esa velocidad le podría durar toda la mañana. - Y dado a que tú has dado el primer paso en este improvisado intercambio de preguntas, creo que lo más justo es que tu respondas primero a la mía. ¿Por que quieres saber el porqué estoy aquí? 

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12/09/2015, 17:16
Gustav Andersen

- Desde que he llegado a esta ciudad. Podía ver la desesperación en los ojos con los que cruzaba la mirada. - 

- Creo que ya te habrás percatado de que tu presencia es peculiar.  Simplemente quiero conocer tu historia. - 

Sonrío y añado. - Por tu contestación. Voy a aventurarme a decir que estás huyendo. Huyendo de algo que hace parecer razonable una ciudad al borde del abismo. -

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13/09/2015, 15:33
Hannah

- ¿Huyendo hacía el lugar del que todos quieren escapar? Eso no tiene mucho sentido, ¿No crees? - Da otro sorbo a su bebida. - Hay lugares más tranquilos a los que huir, en los que sin duda a alguien no lo repudiarán simplemente por la raza a la que pertenece y en los que incluso alguien podría dejar su pasado atrás y empezar una nueva vida. Pero aquí... Aquí no hay ninguna vida que empezar, sólo vidas que se acaban. - Sonríe. - Así que no, no estoy huyendo. Estoy aquí encargándome de supervisar un negocio personal. - Vuelve a la seriedad. - Y ahora me toca preguntar a mí, ¿Tú y tus amigos bandidos habéis venido a crear problemas por aquí? 

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13/09/2015, 16:49
Gustav Andersen

Pongo cara de sorprendido. - ¿Problemas? Yo quiero pensar que estoy trayendo soluciones. Es complicado añadir más problemas a esta ciudad. - 

- Y dime ¿Qué  negocio estás supervisando? - 

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13/09/2015, 17:07
Hannah

¿No crees que eso es demasiado especifico para la ambigüedad del resto de preguntas? - Dice aún con seriedad y da otro sorbo. - Sería injusto que te respondiera después de lo poco especifico que has sido tú pero... Se podría decir que mi negocio también va a traer soluciones a este lugar. 

La mujer se mantiene pensativa unos segundos pero después añade, en un tono más discreto. 

Lo que voy a decirte no lo hago como tu enemiga si no cómo una posible futura aliada, por lo que sería conveniente que no lo tomarás como una amenaza. - Sonríe mientras que se levanta. - Es posible que tu solución interfiera con la mía, y llegado el caso podría resultar problemático. Desconozco detrás de que andas, y no voy a insistir sobre ello, pero te recomiendo que lo reconsideres. 

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14/09/2015, 21:57
Gustav Andersen

Hahahaha. Más que una amenaza parece una profecía. Estoy seguro que podemos ser aliados. Mi plan es purificar. - Miro fijamente a la mujer con mis ojos sin pestañas. - Con fuego y acero. - Cierro un poco los ojos para ver perfectamente la reacción de la mujer. - Pero mi plan no es luchar aquí. Si quieres que sea más especifico dime. ¿Que es aquello que estás dispuesto a sacrificar por tus.. "negocios"?

- Tiradas (1)
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14/09/2015, 22:07
Hannah

La mirada de Hannah se vuelve una estrecha línea, y parece interesada a la vez que desconfiada. Al final mira hacía otro lado, quizás por tal de no tener la presión de la mirada de Gustav sobre ella. 

Creo que ya he hablado más de la cuenta. - Dice con tono arrepentido, y vuelve a mirar a Gustav. - Y tu también has dicho suficiente cómo para que me reafirme en mis palabras. Quizás en un futuro nos volvamos a encontrar, pero hasta entonces no cometas ninguna locura. - Dicho esto, Hannah se da la vuelta y abandona la taberna. 

Los otros individuos de la taberna miran con curiosidad la escena, pero no parece que sospechen nada. Sólo ha sido el fracaso de un hombre intentando ligar con una mujer desconocida. 

Notas de juego

Te dejo el siguiente post por si quieres detenerla/espiarla o en caso contrario para que digas que haces mientras esperas al resto. 

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14/09/2015, 22:14
Gustav Andersen

- Espera! - Sonrío. -No te has acabado la copa. ¿Sabes por qué me he acercado a ti? - 

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14/09/2015, 22:16
Director

El viejo Zwerg borracho sonríe y se ríe. 

¡Vamos! ¡Dale una oportunidad! ¿No ves que está desesperado? - Dice alegremente, acompañado por las risas de los dos mercenarios que ahora contemplaban la escena con mirada burlona. Desde luego, todo el mundo creía que aquello era un fracaso amoroso de Gustav. 

La mujer se gira hacía Gustav, pero pone los ojos en blanco al comprobar que son el centro de un espectáculo. Aquello no le hacía gracia, pero tampoco parecía interesada de darle muchas más vueltas al tema de Gustav. Se acerca a Gustav. 

- Se breve.Dice en un tono suficientemente bajo para que sólo la escuche Gustav. 

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14/09/2015, 22:30
Gustav Andersen

- No buscaba información. Ni buscaba enemigos. El camino hasta aquí ha sido tortuoso y los próximos días serán tenebrosos. - Le acerco la bebida. - ¿Seguro que tienes prisa? Podríamos seguir esta conversación pero hablando de historias de tierras lejanas que no tengan más importancia que la de distraer nuestras mentes cansadas de las preocupaciones que las acechan. - Guiño el ojo y añado. - Aunque sea solo un instante.

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14/09/2015, 22:43
Hannah

De pronto, y para sorpresa de Gustav, Hannan coge la copa y sonríe pícaramente. 

¿Eres realmente insistente, lo sabías? Y no niego que sería interesante continuar está conversación pero... - Pero entonces vuelve a la seriedad. - No depende de mí el tomar ese tipo de decisiones, por lo que de momento tendrás que esperar. - Vuelve a sonreír. -  Hasta entonces... - Le lanza el contenido de la copa a la cara, se le acerca a la cara y le susurra al oído. - Disfruta del espectáculo. 

Y sin más vuelve a darse la vuelta, y abandona el lugar a paso ligero, ignorando cualquier interrupción más. Tras eso, los espectadores de la taberna comparten algunas risas y el viejo Zwerk intenta consolar a Gustav invitándolo a beber algo. 

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14/09/2015, 22:51
Gustav Andersen

Me fijo bien en cada detalle mientras se va. 

En cualquier caso sigo la conversación con el Zwerg. Pasando el rato intentando calcular los animos de la población en general. 

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15/09/2015, 15:03
Director

Mientras que la mujer se marcha, Gustav se puede dar cuenta de un detalle en el que pocos se fijarían. Hannah apenas hace ruido al caminar, era evidente que aquella mujer estaba acostumbrada al sigilo.

El viejo zwerk, una vez que Gustav acepta su invitación, le comenta también que esa mujer solía pasarse por ahí, pero nunca parecía tener ganas de hablar con nadie y aquellos que se acercaban a ella no solían conseguir ni la mitad de conversación de la que había conseguido Gustav.

A partir de aquí, y gracias a un par de preguntas de Gustav, el zwerk le comenta que venían pocos humanos a Goldort Oeste, y los pocos que él había visto no parecían gente con un historial impecable. También le dice que es normal que los humanos no sean bienvenidos, al fin y al cabo los más viejos los recordaban como enemigos y los más jóvenes desconfiaban de ellos por el simple hecho de que habían visto pocos. Pero sumado a esto estaban las tensiones internas, en un mundo que estaba en decadencia cualquier cambio menor en el ambiente era interpretado siempre cómo algo negativo. Las personas de fuera de la muralla habían perdido toda esperanza, y aquellos que continuaban luchando estaban perdiendo partidarios con los años. El viejo zwerk no quiso hablarle a Gustav sobre dichos grupos, quizás porque no quería que lo relacionaran con ellos, pero por suerte sus hombres traían mejor noticias. 

En primer lugar llegan un grupo de tres, Maverick, Smith y Will (El hombre del Escudo de la Justicia). Ellos habían ido a recabar información al mercado al mismo tiempo que compraban provisiones. Allí habían visto que los productos propios eran escasos y de mala calidad, y que los zwerk tenían que trabajar diariamente si querían llevarse algo para sobrevivir a la bocas. 

Por otro lado, había productos de mejor calidad, importados de otros lugares y por lo tanto mucho más caros que los anteriores. Se rumoreaba que algunos de dichos productos habían sido obtenidos de forma fraudulenta por los piratas, aunque los vendedores lo negaran una y otra vez. Además de ello, dichos puestos estaban vigilados por intimidantes guardias, que hacía que los compradores se lo pensaran dos veces antes de quejarse de la procedencia de un producto. 

También se rumoreaba que había tiendas que vendían productos más conflictivos, cómo pólvora y armas importadas de Genzo, pero pocos sabían encontrarlas si no conocían a "la persona adecuada", y el grupo de Gustav no era una excepción. 

Había un rumor también bastante corroborado, y es que se decía que muchas de las tiendas de productos "importados" eran controladas desde las sombras por un solo hombre. No se sabía quien era y nunca se dejaba ver, pero se decía que tenía sobornados a los guardias que patrullaban las afueras de la ciudad para que hicieran la vista gorda vieran lo que vieran en sus tiendas. Se decía también que dicho hombre podía controlar todo lo que se vendía en Goldzwall, incluso en aquellas tiendas que no le pertenecían, motivo por el cuál se había ganado mucho enemigos e incluso se habían organizado ataques contra algunas de las tiendas que se sabía que controlaba. En dichos ataques, se había demostrado que el hombre también disponía de bastante potencia de ataque para contraatacar, por lo que se considera que él y sus hombres son una de las bandas más temidas. 

En segundo lugar vuelven Heath y Kayden, que habían ido a comprobar las zonas más conflictivas de la ciudad. Allí habían nacido según se rumoreaba muchas de las bandas que antes atacaban a las patrullas o los envíos de suministros, pero la gran mayoría habían desaparecido con el tiempo por inactividad o falta de recursos. Salvo por algunos grupos de ladrones o atacantes organizados, que se habían pasado a cobrar por realizar sus trabajos, había una banda en concreto que poseía el control de la zona. Se les conocía como "Martillo de Sangre", y aún en la actualidad eran bastante activos. Se rumoreaba que ellos también tenían todo tipo de productos "importados", pero aún no habían organizado ningún ataque a gran escala contra Goldszwell.

Su líder se llamaba Zorn, y él si que solía mostrarse en público. Había llegado hasta dónde estaba gracias a la fuerza bruta y al miedo que infería a la gente debido a su gran tamaño pese a ser un zwerk. Incluso las malas lenguas decían que debía de tener sangre de Dyr, aunque por un motivo que nadie conocía que lo relacionaran con un Dyr le cabreaba más que cualquier cosa. En todo caso, todo el mundo sabía que era mejor no estar cerca de él y de martillo gigante con el que atacaba a sus enemigos. 

Con toda está información en mente, Gustav organizó una reunión con sus hombres llegada la noche, en su habitación. 

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15/09/2015, 22:36
Gustav Andersen

Los reuno y preparo el siguiente día. 

Smith y Maverick quiero que sigan investigando al mercader. De la bolsa en la cual guardo objetos saqueados que podía vender para conseguir suministros les entrego varios objetos que antes pertenecían a Helltia. El plan es que utilicen los objetos para atraer la atención del mercader con la fachada de que nos hace falta un contacto local para hacer desaparecer objetos preciosos. 

Por otro lado, los demás iremos a tener una amable charla con el otro líder de banda. Para ello preparo las armas. 

Notas de juego

Preparación de armas ( [Karzix] Lo pongo aquí para acordarme yo, después editalo como veas ): 

- Afilar espadas. 

- Envenenar filos. 

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16/09/2015, 14:52
Will Buckworm

Una vez listos los preparativos para el día siguiente, Gustav manda a sus hombres a descansar. Al ser el líder Gustav se había permitido el lujo de tener una habitación propia en la taberna, por lo que todos se marchan. Todos excepto Will, que parece estar pensando en algo. 

¿Que tienes en mente, Araña? - Dice con una sonrisa que le estaba comenzando a dar asco a Gustav. - Pensaba que venías aquí a buscar tu carta de triunfo contra Helltia, pero parece que sólo vas detrás de matones y criminales. Sabes que con ellos no vas a conseguir un ejército, al menos no uno con la capacidad que necesitas. 

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16/09/2015, 15:16
Gustav Andersen

- Goldzwall esta al borde del abismo. Una situación así nos es perfecta para que nuestra idea gane fuerza. Una guerra tradicional es inviable. Helltia tiene aliados muy poderosos. Lo que planeo es un rematar una sociedad moribunda para que una nueva, mas cerca del pueblo la substituya. Y para mi revolución tres cosas hacen falta... Un pueblo enfadado y oprimido, un pueblo armado y por último una idea bajo la cual hasta el más humilde campesino se crea poderoso. Lo primero en Helltia lo tenemos, lo segundo será el premio que tomare junto que esta ciudad, los contactos que tienen estos seres con Genzo y el fortín que tendrán dentro nos sera de gran ayuda para Helltia. Por último, si consigo implantar mi idea de revolución aquí y demostrar al mundo que el poder de los nobles no es más que una ilusión que puede desaparecer ante el martillo de los oprimidos. Nuestra causa cobrará viva propia.