Will no cambia de expresión durante el discurso, como si nada lo pillara por sorpresa. Entonces aplaude sarcásticamente.
- Un discurso digno de un loco. Y más aún si piensas que esos salvajes de los zwerg se unirán a tu causa y no te traicionarán cuando tengan oportunidad. Son seres orgullosos hasta la saciedad, y te digo yo que nunca compartirían su victoria con un humano. - Entonces mira hacía otro lado, y comienza a hablar consigo mismo. - Le dije y le repetí a Zack que el reinado de la Araña había terminado, que no merecía la pena que colaboramos con ella. Me muero de ganas de demostrarle que tenía razón.
Will había comenzando actuando como un compañero simpático durante el viaje, pero a lo largo del mismo se había vuelto cada vez más molesto. Si algo le molestaba al grupo, él era el primero en quejarse. Si algo iba mal, él era el primero en culpar a Gustav. Gustav lo había puesto en cintura muchas veces ya y de hecho había comenzado a darle órdenes como al resto de sus hombres al ver lo inútil que estaba resultando para el viaje. ¿Pero que más podía hacer? Si quería al Escudo de la Justicia tendría que respetar la vida de Will, por el momento.
- Veremos, pronto veremos si estoy completamente loco. O lo justo para ver la victoria que nadie puede ver.
Las palabras de Gustav parecen definitivas, y Will, que no ve la oportunidad de seguir discutiendo, se acaba marchando también, sin despedirse siquiera. Aquel hombre no sólo se moría de ganas de que la misión fracasara, si no que también se moría de ganas de volver con los suyos, eso era algo evidente. Por desgracia, Gustav tendría que aguantarlo un tiempo más, aunque mejor sería que lo que pasara mañana reduciera ese tiempo.
Esa noche, Gustav duerme más tranquilo, ahora que tenía unos planes específicos para el día siguiente.
Ya por la mañana, el grupo que lo acompañará se prepara mientras que Maverick y Smith se van por su lado a recolectar más datos en el mercado. Will, por su parte, no parecía estar listo para una batalla, y repetio una y otra vez que estaba ahí como observador. Así que una cosa estaba clara, si las cosas se complicaban con Zorn, Will sería el primero en salir corriendo de allí.
Una vez listos, desayunados y armados, el grupo se encamina hacía otra taberna. Entrar directamente en la guarida de Zorn sería un suicidio, pero Heath, mientras que investigada el día anterior, había escuchado de un lugar al que solía ir a beber con frecuencia. Con un poco de suerte lo encontrarían allí, y con un poco más de suerte incluso, iría poco acompañado y estaría algo borracho, cosa que le daría más motivos para hablar y no pelear. Aunque lo cierto era que bien era sabido que Zorn era bastante impulsivo, y nunca se separaba de su martillo de batalla, por lo que seguía siendo mejor andarse con ojo.
Describeme como entras en la taberna, si llevas a todos tus hombres, si los posicionas estrategicamente, stuff...
Yo y yo Will entraremos en la Taberna. Will se sentara lejos. En caso de que todo vaya mal lo verá de primera mano.
El resto de mis hombres están apostados a fuera. En caso de la cosa se complique tienen instrucciones de tirarme una lanza envenenada que usaré contra Zorn.
En cualquier en principio solo he entrado a hablar, tengo confianza en mi persuasión. Mi objetivo será convencer a Zorn de que unamos fuerzas, yo le ayudo a tomar esta ciudad y con parte de lo se ganemos en la batalla destinarlo a desestabilizar Helltia.
Gustav y Will entran en momentos diferentes para no llamar mucho la atención y se sientan en mesas separadas. Will parece nervioso mirando a todos lados, demasiado sospechoso para el gusto de Gustav. Gustav es algo más discreto analizando la taberna.
Parecía un tugurio de mala muerte donde tenías suerte si la bebida no era meado de perro con alcohol y la comida no tenía más de 1 semana. Había un grupo de zwerg que hablaban en susurros, por sus pintas parecían mano de obra, y de vez en cuando echaban ojeadas a Will. Quien iba decir que al menos el hombre sirviera cómo distracción, al menos ayudaba a Gustav a pasar más desapercibido. El hombre de detrás de la barra parecía estar concentrado lavando vasos sin mirar a nadie, y la camarera estaba jugueteando con un cliente borracho.
Todo parecía una típica taberna, y no había rastro alguno de un zwerg gigante.
Ante un gruñido del hombre de detrás de la barra en dirección a la camarera, la misma se da por aludida y siguiendo la dirección de la mirada del zwerg se dirige hacía Gustav.
- Es raro ver humanos por aquí. ¿Que soléis tom...? Ugh. - Pone cara de preocupación y temor al ver la cara debajo de la capucha de Gustav. Pero en un alarde de profesionalidad añade. - Esto... ¿Desea algo, señor?
Sonrío y digo. - ¿Qué se suele tomar por aquí? -
- No tengas miedo, solo me engulló un incendio. - Lo digo para rebajar un poco la tensión de la situación.
Algo más relajada, la camarera le recomienda varias bebidas alcoholicas, cada una con nombres más desconocidos para Gustav que la anterior. Le dice cuales son las más débiles y cuales las más fuerte, pero le advierte que si no está acostumbrado al alcohol zwerg, la más débil sería cómo la más fuerte para un humano. Una vez que Gustav hace su petición, la camarera le va a buscar la jarra y regresa.
- ¿Y que hace alguien cómo tú en este lugar? - Dice mientras le planta la jarra en la mesa. - Te aseguro que este ambiente no va a curar esas quemaduras... ¿Cómo te las hiciste?
Desde luego desde que el grupo había llegado a Goldort había notado el cambio en el ambiente. Mucho más caluroso que los veranos de Helltia, y con brisas poco frecuentes. Además, habían tenido que racionar bien el agua debido a que apenas habían visto ríos o lagos. Desde luego aquello no había contribuido a mejorar los ánimos del grupo.
- Mis quemaduras no creo que se me curen a estas alturas. - Sonrio y añado mientras miro la taberna. - Estoy buscando a Zorn. Tengo una oferta que hacerle. - Lo digo fijandome en la reacción no verbal de la camarera.
La camarera abre mucho los ojos, horrorizada.
- ¿Z-zorn? - Dice dando un paso hacía atrás, y entonces habla en susurros, en un tono confidencial. - N-no se que quieres de él, pero más vale que te olvides. No puede hablar con Zorn, es... Es irracional. Vete de aquí antes de que sea tarde. - Le recomienda, y entonces se marcha apresurada a detrás de la barra.
La camarera le susurra algo al oído al hombre de detrás de la barra, y el también parece sorprendido, mira a Gustav y niega con la cabeza. Sin duda el tal Zorn tenía aterrorizados a esos dos, pero Gustav estaba dispuesto a quedarse para ver si de verdad había motivos para tener miedo.
El tiempo pasa lento, y nadie se acerca a hablar con Gustav. Algunos zwerg entran en la taberna pero se van rápido, cómo si tuviera prisa... Aunque lo más seguro es que quisieran evitar un encuentro con Zorn.
Al final, tras la larga espera, se escuchan fuertes pasos en la entrada. Un zwerg descomunal, casi tan alto como Gustav entra por la puerta junto con otros dos zwerg. Gustav no puede evitar mirar a las espalda del gran zwerg, un gran martillo dorado aunque desgastado por el uso. De hecho, Gustav juraría que desde esa distancia podía incluso ver marcas de sangre.
La camarera, en un movimiento ya entrenado, arrastra un sillón grande hasta una de las mesas y Zorn se sienta en él. La camerera trae vasos para Zorn y sus compinches y se queda esperando cerca de la mesa, cómo si se tratase de una sirvienta personal. De vez en cuando le echa miradas de preocupación a Gustav, pero en general parece estar atenta a cualquier petición de Zorn. Los tres recién llegados comienzan a hablar y reír a voces, cómo si estuvieran sólo ellos tres en la sala. Poco a poco el volumen sube, proporcional a la borrachera que van adquiriendo los tres.
Cuando veo un momento que su conversación ha parado y están bastante borrachos, me levanto. Cojo una silla y la coloco en su mesa. Vigilo que en caso de que intenten atacarme pueda salir por la puerta sin obstrucciones.
[Supongo que cuando me siento se hace el silencio]
Digo mirando al Zwerg más grande que imagino que es Zorn - Tengo una oferta que hacerte. -
Zorn se queda confuso varios segundos mirando a Gustav, cómo si no se acabará de creer que estaba ahí. Pero entonces lo mira con asco, y se gira hacía la camarera.
- Oye puta, sabía que este era un local de mala muerte pero no pensaba que dejarais entrar también a los mendigos que están a punto de morirse. - Dice en voz alta, cómo si se quejase. Pero cuando la camarera iba a moverse, él la detiene con la voz. - Tranquila, ya me encargo yo de espantarlo. - Vuelve a mirar hacía Gustav. - Vete a pedir a otra parte, escoria. - Dice molesto, y con el ceño fruncido.
Y su mano se dirige a darle un fuerte empujón a Gustav. Con el tamaño de la mano y a la velocidad a la que venía, era evidente que Gustav iba a salir despedido.
Tira Agilidad o lo que creas conveniente.
Salto hacia la puerta.
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+4)=5
Gustav recibe el golpe de lleno en el pecho, y el mismo lo impulsa un metro hacía atrás y lo hace caer el suelo. Su cuerpo, dolorido de por sí, se resiente enormemente y puede notar el ardor de las quemaduras. Le cuesta un poco moverse, pero aún podría incorporarse y caminar.
Zorn, una vez que le ha dado el golpe se ríe sonoramente y se vuelve a girar hacía sus compañeros. Comienzan de nuevo a hablar y beber, cómo si Gustav no estuviera allí. La camarera mira preocupada a Gustav, y niega con la cabeza, pero no se mueve de su posición.
Tirada oculta
Motivo: Destreza
Tirada: 1d6
Dificultad: 5+
Resultado: 5(+2)=7 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Fuerza
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+5)=7
Tirada oculta
Motivo: Resistencia (Gustav)
Tirada: 1d6
Dificultad: 7+
Resultado: 1(+4)=5 (Fracaso)
Me levanto y voy caminando hacía la puerta mientras me quito las vendas. Parece que me haya dado por vencido.
Cuando salgo, le pido a uno de mis hombres mi lanza.
Les indico que entren.
Doy un salto sobre una mesa con mi lanza y digo. - ¡Zorn! - y me lanzo hacía el.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+4)=9
Cuando Zorn ve entrar a tantos hombres en la taberna se alterna y se pone en guardia, junto a sus dos acompañantes. Lamentablemente es muy tarde para él cómo para sacar su martillo, por lo que tiene que esquivar el ataque de Gustav en primer lugar. En un torpe intento de apartarse, la lanza de Gustav se clava directa en el hombro de Zorn, y el mismo lanza un gran alarido. Es evidente que la herida le está haciendo un daño atroz, pero en un alarde de fuerza y brutalidad, se endereza y coge su martillo, dispuesto a realizar un contraataque. Se lanza hacía Gustav cómo una bestia salvaje.
Paralelamente a esto, Kayden y Luke se encargan de sus compañeros, y Heath vigila la entrada a la espera de que llegue más compañía a sorprenderlos. Las pocas personas que había en la taberna salen corriendo, y la camarera y el dueño se esconden en la trastienda.
Motivo: Salud
Tirada: 1d6
Dificultad: 5+
Resultado: 4(+3)=7 (Exito)
Motivo: Resistencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 7+
Resultado: 5(+5)=10 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Ataque
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+2)=4
Tirada oculta
Motivo: Fuerza
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+5)=11
Aprovecho su ataque para saltar hacía un lado de la taberna. Esquivo el martillo y le doy con palma de la lanza en la cara a Zorn. Justo a la altura de los ojos.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+4)=5
Con bastante facilidad y agilidad, Gustav esquiva el golpe de Zorn. Cuando el giante zwerg estrella su martillo contra el suelo, Gustav podía incluso sentir la onda de fuerza que había provocado. El suelo queda hecho trizas y se abre un gran boquete que seguramente lleve hasta un sótano del local.
El martillo de Zorn está atascado, y el tiempo durante el que intenta desencajarlo es suficiente para Gustav para poder atacar de nuevo. En un rápido y entrenado movimiento, golpea la cara de Zorn con la lanza y el veneno de la misma impacta contra la mejilla del zwerg, que había movido ligeramente su cabeza al ver venir el golpe. El alarido que suelta el zwerg en ese momento es el de una bestia salvaje que conoce su destino pero planea luchar hasta la muerte. Zorn quita su martillo del suelo, y con la cara ardiendo, comienza a zarandearlo por todo el local en una danza caótica y sin sentido. Destruye mesas, columnas, la barra, parte del suelo... E incluso se lleva por delante a uno de sus compañeros.
Paralelamente, parece que Luke, Heath y Kayden ya se estaban encargando de otros tres zwerg que entraban armados por la puerta, pero todos huyen al ver la ira de Zorn.
- ¡Gustav! - Grita Heath. - ¡Salgamos de aquí! Esa bestia se va a enterrar a si misma.
Casi parecía que Zorn atacara a ciegas, ninguno de sus golpes acertaba a Gustav, que a pesar de ello los estaba esquivando a duras penas.
Tira por Agilidad, para Correr/Esquivar.
Esquivo sus ataques mientras mando a mis hombres a salir de la habitación. Justo antes de irme yo también le ataco al cuello para impactar en la carotida. No tiene sentido extender más esto.
Motivo: Esquiva
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+4)=6
Motivo: Ataque
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+4)=7
Gustav sigue esquivando los golpes de Zorn tan bien cómo puede en su estado físico. Cuando está cerca de la puerta, y ve un hueco en los ataques de Zorn, impacta la lanza contra su cuello. Pero tiene la mala pata de recibir de lado uno de los golpes de Zorn al intentar separar la lanza de la carne, lo que le hace desprenderse de ella y retroceder hacía atrás. Con el brazo cogido, sale corriendo del local. Al rato de estar fuera, Zorn acaba cayendo el suelo cuando la corrosión llega a sus piernas y comienza a retorcerse de dolor frenéticamente, hasta que finalmente deja de moverse por completo.
Gustav comprueba su dolorido brazo, la buena noticia es que ha primera vista nada parece estar roto, la mala es que le iba a costar usarlo a su máximo potencia durante algún tiempo. Tenía el hueso ligeramente descolado, pero no era la primera vez que le pasaba, así que se lo recoloca fácilmente. Después se arrepentiría de eso, pero al menos Heath podría ayudarlo.
Gustav está junto a Kayden, Heath y Luke que no parecen haber sufrido más daños que cortes superficiales. Los aliados de Zorn que aún seguían vivos habían huido, pero algunos curiosos ya se estaban comenzando a asomar para contemplar la escena. Entre ellos el dueño de la taberna y la camarera, que veían horrorizados el estado en el que había quedado su local.
Vuelvo a entrar en la taberna y digo a la camarera. - Ten esta bolsa, a cambio quiero que entregues el siguiente mensaje a los hombres de Zorn que vuelvan para ver qué ha pasado. -
"Soy Araña, he venido para ofrecer al Martillo de Sangre una alianza. Si el siguiente líder esta dispuesto a escuchar lo que tengo que decir estaré en La Mesete Verde mañana cuando el Sol esté más alto en el cielo. "
Envuelvo mi lanza con un trapo y con cuidado la cojo junto con el martillo de Zorn. Cuando salgo se la entrego a mis compañeros y les digo que nos dispersemos y nos agrupemos en la taberna intentando no ser vistos.