Partida Rol por web

Hannah asiente, pero parecía tener alguna otra cosa en mente mientras que lo hacía. 

- Estoy pensando... Que quizás no nos quede otro remedio que ceder más información de la que nos gustaría antes de llegar a un acuerdo. Conozco a la gente cómo Will... Perros falderos que sólo repiten lo que su amo les pide. Si Zack es tal y cómo he escuchado que es, no cederá fácilmente hasta que no le demos lo que quiere. - Suspira. - No se que autoridad tengo para decir esto pero... Creo que deberíamos contemplar la posibilidad de contarle lo de la Nueva Emphart. Ya no sólo por la alianza... - Niega con la cabeza y mira a Gustav con determinación. - Si no por el poder que tiene. Con o sin el Jarad, ya posee los medios para proteger al pueblo. Eso sí, será mejor que nos reservemos esta baza para cuando no tengamos otro remedio. - Ahora parece un poco preocupada. - No descarto la posibilidad de que quieran jugárnosla una vez sepan esto.   

- Zack ahora mismo está en la cima de su pequeño mundo. El hecho de estar en el castillo de Hollster no se lo tiene que acabar de creer. Pero recordemos que está entre dos ejercitos. Hemos visto las fuerzas que hay en Vado Verde. Tenemos que hacer ver a Zack que la espada de damocles está cerca. Necesita toda la ayuda que le puedan dar y yo traigo un muy buen trato. . -

El problema del Jarad por otro lado. Es el mismo que cuando hablasteis conmigo. Tuve que jugarme mi vida y la de mis hombres por tu palabra.  Podrias haber sido un agente con el objetivo de matarme después de robarme los secretos y no tendría forma de protegerme de ello. - 

Suspiro. - Antes que contarle el secreto a Zack, prefiero hacer una alianza haciendo de vinculo entre todas las partes. Organizaré los envios de los Gnanerit y los Zwerk y pediré los recursos que necesite el Jarad a cambio de mi alianza. Aunque esto estoy seguro que lo van a usar en mi contra los de Jarad, con su forma de actuar dificilmente van a conseguir aliarse con Zack. Pero es demasiado dificil convencer a Zack de que confie. Hay que demostrarle claramente lo que ofrece el Jarad, que es información y mediación con la nueva Emphart. Pero aquí no tenemos forma de demostrarle la magnitud de la situación. - 

Hannah medita durante al menos un minuto. 

- Si observara la situación desde el punto de vista de un miembro del Jarad, debería negarme a que buscaras actuar como mediador de Zack y la organización. Pero, sin embargo... - Mira a Gustav, dedicándole una mirada pícara. - Como amiga tengo que reconocer que es de las mejores opciones a las que puedes optar. Para el Jarad, la relaciones con los Zwerk y los Gnagerit ya dependen mucho de tu colaboración. Y poseer esos vínculos te da poder dentro de la organización. Si sumamos a dichos vínculos el Escudo de la Justicía... Creo que podrían considerar que tienes la suficiente relevancia cómo para que tus ideas comiencen a ser escuchadas. 

Miro a Hannah y concluyo. - Pues procederemos con el plan. Además si soy su vinculo con las alianzas, se lo pensarán dos veces antes de ordenar matarme. - Doy el tema por zanjado pero se nota que estoy pensando los detalles de la conversación con Zack.

Aprovecho el silencio para hablar de nimiedades mientras saco una esfera marron y la abro para desmontarla, Les explico a Smith y a Hannah que alguna vez estuve estacionado en el castillo de Hollster pero solo de paso. Les hablo de tabernas que hace años que no visito y de personajes que famosos entre los soldados. Simplemente charlar, intentando relajar la situación antes de la reunión. 

Después de un rato, cuando he acabado de desmontar la esfera digo. - Esperad aquí, quiero ver que aún recuerdo algo de este castillo. - sonrio y desaparezco por un corredor. Aprovecho los pocos guardias para ir a mi objetivo. 

Vuelvo después de no mucho rato con las manos ocultas en la espalda. - Los Hollster tenían un arquitecto que estaba obsesionado con la naturaleza. Por eso construyeron su castillo como si estuvieran protegiendo un arbol milenario. Pero otra cosa que les costó mucho fue el jardin del castillo.- Me acerco a Smith y a Hannah y muestro lo que llevo en la mano izquierda. 

Un gorrión está quieto en mi mano moviendo la cabeza sin saber qué está pasando pero sin parecer asustado. Lo suelto delante de Smith y simplemente se posa encima de él, con la misma calma con la que estaba en mi mano. 

Me giro y Hannah y le exteniendo la mano con el puño cerrado. Acerco la mano a Hannah y hago un movimiento en el puño, empiezo a abrir el puño y una rosa empieza a brotar de mi mano. Cuando llega cerca de la cara de Hannah, florece con unos petalos de un rojo intenso. 

Se la entrego y concluyo. -  Quiero agradecerte una cosa, cuanto te veo. mi mente puede escapar un momento de la guerra y los fantasmas que me persiguen. Lo que me han dado los gnanerit, no solo es una arma. Al igual que me existencia, aun  puedo disfrutar de la belleza del mundo. - Me acerco a oler la rosa que sostiene Hannah y digo en voz baja para que no Smith no me escuche. - Nunca olvidemos esto, por favor.

Tan rojos cómo los pétalos de la rosa se vuelven las mejillas de Hannah, que se muestra sorprendida unos segundos pero después sonríe con dulzura. Abre la boca para responder, pero se detiene cuando las puertas de la sala de ausencia se abren. Instintivamente, Hannah esconde la rosa en su espalda y se levanta.

Un ceñudo Will se asoma por la rendija de la puerta entre-abierta, buscándolos con la mirada. Cuando los encuentra, les indica que se acerquen con un gesto de cabeza. Una vez que están frente a la puerta, Will mira extrañado durante unos segundos a Hannah, que seguía algo sonrojada y había apartado la mirada hacía un lado. Después se dirige a Gustav. 

- Zack está ya dispuesto a recibiros. - Tras dicha palabras, abre un poco más la puerta y vuelve a meterse en el interior de la sala. 

La Sala de audiencias del Castillo Hollster era sin duda digna de admiración. Tras un pequeño rellano, unas escaleras bajaban hacía abajo y las paredes de la zona baja estaban recubiertas aquí y allá por las centenarias raíces del árbol del exterior. A los lados de la sala había estrados para que el público se sentara, vacíos en ese momento. Y al final, había un trono de madera, junto al que había otra silla, ligeramente hacía atrás.

En el trono estaba Zack, vestido con ropa más elegante que la última vez que Gustav lo había visto. A pesar de ello, su peinado seguía siendo un enjambre de pelos alocados y su postura no era la más digna de todos, por lo que único que tenía de Lord era el traje. Parecía mirar a Gustav con diversión. 

En el otro asiento había una mujer de pelo rojizo y postura digna. La misma no les había quitado el ojo de encima desde que habían entrado en la sala, sobretodo a Gustav, al que le estaba dedicando una mirada gélida de desconfianza. 

Will, por su lado, caminaba en línea recta hacía al trono, para finalmente colocarse al lado de Zack, firma y mostrando toda la dignidad de la que era capaz.

Pese a la evidente ausencia de peligros en la sala, Hannah se pone en tensión y Smith miraba hacía los lados algo asustado. Sin duda aquella escena era cuanto menos sospechosa. 

- Hace tiempo que no nos vemos, Araña, pero parece que no has cambiado nada. - Dice Zack, rompiendo el silencio. - Pensé que ya no necesitarías los vendajes, ¿O es que acaso tienes miedo de que el mundo vea quien eres realmente? - Se ríe levemente y rápidamente añade. - Perdona mis modales. - Señala a la mujer sentada a su lado con la mano. - Está bella dama sentada a mi lado es Lady Henrietta Hollster. Mi prometida.

Le coge la mano a Henrietta con dulzura y se la besa. Ella se sonroja levemente y sonríe mirando a Zack, pero cuando devuelve su mirada a Gustav, la misma vuelve a ser gélida. Le saluda con una rápida cabezada, sólo a él, cómo si ignorara por completo a Hannah y Smith. 

Hago una pequeña reverencia hacía la lady Henrrieta. .

- ¿Quieres ver mi rostro? - Me saco con una mano la venda de mi cara, que cae al suelo. Se pueden ver mi piel quebradiza, mis ojos tienen una presencia prominente en mi cara, por úlitmo. Al hablar se pueden notar los musculos de mi cara y mis dientes, casi amenazadores. Con una voz más profunda continuo. - Este es el menor de los misterios que vengo a revelarte. - 

Mientras hablo doy grandes pasos hacía el trono. 

- Voy a andarme sin rodeos. He vuelto de mi viaje a las tierras de los Zwerk con aliados. Los Zwerk y mis hombres están últimando los detalles de una alianza para ayudarnos en nuestra guerra. A cambio he creado una unión que ayudará a los Zwerk a salir de la depresión que se encuentra su nación. Por otro lado, para cerrar la alianza me alié con la organización que representa mi compañera. - Digo mientras hago una ademán hacía Hannah. - Sus secretos son muchos y sus informantes tienen ojos y oidos en todas las naciones. - Hago un movimiento de ojos, para remarcar que pueden estar en cualquier parte. 

Me paro al lado de unas de las grandes plantas decorativas de la sala. - Cuando salí de Helltia, te demostré que tenia una relación con lo sobrenatural. Mis victorias y alianzas estoy seguro que demuestran que mi determinación va más allá de lo natural. He demostrado que mi promesa de ayudar a Helltia, es seria. Mi oferta es una alianza entre nosotros dos. Una alianza de la que los dos tenemos muchos que ganar. - Acerco la mano cerrada a la planta y digo. - Dejame demostrar mi relación con lo sobrenatural. Sin trucos, sin espejos. - Abro la mano y espolvoreo la planta con los polvos gnanerit.  Mientras la planta empieza a crecer, rodeandome añado mirando fijamente a Zack. - Usado como arma, pueda hacer que llueva muerte del cielo, como llovió en Goldzwall. Cuando llegue la paz. Revolucionaremos las vidas de los habitantes de Helltia, no solo con la libertad que se merecen además con invenciones que salvaran aquellos menos afortunados. - 

Me alejo un poco de la planta y prosigo. - Estoy seguro que tienes un plan para salvar el castillo y tu hermosa prometida de los dos ejercitos al norte y al sur de Gortress. Pero lo que traigo es una ventaja que no puedes ignorar. Los muros de la fortaleza real pueden caer en una noche, un ejercito puede quedar paralizado y dispersarse cuando vean llover del cielo flores que al tocar el suelo engullen a soldados y los funden en acido. - Miro a Will, esperando que recuerde como acabó el líder del Martillo de Sangre. 

- A cambio solo pido, colaboración y recursos para liberar el resto de Helltia y protegerla contra los enemigos dentro y fuera de nuestras fronteras. - 

Zack escucha sin mucho interés a Gustav hasta el punto en el que la planta comienza a crecer a su alrededor. Gustav puede captar una pizca de interés en los ojos de Zack, que se apaga poco a poco cuando llega a la parte dónde explica las condiciones por las que entregaría dicho poder. 

- Si, sin duda no has cambiado. Sigues pareciendo un predicador. - Comienza diciendo Zack sin mucho interés. Entonces frunce el ceño. - Creo recordar que tú y yo ya teníamos una alianza. La misma se iba a mantener en píe siempre que me dieras las armas con las que el pueblo lucharía... Y he tenido la suficiente paciencia de seguir esperándolas a pesar de todo lo que me contó Will que ocurrió en Goldort. Sin embargo, el panorama ha cambiado bastante en tu ausencia... - Sonríe. - ¿No te has esterado aún, Araña? Helltia se va a destruir a si misma, nosotros sólo tenemos que esperar y proteger al pueblo. - Se encoge de hombros. - Que el pueblo se levante ya no es tan necesario, aunque nunca está de más tener un plan B. - Se levanta. - Al punto al que quiero llegar con todo esto, es que estoy dispuesto a mantener este arreglo que tenemos... Pero... - Levanta un dedo. - Si esta alianza ya existía, tal y cómo he comentado, ¿Que gano añadiendo a tus nuevos amigos a la misma? Me prometieron secretos, pero siguen insistiendo en mantenerlos apartados... Al igual que te pedí una demostración en lo referente a los Gnagerit también requiero una por su parte.  

- Helltia se va a destruir a sí misma. Pero Kihn sigue existiendo. Si queremos salvar Helltia, tenemos que conservar las fuerzas en la medida de lo posible o seremos engullidos por lo que quede de los ejercitos que ahora se mueven por Helltia y si esto no nos destruye del todo, Kihn lo tendrá extremadamente fácil para tomar nuestra nación. Nuestro objetivo tiene que ir mucho más allá de Helltia, mi viaje a las tierras de los Bartzwell me ha abierto los ojos. - 

- Conozco a los generales y a los comandantes. Cuando sus lideres mueran y vuelvan a casa, tomarán los castillos de Helltia por las armas. Sin una unión las venganzas y las ambiciones de nuestros comandantes saldrán a la luz. - 

Desfundo la Katana y digo. - En cuanto a mis amigos. No pido su alianza con ellos. Mantengamos nuestra alianza, yo lidiaré con ellos y sus peticiones pero necesitaré tu ayuda a veces. De mi saldrán las peticiones y las informacioens estrategicas que nos ayudarán en esta guerra. ¿Quieres secretos? Como le dije a Will, este mundo tiene muchos más secretos de los que uno puede imaginar. - Con la Katana "apuñalo " la gran planta que hice crecer. Con la mano la toco mientras se marchita y muere en cuestión de segundos. - El efecto en los humanos es parecido. - 

Henrietta mira con una mezcla de temor y curiosidad cómo la planta se marchita, mientras que Will lo hace sólo con desconfianza. 

- Sinceramente... No descartaba la posibilidad de colaborar con la Iglesia. No era la mejor de las opciones, pero sin duda las cosas cambiarían para mejor de lo que están. - Dice Zack con tranquilidad, mientras que se acerca a Gustav sin perder de vista la katana. - Sin embargo, ahora tengo que reconocer que tus palabras, o más bien tus actos, se han ganado mi interés. - Parado a varios de metros, Zack miraba la espada de Gustav con deseo. Al fin vuelve a mirarlo a él. - ¿Dónde has sacado un arma así? ¿Fueron tus amigos los que te la facilitaron? 

Enfundo la espada y la vuelvo a guardar. - Esta espada la tomé después de una batalla contra la soldados de la iglesia. Mis amigos me pasaron la información de dichos soldados. En esa batalla descubrí detalles muy interesantes sobre las fuerzas de Kihn. - 

- Esta espada después de estudiarla la fundiré para hacer balas. No te preocupes que te entregaré un arma que podrá provocar la muerte de cualquier ser vivo a cientos de metros de distancia. - Me acerco a Zack. - Tenemos muchos detalles de los que hablar pero creo que no hay duda alguna que sellar la alianza que propusimos en es la mejor opción. - 

Extendio la mano y concluyo. - Nos conocemos, mi lugar es la guerra. La batalla, estar en el frente luchando por mis hombres y por Helltia. Este castillo me desmuestra que tu lugar esta en convencer a las personas y llevar a la nobleza para que cumpla tus objetivos. La guerra que se avecina es mucho más grande de los que ahora puedes ver, me necesitas tanto como yo te necesito.

Aunque Zack parecía algo molestó cuando Gustav volvió a enfundar la espada, está vez parecía estar valorando sus palabras con seriedad. Pasa al menos un minuto antes de que por fin de su veredicto. 

- O tu locura ha llegado a extremos insospechados o de verdad estás seguro de que todo este asuntillo de la guerra incontrolable que se avecina va en serio... - Se encoge de hombros. - Y quiero pensar que no estás loco, pues si un loco cómo tú ha podido sobrevivir por tanto tiempo en este mundo sin duda estamos perdidos. - Suspira y sonríe. - Está bien, Araña, tú ganas. Aceptaré que actúes cómo mediador de esta gente. - Mira de reojo a Hannah. - Sin embargo, no esperes que vaya a aceptar órdenes sin rechistar. Esto es una alianza, no un acuerdo de sumisión. Si quieren que haga algo tendrán que explicarme el porqué con todos los detalles y por supuesto, me negaré si lo veo oportuno. 

- Excelente, entonces ahora solo hablar de detalles. - Echo un vistazo alrededor mio. Viendo la disposición de la sala, había demasiado espacio entre los asistentes al encuentro. - Ahora que tienes un castillo, estoy seguro que sabes de mejores lugares para hablar que esta onmiosa sala. El primer detalle que me intriga y estoy seguro que me podrás contar orgulloso, es lo que ha pasado en mi ausencia. - Dedico una mirada a la mujer que estaba sentada al lado de Zack. - Por otro lado tenemos que hablar de la estrategia frente a los dos ejércitos que están separados por las tierras de Hollster. El ejército en Vado Verde y el que quiere tomar la fortaleza real. Sobre este detalle, hay una pieza de información que creo que hay que considerar pero me gustaria confirmarla antes con mis hombres en la base. ¿Cual es la forma mas rapida que tienes de enviar y recibir un mensaje desde el bosque de Alterlith?

Tras la propuesta de Gustav de cambiar de lugar, Zack asiente. 

- Will, haz que nos preparen la sala de reuniones. - Dice autoritario, sin perder de vista a Gustav. Will asiente decidido y se marcha corriendo. Ante el primer comentario de Gustav, Zack se encoge de hombros. - Responderé a las preguntas que me hagas, siempre que lo encuentre necesario. Pero en cuanto al ejército de los Escorpión, no te deberías de preocupar por ellos. - Sonríe. - Sólo hombres de confianza saben que ahora soy yo el que controlo el castillo, a ojos de los demás, Henrietta es la Castellana hasta que vuelva Lord Hollster. Lo que sabe el pueblo es sólo un rumor que he estado extendiendo. Que en Gortress estarán a salvo de la guerra que se avecina... Saben que tiene relación con el Escudo de la Justicia, pero no conocen los detalles. - Cuando Gustav termina con su pregunta, Zack levanta una ceja escéptico. - ¿Un mensaje? Supongo que la forma más rápida sería mandar un cuervo hacía Gloryhill, para que desde ahí mandaran un jinete hacía tu escondite. ¿Pero que es lo que quieres enviar?

 - Quiero confiar en ti, te voy a dar toda la información que pueda. Puesto que al fin y al cabo aunque tuvieramos una armada de un millon en fuerza sin información estariamos perdidos. - Sonrio para rebajar la tensión y concluyo. - Intenta confiar en mi, aunque estoy seguro que Will te habrá contado detalles horribles de mi persona. - 

En voz mas baja y mirando fijamente a Zack respondo a su pregunta. - En mi paso por Vado Verde me informaron de lo que puede ser la razón por la cual los golems estan actuando en consonancia con las ambiciones de la casa Escorpión. - No continuo directamente porque quiero ver la reacción de Zack, por si sabia algo.

Zack levanta ambas cejas, sorprendido y interesado. 

- He oído varios rumores y teorías al respecto. - Dice sonriente. - ¿Que sabes tú respecto a ello?

- Aproveché mi paso por Vado Verde para reencontrarme con el comandante Moretti, antes de que nos interrumpieran unos hombres de la casa Escorpión que llevaban siguiendo a Moretti por estar demasiado cerca de la verdad. Moretti me habló de una misión especial, cuando quemaron el bosque cerca de Gloryhill. Una misión en la cual los hombres de la casa Escorpión robaron un artefacto con relación a los Golems. Dicho artefacto que no pudo explicarme qué era es la razón por la cual los Golems están causando estragos exactamente donde Erik Escorpión necesita. - 

Sonrio y añado. - Aún no he podido confirmarlo pero quiero enviar una carta a mi base para que mis contactos Gnanerit me confirmen la involucración de los golems y la naturaleza del artefacto. -  Concluyo con una aclaración. - Las armas que traigo son gracias a los Gnanerit, ardí junto con el bosque sagrado y de las cenizas ellos encontraron un aliado y yo una oportunidad de cambiar el mundo. 

Aprovecho la ocasión preguntar con perspicacia. - ¿Qué pasará cuando vuelva Lord Hollster? - 

PARTE 1: Después de explicarle lo de los Golems

Zack parecía muy interesado respecto a las palabras de Gustav. 

- No se que tanta veracidad tendrá tu contacto, pero sin duda esto explicaría muchas cosas... Y desde luego necesitaré que me des todos los detalles posibles sobre ese artefacto en cuanto los conozcas. Más aún si está en poder de la Marioneta. - Sonríe. - Quizás podamos conseguir mucho más de lo esperado en esta guerra. - Deja sus palabras en el aire, cómo si en su pensamiento ya se estuvieran formando cientos de ideas. 

PARTE 2: Después de la última pregunta

En cuanto Gustav menciona a Lord Hollster, puede captar un cambio en la expresión de Henrietta. Parecía ligeramente alterada y en su mirada se captaba que su injustificado odio hacía Gustav crecía por segundos.

- David Hollster no volverá a pisar este castillo. - Dice Zack, con tranquilidad pero tajante, cosa que parece relajar un poco la expresión de Henrietta. - Ignoro cuál será el resultado de esta guerra después de lo que me has contado, pero ya tengo en mente más de un accidente esperando por suceder. 

[Cerrando el tema de Hollster]

- Bien. - Sonrio y miro un momento a Henrietta, para que vea que me doy cuenta de su expresión. - Tenemos que planear nuestros siguientes movimientos. Recuperar el artefacto creo que va a ser una de las prioridades. Tengo otro punto que hablar, pero antes ¿Cual es el siguiente movimiento del escudo de la Justicia? 

Al darse cuenta de que Gustav al miraba, Henrietta aparta la vista indignada. 

Parecía que Zack iba a responder a la pregunta de Gustav cuando de pronto Will vuelve a entrar en la sala.

- La sala de reuniones está lista, Zack. 

- Perfecto. - Dice Zack, sonriente, ignorando la pregunta de Gustav por el momento. - Has que traigan unos aperitivos, tanta charla me esta dando hambre, y parece que igualmente esto va para largo. - Will iba a hacer el gesto de marcharse, pero de pronto Zack le interrumpe. - Ah, y que traigan también papel y tinta, la Araña tiene un importante mensaje que escribir, si no me equivoco. 

Will asiente obediente y abandona la sala, Zack se acerca Henrietta para que la misma le coja del brazo y con un gesto de cabeza le indica a Gustav y los demás que lo sigan. Una vez que Zack se ha dado la vuelta, Gustav le sigue y a su lado se coloca Hannah. Le susurra con discreción, sin mirarle: 

- Sigo sin fiarme demasiado de todo esto... Pero creo que va mejor de lo que esperaba. Le has dado a Zack la información suficiente para que te considere de utilidad, aunque te has arriesgado demasiado al sacar de nuevo la espada... - Suspira. - En fin, al menos tenemos ya algo parecido a una alianza. Buen trabajo.  

Smith se pone al otro lado, y da la impresión de que felicita a Gustav con un gesto de cabeza. 

La sala de reuniones no estaba especialmente lejos de la sala de audiencias. Era un cuarto sencillo, recubierto de mapas y varias estanterías con libros sobre historia o geografía. En el centro había una mesa rectangular, que presentaba el dibujo de un gran arbol, cuyas patas estaban ornamentadas por detalles que recordaban a las raíces de un árbol. Zack se coloca a la cabeza de la mesa, con Henrietta a su lado. Gustav ocupa otro de los sitios disponibles, a una distancia prudencial de Zack, y Hannah y Smith ocupan los sitios a su derecha. 

- ¿Dónde lo habíamos dejado? - Dice Zack, sin mucho interés. - Ah sí, nuestro próximo movimiento. Creía que había quedado claro ya. - Se encoge de hombros y sonríe. - Nos vamos a la guerra. 

- Exactamente era eso de lo que queria hablar. Hay muchos detalles que estoy intrigando por cual va a ser la respuesta. Afrontar esta guerra, organiza y dar efectividad a unas fuerzas que hagan temer a las naciones en el continente. - Le dedico una mirada a Zack, esperando picarle para que me cuente la planificación. - El infierno esta en los detalles, amigo mio. -