Partida Rol por web

Obsesión Carmesí

Acto II, Escena I: Una Exquisita Recepción

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21/06/2009, 06:12
Director

Museo de Arte de Filadelfia


 

Notas de juego

Por favor, mantengan sus respuestas en privado hasta que indique yo lo contrario.

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21/06/2009, 06:33
Director

Mayo 12 de 1995, Entrada del Museo de Arte de Filadelfia, 9:17 pm

La noche estaba teñida de un tinte negruzco y cálido, envolviendo todo el lugar, Erik estaba aún esperando a verte subir por la enorme escalera, el sitio estaba tranquilo, sin invitados entrando atareadamente, y solo varios elementos del cuerpo de seguridad rondando el sitio, como parte de la logística del evento que se está llevando a cabo en las instalaciones del lugar, un viento suave sopló, como un pequeño silbido cargado de susurros, con el eco del tráfico nocturno de la ciudad del Amor Fraterno.

El museo era una estructura con un estilo clásico, con reminiscencias claras del Helenismo Europeo, todo un edificio que despertaba el orgullo de los residentes en la ciudad, no solo de los estirados Toreador y sus rostros de superioridad al mencionar el sitio como uno de sus grandes logros, sino de los mismos mortales, con una dosis de patriotismo americano entre sus venas, un sabor que al parecer solo degustaba el Príncipe y sus más cercano seguidores, y que se desvanecía entre los conflictos de la eterna oscuridad de los residentes cainitas que poblaban Filadelfia.

Los hombres de seguridad te observaron, sin considerarte un riesgo, solo una invitada con una agenda apretada quizás, y la soledad de la entrada tenía sentido, sabiendo que la recepción había dado inicio a las 4:00 pm, cuando el sol se alzaba en el cielo, el único consuelo es que, como información privilegiada, conocías la naturaleza de la anfitriona, Amanda Kingsley, y por las mismas razones que tu, llegaría bajo la cobertura de la oscuridad. No llegarías tarde, y quizás, hasta cabía la posibilidad de una entrada triunfal.

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21/06/2009, 18:06
Lauren Rienne

Ordenó sus pensamientos, borrando por completo lo sucedido con el mortal del que se había alimentado, generalmente apenas tardaba un segundo o dos en succionar la esencia suficiente para no matar a ningún humano, pero había pasado varias noches sin alimentarse y la urgencia e importancia de esta noche, sumado al irritable amigo del joven; Habían agotado su paciencia y, no fué capaz de controlarse. Se encontró ya frente a la puerta del museo aún pensando en ese acontecimiento y lanzó un bufido mientras negaba con la cabeza - Malditos humanos. - susurró para sí misma mientras llegaba al marco de laentrada convirtiendo su turbado rostro en uno agradable, con una enorme y bella sonrisa; Como por arte de magia.
No podía permitirse fallar en este evento, las relaciones de los Toreador y Ventrue eran, como poco tensas; Y desde luego, no sería ella la que incrementase esa tensión.
Permitió que su atractivo sobrenatural fluyese por todo su ser e intentó recuperar la paciencia perdida, pues la noche acababa de empezar.

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22/06/2009, 01:33
Director

La puerta era enorme, de vidrio en un motivo cuadriculado. Allí en la puerta había un guardia de seguridad y dos sujetos vestidos de negro, los tres estaban sentados conversando animadamente, y distraídos del evento, a simple vista en la recepción del museo se veía desierto, lo que significaba que era cierta ala la especializada. Solo se visualizaban dos muchachas que tambien conversaban al interior, uniformadas con una falda hasta las rodillas y una chaqueta blanca. Apenas apareciste para entrar, los tres hombres reaccionaron, se adelantó el primero, era un rubio con lentes oscuros pequeños, de rasgos bastante suaves, con el rostro impecable de no ser por las esporádicas marcas de un acné juvenil superado.

-Buenas noches señorita, ¿tiene invitación ó es asistente particular?- dijo con una sonrisa, parecía hablar con cierta reverancia ante tu persona, de seguro estaba impresionado y parecías una persona muy importante. Sacó una pequeña tablilla con varias hojas, donde suponías estaban anotados todos los invitados de la fiesta. Tenías que pensar muy bien tu respuesta y recordar cual era tu posición allí justamente. Un par notas musicales llegaron, lo bastante agudas y difusas como para que quizás solo tu lo pudieses notar. El otro sujeto se paró frente a un detector de metales, y el guardia te observaba, más que con respeto, con cierta lascivia, era gordo y bajo, tendría unos cuarenta años.

Notas de juego

Te adelantaste demasiado, la entrada NO es tan sencilla (y más teniendo en cuenta que como estabas abajo, no podías ver lo que había arriba).

Si llevas algún arma tendrás que dejarla en recepción, eso es lo que deduces viendo los controles de seguridad...no creeras que sería tan facil entrar? xD

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22/06/2009, 03:23
Lauren Rienne

Vengo en nombre de Lawrence Cramer. - sonrió - Asi que, supongo soy una asistente personal. - continuó explicando - Tengo que reunirme aquí con Madame Kingsley; - explicó fingiendo cierto entusiasmo, como si para ella eso fuese emocionante - ¿Ha llegado ya? - suspiró falsamente de nuevo mirando hacia la puerta.

Notas de juego

No lleva armas ni nada por el estilo. :)
He retocado el post anterior, adecuandolo a lo que sucede.

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22/06/2009, 03:37
Director

El hombre revisó la plantilla y luego te miró. -Lo siento mucho, Lawrence Cramer no está registrado como invitado- dijo mirándote con extrañeza, y haciendo una segunda revisión, sus pensamientos eran claros, una dama tan elegante, no podía mentir... pero todo era posible, los otros dos guardias, a unos pasos y como esperando que entraras para requisarte, empezaron a mostrar algunos síntomas de curiosidad... y solo más obstáculos a lo que debería ser una entrada sencilla.

-Deme su nombre señorita, quizás si está registrada- dijo con una sonrisa afable el guardia, a pesar de la ausencia del registro de una invitación a tu Sire. Luego añadió con algo más de neutralidad -Si es asistente particular, no hay problema, la entrada cuesta 45 dólares- y sonrió. Luego pensó un momento. -La señora Kingsley? no hace más de media hora que llegó al evento, pero si, está ya adentro.-

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22/06/2009, 04:03
Lauren Rienne

- Dudo que mi nombre esté en el registro. - suspiró haciendo un breve puchero - El señor Cramer tuvo un imprevisto de última hora. - explicó encogiendose de hombros mientras deslizaba su mano bajo la falda del vestido - No hay problema, - sonrió con amabilidad extrayendo el clip billetero que guardaba sujeto a una de sus medias - aquí tiene... - asintió entregando un billete de 50$ al hombre - Quedese con el cambio. - terminó haciendo ademan de continuar andando hasta los otros guardias.
Extendió los brazos formando una cruz, sujetaba el clip en la mano derecha, sonrió a los hombres con inocencía mientras, uno de ellos recorría su cuerpo con el dispositivo detector.

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23/06/2009, 00:55
Director

El hombre se encogió de hombros y tomó el billete con un gesto de interrogación en su rostro, no solo por el como habías sacado el dinero, sino por el desenlace, al final, no aparecía tu sire, y eso reforzaba una pregunta más... el porqué no estaba como uno de los invitados... al avanzar, el hombre intervino después de observar tu buena disposición. -Aún así necesito su nombre señorita, para registrarla como invitada- dijo dejando el billete bajo las hojas y sacando una pluma de su bolsillo para anotarlo.

El guardia gordo sacó una paleta detectora y empezó a moverlo por tu cuerpo con cierta lentitud, sin una reacción positiva, el otro hombre, esperaba a que pasaras por el detector, y las dos muchachas que habías visto conversando animadamente, se separaron, una se quedó en su sitio y la otra se acercó a ti, con un folleto en su mano. Tenía el cabello corto, y rubio, vestida de color gris. Una plaquita en dorado que anunciaba su nombre "Rose". Sería tu guía seguramente.

Al parecer, la importancia del evento ameritaba precauciones y comodidades, después de todo, suponías que si tu estuvieras como anfitriona, lo último que desearías es que algo saliera mal...

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23/06/2009, 04:00
Lauren Rienne

Lauren Rienne. - sentenció delicadamente lanzando una leve mirada al primer hombre, continuando su camino hacía el detector.
Lo atravesó tras dejar el clip con los billetes sobre la mesita auxiliar, tras cruzar sin emitir ningún índice de alarma. Recogió el clip que, devolvió al lugar del que lo extrajo sin dejar de caminar hacía la joven - Rose. - saludó sin dejar de caminar, esperando que la guiase pero sin interrumpir su avance.

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25/06/2009, 00:14
Director

La joven se acerca a ti con una sonrisa educada. -Buenas noches, bienvenida a la recepción señorita Rienne...- dijo pasándote un folleto rojo. Estaba coronado por el título

I Recepción Anual de Arte de Filadelfia

Museo de Arte de Filadelfia

Y abajo, una imagen del edificio monumental, coronado por un cielo azul y claro, uno que nunca más podrías ver en tu condición de ser inmortal... Adentro, estaban comentarios sobre el objetivo de aquel evento, la organizadora, lo organizado para la noche, el conjunto clásico que tocaría para la ambientación, y la subasta que culminaría con la revelación de una obra nunca antes conocida por el público de un artista cuyo nombre no se revelaba, al parecer uno de los atractivos de la noche.

-Sígame, la llevaré al salón principal- dijo caminando, pero algo te detuvo, el joven de la entrada te llamó por tu nombre, tenía el billete de 50 dólares que le habías dado, en tu mano. -Señorita Rienne un momento- y te alcanzó -Ha habido un error, usted si está registrada en la lista de invitados, no necesita pagar su entrada- y sonrió afablemente, extendiendo la mano con el billete de 50 dólares..

Notas de juego

Si deseas más información sobre lo que dice el folleto, me dices

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25/06/2009, 00:28
Lauren Rienne

Asintió sin mostrar ningún asombro por estar en la lista. Quedeselos, - sonrió con amabilidad haciendo un gesto con la mano - por las molestías de hacerle buscar dos veces. - suspiró fingiendo agradecimiento - Bueno, Rose; - continuó echando a andar con ella - ¿Cuando van a mostrar esa nueva obra? - terminó preguntando mientras echaba un ojo por encima al folleto.

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25/06/2009, 06:55
Director

Mayo 12 de 1995, Entrada del Museo de Arte de Filadelfia, 9:55 pm

Tras una travesía difícil en una ciudad que no te era ni lejanamente familiar, lograste llegar finalmente, afortunadamente el museo contaba cerca con un parqueadero abierto al público, después de asegurar tu motocicleta en el puesto indicado, junto a otra que parecía tener un motor potente, pero estás más usada y gastada, y recibir el ticket de parqueo, solo restaba caminar hasta la entrada principal, que no tomó demasiado.

Allí estabas, frente a la larga escalera que llevaba hacia la estructura, por el sitio habían bastante guardias, te observaban fijamente y seguían tus movimientos, tras el largo y tedioso recorrido, se alzo ante tí la estructura bien iluminada, una copia de algún edificio griego a tu impresión, las columnas, el techo, incluso el color camuflado por el foco de las luces, de no ser por la enorme puerta de motivo cuadriculado, de vidrio y que notaba un interior más cómodo, sería una vieja ruina rediseñada. Pero una dificultad se alzó ante tí, tres sujetos y un detector de metales...

El primero un rubio, estaba apoyado contra una pared, vestido de negro, un guardia de seguridad gordo y más bajo que oscilaba con sus manos una paleta detectora de armas, y el tercero, más discreto y moreno te esperaba, adentro, se veía una muchacha algo aburrida en la recepción.

El problema era claro... tendrías difícil entrar tus armas.

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25/06/2009, 07:05
William Danton
Sólo para el director

-Al diablo con esos cabrones- Se repetía mientras avanzaba a paso firme y confiado hacia donde los sujetos se encontraban.

Estaba a metros de la verdad, nada debía detenerlo, aunque el orgullo a veces le traicionaba. Lo cierto era que  no le importaba demasiado si entraba con sus armas o no, aunque no le agradaría mucho dejar su querida Magnum en manos de un desconocido. Todo dependería de los ánimos del momento, pero esa noche nada era más relevante que develar el misterio de su sire desaparecido tan fugazmente hacía unos días atrás...

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25/06/2009, 07:04
Director

La guia, caminó delante de tí, se movía con cierta soltura pero manteniendo tu paso y una etiqueta que se sobreentendía entrenada con bastante antelación. -: Tengo entendido que será al final de la Subasta, que comienza a las 11 de la noche... yo creo que la mostrarán a las 11:30, pero como todo se ha mentenido en un total secreto... creo que no podría ser muy exacta, usted disculpe- dijo mirando hacia adelante, finalmente llegaron a una escalera y ella anunció: -Por aquí-

El sitio era blanco y amplio, el techo bastante alto y las losas del suelo brillaban como si se tratasen de espejos blanquecinos y pulidos, suponías que se sentirían frios, aún en la cálida noche de verano. Las escaleras estaban junto a una pared, con un barandal sólido, que terminaba en un recubrimiento de madera, igual de pulcra que el lugar, por allí de guió Rose, en lugar de seguir a la Sala Principal del primer piso. Allí estaban ahora, junto a una puerta doble de vidrio, una abierta, y que daba el acceso a la Sala Bejamin Franklin. Notaste inmediatamente un pequeño podio casi en el centro del salón, donde un grupo de músicos con una gran variedad de elementos tocaba para ambientar la recepción.

El salón no era perfectamente cuadrado, sino amplio y lleno de rincones y subsalas, así como enormes columnas, al fondo, dos enormes cortinas rojas tapaban la pared más lejana, pero de resto, cuadros y puestos para esculturas, estaban diseminados por todo el sitio, que merecían atención particular cada uno. Igualmente se oía el rumor de los varios invitados, todos elegantes, los hombres en esmoquín, con copas de vino, las mujeres con traje de gala, o algunas menos elegantes, pero con un porte elegante y delicado, y tu estabas justo en medio de la pared más a la derecha de todo el sitio, ese era el momento de la verdad, tendrías que vértelas con ese enorme grupo de mortales, admirar un rato todo y por supuesto, buscar a la anfitriona de aquel evento.

Notas de juego

Espero te guste el ambiente y te lo goces como yo he hecho... :D

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25/06/2009, 07:17
Director

El hombre rubio te cierra el paso, sonrie, pero es la misma sonrisa a la que estás tan acostumbrado y algo fastidiado, que oculta la intimidación que tu provocas... no precisamente por ser horrible, sino por todo el conjunto de tu apariencia y tu aspecto, El viejo hacía mofa a menudo de ello sin darle importancia, pero... los demás siempre tenían sus reacciones. El guardia gordó saltó de su asiento y se puso al lado del detector no sin cierta mueca de descocierto y el otro chico, el moreno se hizo a su lado. La muchacha del interior, uniformada con falda y un gris apagado, se quedó contemplativa.

-Buenas noches señor...- dijo el joven que trataba de ser amable, aunque su voz era cuando menos neutra -...Se está llevando adentro la I Recepción Anual de Arte de Filadelfia- anunció de memoria -... ¿Está usted en la lista de invitados?- preguntó con un tono afable mientras levantaba su pequeña tabla con varios papeles y lo que seguramente serían todos los personajes que estaban adentro.

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25/06/2009, 07:24
William Danton
Sólo para el director

Miró a los hombres con fastidio y esbozando una mueca de desprecio en su rostro. Eran patéticos, ni siquieran podían esconder el terror y el asco que les producía su presencia.

No sabía cuanto tiempo más podría tolerar tanta escoria junta, así que respondió directamente demostrando sus escasas intenciones de dar vueltas en el asunto.

- No, no estoy entre los ilustres invitados. Soy guardaespaldas de un importante hombre de allí adentro, y vengo a cumplir con mi deber. Su nombre es Jeremías Ericksson. Le habrán visto entrar seguramente...

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25/06/2009, 07:37
Director

El hombre borró su sonrisa con la misma rapidez que la había puesto, y asumía un semblante más crítico y apropiado a la circunstancia, con esa dosis de desagrado que hasta tu, podías notar. -Un momento revisaré...- dijo mientras se tomaba unos instantes para recorrer las dos hojas de invitados sin hallar nada. -No, lo siento, Jeremías Erickson no está entre los invitados, o entre los asistentes particulares- agregó con el tono neutral -Bien podría ser que no ha llegado, de cualquier forma la entrada a particulares cuesta 45 dólares, aunque se trate del cuerpo de seguridad de uno de los asistentes- dijo manteniendo su misma actitud.

El guardia gordo tenía una mueca de temor, y susurró algo al oído del chico moreno, que solo asintió y te contempló en silencio. Los otros guardias de los alrededores parecían haber detenido sus rondas, y era como si el lugar estuviera expectante ante tu reacción.

Tan cerca, y allí estabas, varado por nimiedades, pero en esa recepción estaban las respuestas a tus preguntas, a esos enigmas... o eso es lo que pensabas...

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25/06/2009, 07:46
William Danton
Sólo para el director

Al menos tenía la suerte de tener dinero a mano. Así evitaba otras situaciones más asarosas en las cuales no tenía tanta confianza de éxito.

Así que de mala gana sacó el dinero requerido de uno de los bolsillos de su chaqueta y se lo tendió al guardia:

- Aquí tienes, ahora apartate. Estoy apurado.- Dijo mientras amagaba ya a seguir camino.

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25/06/2009, 07:55
Director

El guardia tomó el dinero. Se apartó pero los otros dos, el gordo que si parecía celador del museo, y el moreno te cerraron el paso. Oíste la voz del rubio. -Necesitamos su nombre señor para el registro, y los controles de seguridad- anunció, el gordo, enendió la paleta y empezó a pasarla sobre ti, el moreno te observaba, con cierta lejanía y como si temiera que fueras a hacer algo... algo violento o estúpido.

Los segundos pasaron lentamente hasta que la paleta pitó a la altura de tu chaqueta donde estaban tus armas, finalmente y armado de valor (o eso podías suponer), el tipejo habló. -¿Tiene algo metálico... si tiene armas, como sabrá, su ingreso está prohibido al museo y tendrá que dejarlas al cuidado del personal de seguridad- tragó saliva con tanta fuerza, que seguramente hasta la chica en uniforme lo debió haber oído.

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25/06/2009, 08:02
William Danton
Sólo para el director

-Malditos hijos de perra- Dijo para sus adentros. Pero sabía que no era el momento de las armas. Por sobre todo estaba su misión. y sería una gran estupidez echar todo a perder por orgullo. Estaba ante algo realmente importante, sino lo más importante de su no-vida.

- ¿Metálico? Sí, tenganme mis amigas...- Dijo burlonamente mientras sacaba tranquilamente sus armas y las ponía a disposición de esos inútiles guardias.

- Pero más vale que al volver las encuentre intactas porque sino me encargaré personalmente de que ninguno de ustedes vuelva a caminar en su vida. ¿Entendido?- Concluyó con seriedad y enfrentado su vista con la de los demás sujetos.