Partida Rol por web

Obsesión

4. Buscando pistas

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01/09/2011, 14:51
Director

13 de abril de 989

Al día siguiente Jules se despertó a primera hora de la mañana. Incluso los más madrugadores pudieron encontrarlo ya desayunado y preparado, ultimando unos detalles en su despacho para los quehaceres del día. Una vez le transmitieron lo que habían descubierto el día anterior, el joven pareció algo preocupado. Les dio permiso para investigar sobre ello si querían, pero no deseaba que se metiesen en problemas, menos aún su prima. Por su parte, él tenía muchísimo trabajo esa mañana y esa tarde, y no aparecería hasta la hora de la cena, a la que había invitado a un antiguo amigo de la familia que debían conocer.

Tan pronto esto estuvo solucionado, Jules se marchó. Por el camino se cruzó con María y Serena, que venían a hacer una visita a Elisabeth y no tardaron en ver también al resto.

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01/09/2011, 14:55
María Aribeth

-¡Menuda prisa tenía Jules! -exclamó la cantante con una risa hueca-. Espero que Elisabeth no tenga la misma. Hola, amigos. Hola, Damien.

La pelirroja centró su mirada sobre el joven noble especialmente, tras lo cual miró a Junette.

-Parecéis vestidos para salir... ¿ya os vais?

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01/09/2011, 15:01
Damien Goldman

Damien saludó con una sonrisa y un gesto de mano, echandole una mirada de arriba a abajo a la cantante. ¡No lo podía evitar!

- Vamos a dar una vuelta, pero volveremos en un rato. ¿Qué tal ha ido todo tras la gran función, querida? - preguntó a Maria, echando un vistazo a Serena de reojo. - ¿Estás ya más descansada? -

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03/09/2011, 18:20
Aleph

Aleph miró a María

Buenos días. Felicidades por la función de ayer. Fue preciosa

No se le ocurrieron más palabras. "Emotiva", quizás habría estado bien. "Soberbia", habría dicho Jules. Aleph solo podía definirla con esa palabra; Pues era, en realidad, como le había parecido. Sin nada más añadir, se giró a la niña

Elisabeth... ¿Puedo hablar contigo ahora después?

Notas de juego

Perdón por la tardanza

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05/09/2011, 15:10
Celeste Índigo

Celeste se quedó mirando a la mujer pelirroja después de que hablara su compañero.

Muy emocionante, excelente. La verdad es que hacía mucho tiempo que no veía una actuación tan grandiosa, no sé si pudiste distinguirnos desde el escenario, pero estábamos a cual más encantados.

Mintió Celeste. Tampoco quería decir que le había aburrido, o que no había estado escuchándola realmente. Esas eran sus costumbres, y sabía que hacer la pelota era también algo normal. Así que siguió bailando al son de la burguesía.

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05/09/2011, 15:50
María Aribeth

-Sois muy amables -respondió ella sonriente. Luego estiró los brazos hacia atrás y soltó un pequeño maullido-. ¿Puedo comer algo? En el hotel no tenían mermelada de uva y se me han quitado las ganas de desayunar, pero ahora me está entrando el hambre...

Y sin esperar confirmación, pasó y le pidió a un criado que le hiciese unas tostadas con mantequilla y mermelada, y que trajese fruta variada. Se sentó en la mesa del comedor a esperar mientras Serena vigilaba al grupo de reojo.

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05/09/2011, 15:53
Elisabeth Mastrall

-Claro que puedes comer, María. ¡Lo que quieras!

Pero viendo que la cantante no la necesitaba, Elisabeth se volvió hacia Aleph y asintió.

-¿Quieres dar un paseo?

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05/09/2011, 16:11
Celeste Índigo

El hilo mágico que unía a ambos empezó a brillar de nuevo, como siempre cuando mantenían una conversación privada, o cuando necesitaban oir la "voz interior del otro".

-¿Qué es lo que le quieres preguntar, pequeño?

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07/09/2011, 01:23
Aleph

Que Aleph sonriera pudo deberse a la respuesta de Elisabeth o a la pregunta de Celeste, si bien su amiga intuyó que probablemente era la segunda opción. El grandullón respondió por el hilo, con voz tranquilizadora

No te preocupes... ¿Recuerdas que hace unos días intentaste probar a Elisabeth para comprobar si tenía el don? ¿Recuerdas que te comenté que, a pesar de no poder hacer magia, si tenía un poder innato aún dormido, que podía servirla para desarrollar su ki hasta altos niveles? Pues bien... Creo que es un buen momento para comentárselo. Saber como usar su energía interior la podría llegar a servir si llega el momento en que se vea obligada a defenderse... Y tal como están las cosas...

Dejó la frase en el aire

Creo que he dado por supuesto que vendrías con nosotros, pero debería haberte preguntado antes... Perdón por el descuido

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07/09/2011, 01:29
Aleph

Aleph asintió, sonriendo ligeramente

Sí. Podemos ir al jardín, si quieres

No comentó nada más, pero deseó que la niña no propusiese ir a la calle. Quería algo de intimidad para tratar ese tema con ella... Y no, estar rodeados de viandantes no era la mejor opción que se le ocurría para ello

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07/09/2011, 01:31
Aleph

Aleph caminaba junto a la niña, pensando en como abordar el tema de la mejor manera posible, para que no hubiera lugar a dudas. Aún no lo había comentado con Jules (A quién, por otra parte, también tenía ganas de preguntar por las extrañas habilidades de las que hizo gala durante la pelea contra Sandor), así que estaba todo en el aire, pero... No quería que la niña se ilusionara demasiado rápido. Aprender a controlar el ki llevaba tiempo y disciplina, y también una gran capacidad para juzgar qué es correcto y qué no, así como unas buenas dosis de moral y ética. La energía interior era un gran poder al alcance de todos, y no era la primera vez que alguien hacía mal uso de ella. Elisabeth tenía que estar dispuesta a comprender que, si quería conseguir dominar esa energía, primero tendría que aprender cuando usarla, y por qué. No sería algo fácil, desde luego

Y, sin embargo... La idea de que alguien con ese potencial pudiera llegar a desarrollarse como una usuaria del ki, y usase sus poderes para el bien... Era demasiado tentadora. Por no olvidar las grandes ventajas que supondrían esos conocimientos a la hora de protegerse en el futuro... Y, por lo visto, Elisabeth iba a necesitarlo

Tras unos minutos de conversación insulsa, se detuvo unos segundos bajo la sombra de uno de los árboles, y, dejando unos momentos de silencio para recalcar el cambio de tema, se giró hacia la niña, algo más serio

Elisabeth... ¿Recuerdas la conversación que tuviste el otro día con Celeste? Cuando intentaste imitar sus habilidades mágicas, pero no dio demasiado resultado...

Esperó una respuesta afirmativa por parte de la niña, y luego siguió, hablando en tono pausado y tranquilo

Y bien... ¿Qué pensarías si te dijera que hay otro tipo de poderes, aparte de los de Celeste...? Habilidades al alcance de cualquiera, procedentes de la energía que todos tenemos dentro, la que procede de nuestra propia alma... ¿Y si te dijera que, quizás, podrías llegar a dominar esos poderes?

Esperó, paciente, aunque no pudo evitar contener el aliento. Aquella respuesta era importante, más de lo que podría parecer a primera vista

Notas de juego

Pónselo a Celeste si al final viene con nosotros :)

Doy por supuesto que salimos al jardín, y tenemos algo de intimidad (Ningún problema con que se venga el guardaespaldas también, claro está)

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07/09/2011, 09:19
Elisabeth Mastrall

La joven miró al gigante con cierta aprensión. Por mucho aprecio y afecto que le tuviera (y en este breve tiempo era mucho), la propuesta no podía sino confundir y asustar a una chica cristiana como ella. Elisabeth torció el gesto y se llevó una mano a uno de los mechones liberados de su moño para empezar a juguetear con él.

-¿Yo? ¿Pero por qué yo? -suspiró-. Es... ¿es por todo lo que está pasando? Ya he dicho que no me acuerdo de nada. No creo que tenga nada de eso que dices, Aleph, lo siento. No quiero ser... no quiero ser un bicho raro...

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07/09/2011, 09:28
María Aribeth

Los criados acudieron raudos a satisfacer la demanda de María. En dos minutos, la cantante ya tenía frente a sí más de lo que podía comer.

-¡Uff! ¡Mermelada de uva! ¡Gracias a Dios! -exclamó la pelirroja, contenta al fin. Cogió una tostada y le hincó el diente. Lo masticó mientras sonreía.

El rugido de un estómago le hizo volverse. Provenía de Serena. María se echó a reír y tuvo que ser cuidadosa para no atragantarse con su desayuno.

-Serena, tu estómago va a empezar a devorarse a sí mismo si no comer algo. Siéntate, vamos. Come.

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07/09/2011, 09:31
Serena

La guardaespaldas la miró dubitativa y negó con la cabeza. María le sostuvo la mirada, desafiante, y arqueó una ceja. Luego movió una de las sillas cercanas con el pie, sacándola de la mesa e invitando a la zínner. Suspirando, Serena aceptó pese a lo poco profesional que era que una guardaespaldas se sentase a desayunar con su jefa mientras trabajaba.

Serena cogió con cuidado una manzana roja del frutero y la inspeccionó. Dado que estaba sana y tenía una pinta estupenda, procedió a pelarla con su daga. Una daga bonita, cuidada. El unicornio de la empuñadura se bamboleó mientras la piel de la manzana se separaba de la fruta en mondas.

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07/09/2011, 10:27
Damien Goldman

Antes de salir de allí, Damien había aprovechado para pillar una manzana como la que estaba comiendo Serena, que en aquel momento estaba comiéndose a mordiscos con piel y todo. Parecía distraído, pero al escuchar el sonido de la silla giró la cabeza y puso su atención en la mujer. Cuando sacó la daga, apenas le echó el vistazo suficiente como para divisar su empuñadura. Le dió un mordisco a la manzana, otro, y otro... y... y... y... ¿¡¿¡UN UNICORNIO!?!?

- Cof, cof, cof cof. Ugh, casi me ahogo. - dijo el noble, golpeándose el pecho con el puño mientras tosía. - Ay, ay... Riesgos de comer las manzanas con piel. -

Giró la cabeza para mirar a Celeste y a Junette. Puso sus ojos en la peliazul y plin, se le ocurrió algo. - Celeste, casi se me olvida. Tengo en la habitación el libro de derivadas que me habías prestado, pude echarle un vistazo y para qué mentirte, no me enteré de una... Antes de que se me pase por completo, ¿subes conmigo, te lo devuelvo y ya lo guardas con tus cosas? - el noble alzó las cejas, como apremiándola. Venga...

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07/09/2011, 13:17
Celeste Índigo

Creo que cuantas menos personas estemos mirándola, más cómoda se sentirá. Además, creo suponer que te tiene en mejor estima a tí que a mi. Creo que no te acompañaré. Coméntame lo que sea, todo lo que te parezca extraño o símplemente curioso, pero creo que mi presencia allí solo empeorará las cosas.

Celeste quería ir, no quería separarse de su compañero, pero creía que era mejor para la pequeña. Además, puede que símplemente el hecho de tener un pupilo, alguien a quien enseñar todo lo que sabía podía ser beneficioso para Aleph. Era un ciclo... el fue enseñado y antes de morir tendría que trasmitir sus enseñanzas. Celeste no servía para eso, le hubiera gustado pero a su interior le faltaba algo... estaba unido a otro tipo de energía.

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07/09/2011, 13:21
Celeste Índigo

Celeste se sentó a la comida. La verdad es que también tenía el estómago rugiendo, y un poco de comida "especial para divas" no le vendría mal. Tranquilamente empezó a comer algo de fruta mientras pensaba en Aleph. Esperando que todo saliera bien, cuando la guardaespaldas de María sacó un instrumento demasiado... familiar.

Tragándose las ganas de gritar, no como la estúpida reacción de Damien, siguió en sus pensamientos, tratando de pensar la manera de arrinconar a Serena. Y sacarle toda la información. Entonces, Damien requirió la atención de la peliazul, con una excusa algo extraña quien iba a negarlo.

-Damien, te dije que no ibas a comprenderlo. Además, no es solo de derivadas, es un tratado de cálculo infinitesimal que me costó mucho conseguir. Espero que no lo hayas estropeado porque podría... podría... digamos que no te gustaría lo que podría hacerte... vamos, quiero recuperarlo cuanto antes.

Veamos qué se le ha ocurrido.

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07/09/2011, 13:29
Celeste Índigo
Sólo para el director

Hacía tiempo que la conexión que Celeste había establecido con Jules no era usada, y el pacto es que sería utilizada cuando Elisabeth estuviera en peligro, así que ese era un momento perfecto.

Jules, soy Celeste, espero no importunarte, y si es así, creo que el momento es suficientemente importante como para que tenga que llamarte.

Serena, la guardaespaldas de María, lleva una daga con una figura de un unicornio en la empuñadura. Damien y yo vamos a discutir qué hacer ahora mismo, ¿sugieres algo? ¿Alguna manera de separar a María de ella? ¿Podrías venir cuanto antes? Eli podría estar en peligro.

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07/09/2011, 13:33
Celeste Índigo

Aleph, escucha con antención. Protege a Elisabeth, podría ocurrir algo ahora mismo. Hemos visto a Serena manipulando una daga con la empuñadura de unicornio que blandía el asesino. No sabemos cual es la conexión ni nada parecido, pero es importante proteger a Elisabeth. Te pediría que vinieras, pero creo que es mejor mantener a la chica alejada. 

Si te necesitamos para retener a la guardaespaldas, te llamaré de inmediato.

Celeste sonaba con un tono de urgencia, el dato acababa de ser descubierto y no tenía más pruebas excepto esa, pero era muy importante.

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07/09/2011, 14:53
Jules Lázarus

EL silencio frío al otro lado de la conexión duró unos minutos. Después, Jules dijo:

-Voy hacia la mansión. Retened a Serena. Que no se acerque a Elisabeth.

No dijo nada sobre María. Cortó la comunicación y volvió al frío silencio.