Partida Rol por web

A dos horas de que el sol bese el horizonte en un hermoso ocaso caribeño, el Dragón está cargado y su tripulación dispuesta.

Dos hombres del Dragón, John y Parris se acercan a la teniente Maddock, que está junto al capitán informando de que todo se ha hecho según lo indicado

-Mi capitán, con tu permiso, veníamos a preguntarle a Maddock una cosa -dice Parris el artillero. -Veras Eibi, ya hemos cargado todo, los cañones están montados y listos, pero no hemos podido disfrutar de tierra, y al parecer pasará un tiempo hasta que podamos volver.

-Parris, no te pierdas, pido permiso para ir de putas Eibi, no tardaremos mucho. -John, más viejo y con menos humor sabe bien que "puede" hacer lo que quiera, para algo es un maldito pirata y no un infante de marina, pero también recuerda las represalias que Drake toma con aquellos negligentes en sus funciones.

Ambrosio habria estado primero llendo al boticario del lugar para charlar con el en busca de rumores, posibles nuevos descubrimientos y para abastecerse de los materiales y herramientas que necesitaba para ejercer su profesion ademas de oficios.

Despues si tuvo algo mas de tiempo seguramente se iria al burdel en busca de alguna joven a la cual le enseñaria sus justos sadistas, asi pues seguramente contrataria a una joven barata de la que nadie se preocuparia si algo le pasaba.

A mi me impresionó bastante Ania Blade y me gustaría escena con ella. Para bien o para mal...

Loan se había pasado las últimas horas racaneando en el mercado hasta la más mísera moneda por producto, a veces era algo que hacía más por afición que por necesidad, aunque siempre venía bien al bolsillo de todos ahorrarse unos cuartos. El carnicero del último puesto llegó a decirle que era un auténtico grano en el culo, pero Loan se marchó de allí con una sonrisa triunfal y para celebrarlo, después de descargarlo todo en las cocinas del barco, se dejó caer en la taberna del puerto.

Las noches previas a un viaje siempre se sentía ansiosa y necesitaba beber para poder descansar del tirón.

Con la paga yo compro dos cañones de 50 libras adicionales y superviso la instalación,luego reviso mis cartas y carga en bodega y demás logística del viaje.

Muy bien vayan pero regresen al menos una hora antes del ocaso o los despellejo a ambos y no los quiero tan borrachos o los pondré a trabajar en la cocina con Loan durante tres días, pues navegar de noche no es cosa de juego. - digo con seriedad.

Por más que se tratase de una tripulación pirata, yo sabía como mantenerlos disciplinados y bajo control terminado el trabajo tendría suficiente para darles un mes de paga extra a cada uno y eso les encantaba a esos brinones, pues podían gastarlo en putas y alcohol.

Lien se dedicó a ayudar al capitán en la supervisar la instalación de los cañones, examinando que se colocaban de forma correcta y que no supusieran algún problema, y después hizo lo propio con las cargas de la bodega y el resto de partes del navío que necesitaban una revisión antes de partir. 

La joven no se encontraba de muy buen humor; más allá del peligro que pudieran suponer aquellos marineros con los que habían tenido un primer encuentro muy poco amistoso, a Lien le costaba dejar de pensar en la cantidad de desperfectos que iban a causar. Como siempre, estas quejas y dudas nunca las manifestaba, guardándoselas para sí misma.

Al acabar de trabajar se fue directa a dormir sin pasar por la taberna. No era muy dada a las celebraciones.

Llega la hora de partir, es noche de media luna, pero una brisa mantiene el cielo despejado, con la que la claridad estelar hace que el mar se vea como un espejo sobre el que se salpican de negro la tierra y los barcos.

La tripulación al completo está dispuesta, el único inconveniente es que los cañones de 50 no son un género común y no tienen otro par para venderse, por lo que el capitán Drake no está de buen humor, además el pago por el trabajo se realiza al finalizarlo, al menos la mayor parte del mismo.

El barco a escoltar está en el puerto, es un mercante con enseña inglesa, sin cañones, un panzón de carga.

Loan descansaba apoyada en la borda, asomándose a ver qué se cocía por el puerto antes de zarpar. Analizó el mercante a escoltar, no entendía demasiado de barcos más que lo necesario, de eso se encargaba su prima, pero sí de tripulaciones. Intentaba discernir de entre aquellos nuevos marineros los que podrían causar problemas y aquellos que no. A veces observar de lejos daba una buena perspectiva al conjunto.

La tripulación al completo se encuentra una hora antes de la salida en la cubierta principal del navío, esperando el discurso de su capitán y las instrucciones precisas que han de seguir, todos saben los peligros de navegar de noche cerca de tierra por lo que ninguno apesta a alcohol.

-Hemos oído que nos van a pagar por nuestro trabajo, joder ahora somos malditos hombres honrados -dice uno sonriente a viva voz.

-Y tengo entendido que bastante bien -comenta un novato -En esta nave se reparte el botín a partes iguales o ¿Cómo va eso?

-Tu asegúrate de seguir respirando y de hacer tu trabajo y no tendrás problemas con el oro, el capitán Drake no es un vulgar ladrón es un caballero pirata. -le responde muy seriamente entre las risas de otros El azul, un tipo que sabe hacer sonar los cañones al ritmo adecuado. Todos le conocen como El azul por su eterno moratón que le cubre desde el hombro izquierdo hasta el ojo derecho, dejando la nariz y la boca como frontera.

-No asustes al nuevo puto azul, vamos a la mar y necesitamos estar centrados, tu tranquilo hermano no te faltará oro para putas

Llega el momento de partir, unos minutos antes de que el mercante inicie el viaje sale una pequeña nave de cinco hombres por delante, el explorador, esta empresa parece seria.

No me gusta este trabajo capitán, creo que ocultaban algo. Si tenía tanto dinero y hombres por qué no quitarnos el barco sin más. No tiene sentido, mejor estar alerta.

-Bien caballeros-dice quitandose el polvo despues de ver como partia el barco explorador-Tengan cuidado, recuerden venir a verme aunque sea por una simple astilla, incluso la herida mas pequeña puede matar a cualquiera de ustedes si dejan que se infecten, o cierto, tambien traje de puerto algunas protesis interesantes, espero que hagan cola para probarlas-dice con una afilada sonrisa mientras se dirije a su camarote a preparar todo por si hiciera falta hacer una operacion de emergencia, al fin y al cabo siempre, siempre se debia estar preparado para cualquier situacion, no hacerlo significaria correr un mayor riesgo a fallar, no importa la tarea que fuese.

A solas con los oficiales:

Comprendo su preocupación señor Maddock y la comparto en parte, pero este trabajo nos va a dar dinero suficiente para comprar dos cañones adicionales para el dragón y nos va a dejar un extra de 7000  piezas de oro 2000 que se guardaran para provisiones y 5000 para repartir entre todos los miembros de de la tripulación son 200 piezas de oro para cada uno, lo que no es poco. - respondo con serenidad.

Sin embargo, coincido con Usted en que la situación es peculiar, así que cuento con todos ustedes para que mantengan los ojos bien abiertos. - añado con seriedad.

Con toda la tripulación

Muy buenas noches señores, sean bienvenidos a bordo, esta noche partimos en calidad de escolta de esos dos cargueros. 

Según nuestro patrón, existe una alta probabilidad de que suframos algún ataque de la competencia, así que, mantengan los ojos bien abiertos, pues el primero en ver al enemigo tendrá derecho a una recompenza equivalente al 10% de todonel oro que encontremos en aquel navío.

Nuestro destino está marcado en este mapa ahora, todos a moverse pues navegar de noche no es nada fácil, pero esonustedes ya lo saben, pues no por nada son viejos lobos de mar.

Y en cuanto a vuestra recompensa os digo que todos recibiral al menos 65 coronas de oro al finalzar el viaje puede que hasta cien coronas de oro. ¿Os parece suficiente compensación por su tiempo?

Ahora todos a sus posiciones y pongamos al Dragón de nuevo a surcar las olas del ancho mar.

Tsk. A veces no entendía para que hablaba, nunca hacían caso, si algún día podía comprar un barco y ser capitán no desaprovecharía tal oportunidad haciendo esa clase de trabajos. La vida del pirata no era escoltar a los ricos, si no saquearlos y asesinarlos.

¿Os parece suficiente compensación por su tiempo?

-Parece bien -comentó escuetamente.

Llevaba una pequeña manta por encima para soportar mejor la brisa nocturna. Al estar acostumbrada a trabajar siempre durante el día no podía evitar entrecerrar los ojos con algo de somnolencia, pero quería mantenerse despierta en aquel momento.

Se cruzó de brazos y se quedó mirando las dos embarcaciones que acababan de partir, tratando de discernir algún detalle. La magnitud que parecía tener toda aquella operación la inquietaba aún más.

- Perfecto pues, zarpemos.

Se encontraba al lado de su prima, no parecía tener una cara amistosa en ese momento, por algún motivo. Cuando el capitán terminó su discurso se acercó a él con intención de hablar de un pequeño asunto.

- Capitán Drake, ha llegado a mis oídos que ha amenazado a dos mangurrianes con enviarlos a la cocina si llegaban borrachos. - A pesar de su semblante no parecía enfadada sino molesta, tal vez había escuchado también por accidente algo que no le gustaba que venía de esos dos.- Sepa usted que entiendo la amenaza del castigo, pero sepa también que si algún día llega algún “castigado” y no se comporta, no me hago responsable si sale sin una oreja o a patadas de mi cocina.

Si. Al ser un análisis usas la característica cognición
La exigencia es 3. Todo lo que saques por encima tienes derecho a información adicional